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Siempre a tu lado por Ck1426

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Notas del capitulo:

Antes que nada un disculpa por no actualizar las semanas anteriores.

 

Espero disfruten de la lectura. Y feliz año nuevo!

Asami y Kuroko se sorprendieron por la actitud y tono de voz que uso el rubio, abrieron enormemente sus ojos, pero en un instante, la hermana del jugador de Kaijou se sonrió con cierta diversión

—¿Celos Ryou-chan?

Al escuchar la pregunta tanto Ryouta como Tetsuya se sonrojaron.

—No seas…

—Kise-kun, me estas lastimado—. Logró decir el menor antes que entre los dos hermanos se pelearán más fuerte.

—Lo siento Kurokocchi— el mayor le soltó inmediatamente, como se había roto el momento de tensión, suspiró con cierto fastidio. —Iré a tomar una ducha— el modelo habló con voz neutra, fue a su habitación para tomar sus productos de aseo personal, toalla, ropa para dormir e ir a tomar la mencionada ducha .

Por su parte Asami y Kuroko terminaron de arreglar los trastos usados, en un silencio un tanto incómodo.

—Kuroko-kun… por favor no mal intérpretes a mi hermano— la mayor rompió el silencio para que tratar de arreglar el ambiente que se sentía tenso en ese momento. —Es un poco impulsivo y en ocasiones explosivo, sobre todo cuando hay algo que le gusta y quiere mucho, pero es un buen chico. Tiene muchas cualidades…

—Lo se Kise-san…— se limitó a decirle a la chica interrumpiendo su discurso , el peliazul ya había notado las cualidades de su amigo, las había vivido en carne propia. Y no era que no quisiera saber que era lo que ella tenia para decir de su hermano, solo que en el fondo, sentía que traicionaría los sentimientos, que creía, aún tenía por Taiga.

—¿Te quedaras a dormir hoy?

—Si… espero no causar muchos molestias

—Para nada. Toma tu ducha después de Ryou-chan.

—Esta bien, gracias.

Nuevamente la chica soltó una carcajada, las respuestas de Kuroko siempre habían sido así, concisas y bastante educadas, definitivamente era un chico bastante formal para alguien de su edad, además del aura tan tranquila que emanaba, pequeñas cosas que no tenían la mayoría de chicas que le había presentado a su hermano hasta el momento, volteo ver a Tetsuya con una sonrisa.

—Eres tan… diferente… ahora entiendo porque coordinan tanto… mi hermano tiene lo ojos en ti.

Esta vez quien no sabía como tomar las palabras mencionadas fue Kuroko por lo que se quedó callado por un momento hasta que la chica volvió a hablar.

—Bueno Kuroko-kun me voy a mi habitación, pasa una buena noche.

Una vez que el peliazul quedo solo se dirigió a la habitación del mayor y comenzó a sacar las prendas que había llevado, justo en ese momento entró Kise ya completamente vestido, solo faltaba secar su cabello, pero había decidido que lo haría en su habitación para evitar monopolizar el baño por mucho tiempo.

—El baño está libre, úsalo cuando gustes.

Al parecer la ducha le había sentado a la perfección al rubio ya que se veía menos molesto que momentos atrás, su voz era la de siempre, aunque por alguna razón tenia desviada su mirada. Gracias a esa posición del rostro de Kise que Kuroko pudo notar como su cabello caía sobre su frente y los mechones más largos caían sobre su nariz la cual era bastante más respingada y recta que la del promedio japonés, dándole la impresión que su rostro era más fino.

Ryouta había sentido la mirada de Tetsuya sobre él, por lo que volteo instintivamente.

—¿Sucede algo Kurokocchi?

El nombrado desvío su mirada y negó con la cabeza.

—Nada, iré a tomar la ducha.

Dicho esto, tomo sus prendas y unas botellas de jabón y shampoo que había llevado y fue al cuarto de baño, esta vez tardo mucho menos tiempo que el día anterior, solo uso la regadera.

Al regresar la habitación del As de Kaijou este ya había terminado de usar la secadora y ahora revisaba nuevamente sus redes sociales acostado en la mitad de la cama.

—Kise-kun… ¿En dónde dormiré yo?

Preguntó Kuroko al entrar a la habitación y notar que no había futón en el suelo. Tal vez le diría que había cambiado de opinión y que fuera a su casa. Nuevamente pensaba lo peor de la situación, lo peor era que sabía que eso era imposible, pero el pensamiento ahí estaba y empezó a sentir que su corazón se aceleraba de forma negativa.

—En mi cama obviamente—respondió el rubio apartando la visita de su móvil. Kuroko se sintió avergonzado no por dormir con el modelo, no era la primera vez que dormían juntos en la cama de Kise.

—P-pero…

—Pero no con el cabello tan mojado, te vas a enfermar— le interrumpió el mayor —Ven lo secare— se reincorporó y fue por la secadora, la conectó en el enchufe más cercano a la cama y le señaló al menor en dónde ponerse.

Realmente en ese momento Kuroko se sentía un tanto regañado pues no había olvidado lo que pasó en la cocina momentos antes, además que aun se sentía como molestia, eran muchos sentimientos que tenía en ese momento que no podía negarse a ir dónde su amigo le indicaba.

Se sentó en el piso entre las piernas de Kise viendo hacia una ventana, en cuanto el menor estaba acomodado, el mayor encendió la secadora y empezó a pasar con delicadeza un cepillo y la secadora entre sus cabellos. El olor que desprendía Kuroko, le hizo recordar a Ryouta la noche anterior, pues aquel aroma fue lo último de lo que fue consciente antes de quedarse dormido, por lo que un leve sonrojo apareció en sus mejillas, movió su cabeza negativamente, como si eso le fuera a quitar esos pensamientos. Por su parte, esos movimientos que hacía en conjunto la secadora y el cepillo le dieron a Kuroko una agradable sensación e incluso llegó a pensar si eso sentía Nigou cuando le acariciaban la cabeza y por ello le gustaba tanto que lo hicieran, el menor ser río internamente al estarse comprando nuevamente con su mascota.

—Listo— habló con entusiasmo el rubio, paso sus dedos por el cabello sedoso del menor, su mano cálida y suave le dio una mejor sensación a Kuroko que solo el cepillo con el aire tibio.

—Gracias…—

—Oye, Kurokocchi…— habló el rubio para llamar la atención del menor.

—Te escuchó Kise-kun

—Sobre lo que pasó en la cocina…. ¿te lastimé?

—Realmente no— confesó el menor —no estabas apretando tan fuerte, solo, no quería que le dijeras algo a Asami de lo que te pudieras arrepentir después, sin embargo, no entiendo porque estabas tan molesto, ustedes se llevan muy bien tampoco es como si haya dicho algo malo de ti…

Ryouta se dejo caer en la cama y vió al techo por un segundo tratando de entenderse a si mismo, ¿por qué se había enojado tanto?

—No lo se Kurokocchi— Y entonces recordó la palabra que había dicho Asami durante la pelea “celos” y se volvió a sonrojar. —Tal vez solo estoy muy cansado e irritable por lo mismo— se excusó

Kuroko se levantó del piso y se sentó a lado del modelo.

—En ese caso ya deberíamos dormir.

Kise asintió, se levantó para apagar la luz, dándole oportunidad al menor de acomodarse en la cama, tomando el lugar de siempre, el rubio también entró a las cobijas.

—Descansa Kurokocchi

—Descansa Kise-kun


Pasaron aproximadamente veinte minutos y ninguno de los dos podía dormir aún, pero tampoco hablaban pues cada uno pensaba que el otro ya estaba dormido. En el momento en que ambos se cansaron de estar en la misma posición, ambos giraron sus cuerpos al mismo tiempo, mutuamente se vieron a los ojos, la oscuridad de la noche no les permitió percibir el sonrojo que ambos tenían en su rostro.

—Pensé qué ya te habías dormido— Comentó el rubio desviando su mirada

—Tu eras el que estaba cansado— Replicó Tetsuya, lo que le hizo sonreír a Ryouta,  pues era era la personalidad que recordaba de su amigo.

Ryouta se giró nuevamente viendo al techo.

—¿Sabes Kurokocchi? Hay algo que dijiste en la tarde y no he tenido la oportunidad de decirte nada al respecto…

—¿Qué dije?— preguntó con curiosidad pues aquel día había dicho muchas cosas.

—“Recuperar el cariño con el que jugaban mis tan parecidos compañeros de secundaria”. Gracias Kurokocchi. No puedo hablar por los demás, aunque puedo apostar que en algún momento te dirán lo mismo que yo ahora, si se llegan a enterar de lo que pensabas en ese momento…

Kuroko sintió que sus mejillas ardieron.

—Aunque mi agradecimiento es más grande— enfatizó el mayor, Kuroko sabía que a Kise siempre le había gustado ganar en todo y esto no seria la excepción— porque has hecho eso por mis dos veces, la primera cuando tuvimos nuestro primer partido juntos y el de hace un año… gracias a ti tengo muchísimo cariño por el basket y sobre todo me llegaron tus sentimientos de querer ser parte y apoyar a un equipo… sigues siendo mi senpai aunque ya no estemos en la misma escuela. Eres increíble. Eres la persona que más admiro en el mundo… y…

Ryouta sintió un pequeño golpecito en su hombro, volteó para encontrase a Kuroko escondiendo su rostro en su brazo

—Kuro…

—No digas nada…— lo interrumpió el y se pegó mas a su cuerpo para esconderse mejor aferrándose a la playera del mayor, el corazón de Kuroko estaba latiendo tan fuerte como cuando le daban sus ataques de ansiedad, pero, a la vez latía diferente, pues se sentía feliz, aunque claro, no era algo que fuera a admitir tan fácilmente.

Kise obedeció al instante la petición del más pequeño y guardo silencio, al sentir más cerca el cuerpo de su amigo , así cómo el se aferraba a su ropa, no solo las mejillas tenía rojas, su cuello y frente, todo estaba colorado, su corazón latía tan rápido y fuerte que sentía que lo escuchaba y rezaba para que Kuroko no lo escuchase. En ese momento Kise fue consciente que su tan preciado amigo, tenía esas reacciones tan adorables y unas inmensas ganas de abrazarlo se apoderaron de él, aunque era diferente que la noche anterior porque no era para consolar a Tetsuya, era para calmar el deseo de sentir ese cuerpo pequeño entre sus brazos, aunque fuera un segundo, la fracción de un segundo, solo lo necesitaba, estaba inclusive preparado por si el menor rechazaba la acción, incluso había pensando en que le podría dar un golpe, apartarlo bruscamente, pero no le importó, en un rápido movimiento se volteó y rodeo el cuerpo de su amigo. Grande fue su sorpresa cuando ente le devolvió el abrazo aferrándose a su playera como lo había hecho esa tarde.

El olor que ambos desprendían y la calidez de cada cuerpo era algo que amos disfrutaron, tanto así que tanto Kise se acercó más a la cabeza de Kuroko y deposito un beso pequeño en esta y por su parte Tetsuya se acercó más de tan forma que pudo se inundaba del aroma del pecho de Kise.

Y así permanecieron hasta que el rubio sintió como se perdía fuerza en el agarre de Kuro a su playera y su respiración se hacía constante y tranquila, señal clara que el peliazul ya se encontraba dormido, y así Kise poco a poco se relajó hasta también perder la conciencia y adentrarse al mundo de lo sueños.

Aquella noche, fue la primera de un mes en el que Kuroko ya no tuvo pesadillas, podía dormir, comer y realizar sus actividades diarias sin ningún problema. Ya no le dolía el pecho al ver a su antigua pareja e incluso podía expresar la felicidad que sentía por el de haber encontrado a alguien que le diera lo que no pudo dar él en sus antiguas relaciones.

Notas finales:

En el siguiente episodio al gin llega un poquito de lemon.


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