2.
Tony miró por los alrededores, constituía de varias hectáreas llenas de arboles, bancas y mesas alrededor del pateo, al entrar vio un edificio viejo de color grisáceo algo despintado, al adentrarse vio a una mujer de mediana edad retar a los alumnos que iban pasando.
Se rascó el brazo sin darse cuenta antes de dirigirse hasta la mujer, para preguntarle por su salón, esa mañana le tocaba Álgebra 2 a primera hora y si era sincero F-004 no era una gran descripción de donde estaba el salón, reviso una vez más su celular donde tenía una foto de su horario antes de plantarse frente a la señora.
—Mm..buenos días, soy Anthony Stark, soy nuevo y nnh...no se donde esta el salón F-004—Tartamudeo de forma penosa, ella le sonrió amablemente, asintiendo a sus palabras.
—Ah si, no te preocupes yo soy la subdirectora Hill, te llevaré personalmente y aprovecharé a hablar con tu profesor, si?—Le preguntó con una voz demasiado dulce que hizo a Tony levantar las cejas, ¿Era normal que la subdirectora lo llevará a una clase?, esto le olía mal.
Se dirigieron por un largo pasillo con pisos de mármol que tenían unos singulares puntitos grabados que llamaron la atención de Tony, quien los iba pisando con diversión.
Al llegar la rubia fue la primera en pasar, hablando con quién iba a ser su maestro de Álgebra, al verlo vio una cara de piedra y una expresión de aburrimiento, Hill le hizo un gesto para que pasará, por suerte solo algunos niños estaban dispersos por el salón.
—Este es Anthony Stark, indicale donde se sentará y integralo un poco Señor Ross—Le dijo la rubia, antes de irse por donde vino, dejando sólo a Tony.
—Ven sientate aquí y no necesitas presentarte, puedes ir al baño sin levantar la mano, sólo por favor intenta no interrumpir la clase—Aprensivo lo llevo hasta uno de los primeros asientos, Tony dejo su mochila detrás de la silla, algo nervioso, se rasco la palma de la mano mirando a los chicos a su alrededor sintiéndose algo fuera de lugar.
La clase comenzó y varios chicos llegaron, más ninguno se sentó a su lado e incluso comenzaron a murmurar mirándolo o eso creía él; Stark intento prestar atención a lo que decía el profesor, pero los murmullos lo tenían al borde del colapso mental y se dijo a sí mismo que no debía ser tan paranoico y pensar que hablaban de él.
Cuando unos minutos después la puerta fue abierta estrepitosamente y un chico algo desaliñado con algo de pasta de diente en las mejillas y la corbata movida llegó, el profesor paró la clase para mirarlo acusadoramente.
—Señor Parker, de nuevo llegando tarde, espero no se haga una costumbre—dijo Ross con las cejas alzadas dejando al menor entrar a la sala, el chico paso rapidamente con las mejillas rojas de vergüenza y murmurando algo entre dientes, varios de sus compañeros se rieron del menor.
Este se sentó al lado de Tony, quién se impacto un poco, el menor lo miró con una sonrisa gigante que era demasiado adorable, casi como un cachorrito.
"Eres nuevo? ;)" Le pregunto en un papelito arrugado que le dejo en la punta de la mesa, cosa que lo hizo reír un poco, Tony miró al profesor quién no le prestaba la menor atención y decidió responderle al niñito.
"Algo así" respondió dejándole el papel en la mesa como lo había hecho con anterioridad Peter, se permitió sentirse más cómodo y menos tenso luego de la llegada de Peter, respiró un par de veces repitiéndose que estaba bien.
"Entonces bienvenido, soy Peter, quieres almorzar conmigo?, por favor :c" Otro papelito le fue enviado y se río entre dientes, al leerlo se acomodo en su asiento, rascando sus manos otra vez.
¿Por qué no?, pensó, no conocía a nadie y necesitaba un amigo, además Peter parecía amable o ¿Quizas era su cara tan linda?, no sabía sólo contesto que si, como fuera el podía con un almuerzo.
Corrección él no podía con un almuerzo, palideció al encontrarse un casino llenó de gente, la cual gritaba, corría y jugueteaba, eran tantas mesas que no podía ver el final y oh cielos no, tenía una oh-tan-enorme fila para comprar el almuerzo; Sin embargo Peter se veía tan emocionado arrastrándolo de aquí para allá, hablando de dios sabe que cosa y buscando a sus otros amigos.
Tony casi hace un berrinche al ver como la mesa que habían elegido los amigos de Parker estaba cerca de un basurero, pero bueno, al parecer no quedaba más lugar y él no podía quejarse.
A pesar de que estaba temblando fue hasta la larga fila esperando, una de las cosas que más odiaba, sus orejas punzaban por los ruidos tan ensordecedores y en ese momento se cuestionó porque no le había hecho caso a su madre de quedarse en casa.
La ansiedad acompañaron los minutos que tuvo que esperar y tuvo que escuchar parlotear a Peter, cuando fue su turno sólo podía balbucear de los nervios, la mujer lo miraba con desgana mientras varias personas detrás suyo lo abucheaban.
Se salió corriendo de la puerta, directo a algún baño cercano, se escondió en uno de los tantos compartimientos regulando su respiración agitada y algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas por la impotencia—Solo era pedir una maldita comida, se sentía tan inútil y estúpido, antes él no hubiese dudo de responder o hacer amigos, tenía varios en New York.
Parecía estúpido teniendo miedo de hablar con una persona, estaba llenó de culpa y remordimiento por salir de esa forma de la cafetería y haber dejado solo a Peter, quién siempre fue amable.
Se secó las lágrimas con papel y rasco sus brazos con saña, ya quería irse a casa, allí todo era tranquilo y calmado, además podría tomar una larga siesta para olvidar todo y dejarse llevar por sus sueños.
Una persona entró llamado su nombre y supo que era Parker.
—Estoy bien—Le dijo por detrás de la puerta, su voz sonaba rasposa y rota,—Vete, porfavor, quiero estar solo—dijo llorando despacio.