Cuando me di cuenta que era muy mala idea pedirle un consejo a la loca necesitada de Grayson ya era MUY tarde, trate de escapar, enserio trate pero apenas logré salir de la mansión cuando volvió a la carga.
El interrogatorio al que me vi sometido estuvo al nivel de Harley Quinn, tuve que invocar toda mi paciencia y recordar que se lo debía a Damian como incentivo.
Igual termine amenazando a Dick con una bala en su enorme trasero para que se callara pero al menos lo intente.
- ¡Es que no lo puedo creer! ¡Mi hermanito enamorado! -hice una mueca pero no dije nada, rompería su corazón de pollo, está ya es la décimo novena vez que grita lo mismo y sus ojos relampaguean de una felicidad que me veo incapaz de apagar.
- Se útil o déjame en paz Dick.
- Necesito saber quién es -me suplico como por novena vez.
- No jodas -volvió a hacer la cara de perrito pateado pero eso ya no funciona conmigo -¿Me darás el consejo o tendré que ir a pedírselo al remplazo?
- Moo eres tan malo -hizo un mohín pero luego volvió a sonreír, esas sonrisas deslumbrantes y arrolladoras que dejan a todos babeando por el ¿Cómo el demonio no se enamoro de el? -primero mi querido babejay ¿Qué hiciste para necesitar el consejo de tu querido hermano mayor? -el desgraciado lo está disfrutando.
- Puede que no haya dado de mi parte en una cita, nuestra primera cita al parecer -Dick hizo además de que continuará, vieja chismosa -me quede dormido en la película y luego me fui por una llamada de los forajidos.
- ¿La dejaste al menos en su casa? -negué, Goldie me dio una patada -eres un idiota.
- Dime algo que no sepa -me quejé.
- Bien tienes que recompensar el tamaño de la ofensa mejorando lo que salió mal ¿Qué tal si la llevas a un restaurant?
- Demasiado público.
- Una serenata -visualizando llevar una serenata a la mansión… No gracias quiero vivir.
- No.
- Una fiesta sorpresa -la sorpresa sería yo en el hospital.
- Demasiado exagerado.
- Ir al circo -el demonio comenzaría una revolución para liberar a los animales.
- No.
- Ir a una feria -contemple la idea, no suena tan mal.
- Tal vez.
- Una cena romántica.
- Eso no suena, taaan mal.
- Una mesa con un mantel blanco… Todo a oscuras, velas como iluminación, ¡El suelo cubierto de pétalos de rosas! comida echa a mano todo perfectamente acomodado, un ramo de rosas con chocolate y…y
- Tierra llamando a Goldie -le palmee la mejilla -vuelve aquí te estás emocionando demasiado -refunfuñe.
- Oh Jay déjame ayudarte te aseguró que le encantará -hice una mueca ante su carita de cachorro, enserio está emocionado por esto, me siento mal por el, no estaría tan emocionada si supiera que me follo a su pollito.
- Puedo hacerlo solo, igual gracias por la idea la tomaré en cuenta.
- ¡Oh vamos Jaybird!
- No.
- ¡Quiero conocerla!
- Nop
- ¡Por favor!
- Nel
- Uhm -hizo un mohín, enserio ¿Qué edad cree que tiene? -¿Al menos me dirías si la conozco?
- Bien -me lo saque de encima -Si.
- ¡Lo sabía! ¿Es Bárbara? ¿Artemisa? -fui retrocediendo mientras iba enumerando a todas las chicas que conoce -¿Kara? ¿Zatanna? -me subí en mi moto.
- ¿Estas seguro de que es una chica? Podría ser un chico como también no -arranque.
- ¡JAY!
****
Decidí proceder de la siguiente manera, primero llevaría al demonio a una feria a las afueras de Gotham en un terreno neutral donde no nos reconocerían y estaríamos fuera del radar del murciélago, la decoración estará lista para nuestro regreso, tuve que investigar sobre recetas vegetarianas para la cena y buscar un lugar donde hacer la cena que el engendro no conozca, descarte todos mis escondites y casas de seguridad y me vi forzado a buscar un nuevo lugar donde prepararlo y deje la cena lista solo para calentar a nuestro regreso, si todo sale bien.
Y tiene que salir bien, encerré a todo pandillero que se cruzó en mi camino, amenace mafias, apalee a villanos rumbo a Arkan.
Degustare el postre de la boca de mi tormento personal.
Me lance en el sofá, estoy molido ¿Quién diría que cocinar lleva tanto esfuerzo? Cada vez respeto más a Alfred.
Solo el conseguiría comidas nivel gourmet en una hora.
Bien ahora a llamar al engen…
Salte del sofá justo cuando una daga se incrusto donde estuvo mi trasero, desenfunde mis armas apuntando al sujeto que asesinaría de la manera más dolorosa posible por meterle conmigo justo hoy.
- ¿Demonio? -baje la guardia y como consecuencia no pude esquivar la patada que me dio de lleno en el estómago, cuando conseguí el aire perdido el demonio enfundado en su traje de Robin pero sin la mascara tenía su espada en mi cuello -¿Juego de roles?
- ¿Quién es Todd? -alce una ceja.
- ¿Quién?
- Thsk no te hagas el desentendido sabes de lo que hablo.
- Puedes creerme que no se a qué se debe tu violencia innecesaria -sus ojos verde jade rempalagearon con una combinación de furia y ¿Celos?
- Richard se ha pasado todo el almuerzo parloteando si cesar de como le habías pedido consejos para prepararle una sorpresa a la persona de la que estas… Thsk enamorado -gruño.
- Maldito bocón Grayson -al notar su momento de debilidad aproveché para quitarle la espada e inmovilizarlo de cara contra el piso llevándome un buen mordisco en el proceso.
- ¡SUÉLTAME TODD! -gruño y pataleo como un animal herido completamente listo para arrancarme un pedazo si lo dejaba.
- ¡Me refería a ti! -aproveche que dejó de luchas para soltarlo -maldición tendré que vacunarme contra la rabia -apreté la herida de su mordida.
- ¿Q…que dijiste?
- Me refería a ti, le pedí consejos al bocón de Grayson para darte la sorpresa a ti, así que mueve tu trasero y cámbiate -bufe y fui por el botiquín desinfectando y vendando mi muñeca, por esos dientes prefiero mantener mi pene lejos de su boca.
Me lance en el sofá esperando que el demonio salga del cuarto, si tarda más iré por el y lo sacaré sobre mi hombro como saco de papas, tendríamos que salir ahora para llegar a las seis para volver como a las nueve antes de que la comida le de oportunidad de querer joderme y dañarse.
Alce la mirada cuando la puerta del cuarto se abrió, el demonio salió mirando el suelo, aun lucia algo a la defensiva, se había cambiado por un suéter oscuro y un pantalón negro, pase por su lado espelucando su cabello y abriendo la puerta para el, paso a mi lado bufando.
Lo positivo de esto es que me ahorro la humillante petición seguro también explicación de por qué quiero que vallamos a una cita.
Abrí para el también la puerta del auto con una exagerada reverencia haciéndolo bufar pero al mismo tiempo dejó la postura de animal herido.
El camino fue silencioso, el demonio miraba por la ventana y yo solo me concentraba en conducir, no están incómodo, ninguno de los dos es bueno en esto de las citas así que no es raro que mejor nos quedemos calladitos.
- ¿A dónde vamos?
- ¿Dick no te lo dijo? -el demonio se sonrojo pero siseo y entorno los ojos haciendo su típico sonido de molestia.
- Cállate Todd -reí.
- Vamos a una feria enano.
Cuando llegamos el demonio quiso salir antes pero ya que lo veía venir la puerta estaba cerrada, volvió a bufar cuando la abrí para el.
- Sonríe un poco más engendro -bufo pero procedimos a entrar, no luce tan mal esta idea hasta ahora, hay juegos mecánicos que dan la sensación de vértigo sin siquiera subirte, puestos de dulces aquí y allá, juegos de asar y máquinas de adivinación, una casa de los sustos y…
- JAJAJA Vengan niños ¡Vengan! -hay un maldito payaso.
- Vamos para allá -señale el martillo.
- ¿Miedo Todd?
- Cállate enano.
Nos subimos en diferentes juegos, realmente pierden lo divertido cuando as saltado de un edificio en llamas y subido un kriptoniano pero no fue tan malo, salvó cuando alguien vomitaba hay si era abandonen el barco, le compré al demonio algodón de azúcar aun a pesar de sus refunfuñones de que era algo malo para la salud oh algo así pero se lo estaba comiendo y yo ocasionalmente le quitaba un poco ganándome un manotazo.
- ¿No que no querías?
- Thsk cállate Todd -reí.
Entramos a la casa de los sustos y salimos discretamente de ella cuando por accidente le di un tiro a un maniquí de payaso que calló del techo.
Accidentes que pasan.
Compramos palomitas y nos la fuimos comiendo mientras veíamos en que más subirnos, subimos en una montaña rusa que desafía la gravedad, está vez estuve cerca de regresar mi almuerzo.
- Patético Todd -bufo pero me daba palmaditas en la espalda mientras estaba inclinado sobre un cubo de basura.
- Cállate engendro uhg que me clavaste las uñas cuando dio esas vueltas y caídas libres.
- La máquina no tenía todas las normas se seguridad -bufe.
- Si es más seguro lanzarse de un edificio.
Sonreí cuando me fijé en una atracción a la que no nos habíamos su ido hasta ahora, en un gran cartel rosa “El tren del amor”
- Ven engendro -le jale del brazo mientras se frenaba con los pies.
- ¡No pienso entrar hay!
- Vamos es un simple paseo -reí.
- ¡Suéltame Todd!
- ¿Le temes a la oscuridad? -gruño.
- ¡Suéltame! -pataleo, carcajee y lo agarre de los brazos para luego besarlo, adentre mi lengua en su boca jugando con la suya mientras chupaba sus labios, cuando correspondió aproveché para mordisquear sus labios y su sabor, soltando sus labios para volver a atraparlos en un beso igual de profundo, cuando lo solté el demonio se encontraba jadeando y aturdido, con los labios de un delicioso color rojizo.
En definitiva no hay mejor manera de callarlo.
Empecé a considerar que fue mala idea cuando empecé a ver bebes en pañales fluorescente sobre nuestras cabezas junto con pétalos de flores de plástico cayendo, los pétalos brillantes cayendo en la oscuridad es un buen toque, el bebé da miedo.
- Thsk esto es una perdida de tiempo Todd -rezongo el demonio por quinta vez, le doy la razón pero jamás lo diré.
- Muy bien entonces podemos aprovecharlo para otras cosas.
- ¿Qué co… -calle al demonio adueñándome nuevamente de sus labios dándole besos largos y húmedos mientras lo acorralaba contra el asiento del vagón, repartí besos por su cuello mientras con mi mano desabrochaba su pantalón y bajaba su cierre para tener acceso a su entrepierna.
- T…Todd nos ah nos van a ver -gimoteo.
- Si te mantienes en silencio ni lo notarán -le sonreí besando por última vez sus labios hasta bajas a su entrepierna.
- ¡E…espero Toahhh! -aparte su ropa interior y introduje su miembro semierecto en mi boca -uhmm -lo chupe mientras no lo perdía de vista, como se retorcía y mordía su mano para mantenerse callado, como sus ojos se cristalizaban y sus mejillas se ruborizaban.
Deslice mi lengua por todo su falo degustando su sabor, chupe el glande saboreando las gotas saladas de su semen mientras iba adentrando en mi boca su miembro hasta la base y luego bajando y subiendo mientras lo chupaba y lamia, podría hacerle mucho más pero ante el espacio limitado y no poder quitarle toda la ropa me conformaría con chuparlo hasta que se corriera y por como se estremece y jala mi cabello no le falta mucho, acelere mis movimientos de va y ven y succiones hasta que el demonio se tenso y se corrió en mi boca, me trague su semen lamiendo los residuos que se escaparon con mi lengua.
- No fue una completa perdida de tiempo ¿No?
- Eres un… desgraciado -murmuro apenas y yo solo pude sonreír y besarlo nuevamente dándole a probar un poco de su sabor.
Le abroche el pantalón cuando el recorrido estuvo por terminar y salimos tomados del brazo, reí ante su mirada de reproche cuando notó que los demás vagones estaban vacíos, puede que haya pagado al tipo de los tickets para tener un paseo privado y intimidado a los pocos que están arriba.
No es mi culpa que no lo haya notado.
Seguimos esta vez por los puestos de tiro, apuestas y algunos con adivinas, preferiblemente nos mantenemos alejados de los últimos ya que algunas no son una farsa y entran en pánico cuando se dan cuenta que no deberíamos estar en este mundo.
Iba a fanfarronearle un poco al demonio en la juegos del tiro al blanco cuando el demonio se detuvo frente a un puesto.
- ¡Pasen! pasen si consiguen encajar los tres aros en los botellas azules ganarán este pequeño cerdo, a un es pequeño pero solo es engordar lo un poco y será un delicioso jamón.
Ya el tipo está muerto solo aviso.
Frene suavemente al demonio cuando note que iba listo para patear al sujeto que con un pequeño cerdito rosado que apenas si debía de estar dejando el ceno de su madre en su mano no dejaba de decir lo grande que sería y el buen tocino que sacarían, el hombre seguía echándole leña al fuego.
- ¿Qué tal si en vez de matar al hombre ganó para ti al tocino? -le susurré en el oído manteniendo una sonrisa para no alertar al tipo que estaba empezando a notar las ansias asecinas del demonio que se cruzo de brazos con el ceño fruncido, rodé los ojos ante su actuar dramático.
Se nota que es hijo de B.
Me acerque al hombre con el demonio a mis espaldas.
- Diez dólares dos intentos -alce una ceja, el tocino es caro, le pase el billete al hombre y él me dio tres aritos, ya descubrí el truco de esto, los aros no tienes el peso adecuado y un taño algo grande y las botellas de boca grande demasiado pegadas entre ellas.
Claro que solo lo hace complicado no imposible, soy Red Hodd fui pupilo de Batman, entrenado por la liga de los asecinos y lider de los Forajidos, si no puedo asestarle a las pinshes botellas besaré a Artemisa.
Me fijé en la primera botella azul de las tres entre las otras botellas traslúcidos, la lance y lo encaje.
- ¡Felicidades!
Lance la siguiente que también encajo.
- ¡Increíble! -volvió a gritar pero se le notaba el descontento.
Lance el siguiente que volvió a encajar, voltee para sonreírle al demonio que rodo los ojos.
- Felicitaciones simplemente increíble -el hombre me entrego al cerdo de mala gana y además brusca, el jamón está delgado, al demonio no le va a gustar -llevo toda una semana aquí y nadie había podido asestar las tres ni en el segundo intento ¿Cuál es su secreto?
- Puntería -camine hacia el demonio -eh aquí tu batjamon -reí cuando el demonio rodo los ojos en una expresión desdeñosa pero agarró al cerdo con cuidado y acunó en sus brazos -pasemos por un último puesto y luego nos vamos para que puedas revisar mejor el tocino.
- Hay que pasar por una farmacia cuando vallamos en camino, aun está amamantando -asentí acariciando la cabeza del cerdo que chupaba los dedos del demonio.
- Que suerte tienes tocino.
- Thsk deja de llamarlo así -reí, pasamos por un puesto de apunta y gana el premio, le di en cada disparo y tome el premio más grande que era un oso blanco gigante con moño verde y ojos azules -eso es trampa.
- Cállate y pásame al tocino esto es para ti -agarre al cerdo que chillo al no sentir la seguridad de los brazos del engendro pero logré sostenerlo como lo hacía el demonio y se calmo, luego le di el oso gigante, reí por como se veía sosteniéndolo -para que me recuerdes cuando duermas solo -el engendro frunció el ceño pero se sonrojo y acepto el regalo.
En el auto ropa suelta aquí y allá fue la cama del cerdo, el demonio iba es su teléfono investigando comidas para cerdos y su cuidado, bufe al verlo tan concentrado pero sonreí al verlo todavía con el oso en brazos, de camino compramos un biberón nivel ortopédico en una farmacia y leche en una tienda.
- ¿A dónde vamos Todd? -hablo el demonio cuando al fin noto que no iba hacia ninguna de las casas de seguridad conocidas, está realmente no es una casa segura, no me quedaría en ella después de una misión peligrosa, hasta tiene vecinos.
- La noche es joven -sonreí ante su expresión de molestia pero también de curiosidad, me estacioné frente a un edificio lo cual hizo al demonio mirarme con más insistencia baje del auto sin olvidar al cerdo el biberón y la leche, el no era parte del plan pero mientras se mantenga callado en un rincón no lo are jamón, el demonio lucía mas nervioso mientras subíamos en el ascensor y seguía mirando todo con curiosidad mientras abría la puerta.
- No sabía que tenías un apartamento.
- Esa era la idea -sonreí cuando miro el interior, en el medio de la sala se encontraba una mesa redonda con un mantel blanco el centro de mesa era un candelabro, rosas eran la decoración aquí y allá junto con velas aromáticas que a un estaban apagadas.
- ¿Q…?
- Siéntate mientras voy a la cocina -sorpresivamente dócil se sentó sin refunfuñar y yo me pire a la cocina.
Calenté las cosas lo más rápido que pude, le tibie la leche al cerdo y lo deje en unos trapos en el suelo de la cocina con el biberón lleno del cual bebió como si no hubiese mañana, el es un evento inesperado enserio ¿Quién pensó que regresaríamos con un cerdo?
Antes de irme con el demonio le llene nuevamente el tetero y lo deje.
- Espero que te guste -murmure cuando deje los platos en la mesa -no hay carne en nada -asintió de forma distraída.
- Tu… ¿Hiciste esto?
- Si así que es posible que esté envenenado pero te invito a probar -sonreí ante su primer bocado -listo solo te quedan cinco minutos de vida -rodo los ojos.
- No fastidies Todd.
Transcurrió el silencio, lo agradezco ya que hasta ahora note lo incómodo que resultaría esta idea, ni prendí las velas, creo que la cena “romántica” se hace de esta manera: se prepara todo y se llama luego a la otra persona, oh se deja afuera mientras se prepara todo, ¡Estos son detalles de los que debió advertirme Dick!
- No sabía que sabes cocinar.
- Seguí una receta y no resultó tan mal.
- Me gusta -sonrió y quedé brevemente embobado por la pequeña sonrisa que adornaba sus labios, quién diría que hasta el podría sonreír de una manera tan… dulce.
Después todo se aligeró, empezamos a conversar, el me contaba sobre su día en la escuela, en su mayoría nombraba al crío de Superman y a Dick, alguna pelea con el remplazo, como saco puntuación máximo en un examen, lo cual no me sorprende, como Titus atacó al remplazo cuando esté quiso entrar a su cuarto sin permiso, el intento de ordeñar se Dick que fue salvado de una aplastada segura por Supjunior.
Yo le conté sobre algunas misiones con los forajidos, como bizarro había arrancado un hidrante por que tenía sed, las bromas pesadas de Roy a Artemisa y la venganza de esta.
Cuando quise llegar más lejos y llevarlo ya al cuarto, el cerdo entro a la sala y no pude degustar al demonio a gusto, una insinuación de volverlo tocino y el demonio me miró mal.
El demonio me ayudó a lavar los trastes sucios, y no perdí oportunidad de molestarlo y besarlo un poco, casi puedo sentir el ambiente hogareño, si en los hogares normales fuera común tener un cerdo de mascota.
El demonio me dio un baño al cerdo, (el cerdo más mimado) le hizo una cama improvisada y apenas dejo al futuro tocino no dude en adueñarme de su boca reclamando mi postre.
Quizás había más emociones a flor de piel pero se sintió diferente, el demonio se aferraba a mí como si se le fuese la vida en ello y yo solo podía tomarlo de igual manera.
Note de forma alarmante que sus te amo ya no me incomodaron como antes.
Casi me veo respondiéndole igual.
Caer ante el demonio no están difícil como pensé, tiene su propio encanto único, ese algo que te atrae, te hipnotiza y doblega a su voluntad.
Quizás sean sus brillantes ojos jade que con una mirada te hacen perderte en ellos, su cuerpo del pecado en el cual solo quieres sumergirte sin tomar precauciones o esa bondad en su ser que oculta pero siempre sale a la luz solo hay que mirar como trata a sus mascotas, cada vez que conozco más cosas sobre este orgulloso engendro caigo un poco más por el.
No estoy seguro de que sea sano, quien sabe que parte de mi pierda por esto.
*Continuará*