Drácula siguió el rastro de sangre, su olfato agudo lo llevó en el ocaso, oculto de los rayos caecientes del sol por las copas espesas d elos árboles, las criaturas le huían, pero el vampiro sólo tenía un objetivo, seguir el rastro de sangre hacia la criatura guiado por su olfato. Éste lo llevó hacia la orilla del lago, cuando la luna ya estaba alta y el sol oculto.
No había nada ni nadie en especial, luciérnagas, sapos, pequeños pececillos saltando al agua, pero nada más allá de lo inusual, ninguno de ellos parecía ser del tipod e criatura que tragara seres vivos y los destripara para arrojarlos a su patio. Parecían ser... mas bien las víctimas de "eso"
Decidió hacer la guardia, al menos esa noche, estaba decidido a encontrar al causante. Se reposó en la rama de un árbol, tendido con la cabeza hacia el suelo, como todo uno de su especie, cerró los ojos y concentró sus sentidos en el exterior, aún percibía el olor a pescado debajo del lago. Un pescado herido. La bestia venía del agua. Pero Drácula no sabía nadar, no con ese cuerpo alado.
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La verdad duele
--Ya no quiero hablar de eso contigo, Laicos, seguiré buscando a toda costa, no por ustedes, ustedes pueden desaparecer tan facilmete con el amanecer... es por mí, por mi orgullo, no le concederé el capricho a esa bruja de no enamorarme.
--Drácula, entiende que el amor no se consigue con una receta ni obligando a alguien a amarte, lo que tú has conseguido son esclavos del amor, seres enjaulados a seguir tus órdenes y caprichos, pero hasta ahora ninguno tiene ni la más mínima intensión de hacer algo por su propia voluntad, sino porque tú se los ordenas.
-- Eso era al principio cuando...
--¿cuando matabas a tus víctimas poruqe no querían besarte?-- interfiere rietzo -- Se te pasó la mano, colega, ni siquiera y yo me comporto tan sanguinario como tú con ellos.
-- ¡se lo merecían! No querían darme ni siquiera la oportunidad de conocerme.
--Ah... con que eres un despechado eh... -- ensambla Rietzo en tono de burla-- eso te hace igual que la bruja que te maldijo, despechada.
--¡No entiendes, Rietzo!, sólo quiero un oportunidad de que alguien se enamore de mí para...
--¿para salvarnos a todos y salvarte a ti mismo? -- completa Traum -- es ahí donde comienzan tus problemas, eres un egoísta, la prueba no era que "alguien" se enamorara de "ti" sino que "tú" te enamoraras de "alguien" pero tu corazón está tan vacío que hizo un hoyo negro y se tragó tu cerebro, por lo que jamás pudiste entenderlo. Por eso fracasas siempre.
--No soy el único egoísta, Traum -- le dice con enfado -- por algo tú tampoco dejas de contaminarte con la agonía de tus víctimas. Tu egoísmo te llevó a penar lo que eres ahora. Si tan solo te hubieras entregado al dolor antes de morir en vez de vender tu alma, no estarías tragándote la agonía de las personas en estos momentos.
--Traum hace una mueca de dolor y luego mira a Drácula -- siempre haces eso, te ciegas ante la verdad con otro ataque a quien sólo intenta ayudarte. Pero ya te queda poco, seré el último en ver cómo tu mirada oscura pierde vitalidad y abandona tu cuerpo para desintegrarse, sentiré tu agonía más que tú mismo antes de desaparecer, porque tu terquedad no te deja amar a otro ser vivo. -- dice con voz ronca y Traum abandona la habitación.
--Rietzo s se acerca a Drácula y sube los hombros en desaprobación, negando debilmente -- caíste muy bajo.
--Rietzo tú no tienes nada qué decirme, has atormentado humanos de las formas más horrendas, ¿quién podría enamorarse de ti? ¿a quién podrías amar si disfrutas torturando humanos?
--lo mira con lástima y sonríe negando con la cabeza -- has estado sumido tanto en ti mismo que te pierdes lo que es importante. --
--Laicos se acerca a Rietzo por la espalda y le besa el cuello hasta que Rietzo voltea y le corresponde con un beso en los labios, frente a la mirada atónita de Drácula. -- No te queda mucho tiempo, Drac... o abres tu corazón y lo matas para siempre con dignidad. -- salen tomados de la mano, Rietzo y Laicos. Un vampiro torturador de humanos y el otro ofrecedor de esperanzas a cambio de algo de sangre. Curiosa combinación.
Pero... ¿qué le quedaba a él, a Drácula?
¿Debería dejarse desaparecer él y todos los demás vampiros? Su presencia en ése mundo ya no era imprescindible y tampoco sentía nada de estar ahí, estresado con el tiempo encima para desaparecer. Pero sólo era eso, estrés, saber que sus días de pena ya tendrían un fin.
La maldición
Se había acostumbrado a la eternidad, a no tener plazo para hacer de las suyas, pero al mismo tiempo ya no sentía nada estando en ese mundo. Por eso veía una jugosa y aliviante salida en el desaparecer, lo único que lo aferraba a la posibilidad de sobrevivir no era vivir en sí, sino el orgullo de ganarle y llevarle la contra a la bruja que lo maldijo, para demostrarle que estaba equivocada cuando le dijo...
--Nadie será capaz de amarte más de lo que te amo yo, nadie te amará por tanto tiempo como te he amado yo, y te vas acordar de mí cada vez que cualquier criatura te rechace. Y cada criatura que te rechace tendrá la virtud de la muerte en tus manos, o del suicidio en las mías en caso de que tú la ames y ella no te ame a ti... el rechazo la llevará a la locura y se suicidará para jamás verte, esas muertes que no te importan te atormentarán cada día, cada hora... hasta que encuentres el amor mutuo... sólo así podrás salvarte...
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Encontró al responsable. Un tritón joven, hermoso, de cabello castaño con destellos dorados, ojos esmeralda, orejas con aleta de pez, su cuerpo era escualido pero tenía hermosas curvas con una estrecha cintura y una ensanchada cola a partir de la cadera, el color esmeralda destellaba en cada ocaso, para Drácula era su parte favorita del día proque con los últimos rayos del sol podía ver cómo las escamas brillaban mezclandose con la luz de la noche, aún bajo el agua. Una vez entrada la noche el triton le permitía verlo nadar de distintas formas sobre la superficie del lago, jugueteando, claramente exhibiéndose.
El primer encuentro...
Drácula esperó a ver si podía percatarse de la criatura responsable de las "ofrendas" (desperdicios) dejados en su patio. A las 12 de la media noche un triton se arrastró por la orilla del lago hacia unos arbustos y atrapó a lo que era una serpiente, Drácula que tenía los ojos cerrados los abrió, amarillos brillaron en la noche y se voló desde la rama en la que se encontraba a 90 grados desde su posición para encontrarse con el tritón, mismo asustado de no preveer ese movimiento soltó a su pobre víctima a medio devorar, con el cuello roído, la serpiente escapó a morir dentro de los arbustos y el tritón retrocedió con ayuda de sus codos, aún tenía manchas de sangre y el sabor a veneno en la boca, pero aún así llegó a la orilla del lago. Drácula le bloqueó el paso.
--Tú, lamento interrumpir tu cena, pero es hora de la mía, eres una criatura apetitosa para cenar -- Drácula muestra sus filosos colmillos.
--El tritón para poder huir le dio un aletazo con su cola y con ello lo distrajo de su vista para poder morderle una de sus piernas, el veneno de la víbora aun se había quedado en la saliva del tritón así que hizo su efecto doloroso en el vampiro, el suficiente tiempo para escapar al interior del lago.
...la siguiente vez Drácula logró capturarlo. --¡Espera! ¡Escucha, no quiero lastimarte! -- sí sí, sonaba muy falso viniendo de él -- Tengo algunas preguntas que hacerte. -- después de unos minutos forcejeando con él, intentando calmarlo con fuerza y atándolo a un árbol se plantó delante de él, erguido, como Drácula solía ser -- Esto... -- le deja caer su morral anteriormente dejado en su patio. -- ¿sabes de quién es? -- se acerca a él casi rozando la naríz con la del tritón, éste último se voltéa hacia otro lado. Drácula olisquea su cuello y el tritón se retuerce y le muestra los colmillos y dientes serrados. Drácula se aleja y le patea su antiguo morral y llavero mismo que cae sobre la base de la cola del tritón -- Huele a ti, es tuyo, lo dejaste en mi patio la otra vez junto con algo de sangre -- dice echándole un vistazo a todo su cuerpo buscando el sitio de la herida de donde pudiera haber sangrado con la anterior trampa -- Vero que sanas rápido -- Dice al no encontrar nada. -- Si quieres que te libere "vivo" tendrás que responder algunas cosas.
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El comienzo de la verdadera historia de amor, Drácula sólo necesitaba darse una oportunidad no para amar... para sentir siquiera algo... y no solamente recibir...