Mil formas de decirte que te quiero por kazu_tensho

Ambos chicos entraron en la cocina el más alto entro primero, abalanzándose de inmediato sobre las bolsas de comida que reposaban en la mesada.
_El pavo es muy caro así que en su lugar comeremos pollo_ (Aclaro sin levantar la vista de lo que hacía)
_No me molesta Do´aho (afirmó mientras se acercaba) Digo, lo de recién_ (Agacho la mirada para ocultar el sonrojo que asomaba por sus mejillas) "Hay Do´aho eres un libro abierto cambias tu personalidad muy fácil cuando te preocupa algo"
"Mierda, Mierda, Mierda" _¿Qué...? ah eso, esta bien_ (Desviando la mirada de nuevo ahora dándole la espalda a Kitsune)
_¿Qué hago Sakuragi?_
_Corta esta verdura por favor. Los cuchillos están en ese cajón de allá_ (Señalando a un cajón al lado de el pelinegro)
Los dos jugadores del Shohoku ahora se encontraban aparentemente muy entretenidos en sus respectivas tareas ignorándose mutuamente hasta que las verduras bojo el cuchillo de Rukawa ya no podían quedar más pequeñas si querían ser comidas y no bebidas e inevitablemente tubo que hablarle a su acompañante.
_Ya esta quieres que haga otra cosa_
_No, ya esta gracias_ (Dijo en sus usual tono feliz y aniñado)
El ojiazul se lo quedo observando "Si que eres raro Do´aho, cambias de personalidad como de medias,... bueno supongo que así esta bien, eso es parte de tu encanto. Que lastima que esa chiquilla tonta no lo halla visto, pero en definitiva es mejor para mi ¿Ne? ¡Ja! "
_Oye, acaso no tienes un árbol de navidad en esta casa_ (Se aventuró a preguntar el n° 11 del Shohoku)
_¿ah? Ah, lo había olvidado por completo (decía mientras luchaba por meter en pollo al horno sin que este cayera al piso) eh donde estaba... a ver ¡ah! ya se, en el armario de la entrada detrás de los abrigos, ¿Podrías buscarlo mientras yo limpio?_
_Seguro_ (El tono que Rukawa uso era animado y entusiasta algo que sorprendió hasta si mismo, de a poco el espíritu de la navidad le iba llegando aunque más que espíritu navideño era el espíritu de Hanamichi lo que lo invadía )
_Hay una caja roja con los adorno debe estar por ahí_
_Bien_ (Y con esto salió de la cocina con rumbo al armario)
De ahí saco el pequeño árbol, de más o menos 70 cm, y junto con la caja roja los llevó hasta el comedor donde lo esperaba el pelirrojo.
_Apóyalo acá_ (Dijo señalando una mesa ratona, que acababa de colocar en un rincón)
El pelinegro le hizo caso y juntos se sentaron en el piso para comenzaron a adornar el árbol.
(casi cuando estaba terminando) _Sakuragi que es esto_ (Sosteniendo un adorno con forma de pelota de basket)
_!ah¡ son los adornos que compre el año pasado cuando empecé a jugar baloncesto_
_¡¡¡¡¡ja, ja , ja !!!! que ocurrencias tienes Do´aho ¡¡¡¡¡¡ja, ja ,ja !!!!_! (Dijo Rukawa mientras se reía como una persona normal sosteniendo un adorno *Uno de esos que se enroscan en el árbol, que son como collares con campanillas y algún que otra pelotita* del que colgaban pequeñas pelotas de basket)
_¡¡Oye!! ¿A quién le dices Do´aho?_ (Con falso enojo Hanamichi le enroscó el adorno en el cuello tirando de el para atraerlo y que su frente se enfrentara con la del pelinegro quedando sus labios muy cerca)
_A ti ¿si no a quién?_ (Pregunto muy despacio para inmediatamente relamerse los labios como intento de apaciguar los deseos que tenia de atacar la boca de su contrincante)
_Ya veras Kitsune... (Reprocho el pelirrojo y se alejo en un intento desesperado de ocultar el efecto de ver el sensual gesto de su amigo) la cena ya debe estar echa ¿Tienes hambre?_
_Seguro, ve a revisar y yo terminare aquí_ (levantándose de su lugar junto a su amigo)
Segundos después un sonriente pelirrojo entraba en la cocina distraído con la felicidad que le daba ser el único que podía ver a Rukawa sonreír de esa manera sabía que se pondría muy celoso si supiera de otra persona que tuviera ese privilegio pero eso ahora no le importaba por que lo podía tener solo para él "Solo para mi quiero ser el único que te haga sonreír, esa es la forma más fácil de decirte que te quiero, haciéndote feliz, esforzarme para hacerte reír y ya que estamos, eso me hace muy feliz a mi "
Mientras tanto, en la sala, el pelinegro terminaba el decorado del árbol y luego se dirigía a la mesa, donde extendió un mantel de color blanco, sobre el cual luego coloco otro, completamente rojo, para terminar saco de la caja, en donde estaban prolijamente guardados los manteles, unos candeleros dorados y un para de velas blancas para terminar. "Ya esta, ahora solo faltan los platos, los cubiertos y... ¿debería encender las velas? después de todo esta no es una cena romántica, pero... que más da... ese monito me contagio el maldito espíritu navideño suerte que no hay nadie que me vea perezco una tonta colegiala enamorada, es que es tan fácil enamorarse de vos Hanamichi seguramente alguien se va a dar cuenta muy pronto y temo que esa persona que elijas te aleje de mi no lo soportaría soy egoísta pero te quiero solo para mi y no puedo evitarlo" cuando volvió a la realidad se dirigió a la cocina a buscar los cubiertos, los platos y demás.
_Oye Sakuragi ¿Dónde están los platos?_
_Los dejé ahí junto con los cubiertos_ (Señalándolos)
El ojiazul los tomo y volvió al comedor, seguido por Hana que cargaba la fuente con la comida. Ru, acomodo cuidadosamente los platos y los cubiertos bajo la mirada del pelirrojo, que sorprendido por como se veía la mesa y todo el ambiente que se había creado no se dio cuenta que todavía tenia la fuente en las manos y que esta empezaba a quemárselas a pesar de los guantes que usaba para protegerse.
_Ouch, Ouch_ (Dejo rápidamente la fuente en a mesa)
_¿Estas bien?_
_Si, no es nada, no te preocupes_
El oji almendra volvió a la cocina esta vez volvió ya sin los guantes pero con un encendedor, con el cual prendió las velas, con esto termino de darle a la habitación ese toque romántico que se percibía desde hace rato. Después de esto ambos comieron tranquilos mientras charlaban de basket, televisión y demás .
Sin darse cuenta, muy concentrados el uno en el otro, se les paso el tiempo y se hicieron las doce no lo hubieran notado de no ser por la alarma del reloj de mano del pelirrojo.
_PIII PIIII ¡AH! Mira ya son las doce ¡Feliz navidad Rukawa!_
_Feliz navidad_ (Le dedico una sonrisa)
Muy feliz Hana de dirigió de nuevo a la cocina volviendo luego con la torta que había comprado esa misma tarde, y un par de dulces que tenía guardados. Los dos chicos siguieron charlando y comiendo como si nada, hasta que el más alto recordó cierta cajita que había guardado en un mueble del comedor y tenia que entregar.
_Ah por cierto_ (Se levanto y saco una caja del cajón de un mueble)_Te compré esto_ (Volvió a sentarse y le extendió la caja)_Abrela_
El pelinegro lo miro a los ojos y sonrió, mientras sentía como la felicidad lo invadía por completo junto con las ganas de abrasar con fuerza a aquel que no lo había dejado solo, que no lo había decepcionado, que lo hacía feliz.
Su corazón latía fuerte, Rukawa no paraba de mirarlo con una sonrisa marcada en le rostro, los nervios lo abrumaban y no podía pensar, en nada el minuto que el ojiazul tardo en abrir el paquete se le hizo eterno "Espero que le guste y si no, mierda, tendría que haber ahorrado más para comprarle algo mejor"
Al fin el pelinegro termino de abrir el paquete y saco de adentro un retaso de tela de toalla.
_Un soporte nuevo... ¡¡Gracias!! No tenias por que comprarlo Gracias de nuevo_ (Se levantó de su silla) _También tengo algo para vos_
El n° 11 de Shohoku corrió por el pasillo hasta la habitación del pelirrojo de donde saco el regalo para este y volvió a donde estaba su compañero de equipo, que permanecía atónito en su silla, y se paro enfrente de él
_Toma no sabía que comprarte así que... bueno toma_
Hana tomo la caja y la abrió encontrándose con una bufanda de color raja y negra con el dibujo de una pelota de basket en de las dos puntas.
_¿Te gusta? el año pasado te quejaste varias veces de que te dolía la garganta así que pensé que sería buena idea _
Ahora el corazón de los dos saltaba de alegría y nervios el pelinegro se seguía viendo a si mismo como una colegiala enamorada "Nunca había estado tan nervioso, ni siquiera cuando jugamos un partido importante. ¿será que vos sos más importante para mi que un partido de basket? ¡ja!"
_Gracias es muy linda muchas gracias_ (Rukawa estaba parado en frente de él mirando como los ojos almendra empezaban a brillar acompañados de su típica sonrisa aunque ahora se la denotaba radiante, expresando pura felicidad)
Estaba tan feliz que ya no pudo contenerse y dejo libre su impulso, arrojándose a los protectores brazos de Hanamichi, que aunque sorprendido, lo recibió gustoso. De inmediato sintieron como sus respiraciones los abandonaban presas de la emoción, como todo lo que tenían alrededor ya no importaba por que estaban el los brazos del otro, ya no había nada que los preocupara, todo estaba bien mientras se tuvieran mutuamente.
La posición en que se encontraba Rukawa era muy incomoda *Estaba parado enfrente de Hana con medio cuerpo inclinado hacia delante * así que el n° 10 de Shohoku decidió pararse para facilitarle las cosas y facilitarse las cosas ya que necesitaba más contacto con el moreno y aprovecho para acercarlo lo más posible a su cuerpo.
_Rukawa.... me hace tan bien tenerte así... tan cerca.... no quiero soltarte nunca_
"Aunque lo hagas no te dejaría ir" el moreno no se atrevió a contestar pero no pudo evitar que su cuerpo reaccione y apriete con más fuerza los hombros del más alto el cual sonrió al ver que era "correspondido"
_Ya es tarde por que no vamos a la cama_ (Dijo sin separarse ni un momento de su compañero)
_De a cuerdo_(Muy a su pesar se separo del pelirrojo que empezó a caminar con su regalo en la mano hacia la habitación seguido muy de cerca por él)
"La cosas raras que dices Hanamichi ¡por Kami! aunque es exactamente como me siento y simplemente no puedo ocultárselo... mis emociones... no puedo controlarlas... simplemente salen y cuando lo pienso ya es tarde ¿Qué será esto que siento?" _Bien, preparare el futón puedes usar mi cama, espero que te sea cómoda _ (Dijo todo esto sin mirar al pelinegro que también tenía su regalo en las manos y lo miraba pensativo)
_Tu cama es lo suficientemente grande para los dos ¿por qué no la compartimos? _ (Dijo sentado desde la cama tratando de captar la mirada almendra) "No me gusta que cambies así... yo no puedo expresarte con palabras lo que me haces sentir pero quizás con mi cuerpo pueda trasmitirte esa sensación esos escalofríos que me dan cuando entramos en contacto"
_Esta bien _ (Sonrió levemente y abrió el armario, donde guardo muy dulcemente el regalo de su amigo, pera luego sacar un pantalón, dispuesto a cambiarse para dormir) _¿Trajiste tu pijama? si no puedo prestarte una _(Dijo mirando lo de reojo)
_En realidad... suelo dormir en boxer, si no te molesta..._ (afirmo mientras también se preocupaba por guardar su regalo si que este sufriera ningún daño)
_No, claro que no ponte cómodo _(Tragó saliva en cantidad pensando en como controlarse teniendo a Kaede casi desnudo a su lado si no podía hacerlo cuando estaba vestido pero todos estos pensamientos se desvanecieron cuando el oji azul se saco la camisa y comenzó a caérsele la baba *A no perdón, esa era yo* cuando este se quito el pantalón dejando al descubierto sus largos brazos, su blanca piel su torso, sus delineados músculos en el abdomen y las piernas y algo que le llamo la atención particularmente su delicada y fina cintura que lo hacia aún más irresistible)
El pelirrojo se quedo observándolo embobado hasta que noto como su amigo se ruborizaba y giraba la cabeza haciéndolo salir de su transe rápidamente "No debería avergonzarme el Do´aho me vio miles de veces en los vestuarios del colegio no se de que me pongo tan nervioso... ¿Qué estará pensando?.... ¡¡¡¡ay!!!! ¡¡soy un idiota!! ¿como me voy a quedar en la misma cama que él? y encima medio desnudo, cada ves que lo toque, aunque sea sin querer, me voy a desesperar... espero poder controlarme" mientras tanto, para que Rukawa no se diera cuenta de que estaba avergonzado, el n° 10 de Shohoku se giró y comenzó a imitar a su amigo, el cual ya había dejado sus pensamientos y ahora lo miraba de la misma forma que él era observado momentos antes, con la diferencia que Sakuragi al sentirse observado se cubrió con un pantalón de seda negro que acababa de sacar del armario, para luego volver a girarse y emprender el camino que lo llevaría directo a los brazos del moreno.
La habitación era recorrida únicamente por la luz de la luna que acariciaba todo con su luz a trabes de la cortina, estaba silenciosa como la noche fuera de ella. Los dos adolescentes yacían juntos en la cama, uno junto al otro, nada podía perturbar el silencio y la quietud de esa noche que los rodeaba hasta que...
_¿Estas despierto Rukawa?_
_si_
_yo.. (poniéndose de costado para poder mirarlo) siento ganas .... de abrazarte y no se por qué ¿Por qué me siento así cuando estamos cerca ? no lo entiendo_
_Tampoco yo lo entiendo (dándose vuelta también para poder mirarlo)... pero me siento igual_ (Acurrucándose en su pecho y abrazando con su mano la cintura del oji almendra el cual de inmediato respondió al contacto, ahora más intenso por el roce de sus pieles)
_Rukawa_ (El pelinegro inconscientemente comenzó a acariciarle la espalda suavemente con la punta de los dedos provocando un sin fin de sensaciones en más alto)
(El n° 11 de Shohoku se separo un poco para mirarlo a los ojos y suavemente casi como un susurro apasionado dijo) _Me es muy difícil decir estas cosas pero... me siento feliz cuando estamos juntos, así, cuando... _
_Se rozan nuestros cuerpos... (continuo en el mismo tono de vos. El ojiazul sonrió) en este momento... (Se mordió el labio inferior tratando de contenerse) tengo muchos deseos de..._
_Besar tus labios (Ni Kaede y Hana pudieron seguir conteniéndose la pasión entre ellos exploto como una bomba de tiempo que espera tranquila, dando algunos indicios de su existencia, hasta el momento justo y luego estalla arrasando con todo a su paso)
Al principio fue un beso tierno y suave pequeños toques y roces pero a medida que "entraban en confianza" el beso se fue tornando salvaje y desesperado. La lengua del pelinegro se deslizo experta por la dulce cavidad que lo recibía, recorriéndola para memorizar cada rincón de la misma, sin saber si sería la última ves que tendría la oportunidad de recorrerla. Mientras tanto el más alto no podía entender el sentimiento tan fuerte que lo hacía querer más, más de ese Kitsune que ahora estaba sobre su cuerpo, regresándole el beso, masajeando su lengua con a suya, que se dejaba acariciar la espalda *y donde la espalda ya no es espalda* sin inmutarse y que lo volvía completamente loco.
Y así pasaron horas en que los dos basquetbolistas *¿se escribe así?* continuaban con besos húmedos de los que solo se separaban para tomar aire, lo justo y necesario, Sus lenguas rozaban una con la otra deliciosamente, al igual que sus cuerpos, en un vaivén cargado de lujuria y pasión, que no podían explicar pero que tampoco podían controlar por eso la dejaban fluir de esta manera. *Nada más que besos ¡eh! no de adelanten*
Al final ambos estaban exhaustos y casi sin respiración ninguno dijo nada ya tendrían tiempo de hablar de lo que había pasado en esos momentos su mayor preocupación era no apartarse del lado del otro en otro por el resto de la noche.