Escucho el sonido de una aparición afuera y después el sonido de la puerta abriéndose.
Apagó el fuego del horno y camino con tranquilidad a la puerta para ver a su prometido quitándose la gabardina.
-¿Qué tal tu día?- pregunto mientras se recargaba en la pared y lo observaba.
-Lo de siempre- respondió mientras Luchana de mi por quitarse el chaleco- un mago haciendo disturbios, unas cuantas protestas y uno que otro ladrón.- agrego mientras se sacudía la ropa para después acercarse a su prometida y darle un largo beso- Así que… Llegaste temprano.
-Hoy termine antes, por cierto ¿Lo de siempre?- interrogó un una ceja arriba- No me digas que pensaste que al derrotar a Quien-tu-sabes-quien todo sería un paraíso- agrego divertida mientras se colgaba de los hombros del contrario.
-Pues, ¿si?.- respondió con una leve sonrisa-
Por cierto ¿Qué es ese delicioso olor?- pregunto mientras soltaba a Hermione y caminaba hasta la cocina para tomar asiento.
-Creí que querrías comer, así que hice tu favorito- camino hasta el horno y de este saco un pastel de calabaza.
Lo dejo en la mesa mientras procedía a darle los toques finales, después lo coloco en el centro y con una floritura de carita hizo flotar los platos hasta la mesa mientras cortaba una generosa porción para Ron.
Ron observaba con anhelo el pastel mientras se movía nervioso en su asiento asemejando a un niño pequeño. Cuando Hermione termino y estaba a punto de colocar su plato frente a el, Ron estiró las manos para tomarlo pero Hermione lo alejo rápidamente.
-¡Hey!-
-¿Te lavaste las manos?- pregunto mientras lo veía con los ojos entrecerrados.
Ron se levanto rápidamente y corrió hasta el baño, cuando por fin termino corrió de regreso apresurado para sentarse nuevamente en la mesa.
Hermione volvió a acercar tentativamente el plato y cuando Ron estaba apunto de tomarlo lo alejo nuevamente.
-¡Oye!-
-Alguien se merece las gracias por prepararlo, ¿No?- le dijo mientras lo veía reprobatoriamente.
-¡Gracias a los elfos domésticos!- exclamó ya mientras mantenía las manos en alto.
-¡Ronald Weasley sabes perfectamente que no tenemos elfos!- dijo alejando aún más el plato.
-¡Oh, venga ya! Ni si quiera lo he probado y ya quieres que te halague, así no puedo- concluyó mientras se cruzaba de brazos.
-Bien- dijo de mala gana.
Volvió a estirar los brazos para colocar el plato frente a Ron, cuando lo volvió a alejar.
-¡Por amor a Merlín! ¡¿Ahora que?!-
-No dijiste por favor-
-¡POR-FA-VOR!- exclamó casi gritando, esta vez ya desesperado.
Hermione estiró los brazos nuevamente y coloco el plato frente a Ron mientras ella se sentaba y tomaba el suyo, siempre con una leve sonrisa en el rostro.
Ron miro el plato embobado levanto su cuchara partió un trozo, estaba a punto de llevarlo a su boca cuando uno de los aparatos muggle de Hermione comenzó a sonar.
Levanto la mirada y la observó interrogativamente, después decidió que no le interesaba y acercó aún más la cuchara pero Hermione grito al aparato muggle entre enojada y preocupada.
-¡Por el amor de Dios! ¡¿En donde estas?!
Ron suspiro resignado, estaba claro que hoy no probaría ese pastel de ningún modo, el destino estaba completamente en su contra. Bajo la cuchara entristecido justo cuando Hermione guardaba el aparato muggle y se levantaba apresurada de su asiento.
-¿Y ahora que?- pregunto con la cuchara aún en alto.
-Tenemos que recoger a alguien- le respondió mientras caminaba de un lado a otro recogiendo cosas.
La vio detenerse en la puerta y decidió nuevamente que no le importaba, así que continuo con lo suyo e intento llevarse la cuchara a la boca pero una mano detuvo la suya.
-Después puedes comer algo, ahora tenemos que salir- dijo Hermione mientras tiraba del brazo de Ron y lo llevaba a la entrada.
Este bufo molesto y tomo la mano de Hermione para después sentir el característico tirón en el ombligo y seguido de tropezarse torpemente con sus propios pies mientras instintivamente cerraba los ojos.
Para cuando los abrió pudo vislumbrar un callejón obscuro, paredes de piedra y unos cuantos botes de basura.
-¿Dónde estamos? ¿Y quién es tan importante como para venir aquí?- pregunto aún malhumorado.
-Es el Londres muggle y venimos a buscar a Harry- comento como si nada y aún sosteniéndolo de la mano.
Ron soltó su mano rápidamente y le dirigió una mirada furiosa.
-¡Haberlo dicho antes!, sabía que no tendría que haber venido- exclamó aún más furioso.
-Lo se, y es por eso que no lo había dicho antes- le respondió mientras volvía a tomar su mano y tiraba de está a la vez que salían del obscuro callejón.