****Army Boy****
— Vuelvo a preguntar — Dijo Yoongi acercándose al extraño, aquel que lo seguía observando con una expresión de sorpresa — ¿Quién rayos eres? — Yoongi tenía muchas ganas de decir unas cuantas lisuras por invadir su privacidad, pero como estrella debía de controlarse con personas desconocidas — Y lo más alarmante ¿Cómo... cómo entraste? — ¿cómo mierda entraste? Fue lo que realmente quiso decir.
El pequeño seguía medio embobado ante uno de sus raperos favoritos. Era muchas emociones para un solo día, pero el ceño fruncido y los brazos cruzados hicieron que se alarmara y apurara una respuesta lo más pronto posible.
— Yo… Jin.. — Empezó a tartamudear — Esperar — Bueno, intentó responder, pero no le salió muy bien.
— ¿Te llamas Jin? — Cuestionó aun con el ceño fruncido, pero algo divertido por las morisquetas que estaba haciendo el menor. — ¿O el bobo de Jin te dejó entrar?
— ¡Eso! — Dijo apenas escuchó la segunda afirmación. — Espere… él no es bobo. — Su boca formó un tierno y curioso triángulo ante la vista del contrario.
El aura inofensiva que despedía el menor le hacía casi imposible seguir enojado, sus músculos se destensaron mientras seguía viendo al extraño fijamente, por lo que lanzando un suspiro se sentó a su costado. Hoseok solo pudo dar un saltito en su sitio, uno de sorpresa para luego ver como el rapero se recostaba un poco y cerraba los ojos.
— Si ha metido a un desconocido a mi estudio privado, sí que es un bobo. — Dijo sin abrir los ojos, pero sabiendo que el contrario lo estaba viendo.
Hoseok se alteró por las palabras escuchadas y ahora consiente, miró nuevamente el estudio. ¡Oh – POR – DIOS! Los ojos rasgados del menor se abrieron cual platos contemplando con sumo detalle el entorno en donde se encontraba. Se paró lentamente del sillón (aún le dolía el tobillo) y comenzó a rodear el pequeño pero acogedor lugar.
Yoongi abrió los ojos y vio como el jovencito miraba todo con fascinación y devoción. Como si fuera…
— ¿De casualidad eres un Army? — El jovencito saltó ante la pregunta y volteó para asentir en respuesta mirando los cansados y gatunos ojos del compositor — Es raro ver chicos Army. — Susurró para si mismo mientras se levantaba y miraba desde arriba al bajito niño. Oh, si, alguien más bajo que él para molestar. — Dime enano. ¿Cómo es que Jin te dejó entrar a este lugar?
— No soy un enano. — dijo frunciendo su boca nuevamente en esa forma tan curiosa — Recién tengo 16, va a ver que lo paso pronto.
Yoongi alzó una ceja por el descaro del ¨enano¨ y sin poder evitarlo apresó su cuello con uno de sus brazos mientras que con el otro le despeinaba el cabello.
— Mocoso atrevido. — Dijo mientras el menor intentaba salirse de las manos enemigas y de sus labios salían pequeñas risas cantarinas — Hasta que no me pases seguirás siendo un enano, un mocoso y un escuincle. — Sin realmente premeditarlo Yoongi también estaba riendo con ese pequeño y lindo desconocido. — Y responde la pregunta.
Yoongi retrocedió rápido para sentarse en su cómodo sofá y seguir molestando al menor pero cuando ambos cayeron casi sentados, al menor se le escapó un quejido de dolor.
— Ji-Jin – hyung me dijo que lo esperara mientras iba con Taehyung a hablar con PD-min. — Sentándose bien, flexionó su pierna y con su diestra sobó suavemente su tobillo, sentía como se iba hinchando poco a poco.
Yoongi se levantó cauteloso, pudo apreciar claramente la mueca de dolor pintada en ese tierno rostro y no pudo evitar preocuparse por el menor.
— ¿Qué tienes? — Dijo acercando su mano al lugar que el joven sobaba, el pequeño solo se encogió un poco más sobre si mismo, anticipando el dolor cuando su tobillo lastimado fuera movido, pero eso no pasó. — Tranquilo — Yoongi era más cuidadoso de lo que parecía. — Déjame ver.
Hoseok asintió y subió un poco su pantalón, viendo el también como un círculo rojo ya presente en su piel iba ganando tamaño, mientras que la hinchazón ya era notoria en la zona del tobillo.
— Tsk. ¿Como te hiciste eso mocoso? — Se paró y fue hasta uno de sus pocos cajones sacando un botiquín de emergencia.
— Yo… yo me caí intentando entrar a casa por una de las ventanas — Mintió rápidamente, ya tenía pensado decirle lo mismo a Jin-hyung y Taehyung.
Lo que recibió en respuesta fue una profunda mirada del mayor, quien con el botiquín en manos caminó de regreso hasta el sillón. Con delicadeza atrajo el pie del menor y le ayudó a quitarse tanto la zapatilla como la curiosa e infantil media de ositos.
El menor volteó el rostro un poco avergonzado cuando Yoongi lo miró con una sonrisa burlona, pero siguió sin decir nada por un tiempo mientras palpaba la inflamación.
— ¿Duele mucho o poco? — Cuestionó rebuscando en el botiquín.
— El dolor es soportable.
Yoongi asintió y aparte de unas vendas, sacó un pequeño pote con una crema medio transparente y que al abrirla desprendía un olor mentolado. Empezó a aplicarla y aunque Hoseok hizo una mueca del dolor por las manos frotando esa zona hinchada, no emitió ni un quejido.
— Entonces — Inició el mayor mientras empezaba a vendar el tobillo — ¿Por qué intentabas entrar a tu propia casa por una ventana?
Ambos pares de ojos se encontraron y Hoseok solo pudo morderse el labio un poco dubitativo y cabizbajo.
— Yo… Yo me olvidé la llave en… —
— Mi familia también era una mierda. — interrumpió el cantante comprensivo, mientras le daba una ultima vuelta al fuerte amarre en el tobillo del menor y lo palmeaba suavemente — Como crees que aprendí a curar este tipo de heridas. Todos en mi casa eran unas malditas mierdas conmigo.
El menor bajó la mirada un poco triste y abochornado al escuchar eso de uno de sus ídolos favoritos. Como Army, el saber sobre la vida de sus cantantes era de interés mayor, y aunque leyó en otras secciones que Yoongi fue el que menos apoyo tubo, no esperó nunca escucharlo de sus labios, mucho menos de esa forma.
— Omoni es buena. — Susurró quedito.
— Pues entonces todos los demás si son mierdas. — Bajó el tobillo del contrario hasta el piso con suma delicadeza y luego despeinó suavemente el cuero cabelludo del menor.
— Antes no era así. — Susurró para si cuando el contrario se había volteado a guardar la crema y lo que quedaba de la venda. El mayor no escuchó eso, y solo se volteó con alcohol y algodón ya en sus manos.
— ¿Alguna otra herida que tratar? — El menor, un tanto enternecido por la muestra de interés asintió mostrando ambas palmas raspadas. — Manos a la obra, enano.
****Army Boy****
Cuando Jin y Tae ingresaron nuevamente al estudio, no se esperaron encontrar a Yoongi y el pequeño Army comiendo tranquilos gran cantidad de comida distribuida en la mesa movible de Yoongi. Mucho menos que este ya tuviera sus palmas curadas, y como la gaza en ellas le dificultaba un poco usar los palillos, el mayor aprovechara para molestarle y darle de vez en cuando comida a la boca.
— Miren que gran bobo ha llegado. — Dijo Yoongi mirando un poco molesto a Jin, mientras recibía un suave golpe del menor.
— Hyung, no le diga así. — Le resondró el Hoseok, pero Yoongi solo cogió un poco de las verduras al vapor y se las metió a la boca para que dejara de hablar.
Luego de curarle las heridas, Min había ido a comprar un par de raciones más para hacer un gran desayuno para ellos y los bobos que sabría llegarían pronto. Bueno, debía admitir que compró una cantidad decente para cuatro personas porqué así se lo pidió el mocoso.
Hoseok hizo un puchero con la boca llena de comida y mientras intentaba masticar lo más rápido posible para poder volver a hablar Yoongi se levantó y enfrentó a Jin.
Sí, Jin era más alto y de una contextura más trabajada, pero eso no le quitaba el hecho de que el que había hecho las cosas mal fuera el pinky-hyung.
— Me quieres explicar ¿qué carajos pasó? — Yoongi ya sabía, pero nadie le quitaría el gusto de joderlo por haber roto su confianza.
— ¡Hyung! — Gritó Tae un poco escandalizado, había aprovechado para sentarse al costado de Hoseok y ser él ahora el que lo alimentara. — No diga esas palabras frente al niño.
— El mocoso ya me ha escuchado decir más mierdas que esas. — Respondió restándole importancia a Taehyung y a las quejas del menor por ser llamado un niño. — Respóndeme Jin, en que estabas pensando al meter a un desconocido en el lugar que te dije era privado y sagrado para mí.
— Yo… Yoongi… — Jin no sabía que decir, como el mayor, influía respeto al resto, pero Yoongi a pesar de ser el más bajo de casi todo el grupo, su sola presencia y voz, daban cierto pavor.
— Hyung, — se levantó el menor con la cojera más evidente, pero menos dolorosa, por la venda. — Si va a regañar a alguien debería ser a mí. — El menor se señalaba, mientras le devolvía una seria mirada a Yoongi. — Yo fui el motivo por el que Jin hyung entró a su estudio sin permiso.
El pálido rapero lo miraba con el ceño fruncido y dejó salir un leve gruñido en disconformidad. — Lo malogras todo, mocoso. — Dijo finalmente para luego ver a Jin — El renacuajo te ha salvado. — Se acercó un par de pasos más a su mayor, que curiosamente le sonreía de forma incómoda y nerviosa. — Pero no dudes que te joderé la vida si vuelves a hacer algo como esto… H-Y-U-N-G.
Jin solo asintió temeroso de la furia del uno de sus dongsaes, pero cuando su vista se dirigió hacia el tierno jovencito, solo pudo sonreír por la contagiosa sonrisa. Yoongi también miró en esa dirección y también fue encantado con esas energías y vibras.
— Espera… No jodas— Dijo un tanto sorprendido el pálido. — Mierda vuelve a sonreír — Dijo acercándose al menor y haciendo que los otros cantantes se acercaran un poco presurosos a ¨proteger al menor¨
— ¿Qué pasa Hyung? — Preguntó extrañado el menor de todos, pero sin ningún rastro de miedo en su voz por la cercanía de Min.
— Es decir. Lo he visto en mangas o dibujos… — Empezó a hablar consigo mismo, divagando en recuerdos poco importantes— Pero nunca en la vida real. — El ceño se frunció y lo miró nuevamente a los ojos — Vuelve a sonreír — Le pidió y Hoseok lo hizo — No, no, sonrisa de hoyuelos no, la otra, la otra.
— ¿Hoyuelos? — Tae se acercó curioso. La única persona que conocía con hoyuelos era su líder, por lo que tenía mucha curiosidad de ver como le quedaban al menor.
— ¿Le has estado dando de comer como a un bebé y no te has dado cuenta de sus hoyuelos? — El pálido miró extrañado a Taehyung. — Si que eres despistado — Tae no dijo nada, la verdad es que estuvo muy divertido y entusiasmado con acariciar el sedoso cabello del menor. — Ahora mocoso, la otra sonrisa — Y Hoseok un poco divertido por la situación lo hizo — ¡¡¡MIERDA!!! — Dijo asombrado
— ¿Qué pasa Yoongi? — Cuestionó Jin extrañado por el expresivo carácter que estaba mostrando.
— ¿Qué no lo ven? — Dijo mirando a ambos despistados compañeros miembros de la banda — El mocoso tiene una sonrisa en forma de corazón. LITERALMENTE UN CORAZON. — Explicó agarrando al jovencito de los cachetes y jalándoselos un poco — No solo tienes hoyuelos escondidos, tienes una sonrisa solo de caricaturas. En serio mocoso. Eres una caja de sorpresas.
Hoseok soltaba risitas mientras le pedía que dejara de pellizcarle las mejillas mientras Jin seguía un poco asombrado por los curiosos y adorables detalles del menor. Pero lo que más le extrañaba era ver el efecto que al parecer el menor tenía sobre los miembros de su banda.
Un Tae celoso y pegajoso. Un Yoongi molestosamente tierno y confianzudo y bueno, el mismo no se podía quedar lejos. El menor hizo que rápidamente su instinto protector se activara, pero por sobre todo, el pequeño traía una paz que deleitaba a quien estuviera a su alrededor.
Vio como después del pequeño y dulce alboroto, todos se acercaban a la mesilla con una enorme cantidad de comida y el también se acercó para formar parte de ese peculiar desayuno.
Jin estaba muy curioso de presentarle al pequeño Army a todo el grupo.
Continuará…