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Ser o no ser... esa es la cuestión. por ZSoul30

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Notas del capitulo:

En el capitulo 3 Pietro intentará entender lo sucedido con su enigmatico profesor, mientras, en su hogar, una gran ira le revelerá una realidad muy poco conocida.


Espero les guste.

Capítulo 3


—Que pérdida de tiempo, yo sé que no es culpa del profesor Scott que su hija se enfermará, pero nosotros venimos precisamente a recibir clases de manera presencial para llenar nuestras mentes de conocimiento con más facilidad. Si esto iba a ser así, sería mejor haber aceptado la propuesta de mi padre del profesor privado.


Caminamos por el pasillo hacia los casilleros mientras Ororo habla de lo frustrada que se siente por perderse una lección, yo intento discernir lo sucedido en la clase anterior, aun siento mi estómago agitado y el cosquilleo común de esas situaciones.


— ¿Qué sucede? ¿Estas molesto porque te calentaste por el profesor?


—No me puse caliente solo no comí bien esta mañana, por eso los dolores de estómago.


—Claro ¿eso también explica que tu olor se haya vuelto más fuerte? —Dice ella poniéndose al frente mío.


—Bien existe la posibilidad de que casi entrará en calor, pero no sucedió. Eso es lo que importa.


Paso al lado de Ororo acercándome a mi casillero, en un momento siento como alguien me abraza y pone su nariz en mi cuello inhalando fuerte.


— ¡Ah! este olor siempre me tranquiliza.


— ¡Warren! ¿Por qué siempre me asustas de esa manera?


—Porque actúas tan lindo cuando te toman desprevenido—Aprieta el abrazo balanceándome de un lado a otro.


Escucho a Ororo reírse. Le fulmino con la mirada.


— Deja en paz al muchacho Warren, no ha tenido una buena mañana


—Ni que lo digas, parece un pequeño pichón que busca a su mamá.


Anna D'Acanto alias "Rogue", Kitty Pride y Warren Worthington hacen acto de presencia. Mientras los demás siguen siendo igual que siempre, Rogue y Ororo se miran con desprecio haciéndome recordar lo que ha pasado y la ausencia de Roy. Siempre he tenido familias extrañas.


—Pero así debe ser como se siente ¿no? Encontrar a tu pareja destinada—Dice Kitty quien tiene una gran sonrisa.


—No tiene nada que ver con eso. La pareja destinada no se halla por olores o sensaciones de un primer encuentro, se halla estableciendo con x persona una relación de años y años. Las cosas no son tan fáciles—Digo soltándome del abrazo de Warren y me acerco nuevamente a mi casillero.


Ellos continúan con la conversación hablando cosas como el noviazgo, cómo este se da en los diferentes BOA's, mientras yo saco el primer libro de Historia Universal que usaremos este mes, aunque es un poco corto parece tener bastante información, debería también sacar el libro de calculó proposicional, me gusta estar preparado.


—Sí, pero es mejor saberlo desde el comienzo, para así tener la seguridad de que esa persona va a estar contigo. Los lazos son lo más importante y cuando se rompen... bueno dicen que es como morirse en vida—Dice Kitty, mientras se hace un silencio alrededor del tema de los lazos.


En eso, el sonido de Kraid's Lair aparece arruinando el silencio. Desbloqueo mi celular, leo Dana Ribera ¿Por qué me está llamando la vecina de al lado? Contesto alejándome de los chicos.


—Buenas señora Ribera ¿Qué necesita?


—Hola querido, sé que no debería hacer esto, pero, ya no puedo seguir callando. Tienes que venir ahora mismo.


— ¿Qué está pasando?


—No me preguntes, no soy capaz de decírtelo. Tienes que verlo por ti mismo.


Y cuelga, miro mi celular tratando de descifrar tan extraña conversación. El bicho de la curiosidad se asoma ¿será verdad que está mato al gato? Bueno sea como sea, tengo saber lo que Dana Rivera ha estado ocultando.


—Entonces Pietro ¿Vas a venir a mi entrenamiento? —dice Warren mientras yo cierro el locker con algo de fuerza sorprendiéndolos a todos.


—Lo siento Warren, pero tengo que irme, en otro momento será. Adiós chicos.


Me trasladó hacia el ascensor que está al final del pasillo, al cerrarse una mano detiene la puerta, entrando Ororo mirándome con un rostro de interrogante.


—La señora Rivera acaba de llamar y por la extraña conversación que tuve, intuyo que algo malo está pasando.


— ¿Y tú te ibas a enfrentar a eso sin ayuda?


—Claro, además tendría que llevarte en bicicleta y no creo que te guste mucho.


—No importa sólo no me dejes atrás, aunque igualmente te seguiré a donde vayas.


...


— No, al parecer la puerta está demasiado cerrada, ni con tu llave podrías abrirla y escuchando el ajetreo de adentro no creo que nadie te deje entrar— Ororo voltea y mira mi rostro, riéndose ante mi expresión de enojo—¿Por qué te pones así? son esposos tienen derecho.


La fulmino con la mirada.


Aunque Wanda y Mark estén casados legalmente, no funcionan como un matrimonio normal, lo que en síntesis significa que ninguno de los dos tiene que comportarse como uno y mucho menos tener sexo. Bueno, en esto último no estoy seguro, pero me encoleriza que le esté faltando el respeto a mi hermana y a la presencia de mis padres que aún vive en esa casa. Como odio a este tipo.


—No te enojes, tu hermana también está haciendo de las suyas con otro en un lugar muy lejos de aquí.


—Si es así ¿Por qué ella si es capaz de respetar a nuestros padres, nuestro hogar y él no? —Digo mientras camino hacia la parte de atrás esperando que la puerta de atrás este abierta o alguna de las ventanas. Ororo sigue mis pasos, tocando un poco su melena. ¡Rayos! Debí sacar mis llaves, ellas deberían ser lo primero que tenga en mi mente.


—Porque son tus padres y los de Wanda, pero no los de él.


Volteo y ella me mira seriamente. No puedo declinar esa verdad, sin importar cuanto lo desee.


Las dos ventanas que dan al garaje son pequeñas, solo un niño muy flaco casi desnutrido podría pasar por ahí así que están descartadas, la puerta que da a la cocina formada por un alero para puerta, tiene un enrejado muy ingenioso para evitar que los ladrones metan sus manos para abrirla, recuerdo que Wanda estaba feliz cuando el técnico de reparaciones la puso, parecía una niña con su nuevo juguete. Miro hacia arriba y afortunadamente la ventana de la habitación de huéspedes está abierta.


Ororo siguió mi mirada, negando con la cabeza después.


—No intentes hacer la locura que está creando tu mente—dice ella señalándome desafiante—Vamos a otro lado, a comer, a nuestra discoteca favorita... lo que sea, pero no lo hagas, déjalo tener sexo tranquilo.


—Lo siento, no puedo permitirlo.


Al momento de intentar subir al alero, escuchamos el rechinido de llantas al frente de la casa. Ororo y yo nos miramos, inmediatamente y corrimos encontrándonos con Wanda, quien estaba saliendo de su auto, un Spark Gt modelo 2011, era de nuestros padres. Ella se sorprendió con nuestra presencia.


—Hola chicos, llegaron temprano hoy—Dice abrazándome y besando mi mejilla, luego saluda a Ororo—¿Que estaban haciendo atrás de la casa?


—Hermana, lo que suce...


Al instante, oímos un golpe en dirección al patio, los tres nos dirigimos al lugar y vimos como una chica sin pantalones corría hacia la cerca saltándola seguidamente.


— ¡Se escapa! —Digo corriendo detrás de ella siguiéndola hacia una motocicleta que estaba estacionada cerca de la carretera, ella se sube como si fuera un gato trepando una pared e intenta encenderla sin éxito, ella mira hacia atrás y se alarma al verme tan cerca. Justo cuando estaba cerca del vehículo, ella lo enciende saliendo humo del tubo de escape, haciéndome caer de espaldas al asfalto. Pude ver como ella acelera como si no hubiera un mañana, tomando hacia el puente Golden Gambit.


¡Era cierto, ese maldito tenía una prostituta en mi casa, denigrando la imagen de Wanda y la de mis padres! Pero esta vez no le permitiré tal descaró.


— ¡Dios, Peter! ¿Estás bien? —Dice Wanda ayudándome a parar junto con Ororo.


—Estoy bien, ahora solo quiero arrancar cabezas.


A paso rápido camino hacia la puerta del patio sintiendo como mi sangre se calienta, mis músculos se tensan, mi respiración se agita, todo mi cuerpo se retuerce ante la ira que lo atravesaba, no escuche los gritos y súplicas de las dos, poseía una extraña determinación nunca antes vista, parecía un tigre en busca de su presa, mis sentidos se agudizaron hasta al punto de ver el rastro del olor de Mark, escuchar cada paso que daba, sentir en mis manos cada latido de su corazón. Algo muy extraño estaba ocurriendo.


— ¡No des un paso más! —Dice Wanda interponiéndose en mi camino.


— ¿No me digas que lo vas a proteger? ¡Ese maldito está volviendo nuestra casa en un prostíbulo! Hasta cuándo vamos a aguantar que el haga lo que se le dé la gana y nosotros suframos las consecuencias. Es el momento de pararlo.


— ¡Tu no lo vas a parar en ese estado!


¿Estado? Siento como Ororo toma mi mano izquierda y la eleva a mis ojos. Ellos se volvieron como platos ante la imagen. Mis venas sobresalían de mi piel, tenían colores entre verde, azul y algunas rojas, mi otra mano esta igual, levantó mi camisa y observó un enfermizo arcoíris en mi estómago que subía hasta mi pecho... mi cuello. Todo mi cuerpo estaba decorado como una pintura de Van Gogh.


—W...Wanda— tartamudeo asustado.


—No pasa nada, todo va estar bien. Ten las llaves de mi auto Ororo, lleva a Peter lejos de aquí, ocúltalo en algún lugar por unas horas.


Ella asiente y sujeta mi brazo arrastrándome con ella. Miró a Wanda quien me manda un beso con su mano, yo exhalo con pesadez y empiezo a caminar.


Ya en al auto, recostado en el asiento del copiloto toda mi percepción de la realidad se volvió anormal. En vez de ver a las personas en todos sus colores solo veía siluetas y el fondo era completamente negro. Miro hacia el frente dos siluetas una de color roja y otra azul agua-marina, la primera parecía querer atacar a la segunda, a mi lado otra roja con una de color Durazno al frente, y a lo lejos una transparente. Se veía como un espacio en toda esa oscuridad.


Cierro los ojos, me encojo en el asiento, intento disipar todas esas extrañas imágenes monocromas, los abro, sigue todo igual y me doy cuenta que estoy en movimiento, la silueta color rojo aun a mi lado. Parpadeo un poco, escucho pasos, parece como si estuviera siendo cargado, los vuelvo a cerrar, ahora estoy en una superficie plana, toqueteo debajo de mí siento una especie de tela... lana específicamente, la silueta roja vuelve, una parte de ella se mueve parecen unas manos que ponen algo encima mío. La silueta sigue moviéndose, como si estuviera charlando.


La oscuridad aparece y con ella mi inconsciencia también.


...


Al asegurarme que Ororo y Pietro se habían ido, me encamino hacia la sala de la casa donde me encuentro a Mark sentado viendo un programa de televisión.


— ¡Hey Wanda! Pensé que el mocoso iba a partirme en pedacitos ¿Qué le paso? ¿Cambió de opinión?


— Pietro no debía enterarse de esto, ¡Te lo dije muchas veces, pero jamás escuchas!


— ¿Y yo que iba saber que el muchacho llegaría temprano? — dice poniéndose de pie mostrando el tatuaje de serpiente que tiene en su espalda. Esta sin camiseta.


— ¡No debí dejarte traerlas o traerlos aquí! ¿Sabes que todo el maldito vecindario se dio cuenta?


—Eso no es lo que te tiene tan molesta. Algo le paso al muchacho, porque conociéndolo estuviera en este momento haciéndome daño de alguna forma, pero...—dice mirando a toda la instancia con un brazo alzado—No lo veo por ningún lado. Así que, dime ¿qué le paso?


Se acerca y me mira a los ojos intentando intimidarme, volteo el rostro poniendo una mano en mi cintura, con la otra me limpio el sudor de mi frente, señalándole seguidamente. Es mejor que no lo sepa, no sé qué haría con esa información.


—Ya no traerás a tus muñequitas o muñequitos otra vez, busca otro lado donde comértelos—Digo caminando hacia las escaleras, en un movimiento rápido el atrapa mi brazo haciéndome girar.


— ¡Entonces ahora cambiamos de tema! bien, vivo con dos hermosos Omegas y a ninguno de los dos puedo tocar por la existencia de una infame clausula en un contrato que firmé hace unos años atrás. ¿Cómo crees que me siento ante eso?


—Por eso te di la posibilidad de calmar tu necesidad ¡Mientras que Pietro no se diera cuenta!


Me suelto de su agarre y camino hacia la habitación, intento cerrar la puerta, pero él la detiene.


— ¿Hasta cuándo todo tiene que girar alrededor del muchacho? sabes que no pasaría esto si tú y yo consumiéramos nuestro "matrimonio" como debe ser, yo no buscaría a nadie en la calle, porque estaría completamente para ti y tu comodidad.


— ¿A sí? ¿De la misma manera como lo hiciste con Emma? — Al decir eso, en su rostro aparece una expresión de remordimiento, vira los ojos hacia abajo, suelta la puerta abre y cierra la boca intentando decir algo—No voy a romper el trato, lo siento.


Cierro la puerta y escucho como se aleja segundos después.


Solo queda esperar a que Pietro se encuentre bien.


 

Notas finales:

Solo queda darle el merecito merito al creador de estos personajes: Marvel.

¡Katy Out!


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