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Todo comenzó con un resfriado. por Sencity

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Notas del capitulo:

Bueno aquí el nuevo capítulo, me disculpo por el retraso.

La semana pasada no tenía nada listo y además fui al campo y la señal era imaginaria, no había señal no había tiempo y pise mierda de vaca :v

Fue divertido pero no pude actualizar.

Pero volví, sinseramente pensé que no actualizaria está semana tampoco pero llegó algo de inspiración y alcance a terminar el cap.

Espero sea de su agrado.

Los personajes le pertenecen a sus respectivos creadores.

*Capitulo 8*

Llevo tres meses sin ver al demonio.

Diferentes sucesos, que esté Suecia en un bunquer abandonado bajo tierra y ocultándome de unos mercenarios tiene mucho que ver, ni siquiera pude avisarle antes de irme, era urgente, unos malnacidos tuvieron las pelotas suficientes como para secuestrar a Bizarro.

Estos resultaron ser unos científicos locos despedidos de Cadmus y unos mercenarios de poca monta pero con una gran piedra de Kriptonita azul, nos llevó un estresante y jodido mes dar con la ubicación de nuestro grandote.

¡Sabía que tenía que haberle puesto un rastreador! (Eso es muy Batman solo digo n.n’)

Y otro mes se gastó entre infiltrarnos, ubicarlo, asegurarnos de que estuviera vivo y poder sacarlo en una pieza.

Biz fue sometido a diferentes experimentos que por poco y no lo dejan en estado catonico y los desgraciados lo exponían constantemente a la Kriptonita azul así que sus heridas no sanaban rápido, llegamos justo a tiempo, si algo le hubiera pasado hubiésemos cazado a esos desgraciados como alimañas y no hubieran simplemente sido encerrados con una que otro hueso roto, los hubiéramos matado de una manera para nada piadoso, le gustará a la liga oh no.

Ahora nos encontramos todos ocultos de los psicópatas de esos científicos y sus mercenarios mientras tratamos de curar las heridas de Biz, Artemisa está histérica mientras yo trato de mantener la calma y asegurarme de que estamos ocultos, no sabemos los daños internos que puede tener el grandote que duerme como roca en una mesa metálica, necesitamos refuerzos aunque me duela en los cojones, seguimos en el territorio de esos malnacidos y no salimos tan bien parados de la fuga ya que además puede que hallamos incendiado y destruido todos los experimentos de clonación y demás que encontramos lo que nos costó mucho y tuvo una respuesta de lo más hostil, así que no creo que nos busquen para tomar el té, Artemisa sigue con el disfraz de científica y yo de guardia, apenas recuperamos nuestras armas y no son suficientes.

No nos quedó de otra que dar la alarma de socorro a la Liga de la justicia.

Dignidad por los suelos pero estamos preocupados por Biz que no se ha movido ni siquiera desde que lo sacamos de esa cámara criogénica, lo que nos mantiene tranquilos es que respira y ronca, jamás pensé estar tan feliz de escuchar los ronquidos del grandote a un que estemos en una situación que requiere silencio.

- Red… ¿Crees que esté bien? -volvió a preguntarme Artemisa por quinta vez consecutiva.

- Tranquilízate, los Kriptonianos son cucarachas difíciles de matar ya verás que pronto estará por hay causando desmadres por los que culparemos a pie grande -conseguí que Artemisa soltará una carcajada.

- No se quien es el señor de pies grandes pero casi me vuelvo loca cuando se lo llevaron, debí protegerlo mejor, mi deber como su compañera era ese.

- No te culpes Art, eran muchos y ni tú sola con todo tu feminismo amazona hubiera podido con tantos -un fuerte golpe contra el suelo fue el aviso de que la caballería a llegado -llegaron los viejos a salvarnos el culo -me queje.

Frente a nosotros rápidamente aparecieron Superman y la Mujer Maravilla.

¡Gracias sea cual sea la deidad que me cumplió el milagro! Batman no viene con ellos.

- ¿Cuál es la situación Red Hodd? -la voz del bout scaut fue la que corto el silencio.

- Bueno para empezar…

PUUM

Y el techo comenzó a caernos encima.

Que lindo.

- ¿No conocen algo llamado…? -empezaron a sonar los disparos -¡Sigilo!

****

Y aquí estoy, en la enfermería de la Atalaya, ya que al jodido hombre de hierro y a la amazonas llegaron con pura fuerza bruta y su enorme personalidad y no se les pasó por la cabeza que debían llegar de forma en que no fueran detectados para no comprometer nuestra ubicación, en su defensa, Batman estaba en Gotham y ya sabemos quién es el cerebro de esta operación.

Debí llamar a la Batcueva pero en mi defensa solo tenía una radio viejo y cobré.

Y aquí estamos, me conformo con ver cómo le sacan un pedazo de metal al súper hombre del brazo ya que fue debilitado por la ohh sorpresa, los mercenarios tenían Kriptonita y de la verde.

De alguna forma tenía que pagar el cogerse a B.

Biz está bien, está sanando rápido y no hay daños internos según nos dijeron, solo duerme.

Artemisa permanece a su lado, con algunos raspones aquí y allá.

Y yo bueno, una bala que le rebotó al súper hombre me dio en el hombro ¿Genial no? Ojalá B lo deje sin sexo por un mes.

- ¡Jay pesado de mierda! ¿¡Por qué no me llamaste para hacer algo tan peligroso!?

- Hola Roy.

- ¡Puede que ya no sea miembro oficial de los Forajidos! ¡¡PERO SOY TU MEJOR AMIGO!! Si ibas a hacer una misión suicida debiste llamarme.

- Era cosa de segundos no tuvimos tiempo viejo, párale te pareces a B.

- Estoy completamente justificado ¡Esos tipos estaban locos! De haberte atrapado hubieran jugado con tu código genético puesto una cola y un cuerno y luego te hubieran disecado, hasta Luthor les estaba dando caza pedazo de imbécil, había tal serie de experimentos.

- Si lose, perdón y esas mamadas, estoy bien para tu información y todo salió bien ¿Verdad preciosa? -le sonreí a Art que alzó una ceja al puro estilo amazona.

- Jay te dio una bala.

- ¿¡QUEEE!?

- Art cariño tú tenías que decir si -refunfuñe.

****

- Aun no entiendo como los protegidos de Batman son tan suicidas ¿Es de familia? Parece que si no pelean con un Kriptoniano a puño limpio no son verdaderas miembros de la familia -rodé los ojos.

- Ya párale Roy oh llamo a alguien para que te saque de la enfermería -gruñí -¿Cómo está Biz?

- Aun no despierta -me senté a su lado en la cama dándole palmaditas en la espalda.

- Tranquila Art ya escuchaste solo está dormido, en cualquier momento despertara.

- ¡Pero estoy tan preocupada! -y me atrapó en un abrazo demoledor constrictor, menuda fuerza que se gastan las amazonas.

- Despreocúpate ya verás que estará bien y podrán volver a jugar a las fuerzas y lanzarme como pelota de voleibol, Art suéltame, no… respiro Ufs creí que moriría.

- Lamento ser una mala camarada, debí cuidar de Bizarro mejor.

- Artemisa ya lo hablamos, eres la mejor compañera que eh podido tener.

- ¡Eh!

- Tu cállate -le lance una botella de alcohol -se que diste todo por evitarlo y además lo trajimos de vuelta.

- Pero tú estabas tan relajado últimamente y yo vengo y te estreso de esta manera, fue mi culpa, yo delate nuestra posición si no hubiera salido a cazar la cena.

- No fue tu culpa y aunque a un tengo la duda de por qué fuiste a cazar la cena si se supone que el refrigerador y las reservas estaban llenas estoy seguro de que Biz tampoco te culpa.

- Gracias Jay, eres muy buen amigo -volvió a abrazarme, le correspondí de forma incomoda, no me acostumbro a tales muestras de afecto, al menos claro que vengan del Demonio.

Como extraño a mi bolita de odio.

Seguro me apuñala cuando vuelva a Gotham.

- ¡Eh! No me dejen por fuera -Roy se nos unió en un abrazo, me queje un poco por que apretaban mi brazo herido -¿Qué tal si cuando salgan de aquí vamos a comer por los viejos tiempos?

- Si Bizarro está bien parar ese momento -Art acaricio la mejilla pálida de Biz de forma cuidadosa -¿No es lindo cuando duerme? Parece un osito de peluche.

- Como un osito de peluche de 102 kg.

- Cállate Harper -rodé los ojos, pelean como un viejo matrimonio ¿Acaso no pueden llevarse bien?

Ya quiero salir de aquí para volver a Gotham y ver cómo está mi demonio, seguro malcriando al tocino, armando una revolución de animales y afilando las dagas para castrarme por desaparecer, me estremecí, quizás debería llamar antes para ablandarlo un poco.

- Tierra llamando a Jay -retrocedí ante las palmadas de Roy en mi cara -¿Pasa algo?

- No todo bien, ya quiero salir de aquí.

- Una bala impulsada por el abdomen de lavadero de Superman te atravesó debes guardas reposo hombre -rodé los ojos -también podrías quedarte conmigo ¿Qué dices? Yo cuidare tú triste trasero mientras te recuperas.

- Gracias por la oferta Roy -comente de forma sarcástica -pero no, tengo que volver a Gotham.

- ¿Por qué? Nunca te gusto estar bajo el manto del murciélago ¿Por qué pasas tanto tiempo ahora allá? -parpadee algo sorprendido, no pasó tanto tiempo en Gotham solo… tiene razón la ciudad ya no es sólo un lugar donde imparto justicia, Damian también la hace atractiva para no dudar en volver, lo pensé, podría inventar cualquier escusa, pero no me parece justo, son mis amigos y ellos merecen la verdad oh algo equivalente a la verdad.

- Bueno chicos -llame la atención de Art -estoy saliendo con alguien desde hace unos meses -termine ante la expresión de perplejidad de mis amigos.

- JAJAJAJA ¿Estas bromeando verdad?

- No Roy es enserio.

- ¡Que demonios! ¿¡Cuánto tiempo?

- Ya varios meses.

- ¿¡Quien mierdas es!? Y no me vengas con mamadas de que es Gatubela o Harley Quinn -hice una mueca de asco.

- Me ofendes Harper, les diré pero deben mantener el secreto es… complicado.

- ¿Qué? ¿Es hijo de una loca extremista y un tipo controlador?

- … Si.

- ¿¡En que mierdas te metiste Todd!?

- Ya bájale a tu drama Roy, no es para tanto solo…

- Todd -esa voz, justo cuando voltee para encontrarlo un fuerte golpe se impacto contra mi mandíbula mandándome contra la pared.

Enserio algún día seré asecinado si no comienzo a mantener mi guardia alta en su presencia.

- ¿¡Quien te has creído enano!? -Roy salto a mi defensa sacando una de sus flechas pero quedando paralizado cuando el demonio de forma brusca me atrajo contra su boca.

¿Esto es Dulce castigo?

- ¿Se puede saber por qué no me enviaste algún mensaje de ayuda? -el ceño firmemente fruncido me dio la idea de que estaba realmente molesto.

- Tenía una radio más vieja que Ra's Al Ghul y cobre, apenas si pude conseguir una señal que no fuera rastreable y mandarla a la Liga de la Justicia -después la cagaron.

- Nunca, escúchame bien Todd, nunca volverás a irte de esa forma sin hacérmelo saber, así tengas que dejar la nota escrita en salsa ¿Quedó claro? -rodé los ojos.

- Vale demonio controlador ¿Qué haces aquí?

- Todos están aquí, llevabas desaparecido tres meses Todd.

- Entonces B entrará en cualquier momento -lo atraje a mi volviendo tomar sus suaves labios en un beso necesitado -maldición… te extrañe -murmure sobre sus labios mientras volvía a tomarlos en un beso húmedo y lleno de lengua y saliva tomando del vital elixir de sus labios.

- ¿¡QUE DEMONIOS ESTA PASANDO!?

- Thsk cállate Harper -bufe y volví a reclamar la atención de su boca.

****

Milagrosamente Artemisa consiguió que soltará a mi engendro ya que Biz estaba despertando lo que coincidió con la entrada de una histérica y lloriqueante Dick Grayson, el remplazo y Batman, Dick hizo su papel de mamá gallina revisando cada centímetro de mi y sobre exagerando mi inofensiva herida de bala, B y el remplazo permanecían más al margen ya que con el interrogatorio de Dick era más que suficiente.

Por suerte ya que la atención estaba distribuida entre un aturdido Bizarro y mi persona nadie noto a Roy y mi engendro mirándose como si quisieran destriparse entre ellos.

Todo se volvió algo difícil cuando el grandote pareció tener un ataque de pánico pero Artemisa dominó la situación, B me dio un discurso sobre mi actuar en solitario, me regaño, me advirtió y luego comento que se alegraba de verme sano y salvó, el murciélago es complicado.

Cuando todos se fueron el engendro tuvo que irse con ellos no sin antes fulminarme con la mirada, es una lastima que no hallamos estado solos.

- Muy bien eh sido paciente ¿¡Que mierdas fue lo que ocurrió!? -chillo Roy apenas todos salieron.

- ¿Ocurrió algo más? -pregunto Bizarro en un murmullo y de forma algo desorientada pero más calmado, Artemisa a su lado lo miraba preocupada.

- Bueno…

- Seré claro ¿Por qué le metiste las lengua hasta la campanilla a la cría del murciélago?

- Puede que hallamos comenzado a salir, desde hace unos meses ya -Roy me miró, primero de forma en que parecía que me creía loco, río y miró a Bizarro y Artemisa como para compartir su diversión pero ellos no reían.

- Pudiste decirnos antes -refunfuño Artemisa.

- Me gusta -comento Bizarro.

- No puede ser -hablo Roy luciendo abatido.

- Les hubiera dicho antes pero era algo… complicado.

- No lo dudo ¡te estás follando al puñetero hijo de Batman! sabes que si se llegan a enterar tu cabeza será puesta en una estaca eso sí no se entera su madre primero -me encogí de hombros.

- Primero tienen que atraparme -me miró mal.

- Estúpido -dijo antes de salir de la enfermería.

- ¿Qué mosca le picó? -Biz y Art se encogieron de hombros.

****

Sacudí mis botas llenas de mierda listo para desecharlas, quién diría no que todas las vacas son como Batcow que parece alérgica a la suciedad, esas parecían felices entre sus desechos, una hasta tenía la cola embarrada de mierda, nada que ver con nuestra Batcow que solo defecaba en un rincón y se molestaba si mi engendro no le daba sus baños casi diarios y se reúsa a pasear por su corral si no lo han limpiado.

Entre a mi casa segura al instante notando una intrusión, desenfunde mis pistolas, no es el engendro, el entra como perro por su casa y este parece haber tratado de no ser descubierto.

Quizás si deba hacerle caso a mí demonio y mejorar mi sistema de seguridad.

Entre de modo silencioso, sin tomar la ruta directa si no una que me dejara a espaldas del intruso, al que tome por sorpresa cuando coloque una pistola en su cabeza.

- Este no es el recibimiento que espere -justo en ese momento note quien es el intruso.

- Debiste sospechar que este sería -baje el arma, la tensión lleno la habitación, una muy molesta e incomoda -¿Qué haces aquí?

- ¿Qué para visitar a mi mejor amigo me tengo que anunciar? -bufo, me encogí de hombros.

- Violar mi seguridad no es la mejor manera de visita -pase de largo rumbó a la cosina, donde destape un embace de jugo de naranja.

- ¿Por qué hueles a mierda?

- Caí en mierda de vaca -gruñí revisando la nevera.

Para: Jason”

Alce un ceja y abrí la tarjetica sobre un embace de comida.

A las 12 en mi habitación

Si llegas tarde iré por ti

D. W

¿Esto es una invitación oh una amenaza?

Agarre el embace de comida.

Realmente da igual.

- ¿Qué es eso?

- Comida -me lleve una cucharada de pasta a la boloñesa a la boca, la gloria.

- ¿El demonio la dejo para ti?

- Seguramente -reí ante el gesto, el demonio odia la carne pero sabe que yo no soy especialmente vegetariano.

- Traje pizza.

- Siempre tengo espacio para algo más.

Termine sentado frente a el, cada uno en un sofá, la pizza en el centro, la tensión en el ambiente ya me era molesta.

- Escupe lo que tengas que decir.

- No me parece que salgas con el demonio de Ra's Al Ghul, podrías tener a quien quisieras ¿Por qué mierdas el?

- Es complicado -suspire mirando mi trozo de pizza -digamos que tuve un pequeño desliz y… follamos.

- ¿Cómo que pequeño? ¡Monumental! Jay no solo se piensa con el pene -reí.

- Fue muy difícil no pensar con el pene con el demonio bajo de mi -Roy hizo una nueva mueca de desagrado que me hizo reír.

- Sin detalles estoy comiendo -bufe.

- Bastardo exagerado, después el demonio se me confesó y comenzamos una relación.

- ¿Así sin más? -fruncí el ceño ante su tono.

- Si -Roy río.

- Entonces te estás haciendo responsable de sacarle el corcho al demonio -rio -eso tiene más sentido.

- Es más complicado que eso -di un salto para atrás cuando Roy se levantó de golpe.

- ¿Te gusta? -retrocedí.

- Es… complicado.

- No lo es Jay es un si oh un no, es simple.

- No lose.

- ¿¡Como que no lo sabes!? Tu dijiste que no te gustaban los hombres.

- ¿¡Que!? -me levanté, la grandísima puta que me parió -n…no se de que hablas.

- ¡Cuando te bese dijiste que no te gustaban los hombres!

- ¡Estabas borracho!

- ¡No lo suficiente! -me jale el cabello.

- Se suponía que no recordabas nada.

- Solo no insistí por que pensé que no tenía oportunidad y vienes tú y te coges al bastardo de Batman

- ¡No llames así a Damian!

- ¡¿Y LO DEFIENDES?!

- ¡SI LO HAGO!

- ¡Es Solo Un Bastardo Y Lo Sabes Que Batman Lo Haya Aceptado No Cambia Nada!

- ¡CALLATE ROY!

- ¡OBLIGAME!

La pelea comenzó cuando le di una golpe en la mandíbula, le siguió un golpe de su parte a mi cara, se lo regrese junto con otro mas que esquivo atrapando mi brazo y lanzándome contra la mesa que se rompió bajo mi peso, desde el suelo lo derribe y me le lance encima para golpearlo, forcejeamos el invirtió la posición y yo lo lance lejos de mi, me dio un golpe justo sobre la herida de bala y yo le hice una llave derribándolo y dejándolo de cara al suelo, logro soltarse y me dio una patada en la mandíbula, no dude en patearlo en el estómago y torcerle los brazos hacia atrás para dejarlo inmovilizado.

- ¡¡Suéltame Jason!! -gruñí y lo deje mirando el desastre que era mi sala -¿¡Qué mierdas te pasa!?

- ¿¡A mí!?

- ¡Si a ti! ¡Estamos peleando por culpa del puñetero engendro!

- No lo llame así Roy.

- ¿¡POR QUE!?

- ¡No es tu problema Harper!

- ¡Si lo es! ¡Necesito saber!

- ¡Déjame en paz!

- ¡Dilo!

- ¡Por que lo amo!

Mi respuesta me tomo por sorpresa hasta a mí, mierda ¿Qué fue lo que dije?

Estoy jodido.

- No es justo -me restregué los ojos.

- Roy…

- Yo llegue primero.

- Harp…

- Yo eh estado enamorado de ti mucho antes que el -entre en pánico cuando Roy se limpio las lágrimas con un movimiento brusco.

- Roy yo…

- No digas nada, solo quiero matar al puñetero demonio de mierda.

- No puedes hacerle nada a Damian -gruñi.

- Y eso es lo que más duele.

- Roy nunca quise hacerte daño con esto solo… se dio y no puedo cambiarlo.

- Esto es una mierda -rio de forma estrangulaba mientras seguía quitando algunas lágrimas traicioneras que fingí no ver.

- Lo positivo de esto es que a Dick le gustan los pelirrojos -el se carcajeo.

- Eres un grandísimo hijo de perra.

- Sin duda.

- Todavía no entiendo que le vez -me encogí de hombros.

- Puede que nunca lo hagas.

- Bien -sonrió, una de las sonrisas más falsas que eh visto -demasiado sentimentalismo, me largo de aquí -cerré los ojos cuando paso al lado de mi.

- Roy… -freno -¿Estás bien?

- No… pero no es como si matando al demonio me fueses a amar.

****

Violar la seguridad de los perímetros de la mansión es algo que cualquiera que tuvo el manto de Robin sabe hacer, nos sale natural, así que pasar sin ser detectado fue muy fácil al igual que esquivar sensores de movimiento, cámaras de calor y demás, B cada vez se pone más paranoico pero es comprensible, ya no quiere a locos maníacos entrando a sus dominios ni ladronas con trajes ajustados.

Subir a la habitación del demonio quizás fue lo más complicado ¿Por qué su habitación no pude estar en el primer piso? Abrí la ventana y pase.

Mire el reloj.

- Llegas tarde.

12:02 AM

- No te pongas exigente engendro del mal -refunfuñe aproximándome a su cama -hola.

- Hola -estiro los brazos en una muda petición, suspiré pero lo atrape entre mis brazos atrayéndolo contra mi pecho mientras me sentaba en la cama y acariciaba su espalda -pensé que te encontraríamos en una bolsa.

- No soy tan fácil de eliminar.

- Pudiste pedirme apoyo -refunfuño, rodé los ojos.

- Era peligroso no te involucraría en eso nunca, el lugar era como una casa de horrores, sus experimentos no se reducían a querer el ADN de Biz y Superman, vi algo que quizás era un gato con nueve patas, algunas en la cabeza mientras ellos les extirpaban los ojos que habían salido por lugares extraños, no te metería hay ni a palos -el demonio se estremeció pero no me arrepentí de decirlo, fue lo más suave, pero prefiero ni pensarlo.

- Igual pudiste decirme al menos que estabas bien -bufe acariciando su cabello.

- Hubieses rastreado mi mensaje sin importar lo que hiciera -no lo negó pero hizo ese típico sonido de molestia, reí mientras besaba su coronilla -quieres matarme -me queje -si Dick entra por esa puerta me asecinara.

- Jon me está cubriendo y padre está de patrullaje.

- ¿Por qué no estas patrullando? -hizo una mueca rara que note… era un mohín.

- Le dije a padre que me encontraba indispuesto -reí.

- ¿Y se lo trago? -unas risas más antes de darle un suave beso que no tardó en corresponder

- Te extrañe -murmuro, suspiré.

- Yo igual demonio -le bese.

- No quiero volver a sentir lo que sentí estos meses que no supe ni la más mínima noticia de ti.

- Prometo que…

- Cállate Todd solo dices palabras vacías -rodo los ojos -se que por nuestro estilo de vida podríamos morir en cualquier momento aún con la posibilidad del pozo de Lázaro -contuve una mueca incomoda -y yo no te haría eso, como mínimo quiero un cadáver para esconder -alce una ceja cuando sacó de su bolsillo un pequeño aro de color verde de aquellos que se colocan las mujeres en las perforaciones de las orejas.

- ¿Cuernos? No hablare sin presencia de un abogado.

- Thsk cállate Todd solo dices puras estupideces -rodé los ojos pero por hoy le daré el gusto -es un rastreador que solo se activará en caso de emergencias, el cese de actividades motoras es la emergencia -descubrió su oreja derecha donde para mí sorpresa había una perforación en su lóbulo donde un arito azul oscuro resaltada.

- Dick pegará el grito en el cielo -se encogió de hombros.

- Ya lo hizo -tome el aro que me daba entre los dedos.

- ¿Cómo se recibirá la señal?

- Por esto -esta vez saco un teléfono, algo pequeño y de fácil ocultamiento -la señal no puede ser rastreada ni interferida, tampoco jaqueada, la alerta llega directamente al celular.

- ¿Cuál es la alerta?

- La pantalla se pone negra con solo las coordenadas de ubicación -asentí mirando el aparato.

- Entonces ¿tú sabrás mi ubicación cuando estire la pata al igual que yo si tú la estiras? -asintió, encendí la pantalla, parece un teléfono normal y tiene un solo contacto -¿Algo más?

- Si el teléfono es destruido mandará una señal de auxilio con la última ubicación -comento, asentí y me coloque el arito donde tengo una perforación que hice hace mucho por una apuesta, el aro encajo a la perfección.

- Si me disculpas preferiría gastar mi tiempo en algo más que no sea pensar en mí posible sangriento final -me queje para luego atrapar sus labios en un beso que supo a gloria.

Me deslice por su cuerpo lentamente marcando su piel de un delicioso color canela con nuevos chupetones ya que ni uno colorea su piel, besando y lamiendo algunos golpes y cortés y acariciando viejas cicatrices que ya me sé de memoria, lentamente fui desnudando su cuerpo hasta tenerlo desnudo debajo de mi con sus cremosas piernas abierta, me arranque la ropa para sentir la deliciosa fricción de piel contra piel restregando mi miembro duro contra el suyo mientras robaba nuevos besos de sus labios, alcance rápidamente el bolsillo de mi pantalón en el suelo para sacar un pequeña papeleta de lubricante y dándole la vuelta no dude en esparcirlo por su fruncida entrada enterrando uno de mis dedos.

- Jason -mordisquee su oreja chupando el pequeño aro que la adornaba.

- ¿Por qué no dices mi nombre más seguido? -sume un segundo dedo, lentamente comenzaba a abrirse para mí, está tan apretado que cuesta algo moverlos, deje un colorido chupetón en su nuca al tiempo que el demonio daba un gemido más fuerte -estas tan apretado ¿acaso no te has tocado en estos meses? -hundió su cara en la almohada gimoteando de forma ahogada, reí mientras besaba atrás de su oreja y lo enderezaba contra mi pecho, añadiendo el tercer dedo y golpeando su próstata.

Sus gemidos son música para mis oídos.

- N..noo Ahh

- ¿No? -acaricie sus pezones con mi otra mano -¿Por qué no?

- No… Ahh Jaa…son -balbuceo algunas palabras que no entendí pero en su mayoría eran maldiciones mientras no le daba tregua a su próstata.

Eh descubierto que mi nuevo fetiche es verlo completamente descompuesto con solo ser jodido con mis dedos ¿Quién lo diría?

Sentí el momento exacto en que se corrió cuando mis dedos fueron apretados por su caliente cavidad, le di un suave beso en la mejilla mientras jadeaba en busca de aire.

- Tan lindo -ni siquiera alcanzo a quejarse cuando atravesé su cuerpo con mi miembro hundiéndome rápidamente en su interior, el gemido que escapó de sus labios fue tan fuerte que realmente dudo que Dick no lo haya escuchado y de seguro la cría de Superman debió escucharlo -¿Estás… -suspire, cuesta pensar cuando su deliciosa estreches te envuelve -bien? -asintió de forma lenta, bese su cuello mientras esperaba que su cuerpo se destensara dándole suaves caricias en la espalda baja.

- Jason… continua -balancee mi cadera de manera lenta mientras dejaba a Damian contra el colchón, chupe sus labios y acaricie sus piernas, cuando comenzaron sus gemidos fue mi señal para poder moverme con más rapidez.

Enserio me contengo para no solo follarmelo a lo bestia.

Alce su cadera masajeando sus nalgas entre mis manos, chupe la piel de su espalda y lentamente fui buscando la dirección correcta, hasta que un fuerte gemido de su boca y una deliciosa presión en mi miembro me dio la luz verde.

Al diablo la delicadeza llevo tres meses sin poder tocarlo.

Las siguientes embestidas fueron más brutales contra su cuerpo, la cama empezó a chirriar y a pesar de que debería quizás bajarle un poco a la intensidad no puedo, realmente quiero embestirlo tan fuerte que pase días sintiéndome todavía dentro de el, bajo de mi el demonio gemía con fuerza mientras sus manos se aferraban a las sábanas y yo mantenía su cadera elevada estrujando sus deliciosas nalgas hasta dejarlas rojizas, lamí su piel salada por el sudor y apenas si pude contener un gruñido cuando sentí su entrada apretarme y masajear en su interior.

Pegue su trasero contra mi mientras me vaciaba en su interior escuchando sus gimoteos, bese nuevamente sus labios hinchados recibiendo una débil queja.

Todavía no estoy satisfecho.

****

Haciendo acto de mi tendencia suicida me quedé con el demonio hasta altas horas de la madrugada, solo acariciando su cabello y mejilla mientras el demonio dormitaba.

Es cómodo tener su cuerpo tibio contra el mío, sentir su respiración acompasada, los latidos de su corazón, sonreí tocando nuevamente el arito en su oreja, es extraño, la idea de por si es extraña, recuperar el cadáver en caso de que uno muera, los celulares y eso ¿tan preocupado estaba? Puedo comprender su preocupación, yo tampoco estaría muy tranquilo si el desapareciera, esto en si quizás nos deja más tranquilos a ambos.

Ambos sabemos lo que es morir y ser bruscamente arrebatados de nuestro descanso eterno, no es lindo, sientes como si fueras tan liviano como pluma, estás tranquilo con tu nuevo estado y luego te jalan y sientes que te meten en un saco de mierda putrefacta para luego obligarte a reanimar ese cuerpo, dejando un trozo de ti afuera y cuando abres los ojos, los sentimientos arremolinados.

Al menos el lo tuvo más fácil ¿no? Nos vio a nosotros al revivir, por alguna razón fue más fácil para el según me pareció, seguro por la sangre maldita que corre por sus venas pero yo cuando reviví no me sentí para nada yo mismo, no le desearía a nadie eso, ni a mí peor enemigo.

Trato de pensar en esto como una segunda oportunidad y no están malo, aunque hay veces que preferiría regresar a mi sarcófago en el patio, ya no me atormentan tanto las pesadillas.

Temo que la razón a todo ello es el demonio en mis brazos, eso acojona no lo voy a negar, pero tampoco es como que pueda negarlo eternamente.

A un que ganas me sobrarían.

Le quiero, seguramente algo más fuerte, mucho más fuerte, solo que… no estoy todavía muy dispuesto a decirlo en voz alta.

Suspiré, lo mejor será que me valla ya antes de que Bruce entre y me vea desnudo con su cría en la cama, me vestí y arrope al demonio dándole un beso en la frente.

- Habibi.

- Shss sigue durmiendo -bese su mejilla y lo vi cerrar nuevamente los ojos.

- Te amo -cerro los ojos.

Quizás… esto no termine en desastre y puede haber la posibilidad de…

****

Con los ojos entrecerrados tantee la cama y los abrí cuando no encontré a Jason en ella, la ventana estaba abierta y las cortinas a medio cerrar dejaban entrar los molestos rayos de sol.

No pude evitar cierta decepción al no verlo pero supongo que es más seguro así.

- Dami -escuche a Dick junto con el sonido que hacía al tratar de abrir la puerta -¿Dami?

- ¿Qué quieres Dick?

- El desayuno está listo Alfred dice que bajes -hice un sonido para darle a entender que escuche y me levanté cuando oí sus pasos alejarse, es una suerte que allá cerrado la puerta anoche, Dick tiene la costumbre de entrar sin permiso.

Me levanté sin poder evitar una mueca de dolor, apenas si pude mantenerme de pie por mis piernas entumecidas.

Malditoseas Todd.

Lentamente a un desnudo trate de llegar al baño donde procedí a darme una ducha caliente, limpiando bien mi cuerpo, cuando salí no pude evitar verme al espejo.

De forma involuntaria una sonrisa adorno mi rostro.

Otra vez las marcas de chupetones y mordidas adornaban mi piel, cuesta encontrar lugares donde no haya y aunque son molestas para ocultar, me hace sentir bien sentir la posesividad con la que Jason las hace.

Salí del cuarto de baño y me vestía con un suéter de cuello alto con mangas, de inmediato una hoja de papel en mi mesa de noche llamo mi atención.

Para: El engendro del mal.

Bufe.

Me fui antes de que B entrará y pateara mi sensual trasero a la tumba no queremos que seas viudo antes de tiempo, nos vemos por la noche en el patrullaje, no estaré en la ciudad por el día, estaré con los Forajidos (un día de estos te digo la ubicación demonio celopata) cuídate y pórtate bien.

Con cariño

J. T

Sonreí como estúpido aunque lo pateare por insinuar que soy celopata, es un lindo detalle lo de la nota.

Baje sin olvidar el teléfono antes de que Dick volviera y está vez tumbara la puerta.

Al entrar ya mi padre, el reemplazo, Dick y Jon estaban sentados, di un breve buenos días y me senté tratando de no hacer ninguna mueca al hacerlo.

Maldito Jason me las pagará.

Comencé a comer mirando con cierta intriga a Jon que parecía enfurruñado en la silla mientras revolvía su comida.

¿A pasado algo que no se?

- ¿Cómo te encuentras Damian?

- Mejor padre.

- ¿Estás seguro pequeño D? Siempre podemos hacerte un chequeo en la cueva oh llevarte a un hospital -rodé los ojos.

- No es para tanto Dick.

- Perderse un patrullaje en tu caso está a nivel de veinte huesos rotos.

- Callate Drake -gruñí.

- Oh vamos demonio no seas tan gruñón en las mañanas -lo ignore.

Todo transcurrió tranquilo, silencioso pero tranquilo, el que nos hace hablar usualmente es Kent y como no se encuentra no lo hacemos, ninguno sabe realmente como hace para que nos dobleguemos y hablemos.

- Babybird ¿Qué tienes en el cuello?

El día iba tan bien.

****

- Mi señora tengo noticias sobre el heredero, recientemente pudimos observar como se relaciona de manera íntima con un miembro de los protectores de Gotham.

- ¿Richard Grayson? -hizo un mueca de desepción.

- Jason Todd mi señora.

La dama dibujo una sonrisa en su hermoso rostro.

- Mi hijo tiene buen gusto -susurro cerrando los ojos -lastima que no quiere tomar su papel de heredero, con un conyugue como Jay sería implacable -sonrió -prepárense para la llegada del nuevo heredero.

- ¡Larga vida a Ra's Al Ghul!

*Continuará*

Notas finales:

Bueno espero que les gustará el capítulo, ya nuestro Jay está a nada si no es que ya está, de enamorarse de Damian.

¿Que tal les pareció el cap? Denme su opinión.

Sin más cuidense.


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