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Esfúmate «HunHan» por Romanella

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El día en que me toqué...

 

—¡Hijo! Dios mío, ¿Qué haces aquí? ¿Ben no te avisó?— Preguntó alarmada Kate cuando lo vio entrar a la cocina.

—¿Estás bien? Luces muy cansada…—BaekHyun no entendía nada. Había ido a la casa de los Do para entregarle su tarea a su profesor, sin embargo, ese día, el ambiente era muy diferente. Decenas de personas le ayudaban a Kate, la cocinera personal de ChanYeol, mientras que reflectores de colores, equipos de música y máquinas productoras de humo eran acomodadas en las esquinas de la mansión.

—Es sólo que esta fiesta es muy importante para el señor Do, él ni siquiera me ha dejado dormir un poco, ya no sé cuántos platillos he cocinado, me estoy volviendo loca.—El castaño la abrazó, entrando un poco en contexto. Ahora entendía la razón de todas esas botellas de alcohol caro, o de las bailarinas semidesnudas que ensayaban su número en la gigantesca tarima. Debía ser una de las privadas, misteriosas y perversas reuniones de ChanYeol.

Alguna vez había visto en las noticias de chismes acerca de esas fiestas, todos decían que eran sólo mitos, que las orgías, los excesos y el erotismo eran mentira, pues ChanYeol era un hombre muy elegante como para rebajarse a tanta vulgaridad.

En verdad estaba sorprendido, esos rumores eran reales…

—¿Entonces no tendré clases hoy?

—Es seguro que no. De hecho tienes que irte ahora mismo, la fiesta empieza en tres horas y si el señor te ve aquí, nos va a matar a todos. Tú no sabes lo que pasa en este tipo de reuniones hijo, eres muy pequeño para ver cosas tan asquerosas. Incluso mandó a su hijo a Alemania de vacaciones, no quiere que lo descubra en ese estado, y lo mismo pasa contigo, sería vergonzoso que tengas una imagen de él que jamás puedas olvidar. El señor ChanYeol no es el padre que tú crees…

BaekHyun mordió su labio, ¿Por qué escuchar eso le excitaba tanto? Si el único significado de esas palabras era ‘peligro’…

—¿Y qué es esto?—Tomó la bolsa, tratando de abrirla por curiosidad para ver en su interior.

—Es lo más humillante para mí. Cómo piensa que pueda usar un ‘disfraz sexy’, soy una señora mayor. Es desagradable.

—¿La fiesta es de disfraces?

—Sí, hasta hay antifaces para mantener la identidad, imagínate, van a venir empresarios, políticos y famosos muy importantes que se pueden perjudicar si vienen aquí.

Entonces, una idea descabellada cruzó su mente.

—Mi amiga es mesera. Puedo llamarla para que tome tu lugar. Es enserio cercana a mí, puede trabajar y darte el dinero, no va a tener ningún problema, es rica y sólo lo hará por distracción…

—No sé hijo…

—Por favor, ni siquiera se va a dar cuenta que faltas tú. Va a estar muy oscuro y aquí hay como ochenta meseros. Anda, ve a descansar…

—Estás loco mi amor. Pero acepto, en unos momentos esta casa sólo va a oler a semen y fluidos raros, ya estoy grande para ser parte de eso. Tiene que presentarse aquí en una hora, llévate el disfraz para que tú mismo se lo des y vete a casa, no te atrevas a si quiera acercarte por morbo, ¿Entiendes?

—Te lo prometo Kate, y la chica va a ser muy confidencial, no tienes de qué preocuparte.— Sonrió con nervios, debía estar desquiciado para hacer una locura de ese nivel. Tomó el disfraz y tras un beso en la mejilla de la mujer, salió de ahí.

No era difícil de saber qué era lo que planeaba BaekHyun, menos cuando tomó una peluca robada a su paso por la tarima.

Corrió a uno de los tantos cuartos de huéspedes, no tenía mucho tiempo.

¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Quería morir? No ganaría nada con ver a ChanYeol siendo libre, pero la curiosidad le carcomía por dentro. Sólo estaría un momento y se iría, no había de qué preocuparse.

Sacó el disfraz, siendo un vestido negro de terciopelo, con un mandil de encaje blanco, medias de red y zapatos brillosos de tacón, con una gargantilla que sostenía un cascabel. Kate había exagerado un poco, pues aunque era muy sensual, no era nada vulgar.

Y él quería ser lo más vulgar de la noche…

Por lo que, de su mochila, sacaría unas tijeras e hijo de tejer, ya no podía arriesgarse más, así que por qué no hacer unos arreglos. Al vestido le quitaría unos cuantos centímetros de largo, dejándolo sólo por abajo de sus glúteos, además, lo entallaría, haciéndolo parecer como su segunda piel. En el pecho había un sugerente escote, tendría que utilizar sus conocimientos en maquillaje para hacerse senos falsos.

Era de admitir que tenía un lindo cuerpo, era delgado pero su cintura era angosta, su trasero era regordete, y sus piernas lucían suaves y comestibles. Debía lucirlo aunque sea un día en su vida, dejar de ser ese chico cohibido y tímido del que todos se burlaban.

Se puso sus lentillas azules, delineador y labial rojo, quedando irreconocible. Y tras ponerse la peluca roja de pelo corto con flequillo, quedó listo.

Estaba feliz por tener unas marcadas facciones de mujer, definitivamente lucía como una hermosa prostituta caliente.

No pasó mucho hasta que las paredes comenzarán a retumbar por el estruendoso ruido de la música. Vio su reloj, era hora de salir.

Colocó por último el antifaz y con paso tembloroso, se dirigió a la cocina.

—¿Qué haces aquí?—Una señora que jamás había visto le preguntó exaltada.—¿Eres la mesera número cincuenta y dos? Diablos, hoy tienes mucho trabajo que hacer perra. Anda toma estás bandejas de martinis y ofréceselas a todos, pórtate bien y dale todo lo que te pidan, de eso dependen tus propinas…

BaekHyun asintió, obedeciendo a la orden para salir. El ambiente era muy misterioso, las luces eran tenues, por lo que estaba casi oscuro, adornándose con flashes rojos pausados y lentos.

El lugar estaba a reventar, ningún espacio se excluía para se catalogado como pista de baile, así que hasta caminar era casi imposible. Además, ofrecer bebidas se complicaba sin la posibilidad de hablar, si alguien lo reconocía por alguna razón, estaría en graves problemas.

Sólo quería encontrar a ChanYeol, verlo un segundo…

Pero mientras más tiempo pasaba, más se asustada.

Había gente aspirando cocaína como si no hubiera mañana, personas desnudas teniendo sexo encima de la mesa para luego lanzar sus fluidos como si fuera champán, mujeres con chocolate embarrado por toda su piel bailando al ritmo del beat. Todo era enfermo, y tal vez era momento de considerar el irse, pues el olor a marihuana le revolvía el estómago a más no poder. Después de todo, seguía siendo un adolescente sin experiencia nada más.

Salió al patio para tomar aire fresco, pero cuando vio a un joven ido por las drogas tomar de su propia orina, no tuvo más que vomitar con todas sus fuerzas.

—¿Estás bien?— Mierda, mierda, mierda…

BaekHyun tenía que huir, ahí estaba lo que tanto quería ver, lo había conseguido, pero cuando quiso correr su firme mano lo detuvo.

Vestía una camisa totalmente abierta y un pantalón que parecía hecho por los mismos ángeles, estaba descalzo y con su pelo todo revuelto, no había nada más sexy que aquello.

—¿Me tienes miedo? No veo por qué debas de estar temblando…—Su maldita, grave y ronca voz.—¿Sabes quién soy?

Sólo asintió, bajando su mirada con sumisión, lo miraba como si fuera un salvaje y él sólo un delicioso pedazo de carne.

—Te han de haber dicho que soy peligroso, tengo nexos fuertes con la mafia, me gusta lastimar a la gente, marcar lo que es mío de la forma más violenta, pero soy millonario, y sé que a una puta como tú eso es lo único que le interesa. No debes portarte tímida cuando lo único que quieres es que te toque…

¿Qué?

—Eres lo más ardiente que he visto en la noche, así que me perteneces desde este mismo instante, mataré a cualquiera que quiera tocarte, pero tendrás que ir conmigo a mi habitación, te romperé el culo a estocadas sin ninguna piedad…

Murmuró sobre su oído. El amor de su vida le estaba hablando de esa forma tan sucia, mientras subía su vestido sin ningún pudor para poder manosear su trasero por encima de su lencería de encaje… ¿Qué cojones?

Si por él quisiera, dejaría que lo follara de todas las maneras posibles. Era virgen, ni siquiera había recibido un miserable besos en los labios, pero en ese instante, sólo sentía fuego en su interior y ganas de cumplir su mayor fantasía.

Era hora de jugar con él, apartándose bruscamente cuando le tomó de la cintura para poder besarle.

—¿Enserio me vas a dejar con este desastre? No has dicho nada, ni siquiera te has movido y me tienes al borde de la locura con sólo sentir tu frágil cuerpo…—ChanYeol jadeó cuando, para dar pruebas de sus anteriores palabras, volteó a BaekHyun, tomándole del pelo con fuerza para poder pegarlo en la pared más cercana.

Cuando el adulto comenzó a restregarle su miembro con precisión sobre la curva de sus glúteos, no hizo más que gemir como nunca.

ChanYeol, el mejor amigo de su padre, un hombre ya mayor con canas salientes en su cabello y arrugas nacientes en su frente, le estaba besando el cuello, debía ser una broma de muy buen gusto.

Todo iba de maravilla hasta que se detuvo sin avisar.

—Oh, mierda, ¿Tienes que usar ese perfume? Usas el mismo que el hijo de Negan, mi amigo. Y es desagradable, voy a ver la cara del niño estando contigo, iugh. BaekHyun es precioso, sexy, lindo, pero joder, no, preferiría pasar lo último que me queda de vida sin tener sexo si tuviera que hacerlo con alguien tan pequeño, es demasiado para mí. Tendrás que descubrirte la cara para poder olvidarme de este aroma, y poder concentrarme en ti.

Y entonces, todo terminó…

Había llegado a su límite.

Sin decir nada más, golpeó su mejilla, aprovechando sus sorpresa para salir ahí y esconderse detrás de una planta gigante.

ChanYeol por su parte se quedó ahí parado, el idiota debía estar tan ebrio que no recordaría nada de eso, ni había notado que se había ido de ahí, pues después, sólo metería su mano a su pantalón, satisfaciéndose a si mismo para terminar con lo que había empezado ‘la chica misteriosa’ .

BaekHyun también miró su enorme y dolorosa erección, imitando las acciones del imbécil, excitándose con la imagen que se repetía no muy lejos de su escondite.

Y cuando ambos llegaron a la cúspide como si su conexión fuera inhumana, BaekHyun no hizo nada más que llorar.

Era de confirmar que estaba ahogado de amor por ese hombre, por Do ChanYeol.

 

 


14 de noviembre del 2014.

El día en que me consolaste...


—¿Ya terminaron tus clases?— BaekHyun volteó hacia la puerta, donde provenía aquella voz. Era un martes de trabajo arduo, sin embargo, estaba jodidamente feliz; su maestro particular acababa de irse luego de aplicarle los últimos exámenes del periodo, teniendo oficialmente vacaciones, significando que podría pasar un mes sin pisar la casa de ChanYeol, un descanso de toda esa mierda.

—¡Daryl! Hasta que te dejas ver, te he extrañado a montones, idiota.— Saludó con felicidad al sobrino bastardo de la familia Do.

—No dejas mi mente, bonito. Por tu culpa soy amigo del idiota de Desmond, es mi única excusa para venir a esta casa infernal.

—Pobre de ti, Desmond es insoportable, el novio perfecto para KyungSoo.

—Por qué crees que han durado tanto, son la jodida fuente de maldad.— Daryl se acercó por inercia, necesitaba tener algún contacto con él, besando su mejilla antes de quedar perplejo, cada vez era más lindo.

—No puedo creer que KyungSoo siga siendo tan hijo de puta contigo. Eres el único primo que todavía le dirige la palabra.— El rubio soltó una risa suave antes de guardar los cuadernos del contrario en la cómica mochila de gatos.

—Él ni siquiera me considera su primo. Sólo soy un accidente de su querida tía.— Daryl bajó su mirada con tristeza, era un tema que le perseguiría toda la vida.

—¿Has sabido algo de ella?

—Ni siquiera debe acordarse de mí. Está con sus tres hijos y su maravilloso esposo Maxxie, el mayor empresario de la ciudad. Un hombre millonario que le propuso matrimonio antes de concebir y no un mecánico que sólo le sirvió para una aventura.— BaekHyun lo abrazó, aquel chico era de los más nobles en el mundo, que sufriera era una total injusticia.

—Basta. Ya no pienses más en eso, algún día tú tendrás tu propia familia y podrás enmendar los errores que cometió tu madre.

Un silencio largo apareció, pero pronto se rompería con la siguiente confesión.

—Baek, te amo. Desde niño sólo tengo ojos para ti, y esperaré una vida si es necesario para que me des una oportunidad, es lo único que le imploro a la vida, estar contigo.— Daryl tomó sus mejillas, repitiéndole las mismas palabras de siempre.

BaekHyun sólo mordió su labio, soltando un suspiro sigiloso. Enfrente suyo estaba su salvación, un chico dulce, amable y romántico, alguien de su edad con quien construir una vida sana, que lo amaba y lo respetaba como nadie. Era guapo, bastante a decir verdad, y lo conocía de toda la vida. Sólo debía besarlo, pedirle que fuera su novio, entregarle su virginidad como muestra de lealtad, y defender la poca salud mental que le quedaba.

Pero había un maldito error, un estúpido y miserable error…

Daryl no era ChanYeol, y nunca lo sería.

—Pero miren quién está aquí, el ilegitimo y el mojigato. ¿No son dulces?— Dijo con ironía KyungSoo cuando entró a la biblioteca, tomado de la mano de su atractivo, pero no menos idiota, novio.

—¿Es el hijo del soldado, al que encontraste espiando a tu padre mientras se bañaba?—
Añadió burlón Desmond.

—El mismo jodido pervertido del que hablas mi amor, el mal nacido que al parecer no tiene casa, siempre se la pasa aquí, ensuciando todo.

—Ya me iba Do, estoy guardando todas mis cosas, no quiero estar aquí cuando le digas a tu padre que reprobaste la mayoría de tus materias por chuparle la entrepierna a tu maestro cada que lo vez, eso no es digno de un Do, la familia más rica y falsa del mundo.— La mayor parte del tiempo era sumiso con las agresiones del cantante, sólo guardaba silencio porque le tenía pavor a KyungSoo, pero dejar de soltar de vez en cuando comentarios irónicos era imposible, aunque le trajera graves problemas y heridas profundas que no sanarían nunca.

Daryl sólo rió entre dientes, Desmond evitó mirar, pero ambos se sobresaltaron con el sonido seco de una bofetada. KyungSoo estaba furioso, nadie podía contestarle, que un indigno como el castaño le dijera tal barbaridad le había dejado loco de ira. Por lo que luego de la cachetada, se acercó aún más, dejando escasos centímetros entre ellos para soltar su veneno.

—Tú y yo no somos lo mismo BaekHyun. Mi padre sólo hace caridad contigo, pero eres miserable, tu abuela acaba de fallecer, y no te dejo nada, sólo una casa en la zona más pobre de la región. Dios, es increíble que el idiota de ChanYeol te pague la escuela cuando eres un caso perdido, no vales nada, si te murieras, al único que le importaría sería a Daryl, pero sabes qué, él es igual de invisible que tú.

—Mi papá va a regresar…—Murmuró el castaño con lágrimas retenidas en los ojos y con un fuerte temblar.

—Pues qué crees, tengo noticias de primera mano, llamaron a la casa hace ocho meses. Tu padre está muerto sólo que ChanYeol no sabe cómo decírtelo, era lo único que te quedaba y ahora ni eso. Pobre, pobre BaekHyun, huérfano de mierda. Y ni te acerques a mí…

BaekHyun estaba ido. Ni siquiera le importó que KyungSoo derramara toda una botella de vino de la reserva de su padre sobre él, manchándolo del líquido carmín.

—Ya se fue, ya se fue…—Daryl trató de abrazarlo, pero el castaño rechazaba cualquier contacto, su silencio era peor de alarmante.

—Estoy bien, pero necesito estar solo. Vete, yo te mando un mensaje luego.— El rubio le miró unos segundos, no podía hacer nada para consolarlo, debía estar solo para asimilar todo.

No supo por cuánto tiempo estuvo parado ahí, sólo mirando el suelo, con la última imagen de su padre repitiéndose una y otra vez en su mente.

Quería ir a casa a llorar, encerrarse hasta que el hambre y la sed fuera insoportable, pero antes tenía que tomar una ducha, el vino había manchado toda su piel y ya estaba lo suficientemente humillado como para salir así a la calle.

Sin que nadie notase su presencia, se dirigió a uno de los tantos cuartos extras de la casa, desnudándose, tirando su ropa sucia por ahí para hundirse en los retoños de la regadera.

Pasaba el jabón por su piel rojiza, tratando de sobrevivir al agudo dolor de cabeza. La garganta y los ojos le pulsaban por guardar tanto dolor, pero no quería llorar, todavía no era momento.

Se puso su ropa interior, dedicándose a solamente lavar su camiseta. 

Un gritó de sorpresa le salió cuando unas grandes manos se posaron en su cadera y la calidez de una respiración cercana acarició la curva de su cuello. Su respiración y sus latidos se aceleraron como nunca, qué estaba pasando, ¿Era real? O sólo la fase nueva del juego ‘deprime y vuelve loco a BaekHyun con su terrible amor imposible’.

Estaba de espaldas, pero no necesitaba ver para saber quién era el dueño de ese cuerpo que se aferraba al suyo con posesión.

Se separó para poder quedar de frente, era ChanYeol, con su traje de señor millonario empapado, y sus sucias manos tomando su cadera con delicadeza innata. Quedando anonadado cuando el hombre le sonrió levemente, dando paso a que su lado estúpido e impulsivo le gritara que su vida no podía estar arruinada más, podía besarlo y nunca más volver, al fin de cuentas, ya nada los unía.

Pero era un cobarde, y más con lo que había pasado en la fiesta, sólo perdería la poca dignidad que le quedaba…

Eso estaba mal en todos los sentidos, ni siquiera eran amigos, mucho menos amantes como para compartir una escena así, debía gritarle un par de groserías y hacerle saber que había pasado el límite, pero estaba claro que eso no pasaría, no con esa lucha interna entre su moral y sus hormonas.

—Qué demonios haces aquí. ChanYeol, sal, estoy en calzones, ya no soy un niño, y me da pena que me veas, putamadre, esto es lo más ilegal del mundo. Que sea la última vez que tengas la osadía de interrumpir en mi intimidad. Mierda, es desagradable que estés viendo mi ropa interior, eres como mi padre…

Quiso escuchar una respuesta que le explicara qué jodidos pasaba, pero nunca llegó. Él sólo lo miraba con unos ojos que no expresaban absolutamente nada. BaekHyun lo empujaba con sus dos manos, con toda la fuerza que tenía, pero no se movía ni un centímetro. No sabía qué hacer.

—¿También te metes con KyungSoo al baño? ¿No lo estás viendo a él reflejado en mí en este momento? Por qué esto es malditamente incómodo y bizarro.

Sí BaekHyun, es tan bizarro que te pone caliente a más no poder. No sabía por qué estaba escupiendo tanta mierda si estar así con el contrario era lo que más había estado soñando en años, cada maldito segundo, de cada maldito día.

—Él te lo dijo, ¿Verdad? KyungSoo te ha contado.— ¿Así que se trataba de eso? ¿El idiota sólo quería enmendar su cobardía?

—¿Es verdad?— Sonaba tan vulnerable, por qué debía ser débil, se sentía un tonto hablando con esa voz rota y aguda.

—Me llamaron para decirme que había desaparecido en batalla. Nunca encontraron su cuerpo, pero sí un camino de sangre que lo llevaba a la jungla salvaje. Ellos solamente lo han dado por muerto, he soltado cantidades inmensas de dinero para obligarlos a buscarlo, pero no han hecho nada.

—¡Por qué no me lo dijiste! Pude soportarlo, asimilarlo. Tengo derecho a saber de mi padre.— Gritó con fuerza, reprochando los sucesos. No podía aguantar más, el llanto que había evitado salió como cascada.

—No quería hacerte daño…—BaekHyun bufó.—Preferiría morirme antes que lastimarte a ti.

Mentiroso, mentiroso, mentiroso…

Su sola presencia dolía cruelmente.

—Te odio.—BaekHyun lo abrazó, llorando en su pecho, gozando de las caricias que el contrario le brindaba en su nuca como consuelo.

—No tengo nada…—Murmuró.

—Me tienes a mí, hijo…—El castaño apretó sus ojos con fuerza, eso había dolido aún más que cualquier noticia.

Notas finales:

Hola chicas, espero les haya gustado este capítulo. Denle mucho amor y dejen sus reviews para poder platicar un poco, muchas gracias por su tiempo!

 

Los amo...


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