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If I Stay por AleHoku

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-Hey Derek- Stiles abrazaba por el cuello al lobo, mientras este trataba de respirar; se desangraba, el humano y el lobo se encontraban en lo que había sido  nemeton, aquella bruja había estado siguiendo al castaño por el bosque. “¿Por qué la herida no se cura?” se preguntaba el chico tratando de parar la sangre mientras su ropa se llenaba de sangre -Venga lobito - decía el chico en su oreja -venga, tu puedes curarte- Derek miraba a los ojos a Stiles y sonreía, aquello hizo que su corazón diera un vuelco. -Derek… - pego su nariz al del hombre lobo -No te mueras.

 

-Derek- El nombrado abrió los ojos, sostenía la mano de Stiles; el cual estaba conectado a un respirador, aun no despertaba. Ya habían pasado un par de días y ninguno de sus hijos o su esposo despertaba.

Él y John eran los únicos que tenían permitido verlos al igual que a los mayores; pero ellos solo en un horario estricto, tanto Jeremy como Allison solo estaban en los pasillos esperando noticias y ni siquiera les permitían acercarse a las habitaciones; aunque esto lo hacían a escondidas, Steve apenas sí quería pisar el hospital así que se la pasaba en el estacionamiento en el auto esperando a su padre o a Jeremy.

-Derek, ¿me escuchas?- El moreno volteo a ver a Lydia que sostenía un ramo de flores, el lobo no escucho realmente a la pelirroja y volvió su mirada al castaño -En serio, das miedo- el lobo apenas había pegado ojo durante las noches, por ello lucia cansado y fastidiado, solo le contesto con un bufido.

La mujer acomodo las flores en la mesita de noche aun lado de la ventana, - ¿Sientes algo? - pregunto, pero la chica se sentó en una silla a su lado y negó con la cabeza.

-No, nada- Lydia se sentía igual que el lobo, ella y el castaño se habían vuelto muy buenos amigos desde que se conocieron, incluso en algún momento pudo haber sentido algo por él pero ahora solo era una fuerte amistad. -Sé que mejorara.

Stiles miraba la escena desde una de las esquinas del cuarto, estaba ahí desde que lo bajaron a piso, quería ayudar a Derek que ha estado todos los días a su lado esperando a que despertara, incluso había momentos en las que no soportaba verlo y pedía a gritos que se fuera.

- ¡Lydia!- grito al oído de la chica pero esta no reaccionaba - ¡Por favor!-; intento salir de la habitación en varias ocasiones pero no le era posible incluso intento traspasar esta pero solo se golpeaba contra la madera. -Ok cálmate Stiles, solo tienes que relajarte- se quedó parado junto a la cama mirándose - ¡Reacciona estúpido cuerpo!

La puerta se abrió en ese momento, el padre de Stiles entraba con dos cafés; uno para el lobo y otro para él, junto con Parrish que saludo de beso a Lydia, Derek debía volver al trabajo pero el lobo no quería ir, hasta que John prometió quedarse y avisarle de cualquier noticia.

-Adiós Derek- dijo Stiles viendo como el hombre se iba junto con Lydia y el otro oficial, su padre lo miro unos segundos antes de sentarse. -Papá.

Se sentó a su lado mirando como el mayor tenía la cabeza abajo; parecía suplicar, el hombre intentaba mostrarse fuerte pero por el temblor de sus manos sabía que no duraría mucho tiempo con ello; Stiles ya lo había visto cuando su madre murió.

 

-Papá, ¿mamá va a estar bien? - El sheriff sostenía la mano del pequeño en el pasillo del hospital, su madre había estado en cama por casi una semana, los doctores no pudieron hacer nada por ella, Stiles miraba a su padre ser fuerte y pidiéndole que recordara a su madre por todo lo bueno que les dio, aunque en ese momento el niño no comprendía lo que significaba, se lo prometió.

Y lo cumplió, solo hablaba de su madre antes de que callera enferma, antes de que los delirios le hicieran temer de Stiles hasta el punto de señalarlo como un asesino.

 

-No te preocupes papá, todo va a estar bien- dijo tomando del hombro a su padre, aunque sabía que este no sentía nada, le daba un poco de alivio que si se concentraba lo suficiente era capaz de sujetar las cosas o sentir  a los demás. John se removió un poco sintiendo algo de frio.

Pasaron un par de minutos, Melissa entraba a revisar como estaba el chico de vez en cuando o para contarle al padre de Stiles el cómo estaban los niños.

Ese era tema que no quería tocar Stiles, ellos tampoco habían despertado y Alex no mejoraba. “¿Cómo era posible eso? Son lobos” escucho a Jeremy una vez gritándole a Scott, Stiles quería salir de la habitación solo para verlos, quería verlos. “Tal vez ellos estén en las mismas condiciones que yo”

-ALEX NO ESTA MUERTO- John y Melissa salieron de la habitación al escuchar el grito de Jeremy, Stiles no pensó en lo que hacía y salió detrás de ellos mientras la puerta aun estaba abierta.

Ha unos cuantos pasillos un grupo de personas rodeaban a Jeremy y Allison mientras discutían, un viento frio paso atravesando a Stiles aquello no le agradaba.

-No he dicho eso- decía la chica aferrándose a su falda,  manifestaba enojo en sus ojos pero se notaba que guardaba sus palabras. -Se  que estas dolido, pero no puedes echarme la culpa de lo que pasa.

-Es tu culpa, tu culpa- repetía el joven una y otra vez - Lo dijiste, tú lo dijiste pero no hiciste nada maldita sea.

Allison apretaba la mandíbula; quería estallar en llanto pero no permitiría que Jeremy tuviese aquel poder sobre ella, cuando Melissa y John se acercaron las enfermeras y pacientes que miraban se alejaron, el hombre mayor se llevó al joven lobo que; aunque no se opuso, no quería alejarse mucho del pasillo, así que Melissa tuvo que encaminar a Allison -Vamos por algo de comer cariño- dijo Melissa a la chica.

Stiles se acercó a la puerta de la habitación de Alex; Keila estaba una planta arriba, Jeremy no quería hablar con John así que solo estaba sentado al lado de la puerta aferrándose a sus rodillas.

-Hijo.

-No me llame hijo- decía el muchacho, aunque su tono era amargo realmente no quería portarse mal con el hombre, sintió como este se sentó junto a él -Lo siento, yo solo…

-No quieres verlas aquí- asintió y miro al pasillo

-Allison es una Banshee y tiene algo de perro del infierno, esa combinación es aterradora - decía el chico mirando sus manos, volteaba en ocasiones al corredor pensando que la chica apareciera de nuevo para reclamarle; había sido un estúpido al gritarle, era verdad, pero el miedo le podía más. John lo comprendía, en algún momento cuando Lydia gritaba pedía que la muerte augurada no fuera de Stiles o de alguno de la manda.

-Lo que dijiste ¿Qué no hizo Allison? - pregunto sacando de sus pensamientos un momento al lobo.

Jeremy se enderezo en su lugar y recargo la cabeza en la pared mirando las luces del techo -Hace unos días, pensábamos que ir al lago sería divertido pero Allison dijo que no era buena ida.

- ¿Por qué?

-Por que se sentía extraña, al principio pensamos que debíamos decirles pero después de un tiempo aquélla sensación desapareció y Allison no le dio más importancia- dejo salir un suspiro - Si les hubiésemos dicho- golpeo con fuerza el muro casi cuarteándolo.

Stiles miraba la puerta mientras escuchaba la conversación, no podía culparles a ellos, jamás lo haría pero ¿por qué Allison sintió algo y Lydia no?; si algo pasaba con la manada ella debió ser la primera en sentirlo pero ahora la pelirroja parecía una persona normal al lado de su hija que era la única que lo podía ver o hablar.

-Señor Stilinski- Jeremy se levantó -Puedo ver un par de minutos a Alex.

Ya se lo habían dicho, incluso lo habían sacado dos veces de la habitación, pero él seguiría insistiendo aun si el hombre le decía que no, iría con Melissa y le suplicaría de rodillas si fuera necesario.  - Solo cinco minutos.

 

En la habitación solo estaba Alex postrado en una cama con varios monitores que parpadeaban señales de su cuerpo así como sondas conectadas a sus brazos, alguien ya había entrado y dejado un ramo de flores; Lydia, todo era apacible en aquel lugar, Jeremy corrió a la cama de Alex y se aferró a su mano. - ¡Alex, Alex!- trataba de gritar pero sabía que no serviría solo lo escucharían en el pasillo, John se quedó fuera para darle privacidad a los lobos, Stiles no se contuvo y entro.

-Alex- el castaño se acercó a la cama y acaricio el cabello del chico -Mi pequeño Alex.

-Lo siento Alex- Stiles miro al joven alfa que estaba arrodillado junto al lecho besando la mano de Alex y mirándolo con tal cariño que dolía -De cierta forma siento que todo esto es mi culpa - decía entre dientes. -Estoy aquí, por favor despierta.

 

-Derek por favor no te mueras- Stiles quería hacer algo, quería gritar pero eso no ayudaría solo lo empeoraría sabía que solo quedaba esperar, pero si la espera seguía alargándose el lobo no sobreviviría.

Derek parpadeo un par de veces para enfocar su mirada en el humano -Stiles, tienes que irte- decía aferrándose a su brazo -Ella ya viene.

Un escalofrió atravesó su espalda, no sabía que le causaba aquello al castaño; si la bruja o dejar morir  a Derek, -No- se aferró a un as al cuerpo del gran lobo, que empezó a toser sangre negra - ¡Derek! ¿Qué qué...?

-Acónito, aquello con lo que me apuñalo  tenia acónito- dijo -No me queda tiempo Stiles, por favor solo vete.

- ¿Por qué me pides eso? Es la segunda vez que me pides dejarte moribundo ante el enemigo.- aquel recuerdo en el desierto de México le pesaba, no volvaria a ceder ante las suplicas del lobo. -No te voy a dejar, no ahora. No otra vez.

-Stiles- la voz del lobo era débil.

Un siseo les alarmo, apareció una mujer vieja y harapienta, mientras detrás de ella una mujer con medio cuerpo de serpientes y la cabellera hecha de las mismas salía de entre los arbustos, Stiles bajo la mirada y cubrió los ojos de Derek, el lobo intento levantarse pero el humano lo obligaba a quedarse en su lugar; debido a lo débil del hombre lobo aquello era fácil.

Esa vieja mujer había estado acometiendo la ciudad durante casi un mes, haciendo que la gente muriese de peste y entre otros mares irreconocibles, había prometido eliminar a los protectores de Beacon Hills empezando por los más débiles y aquellos eran los pocos humanos que había en la manada.

Intento emboscar a Stiles en el bosque pero Derek se interpuso recibiendo una apuñalada de su cuchillo que inteligentemente la mujer baño en acónito.

-Aquí están.

-Suculento platillos- la voz seseante de la alta mujer  le altero, aquella era una réplica de “la medusa” que la bruja creo como su protectora; aunque también la usaba para asesinar, ya había convertido a diez personas en piedra en aquel lapso de tiempo.  

-Son todos tuyos mi pequeña- dijo la vieja bruja, la medusa se acercó con lentitud hasta el nemeton, mientras Stiles cubría el rostro de Derek y  levantaba la mirada encarando a la medusa.

La criatura se abalanzo, Scott y Liam aparecieron de entre los arboles derrumbándola. Liam tenía los ojos cerrados mientras se aferraba a los brazos de la medusa, las serpientes querían morderlo pero este agachaba la cabeza, Scott tenía en brazos un gran espejo redondo de plata que puso frente a la medusa que grito de horror al ver su propio reflejo. Lydia junto con Malia se acercaron al humano que parecía mareado mientras Derek intentaba levantarse con la ayuda del coyote.

- ¡MI NIÑA!- grito la bruja viendo como la gorgona empezaba a convertirse en piedra. Esto sucedió tan rápido que cuando Liam se apartó del cuerpo de la criatura empezaba a caer rompiéndose en miles de pedazos. -me las pagaran- pero antes de que la bruja pudiera maldecir a los chicos, una garra perforo su pecho.

- ¡Hola!- la brillante y blanca sonrisa de Peter estaba detrás de ella. -Me temo que no tolerare que intentes matar a mi sobrino- de un movimiento quito el brazo ensangrentado, en su puño llevaba el corazón de la bruja -No importa que tan poderosos sean, arrancándoles el corazón siempre perecen.

La mujer mayor cayó al suelo muerta, Scott lanzo un gruñido de advertencia al mayor que solo levanto los hombros “Ya quitamos las maldiciones, ¿Qué importaba?”

-Stiles, tranquilo- Lydia lo ayudaba a incorporarse, el chico se acercó de nuevo a Derek.

-Derek, Derek- alargo la mano para tomar la del lobo que se quejaba, la brillante luz de un par de linternas lo aturdieron un poco, escucho la voz de su padre antes de caer desmayado en brazos de la pelirroja.

 

-Jeremy, ya viene la enfermera de Alex, sal de la habitación ahora- dijo John con la puerta entre abierta, el chico se negó unos segundos a soltarlo. Al final suspiro alejándose un  con lentitud acariciando el dorso de la mano del menor -Por favor Ale despierta, te estoy esperando.

 Stiles salió detrás de él, en cuanto el adolecente se marchó de la habitación echo a correr por el pasillo, la enfermera ya le había advertido que si lo veía en aquel lugar una vez más lo echaría del hospital.

-No sé cómo Scott trata con este muchacho- decía John sentándose en una de la sillas que se encontraban frene a las habitaciones, mirando fijamente la puerta de la habitación de Alex.

Stiles percibía la cansada mirada de su padre; algo dentro de él dolía, detestaba el hospital de cierta forma, claro que va si es necesario pero habían pasado tantas cosas en aquel lugar que le daba asco incluso pisarlo. Vio que al final del corredor, Jeremy estaba recargando atento a que la enfermera saliera de la habitación para volver acercarse.

-Te pidió que no murieras Alexander- dijo Stiles regresando a la escena anterior con los dos jóvenes - Recuerdo haberle pedido eso a tu padre cuando descubrí que estaba enamorado de él.

Felicidad una pequeña chispa de felicidad le reanimo la esperanza a Stiles por unos cuantos segundos.

 

- ¿Stiles? - Derek abrió los ojos se encontraba en la veterinaria de Deaton, Scott le contaba lo que había pasado con la bruja y la Gorgona, cuando volteo a ver, Stiles estaba entrando por la puerta pudo escuchar como su corazón se detenía por unos segundos para luego resonar con fuerza, el chico tenía una gran sonrisa en la cara cuando se lanzó contra el pecho del lobo.

- ¡Por dios Derek, No te mueras por favor!

-No, no lo hare.


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