Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Utroskap. [ThorKi] por SamuelPugliesse

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Se me había olvidado que también publico aquí.

¡Felicidades, Thor! Loki está embarazado.”


El blanco resplandor golpea a mi vista. Atontado veo hacia mis costados, mi estómago regurgita, me levanto apresurado buscando algún recipiente o baño para dejar salir este vómito que se atasca en mi garganta.


Caigo sobre mis rodillas al frente de un pequeño bote de basura y dejo brotar ese líquido espeso y con fluidos todavía no disueltos por completo. Siento mi cuerpo pesar y mis ojos arder.


⸻¡Suéltame, Stark! ⸻La voz de Thor suena cercana a mi lugar.


⸻¡Thor, basta, Loki puede seguir dormido!


⸻¡Lo despierto!


⸻¡Está débil! ⸻Una nueva voz se hace presente.


Mi cuerpo tiembla ante la voz de Thor. ⸻ ¡¿En realidad eso importa ahora!?


⸻¡Thor! ¿¡Capitán!? ¡Necesitamos ayuda! ⸻El profesor Banner grita por el joven Rogers.


⸻¡Suéltenme! ¡Lo voy a matar! ⸻Tiemblo de pies a cabeza, cansado me levanto, parsimonioso me siento en la pequeña cama, dónde minutos antes estaba recostado. ⸻¡Loki!


Escucharlo bramar mi nombre me hace titiritar de miedo. Me abrazo a mí mismo, temblando, esperando a que Thor haga estragos la puerta, ¿Qué he hecho para molestar a mí amado? 


—¡Loki…! —La puerta se golpea contra la pared, brinco al momento. —¿¡Qué pensabas!?


—Thor, discúlpeme, ¿Qué sucede? —Le digo temeroso, viéndolo directamente a los ojos.


Los ojos rotos de mi príncipe, aguantando el llanto y su semblante completamente serio y molesto, me hacen querer huir de aquí, muy pocas veces Thor se ha comportado de esta manera y nunca he tenido que enfrentarlo por culpas, pero en este momento, bramando mientras su respiración es incontrolada; me ve furioso.


—¿¡Por qué pareces indefenso!? ¡Indigno! ¡Maldito! —Me grita, se acerca marcando fuertemente sus pasos al andar hacia mí. —¡Embustero! ¿¡Por qué fingir amabilidad!?


—¡Thor, no es el momento! —Stark sin cuidado, lo toma del brazo.


Al ataque salen el joven Rogers seguido de un señor delgado y un poco alto. —Maldita sea, Thor… —Dice este nuevo.


—¡Este es un asunto de este detestable y yo! ¡Amigos míos, les pido comprensión y su total atención! No quiero lastimarlos, compañeros, solo busco respuestas en esta persona que ha perdido toda credibilidad mía. —Contesta Thor, resguardando su increíble fuerza.


—Está bien. —Dice el maestro Banner. —Pero estaremos monitoreando todo por cámaras. Si intentas sobre pasarte con Loki, tendremos que sacarte a la fuerza.


Thor ríe. —No podrán conmigo, ustedes son tan banales y pequeños.


Los cuatro presentes aparte de Thor y mi presencia, se miran entre sí, indecisos e inseguros por lo que realizan, pero se despegan de mi príncipe.


Se retiran y entonces me encuentro a solas con un rabioso Thor, espumando de su boca con veneno, dispuesto a asesinarme.


—¿Por qué lo has hecho? —Me dice roto.


—¿Qué he hecho, mi futuro rey? —Le digo, ansioso.


—¿¡Por qué te haces el ingenuo, miserable!? —Grita retumbando todo a su paso. —¡Mientes tanto! ¡Me has mentido, engañado y profanado con tus mentiras!


—¿Qué he hecho, mi príncipe? —Vuelvo a rogar.


—¿¡En serio!? ¡Loki, has dejado que mi confianza en ti se desaparezca entre una tormenta! ¡Eres un infeliz! —Cada vez su estruendosa voz sube de volumen.


—Mi príncipe, le ruego compasión, no estoy enterado de mi atrocidad, por favor, le pido que me diga que es lo que ha hecho que usted esté tan inestable.


—¡Ja! Yo siempre te he esperado, he tenido compasión por ti, y me he dejado llevar por tu supuesta inocencia. Pero has jugado sucio con mi compasión y hoy en día, te digo; ¡Eres un maldito traidor! ¡Has profanado mis mayores deseos! ¡Me has dejado como tal payaso! ¡Usurpaste mis sentimientos, maldito!


—Discúlpeme, amado mío.


—¡No tienes el derecho de llamarme amado! ¡Infiel!


—Yo no le he sido infiel, su majestad. —Mi mundo se tambalean en una fina línea, jugando con mi mentalidad.


—¡Todavía tienes la fuerza de decirme que no has roto mi credulidad! ¿¡Por qué crees que me he enterado de tu verdad!? —Thor se acerca hasta frente de mí, toma mi nuca y me hace verlo. Trato de negar.


—No sé.


Thor suspira, sus ojos se ponen llorosos. —Estas embarazado, Loki…


Es como si miles de muros cayeran encima de mí, uno tras otro reventando cada hueso de mi cuerpo, este cuerpo marchito.


Los golpes hacen eco en la habitación, caen malditos a mis pies, recuerda tu pecado …


¡Ah, Loki! Tan húmedo y estrecho, me llenas gloriosamente.


—¡Ah…!


Llueven tus recuerdos, doloroso y parsimoniosos, fija tu pasado, llévate con el todo el amor que profesabas eternamente, ese diluvio tangente que el día de hoy te pide razón.


—Lo siento… —Un tuene susurro sale de esta voz llorosa, arrepentida por su errar.


—¿¡Crees que obtendrás mi perdón, puta!? ¡Maldito infeliz! ¡Yo te profesaba amor eterno, siempre estuve pendiente de ti! ¡Nunca quise sobre pasarme con tu cuerpo! ¿Así es como le pagas a tu príncipe? ¡Tú futuro rey!


Entre los escombros te encuentras tan desolado, pide perdón.


 —Thor, discúlpame, Thor…


—¡Te odio! ¡Te condenaré! ¡Padre lo dijo mil veces, que tú me mentirías, jugarías con mis sentires! ¡Eres un mentiroso, traidor, maldito rastrero! ¡Prostituta!


Los gritos golpean fuertemente retumbando estas paredes, caen a tus pies los miedos.


—Lo lamento, Thor.


—¡Nunca te voy a perdonar, Loki! ¡Jamás! ¡Espero y te pudras en el infierno!


—Thor, lo siento tanto, yo no quise.


Tú querías… ¿Cierto? El cuerpo a voces reclama que lo hagan suyo.


—¿No querías? ¿¡Qué no querías!? ¿¡Qué me enterará!? —Los gritos de Thor son como cuchillas clavándose en mi blanquecina piel.


—Thor… —Suplicar a voces, una pérdida de tiempo.


Tú destino ha sido marcado.


Tú final ha sido escrito.


Tus días restantes se consumirán en el perdón y arrepentimiento, siguen fluyendo sin dejar levantarte.


Cae en el profundo mar y disuélvete con los placeres.


—Thor, por favor, escúchame.


—¡No, Loki! ¡No quiero saber ya nada de ti! ¿¡Me escuchas!? ¡Fue suficiente!


Las voces te consumen, ¿Qué ha sucedido? Plañe sin cesar.


Thor se da la vuelta, suspira grave e inquieto, toma su pelo entre sus manos y lo alborota con recelo.


—Yo te amo Loki, ¿Por qué me has hecho esto? —Thor se rompe, su llanto acompaña al mío en una triste canción.


—Lo siento tanto, tanto, Thor. —Dejo caer mi cabeza en mis brazos como soporte, las lágrimas se escurren hasta caer al suelo. —Thor, yo te amo de verdad… —Veo a su espalda como está sufre de temblores.


—Mientes, mientes tanto Loki, desde que éramos niños hasta el día de hoy, ¿Cuántas veces me has mentido? Yo soy un ciego, que fielmente a creído en cada palabra tuya. —Thor se da la vuelta una vez más, pero está vez me ve, no puedo soportarlo más y dejo que mi mirada se vaya de nueva cuenta al suelo. —Creí cada vez que me dijiste te amo. Te seguí, Loki, te seguí sin ver tu pasado, te seguí creyendo que cambiarías y que equivocado estaba. Contigo he cometido el peor error de mi vida. Debí de hacerle caso a padre y salir con Sif.


Sus palabras me duelen hasta el alma, pero ella tiembla con horrores. —Thor, no te mentí cada vez que te dije que te amaba, yo en realidad lo hago, te lo suplico, créeme.


—No te puedo perdonar y jamás lo haré. ¡Dentro de ti, estuvo alguien más! Del cual tú ahora estás preñado.


—No puedo negar esto, sí, hubo alguien más, pero…


Muchas voces, muchos roces, gime, gime, gime mi nombre, arquea tu espalda, blanquea los ojos, que bien se siente, ¿Verdad?


—Pero ¡Pero puede haber una solución! Y-yo puedo decirle, no sé, ah… ¡Singyn y Amora! Ellas, ellas Thor, ellas pueden ayudarnos.


—¿Ayudarnos? No, conmigo no cuentes.


—Ellas pueden hacer algo, entre los tres podremos hacer algo, un hechizo, algo, lo que sea, por favor, Thor… por favor… —Junto mis manos pidiendo perdón. — Por favor, te lo suplico, dame una oportunidad de redimirme.


—No, Loki, jamás obtendrás un perdón de mí. ¡Me duele! Me duele tanto, pero tengo que hacerlo. —Thor suspira, yo vuelvo a pedir perdón al viento, el habla; —Dame el anillo.


Y ese mundo que he tardado en construirlo se ha derrumbado de golpe, cada pared se disuelve con el frío suelo, a mi alrededor se llena de polvo, no puedo respirar.


Mi mano izquierda va a mi pecho, lloro entre súplicas pidiendo que no me deje.


—No me hagas esto, Thor. —Mi llanto se intensifica.


—Dame el anillo. —Repite esta vez seguro, su voz ya no titubea y su rostro ha cambiado a uno totalmente severo.


Con mi magia dispersa logro aparecer esa argolla de oro puro creada por los enanos, echa a la medida con una esmeralda cuadrada, un regalo especial para los futuros reyes de los nueve mundos.


—Apúrate. —Demanda.


¿Puedes disfrutar esto?


El bullicio tiene un principio. Susurra tu nombre, clava tus miedos.


¿Este es el fin?


Me aferro a ese pequeño pedazo, mi alma se va con ello, tan doloroso, esa línea que se rompe atravesando mi pecho, el martirio se clava en mi mente, lo repite mil y una veces.


¿Este es el fin?


—¡Laufeyson!


—¡No puedo Thor! —Veo a mi amado a los ojos, tan mortificado que duele. — No puedo, esto es mi alma, un oro tan puro creado por manos dignas a nuestro poder, esto no tiene porqué culminar de esta manera, si tan solo pudiera rogar una oportunidad más.


—Solo date prisa, hablaré con Padre de Todo para saber tu castigo y que los Dioses te perdonen, pero me aseguraré de que no seas bien recibido en ni un reino.


—Thor, te lo ruego…


—¡Es suficiente! No voy a soportar palabrerías de tal mentiroso como lo eres. —Niego, Thor demanda una vez más. —¡Solo hazlo!


—Me estas arrebatando mi vida.


—Tu has podrido mi confianza.


Y entre los dos él tiene la razón. Yo tan infeliz, él tan entregado a nuestro amor, solo he culminado con su credulidad, con el amor que el tanto profesaba a los cielos, yo tan maldito, él tan correcto, uno de los dos es el erróneo, yo lo soy.


El inicio a cerrado su principio, un error, dos errores, tres, cuatro, cinco, ¿Cuántas veces?


La cuenta se pierde entre las olas de gritos, ¿Recuerdas cada beso?


Las caricias correctas.


Thor se acerca parsimonioso, firme y roto. Su gruesa mano se planta frente a mí decidido y yo tan vulnerable.


Como si el viento pesara, beso una última vez esa argolla que me dio el perdón, con tristeza la entrego. Thor con brusquedad la parte entre sus dedos, ese sonido jamás se borrará de mi memoria.


Los golpes no cesan, las voces se amortiguan al suelo. El eco recorre los metros rebotando con esquinas.


¿Este es el fin?


Repetir la existencia, crear un nuevo comienzo, las cenizas no volverán a salir.


Fundar, demoler, repetir sin concluir.


—No lo mereces.


 


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).