8.
Maria casi se atraganta con el pedazo de manzana que estaba comiendo cuando su hijo le mando un mensaje, donde le pedía permiso para salir con un amigo por un helado; De inmediato su mente le gritó un obvio no.
Si, Tony había sido el mayor afectado con el accidente, pero a ella también le afecto de sobremanera que su hijo estuviera en un lugar ajeno, sin saber que le podían hacer. Era algo que no se supera nunca como padre, incluso cuando había ido hacer las compras con su retoño le apretaba la mano con fuerza hasta que volvían al carro.
Suspiro frotándose los ojos y intentando aclarar su mente, Tony quería volver a tener una vida normal como la de cualquier adolescente a su edad y mejor aún, quería superar todas aquellas malas circunstancias—Que no habían sido pocas y avanzar; Incluso gracias a la ayuda de Strange tenían una lista de carreras universitarias que le gustaría estudiar a Tony, cosa que hace un par de mese había sido imposible de lograr.
Se preparo mentalmente unos segundos antes de darle un afirmativo a su hijo, con la condición que le dijera donde iba, y que la llamará para ir a buscarlo, porque ni loca lo dejaría volver solo por las calles tan tarde siendo lo que había sido.
Mientras que Tony al ver la aceptación de su madre, sin mucho problema, se alivio por una parte, pero por otra tenia miedo de eso, ¿Tenia sentido aquello?, quería ir con Peter, pero al mismo tiempo solo quería irse a su casa y tomar una siesta; Se ajusto la mochila al salir, mientras un alegre Peter parloteaba de todo y de nada, eso lo relajo un poco.
Peter no estaba haciendo un escandalo de eso, ni estaba ansioso o nervioso, solo emocionado por ir por ahí con un amigo y sabía que el chico tenía más amigos, por lo que una salida a tomar helado (o lo que fueran a comer) era algo sumamente normal.
Salieron del instituto y por unos minutos Tony no pudo respirar, sentía la boca seca y le temblaban las manos, la gente a su alrededor le asfixiaba, su mente se lleno de miedo, solo pensaba en lo fácil que podía ser dañarlo, lo fácil que sería...
Peter lo miro y vio en la cara del castaño el miedo y la ansiedad salir por sus poros, ambos se detuvieron en la cuadra, Tony apenas podía respirar, sentía que su corazón iba a salir de su pecho de tan rápido que iba y le dio miedo tener un ataque de pánico en medio de la acera, en públicos, que era incontrolable, pero no menos desagradable.
—estas bien?—Le pregunto alarmado Peter, asustado de lo que le pasaba al castaño, intento acercarse, pero Tony se alejo encorvándose en si mismo, abrazándose para protegerse de algo que no sabía, recordó la charla del día anterior recordando los pasos que le indico la subdirectora si Tony se desmayaba: Debía asegurarse de que no se golpeara cuando cayera, después chequear su pulso, desabrochar cinturón o botones demasiado apretados, llamar a emergencias si era necesario (no sabía cuando sería necesario honestamente, para el desmayarse ya era algo serio).
Cuando recobrara la conciencia debía preguntarle cosas básicas como: ¿Qué día es hoy?, ¿Dónde estas?, ¿Recuerdas algo?; Intento no entrar en pánico y mas bien tranquilizarlo, hablo suave y bajo repitiendo la pregunta otra vez, sin acercarse tanto.
—Si...No, yo...—Balbuceo conteniendo las lagrimas, gimoteo impotente.
Okey Tony, respira, estas bien, estas con Peter y nada malo te va a pasa, se dijo a si mismo, inhalando y exhalando con los ojos cerrados intentando calmarse, logrando disipar algo de la neblina que lo había cegado.
—Esta bien, volvamos al instituto—Le dijo Peter, con tranquilidad, pero ¿Honestamente? estaba muerto de miedo, prefería estar cerca de gente que si pudiera ayudar a Tony o mínimo en un lugar más tranquilo para no alterarlo mas.
Tony se levantó, aun se veía temeroso y ansioso, pero tenía tantas ganas de ir con Peter se mordió el labio y rasco sus manos mucho mas fuerte que lo normal, pero sin rasgar la piel.
—Por favor, quiero...ir—dijo tímidamente, sabía que era estúpido decir eso cuando él se había parado en medio de la calle, casi teniendo un ataque.
Peter no se negó y ambos caminaron en silencio con lentitud, Peter iba mirando a su amigo en caso de tener que parar de nuevo o pedir ayuda, mas no fue así y lograron de alguna manera llegar hasta la cafetería donde trabajaba la tía de Peter.
May justo estaba descansando sentada detrás de la vitrina principal, estaba tomando algo de te y veía su celular sin mucho interés; Al verla los ojos de Peter brillaron de alegría y amor, adoraba a su tía con todo su ser, ya que ella fue quién se encargó de él cuando sus madre murieron (incluso su tío murió hace algunos años), era su única familia y la que siempre lo apoyaba.
Peter siempre vivió una vida sin muchos lujos, por lo que tuvo que trabajar muy duro para entrar al instituto más prestigiosos gracias a una beca y aún así, decidió ayudar a su tía los días que pudiera.
—Tía May—chilló Peter estrellando su cuerpo contra el de la mayor, quien reaccionó algo sorprendida, pero feliz de ver a su sobrino favorito.
Al ver detrás de su casi hijo vio a un chico asustado de cabello castaño, sus dientes tintineaba de una forma graciosa y se pregunto si tendría frío.
—Tienes frío?, quieres café?—Le preguntó amablemente a Tony, quien retrocedió con miedo, mirando a Peter por ayuda. Este le sonrió y le dijo todo esta bien en un susurró.
—Sii..Por favor—susurró, para luego ser guiado por Peter a una mesa desierta y así sentarse a conversar, bueno más bien Parker hablaba y Tony escuchaba con atención.
La tía le trajo dona de todos los colores a Tony (no sabía como la mujer había adivinado su golosina favorita, más no alegaría) y a Peter un helado de vainilla con galletas que iba trozando y poniendo sobre este.