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Osito Cariñosito. por Cry Black

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Notas del fanfic:

Lo creé originalmente dirigido a quienes leyeron mis tres fics del Dark fest, pero es para todos con mucho cariño.

Notas del capitulo:

Es Fluff, moderno, se me ocurrió en una madrugada, y ahora lo traspaso aquí.

Cada niño pequeño tiene una caricatura especial, esa que lo obliga a levantarse aunque sean las cinco de la mañana, ahora con el extenso doblaje, subtitulaje, internacionalización y modernidad, no importaba el idioma de los programas, se podía ver prácticamente cualquiera.

Cada lunes, el niño de la familia Jiāng, se levantaba muy temprano, con solo cuatro años era listo, él quería ver a los Ositos Cariñositos, no se perdía el capítulo semanal, en el kínder trataba luego de dibujarlos, su mochila tenía estampado de ellos, tenía hasta cereal de la caricatura.

Sus hermanos de seis y nueve años, se volvían locos cada lunes, sus piecitos corrían escaleras abajo después de subir a sillas para prender toda luz en la casa, después prendía la televisión, subiendo casi todo el volumen, despertando a la familia con el intro de Ositos Cariñositos.

En las tardes de ese día, Chéng cantaba la canción antes y después de la comida, su papá estaba fastidiado, pero su esposa le daba miradas asesinas para no hacer sentir mal al bodoque.

A los seis años, aunque la serie se había terminado, la repetían, él ya no subía tanto el volumen ni corría, pero no dejaba de verla, aprendiéndose diálogos de tanto que ponía atención, como si fuera la primera vez que los veía.

A los ocho años se interesó por otras caricaturas, a los diez parecía no recordar a los Ositos Cariñositos, le daba pena hablar de ello, su familia supuso que estando cerca de la pubertad, olvidaría todo.

Cumplió doce, dieciséis, dieciocho, el Chéng universitario no era ni la sombra del chiquillo correlón alegre, peleando con su hermano, perdiendo algo de contacto con su hermana, teniendo un solo amigo, los dos se juntaban para jugar vídeo juegos, tomar té, hacer tareas, no hablaban mucho, así se sentía muy cómodo.

Jiāng Chéng era un hombre, no se le veía nada tierno, alguna vez su madre comentó que antes era muy lindo y que quién sabe qué le pasó.

No es que dejara de sentir u odiara a aquellos lindos ositos, hay algo que perduró, algo que jamás se iría, la razón de haber amado largo tiempo esos dibujos animados, era por los sentimientos sinceros, la unión, el amor.

Nunca sintió un cariño grande y especial ni de su madre ni de su padre, no los culpaba tampoco, pudo notar al crecer, que ellos eran así y no iban a cambiar, así que no valía la pena desgastarse.

En la adolescencia conoció bandas de rock, la onda emo, algo de literatura pesada, le llamaban las emociones complicadas, deprimentes, leía historias lúgubres.

La etapa terminó, se graduó después de los veinte, siendo un adulto normal, funcional, activo con la sociedad.

Pero seguía queriendo lo que le faltó antes, pensando que debía escucharse bastante estúpido.

...

Con un trabajo estable, un par de perritos chihuahua, pequeño jardín, hermosa casa de dos pisos, sentía su vida completa, obligándose a ignorar un vacío continuo que no se quitaba con nada.

Sus padres llamaron un día a su puerta, estaban por mudarse al campo, idea de los dos, en búsqueda de más calma y armonía, fueron a dejarle viejas pertenencias en una caja y su nueva dirección, siendo breve la visita pues aún debían ir a casa de YanLi y de WuXian.

Agradecido, los despidió educadamente, botando la caja en el sofá, logró distinguir su Osito Cariñosito de la infancia, la nostalgia lo invadió, sacándolo de inmediato para estrujarlo como si volviera a tener cuatro años.

Ya que su adorado peluche se encontraba limpio, decidió colocarlo en una repisa libre en la sala, así podría verlo diariamente y quizá sentirse más alegre.

...

Todos los días, Chéng observaba unos segundos al oso antes de irse al trabajo, se desempeñaba perfectamente, soñando con un jugoso ascenso.

Los meses pasaron, se le cumplió el anhelo, entonces...¿por qué seguía sintiendo que le faltaba algo?, era exitoso en lo que hacía, seguía manteniendo contacto con su amigo de facultad, HuaiSang, le tomaba fotos a Bomboncito y Amorcito, sus perritos hermosos a los que vestía en celebraciones para hacer sesiones más interesantes.

Cansado y frustrado llegó un día, había invitaciones en su buzón y una carta, una invitación era para reunión de colegas, otra para la boda de su hermano, y la carta de su hermana, con fotografías de su primer bebé.

Fue entonces que todo conectó, quería compañía, un amor, por más que se hiciera el frío y solitario, tener a alguien con quien charlar un poco, comer, abrazar o mínimo tomarle la mano.

"Mi hermana está casada y formó una familia, mi hermano está a punto de casarse, probablemente mis ex compañeros se han casado ya...".

Se palmeó la cara, exceptuando condescendientes interacciones laborales y agradecimientos a los de recolección de basura, no congeniaba con alguien, se veía muriendo solo, con sus perritos llorándole.

Tiró los sobre después, abrazando a su peluche, arrastrando los pies hacia el cuarto, no tenía hambre, no quería hacer nada, era fin de semana, podría dormirse y ya.

...

Despertó tarde el sábado, un poco despeinado, sus perros durmiendo en la alfombra a lado de su cama, aún abrazaba al osito.

Con mucha flojera se levantó, hizo algunos estiramientos, pensando si comer waffles o huevo, quizá un licuado, o cereal, no lo sabía.

Tras un larguísimo bostezo, tallándose un ojo, caminó al baño, no podía ser que siguiera vistiendo el uniforme de la empresa, qué horror.

Ya aseado, fresco, más despierto, portando un short negro y una sudadera morada, bajó para cocinar pancakes, tenía tiempo sin comerlos, la sola idea le mejoró el día.

Con música de la radio, su peluche nuevamente en la repisa, muchos pancakes hechos como si vivieran varias personas ahí, preparó café, cuando alguien interrumpió su buen comienzo tocando un par de veces el portón.

¿Quién demonios toca una dulce mañana de sábado?
"Subnormal", fue lo que pensó, malhumorado se hizo el cabello hacia atrás, tomó las llaves y fue a abrir, esperando asustar a esa persona para que lo dejara comer en paz.

Ahí, frente al portón, con un par de camionetas de mudanza atrás, estaba un hombre alto, mayor que él, ojos como el cielo, sonrisa más cálida que el sol, sedoso cabello castaño...¿¡con una camisa negra de tirantes de estampado en medio de un Osito Cariñosito!?

—Buenos días, soy su nuevo vecino, me he mudado en frente, es el único que me ha abierto, ¿cómo está?

Su voz lo derritió por dentro, haciendo que todo se le olvidara, después, sus perritos comenzaron a ladrar fuerte, se querían salir, él los regañó.
—¡Ya les dije!, ¡afuera no hay comida y la gente los va a pisar! —Con miedo, sus mascotas se regresaron a la casa, corriendo hasta esconderse debajo de su cama, Chéng ardió de coraje, y también por el bellísimo pedazo de humano todavía sonriendo frente a su casa. 
—Y tú, naturalmente nadie ha abierto, es sábado en la mañana, acabas de interrumpir mi desayuno...—Molesto, confundido, torció los labios, luego prosiguió, interrumpiendo cualquier excusa o disculpa que el otro planeaba darle. —Qué inconsciente de tu parte, mudarte tan temprano en fin de semana, seguramente no has comido, no tengo otra opción que invitarte.

—¿En serio?, ah a pesar de ser enérgico, eres muy amable, mucho gusto, soy Lan Huan.
—Sólo hago lo correcto, no te emociones, soy Jiāng WanYín, pasa.

Adentro, el apuesto caballero del dulce estampado notó dos cosas, la casa huele exquisito, por ende, su vecino cocina como los dioses, y dos, tiene un peluche original clásico de Los Ositos Cariñositos.

—WanYín, también tienes uno, tú realmente tienes un corazón tan bonito como tu rostro.

"¡Ah, cállate!", estaba muerto de pena, ¿¡cómo ese hombre puede ser tan desvergonzado para decirle eso a segundos de conocerlo!?
"¡Indecente, sinvergüenza!".

Oh claro, como si Chéng no hubiera escaneado cada centímetro del nuevo vecino segundos atrás, qué hipócrita.

—Tú... ¿podrías callarte y venir a comer conmigo?
—Sí, muchas gracias.

Y así, después de tantos años, al joven WanYín se le cumplió ser amado por un Osito Cariñosito real, uno que le resultó inquieto, directo, precioso y único, su vida estaba completa.

 

Notas finales:

Recuerden, soy Zidian1313 en wtt, aquí estoy pasando todo mi material de MDZS.


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