Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las piernas de Sasuke por KaiEmi

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hello! Ya hace mucho que no publicaba algo, pero es que la inspiración se hace presente cada año xd. Quise aprovechar esta cuarentena para escribir algo de mi pareja favorita, así que espero que les guste. El fic esta basado en el manga Koi o Haka Senu Saikou no Jouken, por si quieren leerlo. Sin mas que decir, que disfruten de la lectura. 

Pov Naruto

Los zapatos de tacón eran mi obsesión. Amaba como un par de ellos hacia lucir las piernas de una mujer. Nunca fui un hombre perfeccionista, ni mucho menos hacia las cosas con prolijidad. Pero desde que era un niño he soñado con tener en mi casa una colección de zapatos, los más caros, los más elegantes, los más hermosos. Y no, no era yo quien los usaría, simplemente desde esa edad he tenido una especie de fijación por ellos. Claro que, la persona que se los pruebe debe tener buenas piernas, y sobretodo, equilibrio o de lo contrario los zapatos no servirían de nada. Algunos me llaman pervertido o fetichista, pero eso no me importa, porque ahora que ya soy adulto y terminé la Universidad, puedo decir orgullosamente que tengo el trabajo de mis sueños.

Son las ocho de la mañana y voy rumbo a la boutique donde trabajo, somos la tienda más recurrida y famosa de Konoha, casi toda la ciudad me conoce por mis creaciones. Muchos de mis amigos y conocidos saben que yo pongo mucho esmero en encontrar un par perfecto para cada dama. Me fijo en cada detalle de ellos, en cada parte del zapato, para luego compararlo con las damas y así conseguir el par perfecto. Las mujeres cada día vienen a comprarse un par de tacones que resalten su figura, todas acuden a mi porque se cual les quedaría bien, y yo encantado de atenderlas.

Ahora misma tengo mis ojos puestos en un par. Hace una semana habían llegado a la tienda unos hermosos zapatos de tacón cerrado, de color rojo intenso, forrados por material de gamuza, el tacón en punta y por último, un pequeño lazo decorando la parte superior. Simplemente son una joya que solo las piernas más lindas pueden llevarlos.

— ¡Naruto! — salí de mi divagación al escuchar un grito en mi oreja que casi me deja sordo

—Sakura-chan, por qué me gritas ´ttebayo

—Pues porque hace rato que te estoy llamando, pero como siempre andas en las nubes, de seguro y otra vez andas pensando guarradas—respondió molesta con sus manos en sus caderas

— ¡Por supuesto que no son guarradas! Simplemente tú no sabes apreciar la belleza que pueden guardar un par de zapatos. Además de que la chica debe tener piernas tonificadas, tobillos largos y delgados, como un cervatillo. El tendón tiene que ser perfectamente visto y sobresalir, las pantorrillas deben ser ni muy delgadas ni muy gruesas. Hasta te podría jurar que si encuentro un par de piernas como esas le pediría matrimonio en ese mismo instante—le expliqué haciendo formas con mis manos y dejando salir toda la pasión que sentía en esos momentos.

—Vaya, y luego me dices que no te llame pervertido, como sea, te decía que saques un par del 7 de los zapatos que tienes en las manos.

—Voy, voy — a veces Sakura suele tratarme como a un empleado más, cuando aquí yo soy el director de diseño, pero es mejor evitar líos con ella.

Entro a la bodega y busco la talla que Sakura me pidió pero no encuentro nada, lo único que hallo es la talla 6. Salgo en busca de mi compañera y le comento que esa talla ya se nos acabó.

—Hmm, pero necesitamos urgentemente probar esos zapatos para comprobar si no existe ninguna falla y Hinata no está para probárselos, ella es la única en esta tienda que le quedarían esos zapatos…A menos que…—la mirada de Sakura se dirigió al chico nuevo que trabajaba con nosotros ya hace un par de meses—. A menos que Sasuke-kun se los pruebe.

Rápidamente fue en busca de Sasuke para jalonearlo contra su voluntad  molestando al chico en el proceso.

—Sasuke-kun, la otra vez me comentaste que calzabas del 6 ¡y pues necesito que te pruebes estos zapatos!—abrió la caja mostrándole los zapatos rojos.

—Me niego—fue su única respuesta para luego girarse y seguir con su labor.

—Pero Sasuke-kun si no lo hacemos ahora, mañana puede ser muy tarde—. Que dramática, pensé — Es una orden de trabajo, si no lo haces te descontaré del sueldo de hoy—vi como Sasuke solo suspiro no teniendo más remedio que acatar las órdenes de su jefa. Como sea, esos dos siempre se andan peleando, volví a mis tareas sin inmiscuirme más en esa plática.

— ¡KYAAAAAAAAH! ¡Sasuke-kun te ves adorable! —joder que voz tan chillona tiene esa mujer. Volví a dirigir mi vista hacia ellos dos y lo que vi se quedara grabado por siempre en mi memoria.

Sasuke estaba de pie con los hermosos tacones rojos puestos, sus piernas se tambaleaban de lado a lado tratando de mantener el equilibrio para no caerse, rápidamente me recordó a cuando un cervatillo bebé trataba de caminar por primera vez. La cara de Sasuke estaba roja por la vergüenza, pero en lo único que me fijé es en sus piernas. Oh dios sus piernas. Justo como las había soñado, las que había buscado toda mi vida estaban frente a mis ojos, encajadas en esos zapatos rojos que se convirtieron en mi delirio. Sasuke ya había agarrado el tino y se movía con una naturalidad digna de un modelo de esas revistas de moda. De vez en cuando se tambaleaba un poco, pero eso solo hacía que se vea más lindo y caliente.

No pude evitar que mis sucios pensamientos volaran más allá y me imagine a un Sasuke con un vestido chino apretado que resaltaba su figura, pero sobretodo sus esbeltas y largas piernas. Maldición, desde cuando él, Naruto Uzumaki amante de las mujeres de pechos grandes y piernas bellas, se ponía cachondo con un chico y que ese chico sea Sasuke. Me encontraba tan inmerso en mi mente que no escuche cuando Sakura me llamaba, hasta que sentí un golpe en mi cabeza.

— ¡Naruto, por décima vez consecutiva, deja de estar en las nubes y aterriza! ¿Qué dices, a que no se le ven bien, eh?

—S-si, Sasuke se te ven muy bien pero creo que ya es hora de que te los quites antes de que entren los clientes.

Sin más que decir, Sasuke se los quitó de inmediato y toda la tienda comenzó con su tarea respectiva.

En la hora del almuerzo yo no podía dejar de pensar en las hermosas piernas de Sasuke, si bien yo nunca me había fijado en un hombre, Sasuke me resulta un chico demasiado atractivo, no sé porque nunca lo noté hasta ahora. Entablamos conversación de vez en cuando, pero para mí era un poco difícil acercarme a él, dado que su personalidad era de alguien tranquilo, callado y muy serio. Debido a mis constantes esfuerzos, logré que nos hiciéramos amigos, no tan cercanos, pero amigos. Aunque sin duda alguna, cualquier chica o chico estarían encantados de besar esa boquita tan suave que se carga ¡Mierda! Ya estoy pensando en estupideces de nuevo. Termino mi almuerzo, aunque no comí nada, y vuelvo al trabajo.

Al día siguiente, mis ojeras resaltan en mi cara y estaba más pálido que una hoja. Obviamente no había podido dormir casi nada, y todo por andar pensando en Sasuke y sus piernas.

—Naruto, estas hecho mierda viejo—reclamó Shikamaru que es mi mejor amigo y el segundo superior al mando.

—Lo se Shika, pero es que mi mente se enfocaba en otras cosas

—Es debido al Uchiha verdad—dijo como si eso fuera de todos los días

— ¡Callate Shikamaru! Te pueden escuchar… ¿Cómo lo supiste? —dije asustado.

—Pues ayer estabas todo idiota mirando al Uchiha, por poco y ya se te caía la baba—dijo burlándose de mí. Lleve mis manos para frotarlas en mi rostro en señal de frustración.

—Sabes que, mejor me voy a trabajar—y sin dar lugar a  respuesta me fui totalmente avergonzado. Vamos que no creí que fuera tan obvio, ya no se puede tener fantasías en paz, que mundo tan cruel.

 

Lo que me temía pasó, estuve todo el día sin poder desviar mi mirada de Sasuke, cada vez que se ponía enfrente de mí, las imágenes del día anterior llegaban a mi cabeza  y sentía como mi corazón latía con fuerza. Fue un largo y agotador día, pero finalmente terminé y es hora de irme a casa. Todos ya se habían ido, así que asumí que esta noche me tocaría cerrar la tienda a mí. Cogí las llaves de mi auto y de la tienda para ya irme, hasta que vi a Sasuke parado en un taburete mientras terminaba por acomodar los nuevos diseños llegados hoy. Vaya suerte que me cargo, pensé al ver que solo éramos los únicos en la tienda. Mmm como que desde esta perspectiva Sasuke tiene un buen culo. ¡No! ¡Agh! Lo mejor será que le diga que ya voy a cerrar e irme rápido de aquí, antes que cometa alguna tontería.

Al parecer dios me odia o algo por el estilo o simplemente yo era alguien que cuida de los demás. Entre mis brazos tenia a Sasuke que casi cae por culpa de que el taburete se había volteado. No tenía puesta una chaqueta, por lo que en mis manos pude sentir la suavidad de sus brazos ¿se sentirán de esa misma forma sus piernas? Al darme cuenta de lo que pensé, le solté como si quemara.

—L-lo siento, no quise, es decir ¡Ah! Ya voy a cerrar, ya puedes irte Sasuke y ten más cuidado la próxima vez—dije mirando al piso, seguramente debí quedar como un idiota al trabarme. Al no escuchar respuesta lo vi solo para encontrarme con su rostro agachado, sus mechones negros tapaban sus ojos pero era inevitable no darme cuenta del ligero sonrojo que tintaban sus mejillas.

 —Gracias Naruto. —fue su simple respuesta.

—No es nada, cualquier persona lo hubiese hecho—hice un ademan con la mano quitándole importancia al asunto. Después de todo nunca lo había visto de esa manera ¿en donde quedó el chico serio y callado? ¿seguro estoy hablando con el mismo Sasuke? ¡Bah! Como si existieran dos como él en el mundo. Sasuke ya iba por sus cosas para irse pero no sé por qué mi bocota piensa por si sola y se movía sin mi permiso diciéndole que  si quería cenar conmigo esta noche. Sasuke no dijo nada y solo asintió.

Por alguna razón, quería que Sasuke vuelva a probarse esos zapatos, quería volver a ver a mi perdición pero seguramente Sasuke no acepte ni loco mi propuesta. Aun así quise atreverme, después de todo a veces pienso con la cabeza de abajo.

 

Mientras comíamos en el restaurante, aclaré mi garganta y se lo dije fuerte y claro.

—Sasuke sé que te va a parecer raro lo que te voy a decir, pero en serio no aguanto más. Y pues también es por asuntos del trabajo —mentí —. Quiero que te vuelvas a poner os tacones que tenías ayer.

—Ok—fue su simple respuesta. Vale, eso no me lo esperaba, no me imaginé que cedería tan rápido. Es decir, pensé que tal vez me mandaría a la mierda o que me tiraría el plato de tallarines a la cara. Ay Sasuke, Sasuke que cajita de sorpresas me saliste.

— ¿Aceptas así sin más?

—No creas que no me di cuenta como me mirabas, sentía que por un momento era desnudado —. Además dices que es un asunto del trabajo así que por qué no.

Mi cara se coloreo como un tomate ante lo dicho. A la próxima tendré que ser menos obvio.

Salimos del restaurante y nos dirigimos a la boutique, no podía creer que mi sueño pervertido se hacía realidad, y tan rápido, seguramente ya estoy en el cielo.

Sasuke se sentó en una pequeña silla esperando a que yo le traiga los tacones. Un poco nervioso, le entregue la caja y se los puso.

—Ponte de pie—fue mi orden clara y precisa. El chico solo obedeció y caminó hacia mí, pero pisó mal y se dobló el pie. Por poco y se fractura su hermoso tobillo, por lo que mejor hice que se sentara.

Mis manos tomaron una de sus piernas y no podía creer la suavidad que podía sentir, era incluso más suave que sus brazos. La piel blanca hacia un juego perfecto con el color rojo intenso de los zapatos, la palabra sensualidad estaba escrita en sus piernas. Froté un poco su tobillo tratando de menguar el dolor. Sasuke solo me veía embobado desde arriba y yo puse mis labios en su pie, subía poco a poco hasta llegar al límite que sus pantalones me dejaban. No me perdía ni un segundo de dicha piel, con mis manos acariciaba sus pantorrillas notando como el perfecto grosor de estas me encendían cada vez más.

Sin desatender a su otra pierna, le hice lo mismo que a la anterior y yo solo escuchaba como pequeños suspiros salían de la boca de Sasuke. No me pude resistir a lamer y morder, quizás luego me sentiré culpable y arrepentido pero por el momento solo quiero disfrutar de las piernas de mis sueños. Ya hacía rato que me puse duro, con la mano que atendía a la pierna derecha abrí el zipper de mi pantalón para sacar mi erecto miembro. Mientras me masturbaba acariciaba, besaba, mordía y lamia su pierna izquierda, me pregunto cómo se sentirá masajear sus muslos, o como se sentirá sentirlo en mi regazo lástima que no pude y tampoco me atreví a hacerlo, no quería asustar a Sasuke. Así que solo me conformé con, de vez en cuando, posar mi mirada en los estrechos pantalones que llevaba puestos, que me otorgaban una exquisita vista de sus muslos no tan delgados pero tampoco tan gruesos.

Seguí con mi faena hasta venirme sin pensar un poco en si Sasuke estaba igual que yo o no, lo único que me importaba en esos momentos es dar atención a sus piernas, nada más. Cuando terminamos miré mi reloj y vi que ya eran las doce de la noche, mañana tenía que madrugar. Me arregle los pantalones y le pedí disculpas a Sasuke. Bese su frente y me fui lo más rápido que pude de la tienda, dejándolo solo sin mirar atrás ni un instante.

 

Pov Sasuke

 

La alarma suena de manera estruendosa, levanto y la apago para empezar un nuevo día. Me quedo un rato sentado en mi cama recordando lo que paso anoche. No me avergüenzo, pero si siento rechazo de parte de Naruto. No era ningún secreto para mí que me había enamorado de mi jefe. Yo nunca antes me había fijado en nadie, ninguna persona era de mi interés, si bien muchas mujeres y hombres constantemente se me declaraban yo nunca les hice el mínimo caso.

A mí me gusta poner las cosas bajo mi control y me divertí bastante al enterarme que Naruto estaba tan ensimismado con mis piernas, por eso no me negué a su petición, de lo contrario le hubiera dejado sin un diente. Quiero pensar que, aprovechándome de la situación y fetichismo de Naruto, pueda llegar a que su corazón me pertenezca, por muy femenino que eso suene. Despues de todo, Sasuke Uchiha siempre obtiene lo que quiere.

 

 El camino de mi casa al trabajo no es mucho, por lo que hoy he llegado más temprano de lo normal pero Naruto ya está dentro. Al chocar nuestras miradas noto como desvía la suya, y eso me hace pensar que esta incomodo con mi presencia. Rápidamente se repone y aclara su garganta.

—Sasuke necesito que vayas a la bodega y ordenes por talla estos últimos diseños que han llegado—dice alto y claro sin titubeos. Yo solo asiento.

Antes de irme me acerco peligrosamente hacia él, pegando mi cuerpo contra el suyo y siento como este se tensa. Sonreí de manera burlesca y susurro en su oído.

— ¿No me diga que le pongo nervioso jefe? Tal vez y este muriendo por hacerme lo que hizo ayer con mis piernas —hablo con un tono sensual que no utilice nunca con nadie antes, me hacía sentir raro pero si yo no doy el paso, seguramente él tampoco lo hará.

Para mi decepción el solo me aleja con brusquedad y me regaña diciéndome que esas cosas no se hacen en horas del trabajo. Ahora solo veo su ancha espalda alejándose lo más rápido.

Yo sé que para Naruto no le soy totalmente indiferente, pude sentir cuando me acerqué como su corazón latía frenéticamente, no creo que una persona a la que le gustes tenga esas reacciones para contigo.

Siento como mi celular suena y al mirar la pantalla leo un mensaje de Karin diciéndome que mañana por la mañana el maestro de contabilidad entregaría los formatos para el proyecto. Suspiro pesadamente, el último año universitario siempre es el más difícil, pero debo esforzarme si quiero que mi padre se enorgullezca de mí.

 

La noche se hace presente y nuevamente Naruto y yo estamos solos en la tienda. No quiero desaprovechar esta oportunidad.

Mi mirada esta fija en la nuca de Naruto y sé que él puede sentirla y sin embargo, me ignora. Todo este día me ha evitado e ignorado por completo.

—Oiga jefe—pronuncié bajo pero lo suficientemente fuerte para que me escuche—quiero compensarle la invitación de anoche, hoy he decidido que esta vez usted coma en mi casa.

—Uhm no creo que se prudente después de que ya sabes…lo que pasó anoche…

—No hay problema, todo ha quedado olvidado.

Salimos de la tienda rumbo a mi casa y ninguno de los dos entabló conversación en el camino.

Cuando llegamos nos quitamos los zapatos para dejarlos en la entrada, le dije que se pusiera cómodo mientras yo iba a la cocina y preparaba la cena. No es que quiera presumir pero he recibido halagos de lo perfecta que es mi comida y estoy seguro que a Naruto le encantará.

Comemos en silencio hasta que por primera vez en la noche Naruto rompe el hilo del silencio nos que nos envolvía.

—Agradezco que me hayas invitado y por eso quiero aprovechar para disculparme por lo de anoche. Solo que…no era yo, perdí el control. Lo siento de nuevo.

—Te dije que todo ya se quedó en el pasado, pero disculpa aceptada. —de nuevo el silencio reinó en la habitación.

— ¿Quieres…—respiré profundamente para sacar valor de lo que voy a decir—quisieras quedarte a dormir esta noche?

Naruto miró su reloj y suspiró, ya era muy noche y para mi suerte, él no había traído ese día su auto. Con un asentimiento de su parte recogí los platos para lavarlos. Fui a mi habitación para entregarle algo de ropa que le pueda quedar. Volví a la sala y le dije que podía entrar a darse una ducha, la ropa limpia estaba doblada sobre un mueble.

Mientras que Naruto se bañaba yo alistaba dos futones. Lo vi salir del baño esperando que solo lleve puesta una toalla alrededor de su cintura, lastimosamente se había llevado el pijama consigo y ya estaba con este puesto.

Me duché rápidamente y me acosté junto a él, separados por unos centímetros, cada uno en su respectivo futon. Claramente ambos no podíamos dormir, ya a oscuras solamente la luz de la luna traspasaba la ventana.

—Gracias por la comida, te quedó deliciosa —dijo Naruto.

—Hm, lo sé —dije de manera altiva y sé que pudo notarlo por su risita.

—A veces eres muy orgulloso, ¿sabes? —no respondí a su crítica, así que siguió hablando. —la luna se ve hermosa esta noche ¿no crees? —apuntó con su dedo a la ventana y yo dirigí mi mirada hacia esta.

Era cierto, hoy estaba reluciente y en su forma perfecta de un círculo. Las estrellas la acompañaban dejándome una vista exquisita.

—Me recuerda a la noche que mi abuelo murió—su voz bajó un tono—. Él fue quien me inculcó en este mundo maravilloso de zapatos. Sus creaciones fueron las más famosas y vendidas por generaciones, hoy en día ya nadie se acuerda de él.

No sabía por qué me estaba confesando algo tan íntimo, quizás y su confianza en mí estaba creciendo. Lo cual agradezco.

—Recuerdo cuando era un niño mi mamá compraba de esas revistas de modelos y yo las agarraba porque siempre en ellas habían artículos completos de Jiraiya-sama. Me gustaba su sección y me decía que cuando creciera seria como él. Aunque no lo creas Jiraiya-sama es un ejemplo a seguir para mí y estoy seguro que en donde esté, estaría muy orgulloso de ti —confesé con mi mirada en el techo.

Oí como el futon era deslizado y sentí como unas grandes manos me rodeaban. Gire mi cabeza solo para encontrarme cabellos rubios que lograron picar mi nariz.

—No sé lo que hago Sasuke pero déjame permanecer así un momento ¿vale? —sentí su respiración en mi cuello y no me negué, ni tampoco lo alejé. Sabia por parte de Sakura que el tema de su abuelo era algo delicado.

Ante esta situación quería sentir lo que sentí la vez pasada, como Naruto perdía el control y lograba someterme. Sin perder más tiempo, di un pequeño lengüetazo a su oreja invitándole a llegar a más.

Su cuerpo se sacudió y sin darme cuenta ya estaba bajo suyo con las manos fuertemente sostenidas por las suyas de lado de mi cabeza.

—Eres peligroso Sasuke, muy peligroso. Seduciéndome, tentándome así como así ¿Qué pretendes, acaso quieres volverme loco?—colocó su rostro en mi cuello aspirando fuerte, para luego besarlo y dejándome un chupetón. Gemí bajo ante su acto y creo que eso lo volvió aún más loco.

Sus manos liberaron mis muñecas para posarse en mi cintura. Levantaba mi camisa hasta dejar mi pecho desnudo, su boca dejó mi cuello para aferrarse a mis pezones, succionaba de cada lado para dejarlos rojos e hinchados. Hasta este punto mi respiración se había pesada y jadeante, yo solo acariciaba sus mechones dorados dulcemente. Mis pantalones fueron bajados de inmediato y su vista estaba fija en mis piernas.

—Eres hermoso Sasuke—fue lo único que dijo para luego sentir sus cálidas manos recorrer mis muslos fervientemente, luego pasó por mis rodillas hasta terminar en mis pies.

Naruto agarró una de mis piernas y beso mi pie con dulzura, recorrió su boca por todo el largo hasta llegar a mi entrepierna, sus besos me hacían cosquillas y quería sentir más, pero tuve una idea. Me levanté y ahora bajo mi cuerpo esta Naruto, cuando iba a reclamar puse mi dedo índice en su boca para que se calle mientras yo hacía lo mío.

Mis manos se colocaron en su miembro, lo sentí duro como una roca y parecía que iba a explotar. Logre sacarlo de sus confines ya que no llevaba ropa interior. Di unas pequeñas lamidas, como lo haría un gatito probando su leche por primera vez. Mi lengua ya recorría toda su extensión y Naruto soltó un largo gemido. Mi boca abandonó su pene para acomodarme con mis piernas en su dirección. Naruto al no sentir la calidez rodeándolo, abrió sus ojos solo para encontrarse con una vista que casi hizo que se viniera.

Logre tomar con mis pies su miembro para masturbarlo, estoy seguro que Naruto está demasiado caliente por lo que ve, puedo sentirlo en su pene que estaba ardiendo.

—Ah…Sasuke…si me haces eso me voy a venir rápido.

Yo solo sonreí burlonamente y acelere mis movimientos lo que más pude. Naruto se corrió con un gemido y manchó mis pies con su semen.

—Yo, ah, lo siento Sasuke, te advertí que…

—Lo disfruté también Naruto—le corté antes de que pudiera seguir hablando.

Ambos estábamos cansados, por lo que nos dormimos rápidamente en el mismo futon.

Los pájaros cantaban, la luz se colaba por las ventanas y calentaban a los dos cuerpos echados en la cama.

Pov Naruto

Abrí mis ojos de manera paulatina cuando sentí que abrazaba a alguien con fuerza. Ante mí se hallaban el par perfecto de piernas, ¿estoy en un sueño acaso? Las acaricio un poco y todos los recuerdos vienen a mi mente. Sasuke era un chico por demás atrevido, bien dicen que los más calladitos son los que peores cosas guardan.

Me levanté sin despertar al pequeño ángel y me desvestí dejando la ropa de Sasuke bien doblada en el suelo. Salí sin despedirme, que cobarde soy, otra vez lo estoy dejando solo. Despeino mis cabellos y procuro no pensar en ello en lo que resta del día

No me quiero enamorar, y menos de un chico. Aclaro que, yo no soy gay, siempre estuve con las chicas más bonitas desde la secundaria hasta mis últimos años universitarios. Pero tenía que venir Sasuke y ponerme todo mi mundo de cabeza. Además, todas mis relaciones pasadas nunca fueron cosa seria para mí, en conclusión nunca me he enamorado ¿acaso esta sería la primera vez? Quiero creer que no. Los pocos momentos que he logrado con Sasuke han sido más significativos que con mis anteriores novias. No tengo muy claro que es lo que Sasuke piensa de mí, o lo que siente. Si bien en el aspecto sexual es transparente conmigo, sus sentimientos no puedo descifrarlos.

No quiero que un viejo como yo le trunque la vida a un chico tan joven como lo es Sasuke, es decir, hablo de que él está en plena edad en donde puede comerse al mundo entero, puede salir con jóvenes de su edad, acabar su carrera con honores. Tener un título y emprender su negocio. En fin, tengo que hablar con él y dejar las cosas claras, para mí, no es más que un niño que no sabe lo que quiere.

Al llegar a la tienda fui en busca de Sasuke pero no lo encontré, fui a preguntarle a Sakura pero me dijo que el chico había pedido permiso por asuntos escolares. Como sea, cuando llegase hablare con él.

El reloj ya daban las dos de la tarde cuando Sasuke apareció tras la puerta.

—Sakura me dijo que me buscabas ¿Qué necesitas?

—Quisiera que pudiéramos hablar de lo que está pasando entre nosotros.

—Oh, pues vale.

— ¿Es lo único que dirás?

—Tengo entendido que probablemente quieres que esta relación difusa termine y que te sientes culpable ¿o me equivoco?

Sus palabras solo hicieron que ninguna salga de mi boca, tal vez no debí subestimarlo.

—Como veo que no respondes entonces debo asumir que lo que dije es correcto, pero no me importa —suspiró—. Escucha Naruto realmente no quiero que pienses que estoy jugando contigo, realmente me gustas; quiero decir, desde que entré a trabajar aquí no he dejado de mirarte, parecías ser alguien muy sonriente y atento. Sobre todo en lo que respecta a tu afición por los zapatos, créeme que te admiro y esto no lo dijera si en verdad no lo sintiera de verdad, así que aprecia mi confesión, idiota. Y sé que puede parecerte muy rápido pero, en verdad por primera vez, siento que mis sentimientos son sinceros.

Y otra vez está molesta sensación corroe mi cuerpo. Me acerco a él y le doy un fuerte abrazo, ninguna de mis citas anteriores me había dicho tales palabras, porque como dije, solo eran simples acostones. Ya no quiero pensar en qué pueda pasar mañana, creo que solo me dejaré llevar por lo que siento esta vez.

—No sé lo que tramas Sasuke pero no sé si yo puedo darte lo que quieres. No quiero que sufras por mi culpa

—Sufriré más si no correspondas a mis sentimientos.

Me separé un tanto de su cuerpo y agarré su rostro con mis manos para acercarlo y plantarle un tímido beso el cual se fue tornando más íntimo e intenso. Nuestras lenguas se entrelazaron e hicieron una danza sensual.

—Tengamos sexo.

Casi me ahogo con mi saliva, encima de que no podía respirar correctamente por la pasión del beso.

—Pero que dices Sasuke. No, no y no, eres un niño yo no puedo hacerte eso.

— ¡No soy un niño! Tengo 22 y tú 30 la diferencia es mínima. —con un suspiro me alejé de él y le di la espalda.

—Eso tienes que hacerlo con tu pareja, con alguien a quien ames profundamente. No puedes venir y decírselo a cualquiera.

—Pero tú no eres cualquiera, me gustas. Además yo quiero que seas mi pareja. Si yo no te gustara entonces no me hubieras besado, las parejas hacen eso. —su mirada era acusadora.

—Lo voy a pensar—besé su frente y me alejé de él.

 

 

Mientras tipiaba en mi laptop, me llegó un correo de la empresa. Lo abrí y leí el mensaje, me quedé pálido ante lo que decía: Estimado Sr. Uzumaki le informamos que nos gustaría trabajar con usted en la sucursal KURO el 10 de mayo. Por lo que le pedimos que se transfiera cuanto antes. Gracias.

Desde que entré a trabajar en esa sucursal ha sido toda una travesía, el primer día solo fui un simple empleado encargado de las bodegas. Conforme pasó el tiempo me convertí en el gerente principal, todos estaban bajo mi mando y claro que, yo quería crecer más y más hasta poder llegar a ser como mi abuelo. Es un hecho que, cuanto más deseas algo, más se cumple. Esta podría ser la única oportunidad que me otorga la vida para lograr llegar tan alto.

Sin embargo, había un pero y ese pero se llamaba Uchiha Sasuke. Tal vez él lo entienda y así me libero de estos sentimientos. Fui a hablar con mi superior Tsunade que me contaba que dicha sucursal KURO era nueva en el área, pero que estaba ligada a nuestra empresa, simplemente el jefe de aquella ya tenía sus ojos puestos en mí y había evaluado mi desempeño, por lo que obviamente  quiere que dirija la tienda junto a él.

Quizás y esto sea una señal del destino gritándome que Sasuke y yo no teníamos un futuro juntos, que nuestros caminos separados sería más beneficioso para ambos.

La empresa entera se enteró de mi ascenso, por lo que organizaron una comida para celebrarlo.

— ¡Felicidades Naruto! Estoy segura que te irá muy bien allá, después de todo has trabajado duro estos últimos años—fue lo que dijo Sakura con una copa de vino en sus manos.

—Naruto-kun felicidades—exclamó Hinata.

—Es increíble que el más vago del salón sea ahora el segundo jefe de la empresa más famosa de Konoha, lo lograste viejo—dijo Kiba tomando un trago de su cerveza.

—Muchas gracias chicos, si no fuera por ustedes no lo hubiera logrado—dije un poco apenado de tantas felicitaciones

—Y que lo digas—Sakura soltó un sollozo fingido—te vamos a extrañar tenlo por seguro, en especial cierta persona ¿No es así Hinata? —codeó a la chica sacándole un sobresalto.

—S-si—se puso roja como tomate.

Negue con la cabeza y me serví mas vino. Mis ojos se dirigieron a la única persona que no soltó ni una sola palabra en toda la velada. Sasuke no me miraba, no miraba nadie, sus ojos estaban enfocados en su comida todo el tiempo, parecía triste. Quise ir con él pero Kiba me sentó de nuevo y me sirvió más vino. Otra vez será una larga noche…

 

Maldicion, ese maldito de Kiba por poco y hace que me embriague. Con un ligero mareo cierro las puertas de la tienda y al girarme me topo con Sasuke, su mirada lucia recriminatoria, parecía que explotaría y lloraría en cualquier momento.

—Felicidades por tu ascenso Naruto, tus superiores se dieron cuenta cuan duro has trabajado y te lo mereces.

—Gracias Sasuke me divertí mucho contigo, estoy seguro que vas a encontrar a la persona que te haga feliz, pero esa no soy yo. No quiero atarte a un futuro conmigo, eres joven tienes una vida por delante. Piensa en tu sueños ¿acaso no querías satisfacer a tu padre?

— ¡No lo entiendes! Nunca lo has entendido. Yo quiero seguir saliendo contigo, me siento bien a tu lado, sé que no debería estar diciendo esto pero no quiero callar. Toda mi vida he ocultado quien soy a mi familia, a mis amigos, y ahora apareces tú; un dobe con paja en el cerebro que escapa así sin más. —sus manos formaron puños y dijo algo que me dejó paralizado —. Te quiero… no quiero alejarme de ti…

— Escucha Sasuke, yo… no me entiendo, estoy confundido, no sé si a quien quiero es a ti o simplemente me gustas por tus piernas. —Eso fue realmente desagradable pero antes de que me golpeara recalqué —. Yo también me la paso muy bien contigo, créeme que sacas a relucir cosas que no sentía.

—Entonces…que es lo que te impide estar conmigo…—iba a responderle pero solo estampó su boca con la mía. Sé que esto era una despedida, no un adiós como tal, sino un hasta luego. Sasuke me superará y se hallará a alguien que valga la pena más que yo.

Me dejé llevar por el momento y me aferré más a su cuerpo. Solo una última vez. La ultima. Lo siento Sasuke pero la vida no nos quiere juntos, no en ésta al menos.

Creo que… esta decisión fue la correcta…

Continuara...

Notas finales:

Gracias por leer, recuerden dejar su review si les gustó. Nos leemos en el proximo capitulo ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).