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Mil formas de decirte que te quiero por kazu_tensho

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Notas del capitulo:

he aqui el lemon después de mucho darle vueltas espero que les guste

cualquier sugerencia dejen reviews

 

En medio de la pasión de un beso lleno del más puro amor los dos chicos entraron de nuevo en el departamento y a ciegas llegaron al la habitación donde el calor del ambiente los rodeó dándole a Kaede la confianza para empezar a desvestir a su amado.

 

Un nuevo año lleno de tu amor

Lo primero en caer fue la campera de verano que cubría los ahora descubiertos brazos del pelirrojo, el cual frente a esta acción se dejó levar, arrastrando con seguridad a Kaede hasta la cama, lo recostó ahí suavemente mientras lo besaba de la misma forma. Hana sobre él pegándose a su pecho, lo acariciaba delicadamente buscando hacerle sentir a su amado lo que él mismo sentía.

Su boca se separo de la de Kaede por unos segundos dibujando un sonrisa, para luego lamer su cuello, masajearlo con su lengua, se sintió satisfecho al escuchar los leves, pero sensuales, gemidos de su amado, su cuerpo se lleno de un calor inexplicable un deseo que lo poseía, volvió a subir buscando atrapar los gemidos entre sus labios y los del pelinegro, el cual gustoso se entrego al húmedo beso al tiempo que las manos del menor acariciaban su piel por debajo de la ropa sintiendo como su piel ardía ante el suave contacto.

_ Kaede, Te amo... y ya no podré contenerme después.... por favor dime.... si estas seguro de esto _(Le dio un fugaz beso y espero por la respuesta)

(Las manos traviesas del mayor acariciaron el pecho del oji almendra luego su cuello, una de ellas busco en la cama la mano de Hana y la tomo para dirigirla a su pecho para que notara el fuerte latir de su corazón)_ Soy tuyo... hazlo por favor_

Eso y el palpitar de sus dos corazones al mismo tiempo, fue suficiente para que todo rastro de razón desapareciera. Su boca atrapó la de Kaede y sus manos comenzaron a desvestirlo, nuevamente el cuerpo blanquecino bajo el le despertaba los más bajos instintos, realmente lo deseaba tanto que no podía pensar, ahora su lengua recorría sin ningún reparo todo el pecho de su amante, el cual seguía gimiendo levemente y se lo notaba bastante agitado, sus manos casi sin consentimiento acariciaban lo que después iba a ser besado y lamido por su lengua,, instintivamente se instalaron en las caderas del pelinegro intentando calmar el movimiento de su torso, que se alzaba buscando más del húmedo contacto.

Al fin su boca dio con el ombligo del cuerpo debajo del él, lo relamió mientras ya decidido, desabotonaba uno a uno los botones de el pantalón del mayor rozando delicadamente su prominente erección, provocando gemidos cada vez más fuertes.

El miembro de Rukawa fue liberado de la estorbosa ropa, y tímidamente rodeado por los largos dedos del pelirrojo, dejando a la vista del menor toda la belleza del ser que más amaba , el calor lo seguía invadiendo y la impaciencia lo consumía, lleno de ansias, sin pensárselo demasiado, su legua rozó despacio la punta ante lo cual el moreno se retorció emitiendo un gemido, que más que gemido pareció un grito, de placer.

El sabor salado en su boca no le molesto para nada, hasta le pareció delicioso, porque era de su Kaede, quería más, más gemidos, más de su zorrito. Lo lamió por toda su extensión varias veces y cada vez veía a su compañero excitarse más, eso le encantaba, así que de una vez por todas se lo metió completo en la boca, masajeándolo con la lengua deleitándose con su sabor, su cabeza se movió más rápido a un ritmo que la mano del ojiazul había impuesto y que Hana no tenía problema en seguir, sabía por la presión que sentía sobre la cabeza y los sensuales y desesperados gemidos, que el de la piel blanquecina no tardaría mucho en terminar , y así fue, la semilla de Rukawa se desbordó por la comisura de sus labios, el pelirrojo trato de tragarlo todo consumiéndose en el sabor que se colaba por su garganta, retrato de la gran excitación de su compañero, el solo pensarlo el cuerpo le quemaba y su, de por si ya gran, excitación crecía aún más.

Su mano de dirigió a su propia entrepierna comenzando a acariciarse por encima de la ropa mientras erguía su cuerpo para saciar su sed directo de los labios que a provocaban, perdiéndose en estos mientras liberaba su ansioso miembro de la presión de sus pantalones, por sobre la tela de los boxers negros, su miembro duro estimulaba al de Kaede, que volvía a despertarse, al tiempo que Hana gemía cerca de su oído y mordía despacio su cuello dejando marcas, que lo complacían al ojiazul al saber que el menor quería reclamarlo como suyo tanto como él quería serlo.

Las manos del pelinegro, abrazadas al cuello de Sakuragi, se deslizaron por sus musculosos brazos, apretándolos, sintiéndose seguro al sentirlo abrazarlo con esa firmeza pegándolo cada vez más contra sí, contra su miembro, manejando su cuerpo como un muñeco y era así exactamente como se sentía, perdido en su propia pasión, en la felicidad, tanto que ya no podía pensar una sola idea coherente, lo que si podía era saber que quería sentirlo más, sus manos viajaron por el cuerpo sobre él tomando su trasero para acercarlo aún más si era posible, colándose por debajo del pantalón y luego bajo la ropa interior, para después subir casi desesperada y prácticamente arrancar la musculosa que cubría los perfectos pectorales del oji almendra, estos quedaron a merced de los furiosos besos de Rukawa que aveces ascendían para mordisquear la manzana de adán del pelirrojo, al tiempo que sus manos se aferraban a su espalda y otra vez bajaban pero esta vez para terminar de deshacerse con la ayuda del menor de los molesto pantalones, los cuales volaban por algún lugar de la habitación mientras los dos amantes se miraban a los ojos denotándose la lujuria, la pasión y el amor en ellos jugando en una mirada cómplice muy incitante al pecado.

_ ¡ah!... ¡ah!_ (Los dos cuerpos se mecían en un vaivén uno sobre el otro girando sobre la cama frotándose haciendo más delicioso cada beso)

_ Kaede estoy a punto de terminar ¡ah! ¡ah!_(Afirmó el pelirrojo)

De inmediato el oji azul se detuvo en su movimiento y sus caricias y lo miró fijamente como pensando algo en su interior.

(Le acarició la mejilla suave)_ Puedes hacerlo.... ya sabes como ¿verdad?_(Su rostro estaba tan rojo que podía confundirse con los pelos del pelirrojo)

Esto no hizo más que encender todavía más al n° 10 de Shohoku aunque sus propias mejillas tomaron un tono rojizo.

_ Esta bien_(lo beso dulcemente, mientras se posicionaba entre sus piernas las cuales Rukawa abrió para darle paso)

El pelinegro lamió con gula dos de los dedos de su amado lo cuales este dirigió muy lentamente a su entrada, no sin antes acariciar su miembro, dándole una serie de escalofríos placenteros por todo en cuerpo, uno de los dedos se abrió paso en su interior, él trato de relajarse pero se sentía nervioso, hasta que miró en los ojos castaños la preocupación de su monito e instantáneamente se sitió más relajado, podía sentir lo excitado que estaba, y aún así se preocupaba más por él que por lo que sentía en su cuerpo, sonrió ante esto y se relajó incluso con el dolor que le provocó la intromisión del un segundo dedo y un tercero, aunque pronto todo dejo de importar cuando una ves más , el menor beso la punta de su miembro al tiempo que sus dedos alcanzaban cierto punto en su interior haciéndolo gritar nuevamente de placer, ante esto el oji almendra cambió de posición para poder entran despacio dentro de Kaede, este solo amagó un grito que se transformó en un gemido cuando el pelirrojo empujo y presionó de nuevo ese punto, golpeándolo a cada embestida haciendo el dolor un poco más soportable, pronto las embestidas suaves se transformaron en rápidas y placenteras, el dolor se había ido por completo y un gran placer llenaba al pelinegro.

Con los ojos nublados, ya casi rozando la inconsciencia, el mayor veía el cuerpo fuerte de Hanamichi moverse llevándolo al estado en el que estaba sabiendo que los dos sentían lo mismo.

Un último beso los llevo a perderse en el orgasmo más intenso, en el contacto del otro en saber que el placer era compartido en los dos por igual.

Los dos basquetbolistas cayeron rendidos disfrutando todavía de los últimos besos y espasmos del orgasmo.

_ Te amo Kaede.... Te amo...... como nunca ame a nadie..... soy el hombre mas feliz sobre la tierra_(Afirmaba el pelirrojo aún agitado)

_ Yo también soy el hombre más feliz sobre la tierra_

Con esto ambos se rindieron al manto de Morfeo en los brazos del otro sin importarle nada de lo que pasara en el exterior.

El pelinegro se despertó lento, la luz de la mañana le dio directo en la cara, los recuerdos de la noche anterior se le vinieron a la mente tan rápido como la sonrisa a su rostro, volvió a recostar su cabeza en la suave pero fuerte almohada a la que se había aferrado toda la noche para impedir que volviera a escaparse de sus brazos, el pecho del pelirrojo que se movía al compás de su respiración calmada, Kaede volvió a levantar la cabeza como para asegurarse de lo que había pasado no era un solo un bonito sueño, lo comprobó al ver el rostro de su amante durmiendo tranquilo con una leve sonrisa, no pudo resistirse, quería sentir lo antes posible a los ojos almendra mirándolo y los besos de su dueño sobre sus labios, así que comenzó a acariciar su pecho con pequeños besos en los perfectos pectorales, mordió un poco las clavículas dejando marcas, luego en el cuello y se movió un poco de su lugar para alcanzar con más comodidad su objetivo principal, los carnosos labios de Hanamichi.

Por su lado, el n° 10 de Shohoku sintió los besos en su pecho en un estado de inconsciencia, por un momento se sobresalto, pero de inmediato supo que era su amado Kaede el que lo despertaba de esa forma tan dulce, al la primera mordida en su clavícula ya estaba despierto pero con los ojos serrados disfrutando de las atenciones de su compañero, Rukawa ahora besaba su cuello y las marcas que había dejado ahí la noche anterior, la lengua de este le recorrió su mandíbula y luego alcanzo sus labios, apenas lamiéndolos , ante esto el menor solo pudo sonreír e inmediatamente uno de sus brazos subió de la cintura del ojiazul a su nuca para presionarlo contra su boca, al tiempo que el otro apretaba su cintura para no dejarlo escapar.

Sus labios se encontraron en un beso por demás dulce una forma de dar los buenos días que los dos habían esperado, después de varios minutos los dos chicos se separaron para mirarse a los ojos.

_ Buenos días_(Dijo Kaede con una sonrisa picara apoyando su frente en la de su "mejor amigo")

El pelirrojo lo tomó con más fuerza y lo volteó para quedar él arriba cuidando de no dejar caer todo su peso sobre el mayor, le sonrió con supremacía y atacó sus labios en un beso lleno de pasión que estaba seguro el otro buscaba, y no se equivocaba para nada.

El beso húmedo del que disfrutaban se vio interrumpido por la inminente falta de aire, pero esto no los detuvo por mucho tiempo otro beso quizás más húmedo que el primero los atrapó y la lengua de Kaede no se hizo esperar dentro de la boca de Hana la cual lo recibió gustosa dejando que explorara todo de esa, según Kaede, dulce cavidad.

Después de besarse por largo rato, dejando de vez en cuando la pasión de lado, para darse pequeños besos suaves con los cuales terminaron su larga sesión de besos.

_ Buenos días Kaede_(El aludido solo sonrió)_ Si yo te despertara fuera de la manera que fuera tu te enojarías ¿no es así? ¿No crees que me merezco una recompensa?_

_ ¿Y a ti no te parece que deberías enojarte antes de los besos?_(Contestó desafiándolo con picardía)

_ Puede ser_(Contestó dándole otro fugaz beso) _ Pero no puedo enojarme con tigo teniendo tu boca tan cerca_ (El pelinegro sonrió)

_ Quieres que prepare algo_

_ Vamos y lo preparamos juntos además hay que lavar los platos de anoche con todo lo que paso los dejamos tirados ja ja ja_ (Se sonrojó al recordar, ante esto Rukawa le respondió con un beso y una sonrisa)

Luego, para molestarlo un poco más el ojiazul, se levantó como si nada, aunque se muriera de frío, sin nada que cubriera su cuerpo dejando al pelirrojo totalmente rojo y anonadado observándolo de pies a cabeza mientras su figura se alejaba buscando sin mucha prisa, a propósito, su ropa que había arrojado la noche anterior a quien sabe donde.

El mayor notó, sin siquiera voltearse, la mirada profunda de su Do´aho clavándose en su cuerpo desnudo, por esto tardó más de la cuanta en recoger todas sus prendas, escucho unos ruidos y movimientos detrás de él.

_ Eres hermoso... de verdad que eres lo más bello que halla visto_(El pelirrojo ya con sus boxers puertos se levanto para abrazar el hermoso cuerpo de Kaede)

Este se quedó estático por un momento y luego sintió como el menor lo abrazaba y apoyaba su cabeza en su hombro.

_ Hana... me haces muy feliz, no me hubiera importado escucharlo de cualquier otra persona, pero si eres tu el que me lo dice me llena de felicidad en ti son las palabras más dulces, justo como tu muy, muy dulce_(El ojiazul se volteó y se abrazó del cuello de Hana depositando nuevamente suaves besos en sus labios)

_ Te Amo_(Afirmó el pelirrojo con una sonrisa, en respuesta obtuvo un beso aún más apasionado que le transmitía la gran cantidad de sentimientos que estaba experimentado su compañero. Al terminar volvió a sonreírle)_ Ya cúbrete que me desconcentras_

_ Quien dice que no es eso lo que quiero ja ja ja_(Como respuesta obtuvo un mirada de reproche poco creíble)_ Esta bien, esta bien_(Diciendo esto se separó del oji almendra para ponerse su boxers y luego el pantalón y la camisa al tiempo que el pelirrojo hacía lo mismo quedando solo con la musculosa y Kaede con los primeros botones de la camisa desabrochados)

Los dos adolescentes limpiaron los platos de la noche anterior y prepararon un abundante desayuno el cual compartieron entre risas y arrumacos para pasar le resto del día juntos como lo que eran un feliz pareja de enamorados.

Notas finales:

¿que les pareció? a mi me gusto pero diganme ustedes

espero que le haya gustado

besos


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