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Secretos de Medianoche por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

PAREJAS: Harry x Draco, Severus x Sirius, Lucius x Remus y Bill x Regulus.


DISCLAIMER: El mundo de Harry Potter le pertenece a J.K. Rowling! Yo solo estoy utilizando los personajes por mero entretenimiento sin fines de lucro :3


ADVERTENCIAS: Es un What if,...? (que tal si...?) Hay relación chico-chico, sexo explícito (Si no te gusta el delicioso, ¿que haces aquí? x9), embarazo masculino y probablemente palabras altisonantes. Están advertidos!


Como nota extra, les advierto que este fic esta ambientado en lo que sería el 6to libro, tomo casi todo lo establecido del 1-5 como canon (a excepción de la muerte innecesaria de Sirius :'V) y Regulus tampoco esta muerto, ya después explicaré como sobrevivió (y espero que no sea algo tan ambiguo como "un hechicero lo hizo" XD). Si me equivoco en continuidad o las cosas canónicas, me disculpo de antemano!


Notas de la Autora: Hola queridos míos, aquí estoy con este nuevo capitulo espero sea de su agrado! Quería que la incógnita siguiera por un rato, pero pues debido a que la historia estaba avanzada desde hacia un par de años (simplemente no me animaba a arreglar mi borrador, jeje nwnU) y me gustó como quedó pues así la dejé :9


Mil gracias por tu comentario: Norma Portillo (te lo agradezco infinitamente) 


A leer se ha dicho!


 

Capítulo 2

Caminando deprisa como si su vida dependiera de ello, miraba hacia atrás rogando a todos los cielos que nadie le siguiera. El sol ya se estaba ocultando tras la colina que se alzaba tras el lago reflejando sus débiles rayos en él y sabía que se le acaba el tiempo.

Los mortifagos como hormigas se movían en grupos por toda su casa; mirando con suspicacia, buscando la más mínima traición para ser premiados por su amo tras torturar a los ingratos. "Malditos" pensó ciñendo su varita en la mano.

No había tiempo que perder y cada segundo escurría como agua que no podía detener. Mirando a ambos lados del pasillo, se aseguró por última vez que traía todo lo que necesitaba en su bolsa.

Cerró con un hechizo la puerta de la alcoba y buscó su traslador. Practicó varios hechizos anti rastreo y al notar que afuera todo comenzaba a sumirse en un alarmante caos de gritos y hechizos impactándose contra jarrones y muros, tragó saliva con dificultad; era ahora o nunca. De no lograrlo, estaba segura que tendría que sucumbir al suicidio antes que la encontraran.

Sostuvo la esfera de nieve en sus delicadas manos regresando a ver a su preciado tesoro que parecía inerte, sin expresión alguna en su rostro; decidió lanzarle un hechizo aturdidor porque no soportaba verle en aquel lamentable estado.

Abrazándolo con todas sus fuerzas, apretó la bola de nieve y se trasladaron a aquel único lugar donde podría ayudarles. Hogwarts.


Cuanto agradecía que hacía tiempo atrás el viejo director le hubiese dado ese traslador que en ese entonces pensó jamás usar pues ¿para qué? Su posición era ventajosa, su marido poderoso y sin problema alguno en el más alto rango de la cadena… claro que todo se vino abajo tras el retorno del señor tenebroso y su inflexible norma de no perdonar a quienes lo llegasen a ofender o traicionar.

Fue por supervivencia que lo hicieron y en su momento no se arrepintieron ¿quien no lo hubiera hecho? El señor tenebroso parecía haber desaparecido y ahora pagaban mas consecuencias.

Lucius estaba a su suerte pudriéndose en Azkaban, ella habia sido sometida al encarcelamiento en su propia casa, mientras que su querido niño especial estaba en ese estado… ni siquiera podía pensarlo sin que sus ojos claros se inundaran de lágrimas.

—Buenas noches, querida Narcisa, ¿que se te ofrece a tan entradas horas de la noche?- saludó el viejo director con jovialidad invitando a la elegante mujer a ingresar al despacho como si fuese una vieja amiga o que la estuviera esperando con mucha anticipación.

—Albus… yo… necesito tu ayuda…- dijo de la manera más humilde que pudo bajando la mirada. No era su costumbre rogar ni implorar clemencia pues era algo muy bajo para alguien de su alcurnia, sin embargo en ese momento estaba dispuesta a cualquier cosa, cualquier prueba para que el hombre mayor no rechazara darles asilo.

—Muy bien, muy bien, pasa. ¿Un caramelo de limón?- declinó rápidamente la oferta y el director hizo un asentimiento antes de regresarla a ver con sumo interés por arriba de sus gafas de media luna -¿y que se te ofrece?-

Antes de que pudiera decir palabra, la interrumpió un hombre de larga capa negra que entró al recinto cual torbellino. Los ojos color ónix del recién llegado dieron una rápida inspección y resopló cuando recayó en la distinguida mujer tan pálida como el pergamino.

—¡Narcisa! !Todos te están buscando y están destruyendo el lugar! ¿Por qué demonios escapaste de la mansión? ¡El señor tenebroso está furioso y jura que cuando te ponga las manos encima no será piadoso!- la mujer cerró los ojos virando el rostro.

—Era cuestión de vida o muerte Severus…. No tenía opción- el pocionista tomó con fuerza su propio brazo que laceraba sin control gracias al terrible humor en el que se encontraba aquel que no debía ser nombrado.

—Severus, mi muchacho, toma asiento. Narcisa apenas iba a comenzar a narrarnos el motivo de su visita- sonrió enigmático contemplando unos segundos a la nada, antes de regresar a ver a la mujer que apretaba sus manos entre sí.

—Necesito protección, Albus… ambos…- mordió el interior de su mejilla -el señor tenebroso planea algo… algo terrible y… no podía permitirlo…-

—¿De qué se trata, querida Narcisa? Ya que algo peligroso debe ser para utilizar el traslador que te di hace años-

—Es Draco… él está en un grave peligro- con un ademan de su varita desapareció un hechizo de mimetismo para dejar ver a una delgada e inconsciente joven rubia escasamente vestida.

El director de Howgarts ni se inmutó, pero Severus por su parte dejó caer su máscara de estoicismo para dejar ver verdadero pánico en ella. No podía dar crédito a lo que sus ojos veían que obligaba a sus pies a acercarse a inspeccionar al que creía que era su ahijado y se detuvo en un instante.

—¡¿Qué fue lo que hiciste?!-

—¡Yo no hice nada Severus!- chilló ofendida – ¡así lo encontré después del castigo ejemplar que nos iba a dar a mí y a Lucius! fue hace una semana, justo cuando te ausentaste por ese bendito encargo que te hizo... dijo que se lamentaba que Lucius no pudiera estar aquí para verlo... pero que había recibido lo que se merecía- las lágrimas no se hicieron esperar y desesperadamente comenzó a llorar. Albus con gesto comprensivo le alargó un pañuelo.

—No puede ser Draco…-

—Es Draco, yo lo vi cuando le hizo beber un extraño brebaje y lo hechizó. El señor tenebroso planea hacer algo horrible con él, yo lo sé- volvió a repetir dudando poder asimilar semejantes palabras. Podían cortarle una extremidad o golpearla de muerte, pero no estaba dispuesta a que tocaran a su hijo.

—Si el señor tenebroso planeara algo, dalo por hecho que yo lo sabría- la fulminó con la mirada.

—No. No es así Severus. El ya no confía en ti como antes. Ya sabes cómo corren las habladurías y cuanto se ha dicho que eres un doble espía favoreciendo a Dumbledore; empieza a tener dudas de tu lealtad. Alecto fue muy clara y Yaxley me lo corroboró… por eso no acudí a ti. No podía causarte más problemas de los que ya tenías…-

—Por favor comienza por el principio querida Narcisa, que es fundamental para poder brindarte la ayuda que necesitas- Pidió el viejo director acomodando su brillante túnica de estrellas plateadas, invitándola con la mano, como aquel que le pide que a un niño lastimado que deje de llorar, con una partenalidad que Severus tan bien conocía.

Narcisa estrujó sus manos sobre su regazo. Era difícil hablar en ese momento por el cúmulo de emociones que estaba sintiendo y enjuagó una lagrima sorbiendo sin delicadeza su nariz.

—Todo pasó tras el encarcelamiento de Lucius. Ecogió a Draco para humillarnos y herir nuestro orgullo de la peor manera posible. Desde mediados de verano nos aseguró que nos haría pagar por nuestra incompetencia y que idearía algo para probar nuestra verdadera lealtad. Lo apartó de mi lado para hacerle eso...- de soslayo miro su durmiente semblante y suspiró.

—Bellatrix me dijo que tenía que estar muy honrada que el señor oscuro considerara a Draco como parte fundamental de su plan; que más que un castigo era un premio y que debía aceptarlo. ¡Planeaba usar a mi bebe como su concubina personal! ¡¿Una concubina, Severus?! ¡¿Cómo puedo estar contenta con eso?! ¡Es un monstruo por hacerle eso a un niño inocente!- no podía mantener la compostura en un momento como ese.

—Así que huí en cuanto pude, cuando lo dejó a solas con esa absurda serpiente que lo sigue a todas partes… uno de mis elfos más fieles se encargó de distraerla lo suficiente para poder venir aquí… no espero compasión de tu parte Albus ni mucho menos clemencia por haber estado en el lado contrario hace 15 años atrás… pero solo te pido que salves a Draco… ¡Si existe alguien en el mundo que podría ayudarlo eres tu!-

Severus miró a la chica que comenzaba a despertar, cuya mirada vacía contemplaba el suelo sin expresión alguna. No había reconocimiento en sus ojos grises cuando conectaron con los suyos. Nada que le hiciera recordara al Draco Malfoy que conocía, su ahijado.

—¿Que estas dispuesta a hacer por Draco, Narcisa?- el pocionista hizo la pregunta que el viejo director prefirió reservar. Estaba muy concentrado en sus propios pensamientos, adelantándose a las situaciones y las posibilidades que se planteaban ante sus ojos azules. Podía inferir que era un hecho que le ayudaría ¿pero a que costo?

—Todo- fue su concreta respuesta. La vida de su hijo era mucho más valiosa que cualquier cosa y estaba dispuesta de a sacrificar lo que fuera necesario incluso la suya si se lo pedía.

—Muy bien Narcisa… parece que podemos llegar a un acuerdo- dijo el director con una ininteligible sonrisa dando unos pasos hacia ellos con curiosidad.

Los ojos de la chica recuperaron algo de brillo y enfocó su mirada en el hombre mayor.

—¿D-Donde… es...? ¿Direc…tor?- parpadeó un par de veces antes de que sus facciones comenzaron a hacerse un poco más cuadradas y su figura se tornó más masculina volviendo a verse como el Draco Malfoy que viste y calza. El reloj dio las 8 en punto de esa noche de descubrimientos inesperados.

—Fascinante- dijo Albus moviendo la mano, asombrándose con la atención que le daba el joven. Tocó su frente con la palma extendida y al instante volvió a sumergirse en su sueño.

— ¡Draco!- chilló Narcisa acunando en su pecho a su hijo nuevamente inconsciente.

—¿Cómo le hizo para que tuviera reconocimiento?- preguntó Severus también sin dar crédito a lo que veía. Fue un chispazo, pero ahí estaba, como si lo hubiese regresado a la normalidad.

—Tal y como lo sospeché; me temo Severus que sé de qué hechizo se trata. Es terrible, terrible y con muy poca información sobre el ritual-

—¿De qué habla? ¿Qué ritual? ¿Qué le hizo a mi niño?-

—Es el hechizo de la muñeca viviente, Narcisa- la dama se quedó igual. No entendía a que se refería, jamás escuchó tal cosa en la escuela ni en su autoaprendizaje, pero por la mirada ensombrecida de Severus Snape supo que el si tenía alguna noción del hechizo.

—En el ritual de la muñeca viviente, el afectado toma de día el cuerpo de una mujer para poder concebir descendencia para su estirpe y en las noches regresa a ser un hombre… según tengo entendido…- dijo el pocionista sin mucho ánimo de estar en lo correcto.

—Es cierto Severus. En los primeros de años que se tiene documentado el uso de la magia en linajes mágicos de alto grado de pureza, donde solo había descendientes varones, los magos tenían que recurrir a las medidas mas desesperadas para tener un legado. Si mal no recuerdo es un ritual muy raro y difícil de realizar… pero estoy seguro se trata de este…- inspeccionó al joven con el uso de su varita para no tocarlo, sorprendido que tenía una fuerte marca mágica adherida a su cuerpo, pero el director prefirió no decir nada.

—Tiene un contra hechizo, una pócima o algo para revertirlo ¿verdad?-

—No la hay… El ritual una vez comenzado no puede detenerse hasta que cumpla su propósito de engendrar nueva vida… o eso es lo que se ha reportado en los escritos antiguos- toda la esperanza de Narcisa comenzó a derrumbarse, la incertidumbre y pesar le cayeron como balde de agua fría.

—Sin embargo, hay algo que se podrá hacer. Te doy mi palabra que logaremos que sea reversible lo que hicieron a Draco, Narcisa- la mujer asintió queriendo aferrarse de sus palabras pese a no ser una garantía, tenía que tener un poco de fe –por favor Severus, pon a la señor Malfoy y a Draco cómodos y llama a los demás, que tenemos que comenzar la siguiente fase del plan con prontitud-

Severus arqueó una ceja y asintió. No estaba seguro de que era lo que tramaba, pero sabía que la mente enigmática del viejo actuaba con rapidez y ya había ideado varios escenarios posibles para sacar ventaja. Por el bien de Draco esperaba que realmente hubiera algo que se pudiera hacer. Decidió conducirla a sus propios aposentos donde esperaba que la mujer encontrara un poco de la paz que ni el mismo lograba sentir.

"Al menos agradezco que Narcisa se calmó" se dijo sin mostrar su alivio en el rostro. No era bueno consolando a las personas, mucho menos cuando el mismo temblaba por dentro.

Recordó la primera vez que vio a Draco, siendo una pequeña figura hinchada y rosada, como sin ser consciente aun, fruncía el ceño con peculiar descontento, consiguiendo que sonriera de solo verle. Un pequeño príncipe del cual se volvería su padrino y a quien sin importar que, buscaría la manera de protegerlo.

Su brazo volvió a quemarle con una nueva oleada de dolor. El señor oscuro le estaba solicitando y tenía que responder al llamado. Gruñó para sus adentros.

¿El Lord dudaba de él? No entendía en que momento pudo haberse exhibido si siempre era muy cuidadoso y precavido en cada pensamiento, palabra y cada paso que daba.

"No pienses en eso" se dijo dándose fuerza. Eso no iba a cambiar nada y si quería mantenerse en el juego tenía que ser una cripta; indescifrable. Si había algo con lo que siempre había logrado era ingeniárselas para sobrevivir.

 

Notas finales:

Es todo por el momento! Ya saben que cualquier duda, comentario, molestia y felicitación con galeones de chocolate son bienvenidos ;)


Espero que la historia no se les haga engorrosa con los movimientos de escena de tantos personajes, si no, pues no podré hacer nada mas que disculparme XD


Nos leemos dentro de una semana (creo que actualizaré todos los viernes si bien me va!) Besos! :*


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