Restregué mi cien invocando toda la paciencia que perdí al ser revivido en el puñetero pozo de Lázaro, exhale con fuerza, deje caer mi cabeza en el asiento del sofá, cerré los ojos tratando de ignorar los ladridos del perro en encerrado en la cosina.
- ¿Desde cuando? -murmure.
- Hace ya un tiempo -gruñí por lo bajo.
- Esto está mal -restregué mi cara con mis manos joder ¿En qué me metí?
- No cambia lo que siento -gruñí y lo mire, grave error, hay estaba, medio sentado en el piso completamente desnudo apenas si tapaba un poco su intimidad, su piel canela brillante con más de una marca rojiza aquí y allá, su cabello revuelto labios hinchados y recién follado el demonio luce de lo más sensual ¿Me preguntó si sabe que es una distracción a los sentidos?
- El pozo te dejo mal si crees estar enamorado de mi -desvié la mirada acomodando mi pantalón.
- Thsk se muy bien lo que siento Todd -bufe.
- Lo dudo demonio, ni siquiera nos llevamos tan bien, tratamos de matarnos cuando nos conocimos ¿Cuál es la puñetera razón para estar enamorado de mi?
- Me entiendes -le mire -tu… me entiendes, no me miras como un potencial peligro para el mundo.
- Dick te mira así ¿Por qué no te enamoras de él?
- Me cubres -desvié la mirada -me tienes paciencia a un que sabemos que no tienes mucha, nunca me has echado de alguna de tus casas de seguridad a un que me cuelo sin permiso -suspire jalando mi cabello.
- No soy el mejor partido Damián ¡Joder! Hasta alíen junior sería mejor partido que yo ¿Por qué yo?
- No lo sé, solo se que eres tú -cerré los ojos.
¿Por qué a mí? Este día no puede empeorar, recapitulando.
Me folle al hijo de Batman.
No me arrepiento de eso a pesar de que seguro me arranquen las bolas ante el descaro, fue el mejor polvo que eh tenido hasta ahora el problema es el siguiente.
El demonio… Damian está enamorado de mi.
¡De mi!
El puñetero Red Hood.
La oveja negra de la familia.
El peor partido para lo que una relación estable sugiere, el peor enserio, ni siquiera estoy seguro de que realmente ve Damian en mi joder nada de lo que dijo tiene sentido.
¿Qué lo entiendo? Joder si por que los dos tuvimos un infancia de mierda, una madre que nos llevó a la muerte y una resurrección, pero hasta hay.
Un encaprichamiento, eso tiene que ser ¿Pero llegar tan lejos por un capricho? una cosa es que diga que “me gustas” y otra es que dejara que le diera como una máquina de coser.
Abrí los ojos para ver al demonio que, de manera temblorosa trataba de levantarse del suelo.
Me relamo ante la vista de mi semilla bajando por sus muslos, no puedo negar que me atrae el demonio, si, no puedo negarlo, es jodidamente ardiente como para echar más de un polvo, tiene un cuerpo que sería la envidia de cualquier stripper, según mi perspectiva, pero…
Me levanté de golpe cuando note sus piernas fallar y lo sostuve antes de que se dieron contra el piso, hasta yo me sorprendí del gesto, no me quedo más que suspirar.
- Bien -acaricie su espalda -intentémoslo.
- ¿Qué?
- Intentémoslo, eso de salir y otras mamadas, intentémoslo.
- Thsk No tienes que hacerlo por lastima Todd -lo sujete con fuerza cuando quiso empujarme.
- No es lastima engendro, intentémoslo, pero después no te quejes cuando salgas decepcionado -el demonio hizo su usual sonido de molestia y luego me dio una mirada de desdén.
- Bien intentémoslo -rodé los ojos.
- Pss maldita demonio orgulloso.
- ¿¡Que has dicho Todd!? -gruño y alzó la barbilla en una mirada altiva que no tarde en descomponer reclamando sus labios en un fogoso beso que el demonio no tarde en corresponder hasta terminar tembloroso entre mis brazos.
- Yo que tú no discutiría en tu situación -para remarcar mis palabras lleve mi mano a su trasero desnudo y luego deslice mis dedos por su entrada húmeda por mi semilla.
- Ahh -volví a besarlo esta vez cargándolo y él no dudo el rodearme con sus piernas, me encendí masajeando su entrada y escuchando los gemidos que soltaba sin parar.
- ¿Quién diría que serías tan escandaloso?
- Thsk C…Cállate Todd Ahh -sonreí con burla mientras tomaba una de sus manos y dirigía a mi pantalón.
- Espero que estés preparado por que voy a joderte toda la noche, agradecerás que no tenga vecinos de lo fuerte que te are gritar -gimoteo -pero antes -le di un profundo beso que lo dejo desorientado -di que volverás a la mansión -unos segundos de aturdimiento y…
- No no lo are -frunció firmemente el ceño empujándome de modo débil, negué.
- Vamos es parte del trato -sonreí cuando grito ya que lo tome por sorpresa cuando rose con mis dedos su próstata -debes entender que B también puede estar con alguien además, Alfred se pondrá triste si te vas.
- ¡Bien! ¡Ah! B...bien bien -jadeo, bese su frente.
- Buen chico -¿Quién diría que esta es la mejor forma de manipular al demonio? Debí intentarlo mucho antes.
Desabroché nuevamente mi pantalón mientras llevaba al demonio contra una pared, creo que en el camino pise un gato pero me vale madres, dirigí mi miembro a su apretada y deliciosa entrada.
- E…espera -le mire -quíta…quítate la ropa -sonreí para clavarme en el de una profunda embestida que lo hizo arquear contra la pared, lance mi chaqueta al piso y me quite la camisa que siguió el mismo camino, rápidamente me deshice de mis botas, agarre a Damian del trasero balanceándolo suavemente en mi miembro mientras caminaba a la habitación-J...Jason -cerré la puerta y lo deje en la cama para luego quitarme el pantalón a medio caer con la ropa interior y las medias, lo contemple desde arriba y le abrí las piernas, bendita flexibilidad que se gasta el demonio -Jason -joder, como me prende que diga mi nombre, le mire y con un gesto pedía que lo besara lo que no dude en hacer mientras volvía a arremeter contra su entrada -ahhhhhh ah ah ha ah -chupe sus labios bebiendo sus gemidos mientras me desenfundaba lentamente de su interior y volvía a enterrarme contra su cuerpo que se abría para recibirme.
- ¿Volverás… a correrte -mordisquee su cuello -sin que te toque?
Acelere mis embestidas para no darle oportunidad de responder con más que balbuceos o gemidos, podría hacerme adicto a esto, adicto a Damian, a su olor, a su sabor, a su voz, una adicción tan peligrosa como mortal.
Alce una de sus piernas llegando más profundo, sentí como sus calientes paredes internas se comprimían como chupándome para no dejarme salir, el demonio no podía juntar sus labios ya que los sonidos de gozo no paraba de salir de ellos, lamí su hombro y a pesar de los Miles de chupetones que ya tiene no pude evitar querer dejar uno más permanente así que clave mis dientes hasta sentir el sabor de su sangre.
El demonio no se quejo es más pareció gustarle por como grito y me apretó de forma deliciosa para luego llegar al orgasmo, saliendo y entrando siendo masajeado por los espasmos de su caliente cavidad me corrí profundo en su cuerpo llenándolo nuevamente de mi semilla, a este paso lo rellenare como pavo para navidad y la idea me resulta agradable, llenarlo tanto de mi semen que no pueda sacarlo.
- 'a…'ana 'ahbik -bese suavemente sus labios -T…te amo -maldición.
- Damián yo…
- Callate… Todd -negué ante su obstinado orgullo pero no pude evitar las ganas de consolarlo, principalmente besar las lágrimas traicioneras que escapaban de sus brillantes ojos verde jade.
No dije nada, no puedo decir nada para consolarlo todo sería una mierda, ¿Quién diría que el engendro del mal sería un ser sensible?
Le di suaves caricias a su cadera, no puedo responderle con las mismas palabras, sería mentira y el lo sabe, para mí esto es más carnal que esas mamadas sentimentales, acaricie su cabello y bese todo su rostro, mi corazón, que creí seco, se estrujaba ante la intensidad de su mirada, casi puedo creer que realmente me quiere y eso me hace sentir mal, yo no puedo querer de esa manera.
A la mañana siguiente entre abrí los ojos, trate de estirarme pero un peso sobre mi pecho lo impidió, sobre mi Damian dormía profundamente completamente desnudo, suspiré ¿Y ahora que? Estoy metido hasta el cuello, en definitiva estoy jodido, empezar una “relación” con el demonio ¿Realmente es buena idea?
Joder si B se entera todos querrán mis bolas en bandeja de plata, lo sensato hubiera sido no colocar ni un dedo sobre la cría de murciélago.
Bueno ya sabemos que no soy sensato.
A la mierda con todo, me dará un jaqueca si trato de pensar en lo que me metí oh donde me metí.
Acaricie suavemente la piel de sus hombros y espalda con algunas cicatrices pero sobre su piel de un delicioso tono canela más resaltaban los chupetones hechos por mi, no había que ir muy lejos para encontrar chupetones por aquí y por allá, no creo que haya alguna parte de su cuerpo sin ellos, me asegure de eso, a un que realmente no soy de dejar marcas me fui inevitable, nunca paro de gemir y suspirar tantos “Te amo” en el transcurso de la noche que casi empecé a acostumbrarme.
Mis pensamientos fueron interrumpido por los rasguños y ladridos en la puerta lo cual me lleva a ¿No encerré al pero en la cocina?
Mierda creo que pise al gato.
- Uhh -sentí al demonio removerse sobre mi, restregando su cara contra mi pecho y luego abrió los ojos mirándome unos segundos algo desorientado con su mirada jade para luego sonrojarse.
A un no me acostumbro a la idea que Damian pueda ser tímido y pasivo.
- Buenos días -murmuro tratando de usar su tono altivo y yo acaricie su cabello ¿Cómo no ser dulce con algo tan tierno?
- Buenos días demonio -cerro los ojos, al parecer le gustan las caricias, empezamos con algo.
Quizás esto no sea un completo desastre.
*Continuará*