Harry Ryddle Snape por Anle Ruma

El libro que Harry había escogido, era de defensa, esos libros le hacían olvidarse de lo que hay a su alrededor, así que no se percató cuando Rinrin apareció para llevarse la charola y dejarle a un lado una jarra de agua de frutas.

Salió de su lectura al sentir como su cabello era alborotado, al alzar la mirada se encontró con la mirada divertida de Tom, quien le sonreía

--Me alegra verte fuera de la habitación ¿Cómo te sientes?

--Mejor, gracias

--¿y qué has hecho?—cuestiono después de servir dos vasos de agua y le entregaba uno a Harry

--Salí al jardín junto a mi lechuza

--Me alegra saber que tu amiga ya está aquí—fueron las palabras que dijo notando la confusión en la mirada verde—Severus me conto de tu lechuza Hedwing ¿si no me equivoco?

--Si, ese es su nombre—fue la respuesta de Harry--¿co…como le fue?

--Bien, aun no me reúno con mis seguidores, primero quiero asegurar unos negocios con los gobblings antes de involucrar a los demás, pero me contactare con Lucius pronto, no puedo dejarlo fuera por mucho tiempo

El silencio reino entre ambos, pero no era pesado, Harry tomo más de aquella agua de frutas, ¿se preguntó por qué no ponían más variedad de bebidas en el colegio? A la larga el jugo de calabaza se volvía insípido o dejaba de ser atractivo, el solo lo tomaba en los banquetes principales, o cuando Ron y Hermione se daban cuenta de que estaba tomando solo agua simple

--¿Por qué no ponen de esta agua en Hogwarts?

--Cuando yo estudiaban eran más variadas las bebidas, de hecho se les daba permiso  a los cursos superiores de beber cerveza de mantequilla en algunas celebraciones

--¿muchas cosas cambiaron desde tu tiempo?

--Si, algunas, Armando Dippet era un hombre agradable, se preocupaba casi siempre por sus alumnos, el acoso de los alumnos era castigado, es una lástima que haya elegido a Dumbledore como su sucesor, aquello hundió a Hogwarts

--¿Cómo era Hogwarts en tu tiempo?

--¿en mi tiempo?—ante el asentimiento, este suspiro—bueno como mencione el acoso era castigado, no se decía que eran bromas, la separación entre casas no estaba tan marcada como ahora, Gryffindor se llevaba mal con Slytherin; Huffperff tenía ciertas competencias con las tres casa, Ravenclaw ayudaba a las otras tres, Slytherin no estaba tan aislada como en la época de Severus. Había más variedad de comidas, teniendo en cuenta de que viví mi época escolar a finales de la segunda guerra mundial, las clases de estudio muggles eran obligatorias y te indicaban que debías hacer respecto a si salías al mundo muggle, aunque se recomendaba que no lo hicieras. Había cursos especiales para los nacidos muggles, Dippet tenía la idea de que si entrabas a un mundo, debías aprender sus costumbres…ahí fue cuando este hombre comenzó a perder mi admiración, acepto cancelar los cursos por petición de Dumbledore

--¿no eres muy grande para el profesor Severus?—cuestiono Harry en voz alta después de recordar la fecha de la segunda guerra mundial, cuando se dio cuenta de lo que había dicho, más al escuchar la risa del hombre—Yo…yo lo siento

--No te preocupes—respondió mientras suspiraba y mantenía una sonrisa—los magos somos más longevos que los muggles, así que la diferencia de edad no están notoria de forma física y debido a eso es permitido llevarse entre matrimonios hasta treinta años o más, el único pero serían los herederos, pero se pueden adoptar

Harry asintió ante la explicación dicha por el hombre, después de un momento decidió preguntarle a Tom Riddley su versión de aquella historia

--Me gustaría que me contaras algo, claro si se puede

--Sí, creo que puedo hacerlo, lo hare ¿Qué deseas saber?

--Le pregunte al profesor como es que ustedes terminaron casados y me conto  un poco de su historia hasta su primer encuentro y bueno… el director lo llamo así que no pudo continuar contándome sobre eso

--Entiendo, así que te conto cuando lo vi lanzar el sectusempra

--Si…nunca había escuchado de ese hechizo

--Severus es bastante hábil, durante su juventud creo muchos hechizos, algunos fueron dados a conocer, debido a que los lanzo en el colegio, otros como el Sectusempra nunca se dieron a conocer, solo él y yo somos los únicos en lanzarlo, debido a que se determinó que el hechizo era un hechizo familiar—Harry asintió y anoto algo en otro pedazo de pergamino, Tom no pregunto nada—bien Severus había lanzado otro de sus hechizos personales, el tenebris un hechizo para oscurecer una zona pequeña, aquello le dio pauta para alejarse de mí, cosa que permití—comenzó tomando la total atención de Harry—desde su forma en lanzar el hechizo desconocido, la belleza del mismo hechizo y su actitud me atrajeron, así que decidí investigar al famoso príncipe, como me dijo que lo llamara.

Abraxas Malfoy había sido al único que había podido llamar amigo real, mientras estuve en el colegio y era en aquel entonces mi mano derecha, sabía que Lucis su heredero aún estaba en Hogwarts, en su último año, así que después de darle la descripción, misma que había sacado del recuerdo que vi en el pensadero, conocí de quien se trataba el joven que me había llamado, Severus Snape, un mestizo en Slytherin hijo de un muggle y una bruja de nombre Eileen Prince, una vieja compañera de clases.

Con dicha información comencé a investigar la vida de Eileen Prince y su hijo Severus, lo que descubrí me hizo odiar más a los muggles, el maldito de Tobías Snape, en un momento de su borrachera había matado a la mujer, la información no había llegado a Hogwarts aun, porque a nadie de los vecinos les preocupaba los Snape a nadie, ni siquiera a los padre de la tal Lilian Evans.

Mande el aviso a Hogwarts, para que le permitieran a Severus salir al funeral de su madre, era una regla en Hogwarts que si sucedía una tragedia de ese tipo a los alumnos se les daba tres días de duelo, uno para que fueran a los servicios funerarios y pudieran despedirse y los otros para estar con sus familiares, pero con Dumbledore como director Severus no iba a poder realizar dicha acción debido a ser un mestizo pobre, así que recurrí a Abraxas

*/*Flash Back */*

Abraxas Malfoy la mano derecha de lord Voldemort y uno de los jefes escolares caminaba al lado del jefe de la casa de Slytherin, uno bastante idiota al parecer del lord Malfoy, pero que en ese momento necesitaba para poder hacer el pedido de su amigo, así llegaron a la sala de Slytherin, donde el parloteo del hombre obeso se detuvo por fin, en el lugar debido a que era fin de semana se encontraban algunos alumnos, el rubio entro y la mayoría de los estudiantes se levantaron dándole una ligera inclinación de reconocimiento

--Padre—fue el saludo de Lucius al ver a su padre ahí, cosa que le extraño por lo regular le avisaba de sus visitas, así que verlo en ese momento lo extraño

--Hola Lucius, prepárate para salir—exclamo mirando a su hijo, quien extrañado por aquello asintió para ir a su habitación y hacer lo solicitado  y después mirar alrededor se encontró con el  chico que buscaba, según la descripción dada por su amigo, así se acercó a el—Severus Snape—el joven alzo la mirada para ver quien le hablaba, sorprendiéndose al ver quien era—sube a cambiarte, necesito que me acompañes al callejón Diagon

Severus lo miro por algunos minutos subió a su habitación a ponerse la mejor ropa que tenía, así como también con un plan en mente.

Así ante la extrañeza de toda la casa de Slytherin uno de los considerados parias de la casa, se encontraba con los Malfoy en una carroza en dirección a  Hogsmade.

Mientras Severus se encontraba pensando en aquel plan, Lucius interrogaba con la mirada a su padre, quien lo ignoraba, el hombre miraba al joven, tratando de ver algunas facciones de aquella chica que había sido su compañera, así como también de averiguar qué era lo que había hecho para que Voldemort se interesara en el..

Ya en las tres escobas usaron la red flu para llegar al caldero chorreante, ahí Severus estaba a punto de hacer su movimiento, respecto a su plan, por lo que había comenzado a retroceder, cuando de pronto choco con alguien, al voltearse se sorprendió al ver quien era

--Nos volvemos a ver—fueron las palabras que Tom, le dijo regalándole una sonrisa burlona, mas frunció el ceño al ver el aspecto del joven—hay que mejorar un poco tu aspecto

Y con un pase de su varita la ropa muggle que llevaba se viera nueva, Severus se molestó ante lo dicho e iba reclamar ante lo hecho por aquel hombre

--Me alegro que lo hicieras estaba por hacerlo, se hace tarde

--Tienes razón, ahora vamos—dijo Tom  tomando la mano de Severus, quien estaba sorprendido y molesto por las acciones de aquellos sangre pura, pero eso no evito que se sonrojara debido a la acción del desconocido

Caminaron hasta un callejón, donde los Malfoy se aparecieron, mientras que Tom decidió abrazar al joven príncipe para poder llegar al cementerio.

Cuando llegaron al lugar, Severus hizo hasta lo imposible para evitar que las lágrimas cayeran, estaba en el funeral de su amada madre, con una muda pregunta miro a los dos adultos

--Fuimos compañeros de tu madre—exclamo Abraxas ante la interrogante de Severus—nos enteramos que murió y decidimos venir a acompañarte en ese momento

--Pero…mi madre fue exiliada de su familia, nadie la ayudo

--Nosotros no supimos más de tu madre, después de la graduación, pero si ella hubiera pedido ayuda, créeme que nosotros se lo hubiéramos dado, además a nosotros no nos importa que hubiera sido exiliada, eso no cambiaba a Elieen Prince

Así durante lo que parecía una eternidad, pero que en verdad fueron solo unos minutos estuvieron en silencio mirando el entierro de Eileen Prince.

Lucius, quien casi nunca molestaba al joven, pero tampoco lo apoyaba, sintió empatía por la pérdida de aquella madre, en cuanto regresaran al colegio, activaría los dos días de duelo para Severus, sabía que con eso, la casa no lo molestaría, pero no así las demás casas, pero cerrarían filas ante el joven.

Después de estar ahí se dirigieron al caldero chorreante donde comerían y después estarían un rato en el callejón diagon para que le joven de cabello negro se distraerá un poco y pudiera regresar más tranquilo al colegio.

Severus agradecía la acción de los Malfoy y del tal Riddley, había estado deprimido al saber que tal vez no pudiera darle un adiós digno a su madre, pero esos hombres le habían permitido poder decirle adiós de una forma digna, mientras se distraía decidió entrara a la librería a hojear el libro que quería, pero que debido a su costo le era imposible tener y al ser nuevo no podía encontrarlo en segunda mano, después de ver ese y otros libros también de su interés, decidió salir para comprar algunas cosas que le hacían falta, la cantidad que tenía solo le permitiría comprar un poco de tinta, una pluma y solo un metro de pergamino, esperaba encontrar algo bueno en aquella tienda de segunda mano, al terminar esas compras se dio cuenta que le sobraba un poco de dinero y que podía comprar algunos gramos, agradecía que el hombre que era dueño dela botica le diera algunos descuentos, estuvo haciendo aquello sin saber que Tom lo vigilaba, algo le llamaba a aquel joven.

Cuando se encontraron Severus no entendía el porqué de la molestia del hombre que le ayuda. Tom estaba molesto, el joven frente a él, tenía el dinero para poder comprarse las cosa de primera calidad, así que no entendía el por qué compraba en cosas de segunda mano, tal vez en ese momento no llevaba el dinero, pero podían ir al banco y sacar algo de este. Ese era un misterio que quería debelar, al saber que ni Eileen ni el chico tocaban el dinero que había en la bóveda a su nombre.

--¿Por qué has comprado en la tienda de segunda mano?, esas cosas no están en las mejores condiciones

--Eso a usted no le importa—respondió de forma molesta, ahí estaba la actitud que odiaba de los sangre ´puras

--Gramos de ingredientes, tendrás de comparar más después

--Mire, le agradezco que me sacara del colegio para ver el funeral de mi madre, pero eso no le da motivo a meterse en mi vida

--Solo quiero entenderte, si quieres ser un gran pocionista deberías comprar más ingredientes para inventar tus propias recetas

Severus fulmino con la mirada a Tom, el sabia eso, además había logrado mejorar todas las pociones de su libro y ahorrado algunos ingredientes, pero aun así tenía que comprar materiales para las demás clases, pero él no tenía la culpa de que sus abuelos no quisieran saber nada de él.

Se sentía humillado por esos ricachones, si tal vez su madre había sido compañero de ellos se  pero no les daba ningún derecho de hacerle sentir aún más miserable de lo que su propia casa le hacía sentir.

Él no tenía la culpa de haber nacido bajo las circunstancias en las que nació.

Tom pronto se dio cuenta de su error al ver aquellos ónixs brillantes debido a la furia que contenía y que deseaba ser liberada de muchas maneras.

--si tanto le interesa humillarme, se lo diré, no tengo dinero, lo poco que logro obtener por hacer trabajos y /o pociones en la escuela lo ahorro o lo gasto, como lo acabo de hacer, necesitaba esos gramos para la poción que me pidieron—exclamo con la voz entrecortada debido a la furia y al dolor que sentía en ese momento.

Necesitaba alejarse de ese hombre antes de hacer cualquier tontería. El mayor noto las intenciones de este y no dudo en tomarlo de la mano y llevarlo a un callejón donde tendrían la privacidad que necesitaban.

Él también se había sentido inferior en muchas ocasiones, hasta que pudo reclamar su herencia como el heredero de sslytherin, sabía lo que era sentirse solo, comprendía que lo que el chico necesitaba en ese momento era apoyo y no lastima,  así que no dudo en hacer que él había deseado que le mostraran, un poco de consuelo, así que lo encerró entre sus brazos sintiendo la tensión en el contrario.

Severus estaba a punto de reclamarle cuando sintió aquello brazos rodeándole, dándole un consuelo, un completo desconocido le estaba ofreciendo consuelo y fue entonces que las emociones de ese momento por fin rompieron su máscara, aquella que mostraba a todo el mundo, desde que descubrió que estaba solo.

En los brazos de alguien con quien había intercalado unas cuantas brazos, se desahogó, lloro por la infancia que nunca tuvo, de una amistad falsa, del cariño que su padre le negó al ser un mago, de las miradas de lastima y burla de todos los conocidos, por no tener un refugio.

Lloro por que se sentí completamente solo en el mundo que lo rodeaba. Se aferró a la túnica de ese hombre que parecía comprenderlo.

Tom sintió las lágrimas del joven, un joven que estaba perdido y que él había encontrado, aquel pensamiento le hizo apretar un poco más el abrazo, con tal intención de hacerle saber que estaba ahí, con él, de forma inconsciente de decirle que no lo soltaría.

Cuando Severus por fin se calmó mantuvo la mirada baja y en un susurro agradeció lo hecho por él, Tom simplemente asintió para que después  salieran a encontrarse con los Malfoy, quienes ya los esperaban cerca del caladero, para poder ir al pueblo.

--el permiso está por terminar, es mejor que regresen al colegio si deseamos que el joven Snape pueda salir en otras ocasiones—exclamo Abraxas sin comentar nada sobre los ojos rojos del menor de cabello negro

La plática de los Malfoy había sido informativa, por parte de ambos lados, el patriarca de la familia había descubrió el grado de daño que estaba haciendo el director y el imbécil que tenían como jefe de casa, cosa que había visto durante su estancia en el colegio, pero nunca imagino que empeoraría con el tiempo. Hy mas que estuviera lastimando a un joven con un gran potencial. Mientras el heredero a pesar de que no hubo mucha información, supo que lo que había sospechado y le había hecho mantenerse hasta cierto grado al margen del acoso del joven, pero no evitaba que tuviera algunos acercamientos académicos, era correcto, Severus Snape era alguien que con el apoyo correcto llegaría a ser una de las personas más importantes de la comunidad mágica, a pesar de ser mestizo, y el estaría a su lado como un buen Malfoy quien veía las oportunidades.

En ese momento decidieron aparecerse con los jóvenes a las afueras del pueblo, Abraxas decidió no comentar de la forma tan posesiva que su amigo había tomado al joven de cabello negro, llegaron a donde el carruaje les esperaba y subieron para acompañar a los menores hasta la entrada, o por lo menos Tom.

--Aquí me quedo—dijo Tom bajando del carruaje y mirar al joven de piel blanca que aún mantenía la cabeza baja—Severus lamento tu perdida, cualquier cosa que puedas necesitar no dudes en pedirlo, cuídate mucho príncipe

Severus solo asintió con la cabeza sin mirarlo, algo en él le decía que debía confiar, pero ya lo había lastimado mucho, así que mantendría su distancia.

Al llegar al colegio los Malfoy se sorprendieron, aunque no lo demostraron, al ver el cambio que el chico tuvo, aquel chico de vestimenta negra, quien había mantenido un mirada gacha durante el camino de regreso, alzaba la mirada y libraba su rostro de emoción, lo único que podía mostrar que había tenido alguna emoción era el rojo de sus ojos, Severus agradeció y entro al colegio a encerrarse en su habitación, no estaba de ánimo para soportar a esos cuatro idiotas

--Lucius

--Padre

--Cuida a ese joven, el Lord lo quiere con él, necesitamos que este sano y salvo y que confié en nosotros

--Si padre—Lucius asintió, al fin y al cabo después de lo que ehbaia vivido ese día, no desperdiciaría la oportunidad de acercarse al joven Snape de una forma definitiva.

Cuando llego a la sala común, ignorando a casi todos alzo su varita y realizo un hechizo, que lo que observaron comenzaron a mirarse entre ellos, posteriormente en el tablón de anuncios se pudo leer.

--No lo digas—exclamo con furia Tom y permitió, solo por unos instantes que Voldemort apareciera—ese chico será mi mortifago.

Los alumnos de Hogwarts siempre habían visto al joven Snape solo, así que verlo acompañado por alumnos de su grado y grados mayores fue sorpresivo, pero todas las dudas quedaron resueltas al ver que todo los alumnos de Slytherin desde los primeros años hasta los últimos con un moño tricolor, los dos colores de la casa y un tono negro, símbolo de duelo, estaban acompañando a su compañero en su duelo

Albus Dumbledore lo noto, el no podía permitir dichas acciones en su amada escuela.

--Mis muchachos—exclamo el anciano llamando la atención de todos—por favor retírense los moños—dijo mirando a la casa de Slytherin quienes se mantuvieron firmes, ninguno se movió—me veré en la necesidad quitarles puntos debido a incluir un elemento no autorizado a su uniforme

--De hecho director—exclamó Regulus black—según el reglamento escolar, los moños de duelo o cualquier objeto que represente el apoyo en el duelo de un compañero están permitidos, lo que no es tan permitidos a excepción de las chapas de prefecto y premios anuales no están permitidos, la casa de slytherin no puede perder puntos por cumplir algo impuesto por los fundadores.

--Mi querido muchacho, eso es

--algo que permitió el consejo escolar—fueron las palabras de Lucios, ahora comprendía el por qué su padre se había presentado ese mismo día y los había sacado—Se les aviso a los profesores sobre los días de duelo de uno de nuestros compañeros, así como el uso del elemento impuesto por los fundadores, cualquier cosa debe ser informado a ellos.

Albus solo sonrió y se sentó, los sangre puras de las demás casa, comenzaron a cuchichear, si a un Slytherin le estaban prohibiendo cumplir con los días de duelo, ¿también lo harían con las otras casas? Algunos no lo creían otros si…

Años después dicha acción era borrada de la mente de todos, los días de duelo, impuestos por los fundadores fueron prohibidos, el último que los utilizo fue Severus Snape.

Había pasado una semana desde aquello y las cosas en la casa de slytherin había mostrado mínimos cambios, sutiles, pero que se podían apreciar, Luciuis Malfoy que en ciertas ocasiones se juntaba con Snape ahora era más abierto, consiguiendo una amistad con tan arisco joven, como lo hiciera Regulus Black, así que era fácil apreciar al trio juntos en las tres comidas, tanto el rubio como el joven Balck estaban acostumbrados a que su compañero los ignoraba, pero sabían que este les escuchaba y les daba buenos consejos. Y mientras desayunaban pudieron apreciar uno de los extraños hábitos de este.

Severus levantaba la vista por que le gustaba ver tantas lechuzas en el lugar, el nunca recibia nada, cosa que provocaba burla en aquel cuarteto. Después de ver como las lechuzas hacían su entrada bajo  la mirada para volver a su desayuno y esperar a escuchar las estupidez de esos cuatro, más no llego, pero no le importo, estaba más concentrado en la próxima poción que desea modificar.

--Severus la lechuza parece molesta—exclamo Lucius con una sonrisa divertida al reconocerla

Severus alzo la mirada al ver la magnífica ave de un tono gris y ojos amarillos que le miraban con desafío extrañado desato el paquete que tenía el ave, tomo un pedazo de tocino y se lo dio al ave que se lo comió, si el ave no se iba, significaba que esperaba respuesta. Tomo la carta y comenzó a leerla, intrigado por quien podría escribirle.

"Mi estimado Príncipe Severus:

He estado practicando el magnífico hechizo que te vi lanzar, más por algún motivo su belleza aun me queda lejana, así que si no es mucho pedir y no tienes nada que hacer, me gustaría que este fin de semana que es tu salida al pueblo, nos encontremos en el mismo lugar que nos conocimos para que me digas el secreto para ver aquella belleza. Claro que te pagare por tus asesorías

Espero no molestarte con mi petición, ni con mi desfachatez de mandarte algunas cosas, para que el poco dinero que tienes lo guardes y lo uses para cómprate algunas cosas para ti, algunos gustos.

Atte. Tom Riddle

P.D. Espero su respuesta positiva y el paquete tiene un pequeño hechizo de no devolver"

Severus termino de leer y se fijó en el paquete, lo tomo para poder irse, antes de que los Gryffindor que lo molestaban quisieran hacer algo con sus cosas, siendo seguido de cerca por la lechuza.

Todo ante la mirada confundida de Regulus y la sospechosa de Luciius.

Cuando llego a su habitación abrió el paquete, para encontrarse varias plumas, metros de pergaminos, tinta e ingredientes para pociones.

Tomo un poco de su pergamino y tinta y mando la respuesta con lechuza quien estaba esperando y que al tenerla se fue. De no ser por el hechizo ese paquete iría de vuelta. Miro la carta nuevamente y esta vez sus mejillas se sonrojaron al leer con más detenimiento el saludo, su corazón que había empezado a cubrirse con una capa, latió de forma cálida.

Slytherin son los alumnos astutos, aquellos que mantenían mascaras perfectas, mismas que podían incluso engañar a los mismos que habitaban dicha casa, así que para muchos les fue indiferente el cambio de actitud de aquel que arisco joven, pero para sus cercano, tales como Regulus y Lucius, sabían que aquella misiva le había dado cierto animo a su compañero, así como también le había dado un motivo para ir al pueblo.

Regulus en ocasiones sabía que su compañero no iba, porque no tenía dinero, cosa que era muy común, o porque los merodeadores le fastidiaban el día, pero ahora parecía que no ese cuarteto de idiotas, conformado por su hermano y sus amigos podía opacar.

Lucios también estaba sorprendido de aquel ligero cambio, hasta el momento solo habían visto una carta junto a un paquete, pero eso no significaba que hubiera más, debido a que había visto aquella lechuza ir y venir en ocasiones, una parte de estaba feliz de ver a su amigo con más vida, pero otra estaba preocupado, sabía que eso era solo una treta para conseguir a Severus como mortifsgo y era algo que podía romper a su amigo.

Si bien el trio no tenía muchos planes, porque Severus tenía un asunto muy importante en el pueblo, se reunirían después, pero algo que olvidaros los tres es que los merodeadores no podían permitir que su víctima principal fuera feliz, no sabían el motivo pero harían lo que estuviera en su poder por arruinarla.

Así se encargaron de organizar una broma, donde no solo lo humillaron, sino que también provocaron que le castigaran por lapso de un mes sin salidas al pueblo y castigos nocturnos, la sonrisa de suficiencia de tres de ellos hizo que Lucius y Regulus decidieran tomar venganza en nombre de su amigo.

La molestia de Severus había sido tan grande que había olvidado avisarle a Tom sobre lo que había sucedido, más bien se había centrado en vengarse de aquel cuarteto de estúpidos, aunque no sabía que sus amigos también lo estaban haciendo.

El domingo durante la cena, Lucios recordó la cita de su amigo

--¿Le avisaste a tu compromiso del castigo?”