-¡CHICOS!- gritó Steve corriendo tras Allison y Jeremy que corrían más rápido que él, cuándo logro alcanzarlo, los tomó por los hombros con fuerza jalándolo hasta la tirarlos al suelo, llevándoselo a él también.
-¿Qué te pasa? - le criticó Allison golpeándolo y empujándolo.
-¡No pueden ir corriendo por nada al bosque!- le contestó Steve, Jeremy le miraba mal al igual que lo hacía Allison, asustándolo un poco, haciendo que aferrara sus garras. Se tragó su miedo por los mayores - ¿¡CREEN QUE SON LOS UNICOS QUE EXTRAÑAN A ALEX Y KEILA!?- vociferó mordiéndose la lengua.
Ambos se quedaron viendo a Steve que se abrazaba a sus ropas - Alex y Keila ya no están…- decía entrecortado - Y yo… yo también los he visto como ustedes, me duele tanto - las lágrimas caían al suelo mojando la tierra - Por favor no me aparten, también los extraño, no me dejen solo.
Allison saltó abrazándolo por el cuello - Perdón, perdón, perdón - ella lloraba mientras se intentaba disculpar Jeremy se quedó de rodillas, Steve alargo el brazo haciendo que se acercara a ambos, los tres estaban ahí abrazados y llorando como los niños que eran.
-Así que de aquí venían los ruidos.
Jeremy se apartó pronto de los otros dos, de forma amenazante le rugió, Allison sin dejar de abrazar a Steve miro sorprendiéndose de que solo fuera una mujer muy anciana con un bastón, que sonreía como si los conociera.
-Tranquilo joven alfa- se acercó haciéndolo a un lado con el palo de madera tallado, Jeremy gruñó aun atento a sus acciones. - Vaya sí que eres una chica grande y fuerte.
Allison confundida miro a Jeremy, este se encogió de hombros sin saber a lo que se refería, ninguno de los tres lograba recordar a una mujer como ella.
La risueña risa de la anciana les sorprendió, esta empezó a tomar el camino que estaban siguiendo hace unos segundos. -Síganme por favor.
Steve y Allison no se separaron, Steve aun lloraba, se limpiaba las lágrimas constantemente, Jeremy miro a Allison y esta asintió con la cabeza, ella tomo de la mano al más joven para que no se apartara, Jeremy estaba delante cuidándolos a ambos.
El sonido de la puerta abriéndose le alarmo por un segundo, pensó que vería a alguna enfermera, pero se encontró con su padre entrando, con los hombros caídos y grandes ojeras bajo os ojos, se notaba los días sin dormir, estaba destrozado por dentro y por fuera, igual que Derek y él.
El hombre suspiró con pesadez, acercó una silla junto a la cama de Stiles y se sentó a observarle. Stiles le miraba fijamente con tristeza y melancolía, su padre miró cada esquina de la habitación, tal vez esperando a verlo o algo por el estilo.
-Papá…
- Stiles- la voz de su padre se escuchaba cansada, suspiró una vez más, parcia muy agobiado. Lo tomó de la mano, -Han pasado todo tipo de cosas - dijo hablándole de forma paternal, Stiles se sentó al lado contrario mirándolo con cariño. - Sabes, no pensé que diría esto, de verdad me duele pensar simplemente en que no despiertes, Pero… - tragó saliva y río un poco – recuerda la primera noche sin tu madre, fuiste a mi habitación, no preguntaste o dijiste algo, solo te metiste bajo las sabanas y dormiste a mi lado.
- Las únicas semanas donde descansaron de mi hiperactividad.
- No sabes lo feliz que fui de escucharte hablar…- Stiles no esperaba esa continuación - Me daba miedo que estuvieses tan callado, deseaba todos los días que volvieses a ser ese niño alegre que parloteaba sin cansarse, molestarme con preguntas extrañas que ni yo podía contestar - el sheriff pasó sus manos por su rostro cubriendo por unos segundos sus ganas de llorar -Ahora es igual, cuanto deseo escucharte hablar Stiles.
- Papá.
- Alex y Keila ya no están - soltó un suspiro lleno de tristeza y agobio - Y sé que te está doliendo, sé que justo ahora solo quieres estar con ellos, de la misma forma en como yo quiero que estés de vuelta hijo. - Miro atentamente el rostro de Stiles dormido y apacible - pero está bien si te quiere ir, lo entenderé.
El humano se cubrió la boca - Papá.
- Está bien, nadie te lo reprochara, lo entenderemos, está bien ¿sí?
Las palabras ya no podían brotar, las lágrimas de su padre iban en las sabanas, sonreía con una tristeza inmensa pero Stiles sabía que él decía la verdad, que se lo estaba diciendo en serio.
Sintió una cierta paz en su corazón al escuchar eso.
Derek se detuvo delante de la puerta, podía escuchar las palabras del hombre, quería entrar y decirle que no le pidiera una tontería, pero no podía negar que pensaba igual, incluso si eso significaba quedarse solo. Al menos Stiles y sus niños estarían juntos.
Se recargo en la pared y se dejó deslizar hasta el suelo, ahí en el pasillo del hospital, un leve llanto empezó a salir de entre sus labios.
Peter caminaba por el bosque - ¿Dónde están esos niños? - decía, si algo les pasaba tendría que soportar los regaños de todos, así que iba corriendo prácticamente. Se detuvo de golpe cuando en la lejanía vio a Steve aferrándose a la mano de Allison - ¡Niños!
Steve volteo a ver al lobo que se acercaba - Peter.
- Mierda, saben que… ¿eh? - Los chicos lo miraban con cierta confusión, frunció el ceño cuando vio a la mujer - ¿Qué hacen con esa bruja?
La mujer sonrió, Jeremy le gruño con fiereza - Tranquilo, supongo que también está bien que nos acompañe usted señor lobo.
- ¿Yo la conozco? - pronuncio en voz baja tratando de recordar un poco mejor el rostro de la mujer y esta asintió - Usted… ¡Usted es la que le dio a Stiles a la pequeña Keila!
-¿Qué? - Allison no comprendió lo que dijo Peter - ¿Qué estás diciendo Peter?
- ¿recuerdas que una vez les dije que Keila había aparecido por arte de magia?, bueno, fue la magia de esta vieja bruja.
Steve miro a la mujer. - ¿Usted hace ese tipo de magia?
- Es una larga historia- miro al lobo mayor - No diaria que fui yo, fue más bien una magia natural muy vieja y poderosa.
-Espere, espere- Steve se acercó a la mujer, entusiasmado - Usted puede traer de vuelta a Keila verdad, por eso hemos visto a… - la anciana no le dejó terminar su pregunta.
- Antes de pedirme algo, acompáñenme.
El grupo la siguió, ellas los llevo hasta donde estaban las flores moradas, los lobos no se habían dado cuenta incluso en ese momento podían oler como si nada, el veneno no les afectaba como debería. - Yo ya estoy muy vieja para hacer magia. Pero no quiero que se mueran je.
-Señora, por favor no …- Jeremy fue acallado por la mujer que removió las flores. Ahí entre las flores apareció un rostro conocido, era Alex durmiendo, desapareció en cuanto las flores volvieron a su forma habitual.
Jeremy intentó saltar a las flores pero Allison y Steve lo detuvieron, ellos no habían visto nado, Peter lo tomo del cuello de la camisa y lo jalo con fuerza.
-¿Qué? ¿Qué? ¡Ese era Alex!- les dijo Jeremy
- No diría que fuese tu amigo, supongo que saben el origen de su amigo- los presentes asintieron. - Stiles está muriendo- aquellas palabras les cayeron a todos como un baldé de agua frio, pero no dijeron nada, - Por eso sus hijos se han ido primero. Aunque son seres distintos con vidas distintas, pero Stiles es una chispa tan poderosa que su propio ser y magia hizo que esos dos que ustedes llaman Keila y Alex pudiesen existir como lobos.
Allison cayó de rodillas, Steve le sujeto.
- Lo siento pequeños, pero no puedo traer de vuelta a sus amigos.
- Si Stiles despierta -Jermey empezó a hablar, la mujer le presto atención, mientras este se aferraba a la tierra y las hojas - Sí el despierta, ellos podrán volver- La mujer volteo a las flores.
- No lo sé, puede ser una posibilidad.
Steve y Allison la miraron con cierta esperanza.
- Pero eso no es su decisión.
Los tres jóvenes no entendieron, si Stiles sobrevive, si el despertaba podrán tener devuelta a Keila y Alex, podrían tener a sus amigos, podrían volver a ver a Stiles feliz. Peter suspiro - Stiles es una chispa, ello decidieron dar aquella vida que Stiles les dio para que su padre siguiera viviendo.
-Keila fue la primera en darse cuenta- dio Allison entre llantos.
- Ellos ya han decidido irse. ..- Completo Steve mirando a Jeremy.
- De que me sirve eso - dijo el alfa mirando a la mujer - de que me sirve saber eso si no puedo hacer nada, ¡respóndame!.
- Yo solo paso un mensaje joven alfa.