Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tentación por 1827kratSN

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Estuvo tan mareado después de “eso”, que apenas recordaba fragmentos de lo que pasó.

Un susurro, un beso, esos brazos apretándole un poco, la sensación del agua al pasar por su garganta, el aire frío, el aroma a cuero, y la voz del taxista que lo llevó a casa. Se quedó dormido, estaba seguro, así que mucho no supo hasta que despertó en el sillón de su casa.

Y no quiso preguntar.

No pudo.

No supo si quien lo dejó en su casa fue México o alguien más, de lo único que estaba seguro era que USA no fue, ni Australia, mucho menos Nueva Zelanda, porque en la tarde recibió un mensaje de los dos últimos y la visita alterada de USA, que llegó allí con el corazón en la mano después de haberlo buscado por todos lados.

 

—Ay, qué vergüenza.

 

Cada que rememoraba lo que sucedió, sus mejillas se encendían, y no podía controlar muy bien sus feromonas, por eso se había recluido en su casa durante al menos una semana, adjudicando que estaba resfriado. Gracias al cielo Quebec le siguió la corriente, y ambos armaron un teatrito del cual se beneficiaron ambos, porque Quebec merecía unas vacaciones y se quedó junto a su padre para “cuidarlo”.

Pero eso de huir no le iba a servir por mucho tiempo.

Tenía que seguir cumpliendo con sus obligaciones y sus actos protocolarios.

 

—¿Por qué no quieres ir a la reunión?

 

Lo peor era que USA estaba empezando a sospechar, y él era muy difícil de engañar.

 

—Tuve un incidente —Canadá sabía que no podía mentirle a su hermano, así que soltaría la lengua solo lo suficiente—. Y no quiero enfrentarlo todavía.

—Necesito más detalles... —como supuso, USA tensó sus hombros y apretó los dientes—. Para saber a quién voy a matar —hasta su voz se ponía grave y amenazadora.

—Ame... No te alteres... —suspiró—. Sólo fue un accidente.

—¿Accidente? —bufó antes de lanzar por ahí un cojín—. Has evitado salir si no es extremadamente necesario, cuando lo haces, parece como si buscaras a alguien, te alteras de la nada cuando un alfa…

—Ame, no te hagas ideas raras.

—Fue un alfa —concluyó casi en un ataque de furia—. ¡Entonces eso era!

—Ame…

—Sabía que ese olorcito de la otra vez no era porque andabas en reuniones y se te pegó un poco.

—Ame, tranquilo —hizo una mueca—. Olvida esto y…

—¿Qué te hizo? —se quitó las gafas oscuras para mirar de frente a Canadá—. Dilo, sweetie.

—Ilusionarme… un poco... —sintió su pecho doler—. No estoy seguro de eso —suspiró resignado a ser regañado y a que todo fuera un simple juego de su crush.

—Ese maldito.

—Además, no quiero volver a tener un falso celo, por eso no quiero salir y…

—Qué tu ¿qué?

—Ups…

 

Se le salió demasiada información, ¡por dios! ¡¿Cómo soltó demasiada información?!

Se suponía que estaba intentando proteger su privacidad y la integridad física de México, pero no, reveló que alguien le produjo un falso celo. ¡Bravo, Canadá!

 

—Ame... En serio —logró sostenerlo por los hombros—. No te alteres.

—¿Cómo no me voy a alterar? —jadeó mientras manoteaba al aire—. Yo… ¡Yo!

—No pasó... Nada.

—¡Dudaste! —sostuvo las mejillas de su hermano— ¡Sweetie! ¿Quién fue el maldito?

—¡Sabes que no dejaría que me hicieran algo malo! ¡Ame! —sujetó esas manos frías—. En serio... No fue nada.

—Pero…

—Créeme.

 

Pero USA no se quedó de brazos cruzados.

Obvio no.

Ese mismo día consiguió uno de sus artículos más solicitados y se lo regaló a Canadá.

Porque si bien respetaba el silencio de su hermanito, imponía su autoridad al cuidarlo de la forma que estuviera a su alcance.

Fue el propio USA quien colocó el collar antimarca en el cuello de su angelito, y obviamente le dio la llave y contraseña sólo a Francia y a su padre, además de guardarse una copia.

Porque jamás se era suficientemente precavido.

 

—Estás sobre actuando —se quejó Canadá mientras se tocaba el collar, obviamente le estorbaba—. Ya te dije que me puedo cuidar solo.

—Sí el que te atacó es quien yo creo... —miró a Canadá quien desvió su mirada—. Me tomaré las cosas muy en serio, sweetie.

 

Pero Canadá sabía que habría una forma de traspasar todos esos cuidados, y lo certificó después de dejar a su hermano con crush.

No era el único embobecido por un amor platónico.

Y era perfecto.

Porque ya se estaba ahogando con tantos cuidados y necesitaba un respiro, así que estuvo muy feliz cuando pudo darse una vuelta por el edificio de la reunión, explorar la cafetería, salir a la calle, pasear por las avenidas europeas con nada más que un helado en las manos y muchas ganas de encontrar un barrio nuevo en el que perderse toda la tarde.

Sí.

Era hermoso.

Pero USA tenía razón en algo: también era peligroso.

 

—¿Mexique?

—¿Qué onda, güerito? —esa sonrisa causó un escalofrío a Canadá—. Hace calor, ¿no? … O solo soy yo que está reaccionando a tu aroma.

—Hum… Creo… Creo que debo irme —su voz se quebró un poquito.

—¿Por qué? El día está bien chulo, ¿no se te antoja dar un paseito?

 

Pero Canadá ya no estaba escuchando mucho, porque le encantaba ver al mexicano envuelto en un traje formal, porque se veía tan bien de esa forma, porque sentía que de verdad estaba haciendo mucho calor.

 

—Si tanto te gusta mirarme… Podrías pedirme que me encuere para que tus ojos disfruten bien.

—No te estoy… mirando.

—Ni yo estoy pensando en lo bonito que te ves.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).