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Errores por KittieBatch

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Notas del capitulo:

¡Nuevo capítulo! perdón por la tardanza, espero que les guste, dejen un valioso comentario y nos vemos en el siguiente ¡Besos!

Houston, tenemos un problema

 

Stiles se removió en las sábanas, podía escuchar como los pájaros cantaban afuera de su ventana, era la primera vez que escuchaba algo parecido en los últimos diez años, en Washington vivía en un apartamento en el quinto piso rodeado del ruido constante de la ciudad, era extraño volver a Bacon Hills y despertarse con el sonido de los pájaros, como si el tiempo no hubiese pasado. Tras un suspiro abrió los ojos contemplando la cortina de la ventana luchar contra la luz de un nuevo día.

 

-Diez años- susurró para sí, desde aquel verano al final de la escuela, no puso un solo pie en Bacon Hills, siguió viendo a su padre cada vez que lo visitaba en las fiestas, o cuando Stiles estaba por California gracias a un caso y buscaban un tiempo para saludarse. A Scott tampoco lo veía muy seguido, pero era más fácil mantenerse en contacto, solían enviarse mensajes todo el tiempo, a Lydia le perdió la pista y tampoco se interesó mucho en buscarla, en fin, las cosas cambiaron en esos años.

 

Su padre seguía siendo el Sheriff del Pueblo, aunque tenía la edad más que suficiente para retirarse, él decía que hasta que tuviese algo más en qué pasar su tiempo, no se iría, y ese "algo más" era el tema que siempre sacaba a colación en los últimos años, nietos, Noah se moría por ser abuelo, pero Stiles siempre desviaba el tema, no se sentía listo siquiera para estar en una relación seria, menos para tener hijos, así que comenzaba a considerar adoptar un perro para su padre.

 

Esa mañana, para no perder la costumbre, Noah se marchó temprano hacia la comisaría dejando a su hijo descansar, fueron muchas horas de viaje hasta California y Stiles lucía agotado. -Tengo hambre- se dijo pensando en que salir de la cama era toda una odisea, ¿realmente tenía tanta hambre? cerró los ojos un momento y volvió a quedarse dormido, ya comería después.

 

Dos horas después, justo cuando una motocicleta pasó a toda marcha por la calle haciendo un ruido de todos los demonios, Stiles abrió los ojos, buscó su teléfono para enterarse de la hora, eran las diez de la mañana, aún podía hacerse el desayuno sin parecer un vago, arrastrando los pies se dirigió a la cocina, aún en pijama se aventuró a ver qué cosas comestibles tenía su padre en la nevera, el tema es que apenas se encontró con una manzana, una naranja y medio vaso de leche, por suerte halló cereales en la alacena. Tomó su teléfono y, tras servirse un plato de cereales con trozos de manzana, hizo una lista de todo lo que necesitaba comprar. Estaba de baja parcial en el FBI, así que, si pasaría un tiempo en casa de su padre, necesitaba tener algo más que cereales.

 

Tras diez años cualquiera necesita un descanso y eso fue lo que Stiles se tomó, además de que existía una posibilidad de colaborar con la policía de Bacon Hills en sus investigaciones de ser necesario. Al finalizar el desayuno tomó un baño y se arregló para salir, fue a la cochera observando en un rincón su viejo Jeep, su amigo fiel en la adolescencia se rindió hace años, así que decidió comprar otro auto, al principio pensó en un deportivo, sin embargo, terminó inclinándose por un todo terreno, solía conducir a Quantico todo el tiempo, algunas veces a Canadá, sin contar sus numerosas expediciones a sitios boscosos, al final se compró un Ford Edge en color azul, para no perder la costumbre.

 

-Te llevaré a conocer el Pueblo- dijo al auto.

 

Stiles conducía por las calles de Bacon Hills en dirección al supermercado más cercano, en su ausencia las cosas cambiaron, la vieja tienda de comestibles cerró y en su lugar llegaron algunas cadenas de supermercados, algunos edificios se alzaron, la zona se volvió un sitio más comercial, sin embargo, seguía conservando ese ambiente a pueblo tranquilo, un lugar ideal para criar una familia, o eso decía un folleto para turistas que halló en la mesa de la sala.

 

Se estacionó en el primer supermercado al que lo dirigió el GPS, era cerca de medio día y solo algunas amas de casa parecían hacer las compras, Stiles tomó un carrito y avanzó por los pasillos, llenó el carrito con cosas de su lista, un par de cosas que creyó necesarias, cerca de una hora después consideró que era buena idea pagar y volver a casa, entonces hizo un recuento de la compra para asegurarse de que nada se le olvidó.

 

-¿Stiles?- una voz llamó su nombre, por costumbre volteó y se encontró con dos ojos encendidos en azul observándolo.

 

-¿Hola?- dijo dudoso, no reconocía a la mujer que lo observaba con curiosidad.

 

-¿Qué estás haciendo en Bacon Hills? ¿me recuerdas?- dijo ella y Stiles dudó lo suficiente para hacerle entender que no tenía mucha idea de quién era. -Soy Cora, Hale, ¿hace cuánto no nos vemos?- preguntó antes de acercarse y darle un abrazo que él correspondió emocionado.

 

-¡Estás irreconocible Cora!- ella se veía muy diferente desde la última vez que se la topó algunos años atrás, ahora llevaba el cabello corto de un color morado y un look muy al estilo punk, algo muy alejado de la dulce chica de cabellos castaños que recordaba.

 

-Un buen corte y un cambio de color me hacen otra persona ¿no crees?

 

-Por supuesto ¿cuándo regresaste a Bacon Hills? Creí que seguías en Nueva York haciendo de las tuyas.

 

-Volví hace un tiempo, terminé la universidad y decidí volver para acomodar mis ideas, pero tú ¿desde cuándo estás aquí? con eso de que eres el súper agente Stilinski del FBI que hace temblar a los criminales, no creí que pondrías un pie aquí otra vez- para ese punto ambos se dirigían a la caja donde la cola parecía no querer avanzar gracias a una anciana que decidió pagar con todo el cambio que traía encima.

 

-Estoy de baja parcial, así que, decidí tomarme un tiempo para mí, después de cuatro años en la Academia y seis en campo, estoy un poco cansado de esa vida, así que volví, quería ver a papá, saludar a Scott y si puedo, apoyar a la policía de Bacon Hills- comentó intentando no pensar en la verdadera razón que lo hizo necesitar un tiempo.

 

-Oye, no tuve ocasión de decirte esto después de Nueva York, pero, gracias, de no ser por ti y ese compañero tuyo, seguramente me hubiesen culpado de la muerte de esa chica, estaré agradecida contigo siempre, y lo que necesites, lo que sea, estoy aquí para ti- dijo ella con una amplia sonrisa escribiendo rápidamente en el reverso de lo que parecía ser una envoltura de dulce su número -Llama si necesitas algo- Stiles asintió viendo como ella se marchaba de vuelta al área de lácteos.

 

Subía a su auto las compras, cuando una duda apareció en su cabeza, si Cora estaba en Bacon Hills ¿Derek también se encontraba allí? apartó inmediatamente aquel pensamiento, posiblemente Derek se hubiese marchado hace años del Pueblo, él tenía esa manía de irse por años, ¿qué le impediría abandonar Bacon Hills? absolutamente nada, seguramente corría feliz por los prados de algún lugar del planeta con la cola al viento siendo el terror de conejos y liebres.

 

Subió a su auto y volvió a casa, no había razón de recordar a ese personaje de su vida, pasaron diez años desde la última vez que se vieron, muchas cosas sucedieron, ya no veía la vida desde los ojos de un chico de secundaria, era un hombre que aprendió de sus errores del pasado, Derek Hale era un recuerdo enterrado bajo años y años de salir con otras personas, acostarse con otros y dejar de creer que las relaciones son ideales y perfectas, no existía esa mentira de las parejas destinadas, creer que Alpha y Omega se encontrarán para vivir felices por siempre era solo un cliché para las historias románticas que les gusta a los adolescentes ¿No?

 

Ahora, era un adulto de veintiocho años, con un empleo y una vida hecha, sus amores del paso ya no importaban ¿cierto?

 

Media hora después llegó a casa y tras bajar las bolsas con las compras, dejó todo en la cocina encargándose de ordenarlo, fue cuando una idea saltó a su cabeza ¿cuántos años tenía ese lugar? se veía bastante anticuado, últimamente estaba de moda eso del concepto abierto y las cocinas enormes con encimeras de acabados preciosos, incluso su apartamento en Washington tenía esos lujos y un estilo industrial perfecto. Y como si llamase a la desgracia para tener una excusa que le permitiese acabar con el viejo diseño y traer la modernidad a aquella casa, cuando abrió el grifo para servirse un vaso de agua la llave saltó haciendo que una fuente apareciese en medio de la cocina -¡Mierda!- dijo antes de intentar cerrar la llave para que el resto no fuese inundado -Papá me va a matar- gimió angustiado.

 

-¿Qué pasa hijo?- era su padre que contestó de tan buen humor que por un momento Stiles quiso no contarle lo que pasó con la cocina.

 

-Hola papá...- escuchó su voz salir con el mismo tono que usaba cuando confesaba una travesura de niño.

 

-¿Qué pasó?- esta vez el tono de Noah era mucho más severo, genial, ya se dio cuenta que algo anda mal.

 

-Oye... estaba pensando ¿quieres cenar fuera hoy?- propuso a última hora ¿cobardía? en efecto, no quería confesar a su padre que en el primer día de estancia en casa después de diez años logró inundar la cocina.

 

-¡Claro! Tengo turno, pero puedes venir a la comisaría, saludar a todos y después me tomaré unas horas para salir a cenar contigo- bien, la voz de su padre volvía a sonar de buen humor.

 

-Paso por ti cerca de las siete ¿está bien?

 

-Te espero aquí. todos quieren saludarte, son muchos años, te veo esta noche- la charla finalizó y Stiles sintió un nudo en su garganta formarse ¿qué haría ahora? tenía unas horas para buscar a alguien que arregle ese desastre, pero, ¿quién? En un ataque de pánico llamó a Scott, pero su amigo no parecía interesado en tomar sus llamadas. Consideró llamar a Melissa, pero ella iría directamente a su padre para pedirle ayuda, así que no, no era una buena idea. Claro, él podría repararlo, si de alguna manera supiera hacerlo, pero vamos, él jamás fue bueno con todas esas cosas, él era el tipo que lo arruina, como ahora, y paga para que otro lo arregle.

 

Su siguiente recurso fue buscar en Google "plomeros en Bacon Hills" varios anuncios saltaron al instante, parecían buenos, pero había un detalle, la mayoría se trataba de las empresas familiares con los plomeros de toda la vida del Pueblo, plomeros que en consecuencia llamarían a su padre, no podía permitirse ser descubierto, y sí, debía admitir que actuaba un poco, bastante, inmaduro con el tema, pero Stiles se sentía como un niño si de su padre se trataba, siempre se sentiría así.

 

A su memoria vino la conversación con Cora apenas unas horas antes, ella tenía aspecto de conocerse a todo el Pueblo, seguramente podría ayudarlo, así que envió un mensaje por WhatsApp a la chica.

 

"Houston, tenemos un problema

-Stiles"

 

Esperó unos minutos que le parecieron eternos antes de que recibiese una respuesta.

 

"¿qué pasa? ¿Te encuentras bien?"

 

"Sí, no, tal vez... Cora, necesito ayuda, ¿conoces a alguien que pueda ayudarme con un grifo? tengo inundada la cocina porque la llave saltó"

 

"¿Sabes que puedes conseguir uno por Google?"

 

"Lo sé, pero todos conocen a mi padre y no quiero que se entere ¿conoces a uno que pueda callarse y no decirle nada a mi padre?"

 

"Tengo a alguien en mente, te lo enviaré, no te ahogues ¿sí?"

 

"Prometido"

 

Stiles respiró más tranquilo, Cora enviaría ayuda, el problema estaba parcialmente resuelto, ahora solo esperaba que el plomero que enviase sea bueno en lo que hace, aún con la ropa mojada se dispuso a limpiar el agua del suelo, los gabinetes y las encimeras. Admiraba lo bien que hizo su trabajo secando todo cuando alguien llamó a su puerta, se apuró a abrir, fue tanta su rapidez que se olvidó de ver quién era la persona al otro lado, por salud mental debió hacerlo.

 

Su mundo se congeló por unos segundos, frente a él, con herramientas en mano y la cara más seria del mundo se encontró al mismo demonio convertido en su ex, Derek. -Hola Stiles- lo escuchó decir, un escalofrío recorrió su espalda, pudo ser un poco por el tono seco y cortante del lobo o porque aún estaba empapado de pies a cabeza.

 

-¿Tú?- fue todo lo que logró pronunciar, sí, estaba en shock, ¿qué las desgracias no terminarían nunca?

 

-Vine por el grifo- otra vez ese tono seco, Stiles se hizo a un lado dejándolo entrar, ya arreglaría cuentas con Cora después, mira que enviarle a su hermano después de... momento, ¿Cora sabía de todo lo que sucedió entre ellos? Cuando se vieron en Nueva York ninguno tocó el tema de Bacon Hills, la manada o cualquier otra cosa que no fuera relevante para el caso.

 

-En la cocina- indicó Stiles y tuvo la intención de guiarlo hasta ella, sin embargo, Derek simplemente avanzó, el lobo estuvo allí tantas veces en el pasado, quizás conocía mejor esa casa que el mismo Stiles.

 

-¿Qué pasó exactamente?- preguntó Derek al ver la llave en el fregadero.

 

-Abrí la llave y simplemente saltó inundando todo- recibió una mirada de "sé más específico" pero esos eran todos los detalles, tal y como pasó. -¿Qué? Solo saltó, no hay más ¿puedes con esto o no?

 

-Claro- Derek le ofreció una mirada de superioridad al Omega y él asintió en silencio.

 

-Bien, arregla la llave entonces- dijo saliendo de la cocina, de pronto se sentía molesto, y no era por culpa de la estúpida llave, la mala suerte siempre lo estaba persiguiendo, además de arruinar la cocina, Stiles se encontró con su ex y encima de eso, se veía patético con la ropa mojada y el cabello hecho un desastre, se supone que si verás a tu ex debes verte lo más fabuloso posible, pero no, él tenía que verse horrible.

 

Decidido a cambiar las cosas fue a su habitación quitándose la ropa mojada, tomó unos jeans que solía usar cuando salía dispuesto a tener una buena noche, de esos que enmarcan su silueta, por suerte los años lo favorecieron dejando que sus caderas se volvieran redondas y firmes, piernas largas, una cintura pequeña, el torso delgado... básicamente su cuerpo levantaba bajas pasiones, lo sabía muy bien, dio un gran uso a sus atributos esos años.

 

Aun cuando llevaba uno de esos trajes del trabajo podía adivinar cuando más de uno de sus compañeros lo observaban con deseo.

 

-Estás listo- se dijo cuándo completó su atuendo, volvió a la cocina donde al parecer el lobo daba los últimos toques a la llave.

 

-Esto lo volverá funcional un tiempo, pero te recomiendo que cambies la cañería, es vieja y pronto dará más problemas- informó el Alpha sin siquiera reparar en lo hermoso que se veía su ex, y no es que no esté consciente de que a su lado animal le encantaría empotrar al Omega contra la primera pared más cercana y enterrarse en él, pero algunas cosas estaban en el pasado y Stiles era parte de ello.

 

Hace mucho que no pensaba en él, fue hasta que Cora saltó a su encuentro diciendo que tenía que ayudar a Stiles con un problema de plomería, al inicio se negó, pero su hermana comenzó a preguntar sobre sus motivos, al final accedió, ella no conocía de su pasado con Stiles, cuando ellos salieron Cora estaba en una etapa de loba solitaria, así que decidió no molestarla, tenía planes de contarle después sobre su relación, aunque después fue imposible, porque no hubo relación de la cual hablarle.

 

-¿Cuánto te debo?- preguntó Stiles un poco decepcionado porque el lobo no reaccionó a su atuendo de “Mírame, soy jodidamente hermoso y tú te perdiste de todo esto por idiota”

 

-No tienes que pagarme- Derek guardó sus herramientas –Es un favor que hice a mi hermana, además, no soy plomero.

 

-¿Entonces qué eres?- Stiles no debería estar preguntado ese tipo de cosas, pero la curiosidad era uno de sus defectos.

 

-Soy contratista- comentó saliendo de la cocina –Como dije, solo hice un favor a mi hermana.

 

-Gracias, de cualquier forma- comentó Stiles acompañándolo a la salida.

 

-Oye, yo consideraría remodelar o mínimamente traer a un ingeniero estructural- comentó Derek como si nada –el suelo de la cocina se hunde.

 

-Lo tendré en cuenta- dijo Stiles viendo como Derek subía a su auto y se marchaba sin decir nada más, aquello en serio fue raro, más que raro, pero ya pensaría en eso después. Primero lo importante, comer algo, después intentaría hablar con Scott, realmente necesitaba contarle a alguien que se vio con su ex, que hablaron como dos personas civilizadas y que el maldito lobo seguía siendo tan sexy como lo recordaba. -¿Por qué tenía que volver?- se dijo sintiendo los recuerdos volver, quizás Derek no estaba tan enterrado en el pasado como supuso.


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