Capitulo 3: Te encontré...
Draco se cambio a David de brazo mientras pagaba la ropa que le acababa de comprar al niño, que gorjeaba feliz. Draco sonrió y una vez fuera de la tienda puso a David nuevamente en su cochecito. Emprendió el camino tranquilamente decidiendo atravesar el parque. Definitivamente esa no era la vida que el quería llevar, viviendo en un bario muggle, como un muggle, pero al menos ese modo de vida le aseguraba la seguridad de David. Muchas mujeres se derretían ante la tierna visión del guapísimo rubio con aquel bellísimo bebe pelirrojo.
Draco se detuvo en una banqueta y se sentó en ella, busco en el bultito de David asta encontrar el biberón y saco al niño para darle su mamila. Estaba dándole tranquilamente cuando una voz a sus espaldas hizo que el corazón se le detuviera por completo.
-Hola, Draco.
-¡Potter!
Exclamo Draco consternado observando al hombre que se sentaba tranquilamente a su lado.
-El mismo-Le dijo tranquilamente-¿Acaso creíste que no te encontraría Malfoy?-Le pregunto tomando a David en brazos. David lo miro extrañado pero ante la sonrisa del ojiverde balbuceo feliz.
-¡Dame a David!
Exclamo Draco, pero la mirada de Harry lo detuvo. Tranquilamente Harry tomo el biberón de David y se lo dio.
-Tengo que asestar que nunca pensé que te ocultarías en el mundo muggle, según creo recordar siempre opinaste que esto era muy bajo para ti.
Draco estaba patidifuso por que Potter le hablaba tan tranquilamente.
-Juro a mi mejor amigo, al único amigo de verdad que siempre tubo, que cuidaría de su hijo, así que no me importo tener que vivir entre muggle para asegurarme la seguridad de David.
Harry lo miro fijamente indiferente.
-Si conozco el juramento. Yo también se lo hice a mi mejor amigo, a mi hermano.
Comento Harry tranquilamente.
-No, permitiré que me quites a David.
-¿Y como lo impedirás Malfoy? Te recuerdo que vasta con que yo diga que eres un mortifago, para que acabes en Azkaban. O con que yo diga que eras un espía a nuestras ordenes, para que salves tu precioso trasero de una celda en la prisión de los magos.
Draco trago saliva sabia que eso era verdad y que esta vez Harry Potter tenia el sartén por el mango.
-No me importe tengo un juramento que cumplir y lo are, así me cueste el beso del desmentor.
-Me gusta tu lealtad Malfoy-Sonrió Harry burlonamente-Nunca lo hubiese esperado del príncipe de Slytering-Le dijo en tono de confesión. Draco tubo deseos de golpearlo, pero se contuvo, teniendo en cuenta que Harry tenia a David en brazos y lo alimentaba.-Yo también tengo un juramento inquebrantable que cumplir, Draco y lo cumpliré así tenga que pasar por encima del mismo Merlín. Así que estamos en un dilema. Ambos tenemos una promesa que cumplir. Una promesa que involucra a la misma personita.
Dijo Harry con voz indiferente. Poniéndose el pañito de David en el hombro para proceder a sacarle los gases. Draco tubo que asestar que era una escena hermosa, ver a Potter con un bebe en los brazos era suficiente para enternecer el corazón asta a Severus.
-Déjame en paz Potter. Me iré lejos, te juro que nunca mas me volverás a ver y te prometo que cuidare de David, como si fuera mi hijo.
Le propuso Draco, tratando de no pensar que el un Malfoy, le estaba rogando prácticamente al chico dorado de Gryffindor. Harry sonrió burlonamente.
-Lo siento Malfoy, no es una solución factible. Pero yo tengo una que si lo es, si de verdad estas dispuesto a cumplir tú promesa y que de paso me permitiría cumplir la mía.
Draco lo miro entrecerrando los grises ojos en alerta.
-¿Que propones Potter?
-Muy simple, una solución con la que nadie se atreverá a dudar de tu inocencia, una solución con la que nadie creerá que fuiste un mortifago de verdad y por voluntad, una solución que le permitirá tener dos padres a David. Y que conste que no te lo pido Malfoy, te lo ordeno.
-¿De que demonios hablas?
Pregunto Draco mirándolo como si estuviera loco, mientras Potter terminaba con David y se lo pasaba a el, para que lo metiera al cochecito.
-Muy simple Malfoy, te casaras conmigo.
Continuara....