Derek admiraba la gran mansión frente a él, ante sus ojos volvía a ser esas viejas ruinas de madera quemada, ¿cómo podía entrar sí ya no podía sentir el aroma de Stiles y de sus crías?, hacia días que no estaban en casa, e intentaba comprender por qué sus hijos y su querido esposo habían tenido aquel accidente. -¿Derek?- el lobo volteo encontrándose con Scott
-¿Qué ocurre? - El alfa podía oler la tristeza de su amigo - Estaba por ir al hospital.
Se quedaron en silencio un momento, Hale volvió a ver la casa - Has pensado ¿qué hacer referente a Keila? - el lobo bajo la mirada, el cuerpo de su hija desapareció, no podía hacerle un rito funerario decente.
-No lo sé- dijo algo molesto.
Stiles abrió los ojos, descansaba sobre el cuerpo de Alex, parecía más tranquilo, y por lo que dijo Melissa, al parecer el estado del niño estaba mejorando, aunque de su persona aun no estaba muy dudoso, suspiro acariciando la mejilla del niño, le costado acostumbrarse pero ahora lograra tocar las cosas físicas con más facilidad.
Aún estaba conmosonionado por las huellas de manos en las sabanas de su cama, -¿Recuerdas?, ibas todos las noches a nuestra coma y te metías debajo de las sabanas - sonríe un poco triste - Siempre terminabas empujando a Derek fuera de ella. Alex, tu hermana ya no está pero… yo sigo aquí, por favor despierta, Derek también te necesita.
Alex y Kaila se estiraban fuera de la casa, había un poco de humedad de la noche anterior de la lluvia, se escuchaba como los pájaros empezaban a cantar. Derek salió de la casa y levantó al pequeño en brazos, Alex rio y Keila le saco la lengua, provocando que el lobo la levantara igualmente. Stiles llamó la atención de los tres, la pequeña corrió abrazando sus piernas.
Los cuatro caminaban por el bosque, Alex y Keila jugaban entre ellos, se empujaban, gruñían y manoteaban al aire como todo niño pequeño. Derek los separaba en ocasiones y cargaba a los dos pero cuando manoteaban los bajaban para que corrieran por su cuenta.
Keila tomo de la mano a Stiles -Papi, papi-, el humano miro el entusiasmo de esta que saltaba a su lado una y otra vez, él la levanto en brazos, ella rio -Despierta.
-¿Qué?
El sonido de los monitores cardiacos le despertaron, luego un silbido, alzó la cabeza, su vista estaba algo nublosa, se apartó del cuerpo de su hijo, escuchaba los pasos de las enfermeras fuera, sus sombras se miraban por debajo de la puerta, estaban corriendo, cuando dio un paso rodeando la cama, sintió como su equilibrio fallaba, - ¿qué? - empujo la puerta tratando de abrirla, era muy pesada y su cuerpo demasiado débil.
-¡Stiles!- se sorprendió de escuchar la voz de Derek, el castaño se pegó más a la puerta pegando el oído a esta, se forzaba a escuchar lo que pasaba fuera, lograba percibir el forcejeo de alguien; debía ser Scott y su pare sujetando al lobo, cerró los ojos rezando a l que fuera por poder salir.
Escuchaba todo mucho más cerca, algo blando estaba bajo de él, los doctores tratando de mantenerlo vivo. Algo extraño pasaba porque era consciente de lo que sucedía en su entorno, pero al mismo tiempo sentía que estaba en la habitación de su hijo.
-¡¡STILES!!- El rugido de Derek le llamaba. No quiera irse, no aun, pero ¿cómo sabía que quería estar? si su cuerpo y su mente estaban partidas en dos, lejos una de la otra.
-Papá…- ¿Keila? - despierta papá, por favor, despierta, no los dejes- era la voz de su niña, todo empezaba a acallarse un poco, los rugidos de su amado, los múltiples intentos de los doctores de regresarlo a la vida, solo estaba la tranquilidad y la voz de Keila - Papá despierta.
Stiles abrió los ojos adormilado, el peso de ambos niños le alarmo unos segundos, Keila se acercó abrazándolo -¡Papi!- gritó aferrándose a su cuello, el pequeño Alex estaba sentando sobre Derek, el cual gruñía tapándose con las sabanas, el castaño se burlaba entre dientes de su pobre Derek.
-Mira, mira- dijo Keila abriendo la boca y mostrándole unos largos colmillos - Los puede sacar.
- ¿eh?- Stiles empezó a revisar si no estaba lastimada o algo pero parecía que todo estaba bien - No deberías forzarte con estas cosas, te puedes lastimar- ella hizo un puchero antes de ser empujada por Alex que también abrió la boa pero el solo le estaba mostrando como empezaban a salirle algunos dientes de leche.
-Parecen de gatito- dijo Derek burlándose de este, Alex vociferó y se lanzó sobre él, haciendo que ambos cayeran de la cama.
-¿Están bien? - preguntó Stiles asomándose, se encontró con el pequeño niño mordiendo a Derek de la oreja, y aun cansado lobo tirado en el piso, Keila se aventó aplastando el abdomen de su pobre padre en el proceso, Derek gruñó con fuerza - Tomare eso cómo un no.
Alex mordisqueo un poco más la oreja de Derek, hasta que este se enojó tanto que se levantó cargándolo en hombros a ambos niños - ¡Ahora es mi turno!- los niños gritaban entusiasmados y jugando al mismo tiempo golpeándole en la espalda, Stiles se reía entre dientes mirando como salían de la habitación, no necesitaba ser un hombre lobo para escuchar como los lanzaba a la bañera y abría el agua.
-¡Hora del baño!
-¡¡NO!!- gritaron ambos niños, Stiles se estiro, podría descansar un rato de la vida de hogar cuando Derek se ponía a bañarlos, tomo aire y lo dejo salir con tranquilidad.
-Papá- Stiles se alarmo mirando a su costado.
Un Alex pálido y mucha mayor le miraba asustado - ¡DERPIERTA!
Stiles tomo aire con fuerza, puso las manos en el suelo, estaba fuera del cuarto de Alex , resonaba el llamado de Derek, aun quería estar ahí, aun quería estar al lado de Derek, aun debía esperar a que Alex despertara, llorar por su querida Keila. -ME QUIERO QUEDAR
Se aferró al cuerpo de Derek que sintió un leve empujón -Stiles-, el sonidos de alboroto de los doctores se calmó.
Seguía ahí.