Capítulo 1: Encuentros casuales
Un muchacho de cabello negro y grandes gafas miraba de reojo cierta figura de su personaje favorita del anime “Love Hime”, Himeno Kotori-chan. Esta nueva figura estaba ya casi agotada, debido a que era una edición limitada que venía con una réplica del celular de la protagonista. Esto emociona mucho a Onoda Sakamichi, así es, el chico que en su primer año ganó el Interhigh de Ciclismo y que ahora, en su segundo año, sigue feliz con su afición por el anime que en parte le ayudó a ganar.
— Ahorré suficiente dinero para comprar esta edición limitada. — Dijo a la par que sacaba su billetera. — Me pregunto si Imaizumi-kun ya habrá podido conseguir una.
— Hay muchas figuras, ¿Cuál se supone es la que quiere Natsu? ¿Cuál viene con el accesorio? — El chico de cabello anaranjado que se hallaba cerca de Onoda está confundido por la enorme cantidad de diseños y figuras que hay sobre Kotori.
Hinata Shouyo, quien cursa su primer año de preparatoria, fue enviado a Akihabara por pedido de su hermana menor, Natsu. Ella estuvo ahorrando el dinero de año nuevo y de su cumpleaños para poder comprar el celular que Kotori llevaba en el anime “Love Hime”, sin embargo, se decepcionó al saber que sólo era un artículo de regalo que venía en la compra de una figura específica de la protagonista. Como sabía que su hermano tenía amistades en Tokio, o sea, los chicos de Nekoma, pensó que sería mejor enviarlo a él.
— No puedo. — Hinata estuvo a punto de darse por vencido, había muchos modelos y temía gastar el dinero de su hermanita en el objeto incorrecto.
— Amh… Disculpa. — Onoda vio al chico teniendo problemas, esto le recordó ligeramente a su encuentro con Naruko en el pasado, aunque esta vez es él quien se está ofreciendo. — ¿Estás buscando una figura en específico?
— ¡Sí! — El joven responde muy agradable ante la pregunta. — Mi hermana menor quiere el celular de una chica de anime, pero no sé cuál es la muñeca que viene con el accesorio. — Dice mientras rasca su nuca. — No quiero equivocarme y desperdiciar el dinero.
El muchacho de Sohoku se siente feliz de poder ayudarle, además, todavía quedaban dos figuras de la chica, así que podría comprarse la suya y el otro chico también podrá llevarle la otra a su hermanita.
Después de terminada la compra de ambas figuras y que recibieran las réplicas del celular de Kotori, Hinata sintió que debía agradecerle al chico de lentes, así que le invitó algo para comer y también quería comprarse unos bollos de carne en algún lugar por ahí, así que sería matar dos pájaros de un tiro para él.
De camino a un local que vendiese bollos de carne, ambos muchachos vieron a la distancia a un chico refunfuñando y pareciendo querer tirar su teléfono celular al suelo de la frustración. Aquel joven se encuentra frente a una tienda de videojuegos y, según parece, olvidó lo que iba a comprar, por eso es que está tan enojado con su propio móvil, seguramente se le acabó la batería y no sabe lo que debe comprar, así que sólo es el recadero de alguien, quizás de un superior.
— ¿¡Por qué Kuramochi-senpai tenía que enviarme a comprar a mí en un momento como este!? ¡Me tocaba lanzar con Miyuki Kazuya y ahora apuesto que está atrapando los lanzamientos de Furuya! — Parece importarle poco gritar frente a las personas, aunque no es como que hubiesen muchos transeúntes ese día a esa hora. — Acepto que atrape los lanzamientos de Nori-senpai… ¡PERO NO QUIERO QUE ATRAPE PARA FURUYA AHORA! ¡ERA MI TURNO!
Hinata y Onoda se miraron unos segundos y se decidieron a acercarse al chico para prestarle su ayuda, sin embargo, Onoda no era mucho de videojuegos, era más un chico de anime y manga, por lo que no tiene cómo ayudar realmente, no obstante; Hinata, al tener de amigo a Kenma, está al tanto de muchas cosas sobre ese mundo virtual, así que está decidido a brindarle su apoyo al chico que no para de gritar.
— ¿No recuerdas lo que quieres comprar? — Onoda fue el primero en hablar con el chico, de todos modos, ya está acostumbrado a tratar con compañeros gritones, tales como Issa o Naruko
— ¿Eh? — El muchacho cayó por fin sus quejas y respondió — Sí… Un Senpai me envío a comprar un videojuego para su consola, pero no puedo recordar el nombre, venía pensando en otras cosas. — Dijo a la par que guarda su celular. — Además, acabo de quedarme sin batería.
— ¿Qué tipo de juego era? — Pregunta Hinata para ver si puede hacer algo.
— Veamos, si no mal recuerdo, sé que es un juego de pelea, porque a él le gusta hacerme desperdiciar horas de sueño para que juguemos. También sé que es reciente, salió hace poco y creo que es una secuela de otro juego.
— ¡Oh! — Al pequeño cuervo le brillaron los ojos, casualmente había estado hablando con Kenma sobre un juego que se estrenó hace poco, Kenma no es mucho de juegos de pelea, pero Kuroo se lo compró para jugar con él, sobre todo porque al primero sólo le gustan los juegos de un jugador. — Entremos, creo saber cuál es.
Dentro de la tienda de videojuegos, Hinata se dirigió al pasillo donde estaban los juegos de pelea, tal parece que había salido para varias plataformas, sólo bastaba con saber el modelo de la consola y ya estaba. En todo caso, llegados a la parte deseada, Hinata indicó el nombre del juego y el otro chico sólo tuvo que tomar el necesario. Terminado eso, pagó con el dinero que su Senpai le había dado y ya estaba listo para volver, no sin antes agradecerles a los dos chicos que le ayudaron con este problema.
— Muchas gracias por su ayuda. ¡Ah! — Pareció percatarse de algo. — ¡No me he presentado! Mi nombre es Sawamura Eijun de la Preparatoria Seidou.
— Ahora que lo pienso, hemos estado hablando desde que compramos las figuras y tampoco nos hemos presentado correctamente. — Gracias a la presentación de Eijun, Onoda también se dio cuenta que en ningún momento le dijo su nombre a Hinata. — Mi nombre es Onoda Sakamichi, estudio en la preparatoria Sohoku. Mucho gusto. — Finalizando con una suave sonrisa.
— Yo soy Hinata Shouyo y estudio en la preparatoria Karasuno. Gusto en conocerlos a ambos. — Dijo. — ¿Por qué no vienes a comer con nosotros? — Agregó en plan de invitar al recién conocido.
— ¿En serio? ¡Por supuesto! Como tenemos un régimen de alimentación en la cafetería del club, creo que me apetece comer otra cosa. — Termina de hablar y se ríe de su propio comentario. —
De esta forma, ambos chicos irían a comer juntos, aunque ya no podrían ser los bollos de carne que Hinata quería desde el principio, en todo caso, este es sólo comienzo de todo, cuando lleguen al restaurante surgirán muchas más conversaciones inesperadas junto a muchas otras casualidades. ¿Les sorprenderá a estos 3 chicos tener tanto en común de alguna forma?