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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Holaaa 

Les traigo uno de los últimos capítulos :'3 estaré subiendo los por la noche, habrá actualización el jueves, no olviden comentar.

 

Capitulo 45. 
Entre días




Los días lluviosos continuaban, día tras día cielos nublados, El sonido del agua golpeaba contra el pavimento y pequeños cantos de las aves por las mañanas. Las semanas habían transcurrido hasta convertirse en un mes después del fallecimiento del profesor Snow, nadie había hablado con nadie durante todo este periodo, Edward no había dado señales de su presencia ni Anthony siquiera había intentado comunicarse con alguien más además de su padre, un silencio total por ambos hombres que habían dado tiempo para que Day analizara un poco más acerca de la situación en aquel tormentoso día.

Muy temprano por la mañana el menor había salido de la casa de Allen donde actualmente residía y al estar en periodo vacacional sólo esperaba Ingresar de nueva cuenta a su antigua escuela. Le había servido mucho el hablar con Lizzie pues ella ya sabía todo el asunto Y aunque no estaba muy de acuerdo con los sentimientos de su mejor amigo los aceptó esperando a que todo se reparara.
Day tomó el autobús con dirección a la casa de su amiga la cual no vivía muy lejos de ahí y al bajar puedo ver una figura de pie en la parada de los  autobuses donde reconoció perfectamente a la persona. Por el momento su corazón se emocionó pero por otro se sintió un poco incómodo. Edward volteó a verle Y ambos caminaron con la intención de estar frente a frente, era como si no le hubiera en visto en años, tenían una expresión distinta en sus rostros marcados por heridas aún recientes.

Era un silencio que se podía interpretar de distintas formas, mientras las miradas se cruzaban sus labios se habían sellado por breves momentos hasta que uno de los dos comenzó a hablar. 
-Day… Hola- Dijo el adolescente mayor con un tono tranquilo.
-Hola… Hace días que no te veo, Cómo has estado?- Respondió el menor como si su boca se hubiese secado asperamente.
- Me encuentro bien… Me encuentro mejor que nunca a decir verdad, Y tú? En estos días Cómo has estado?- Edward le regala una sonrisa Aunque sus ojos cafés expresan cierta tristeza.

- Estoy normal… De hecho me he sentido más tranquilo durante las últimas semanas… Había querido hablar contigo pero realmente no tenía el valor para hacerlo y tampoco tu nueva dirección- Responde Day aún manteniendo una postura amable y seria.
- Me has buscado?- Pregunta sorprendido ya que no esperaba que el menor tomara iniciativa para hablarle de nueva cuenta.
- Hay muchas dudas y muchas cosas que quedaron sin resolver, quise tratar de entenderlos a cada uno de ustedes y después del fallecimiento del profesor me di a la tarea de no pensar sólo en mí mismo y de considerar cada uno de los sentimientos involucrados entre todos nosotros… Por favor ayúdame a no ser Injusto contigo y dime la verdad- Day le mira fijamente frunciendo el ceño dando un gesto de Súplica y tristeza.


Quiere entender.
Quiere terminar de aceptar y olvidar pero el menor sabe que no puede realizar todas estas acciones sin tan siquiera tener los hechos completos.
-Day… Pasaron muchas cosas en tan poco tiempo, Es normal que tú quieras respuestas y en verdad Lamento todo lo que pasó… De todas las personas eras tú quien menos tenía que haber sufrido- Edward intenta mirar hacia otra parte mientras se muerde el labio inferior, el sentimiento de culpa la invade pero trata de resistirse para continuar hablando.
-Day… Me enamoré de ti sin darme cuenta, comencé a mirarte con otro tipo de ojos, a pensar en ti día tras día y sentir de alguna manera fantasiosa que podríamos estar juntos… Yo vi cómo te encontrabas aprisionado en la jaula de oro a la que Anthony y tu madre te habían sometido… éramos iguales… Ambos no podíamos liberarnos y teníamos que sumergirnos en cosas que no deseábamos- Edward hablaba mientras tomó asiento el banco de la parada de autobús.

Day apretó el mango de su sombrilla pues aunque se incomodaba un poco quería escuchar las palabras del hombre frente a él.
- Es cierto… De alguna u otra manera tú y yo éramos iguales… Ambos estábamos sometidos por una u otra razón, durante estos días me puse a pensar que todas las acciones que realizaste para Anthony eran en contra de tu voluntad y que sí hiciste lo que hiciste fue por estar buscando  desesperadamente una salida… Al menos eso es lo que yo pienso- Dice Day mirandole con amabilidad.
- Yo deseaba tener la libertad que me fue negada y también quería devolverte la felicidad  qué Anthony te arrebato… Yo sabía que la relación de ustedes dos no era consensuada al principio, me di cuenta por la manera en la que te trataba, también me percaté de lo  injusta que era tu madre y de cómo te utilizaba para sus propios fines… Me enojé… Me moleste bastante, podía tolerar que los demás me lastimaran pero no podía aceptar que alguien te hiciera daño a ti… No a la persona que yo amo- Edward alzo la mirada.

Hablar de este tema no era  sencillo pero sabía que tenía que expresarlo antes de que se quedara almacenado dentro de su pecho y le lastimará más, lo había considerado una y otra vez el ir a verlo sólo para poder disculparse por todas las cosas que le había hecho y ocasionado. Edward se consideraba egoísta y codicioso al anhelar algo que no le pertenecía y forzar las cosas para una libertad bastante amarga. Quería ser libre junto a la persona que amaba sólo lo forjó a un costó bastante alto Pues a pesar de todos sus esfuerzos se había rebajado Al mismo nivel aquellos dos hombres que tanto daño le hicieron a su pequeña obra de arte.

O al menos de esta manera así se sentía.

- Yo sabía desde un inicio el amorío que tu madre mantuvo con el profesor Snow, me di cuenta el día en el que tu madre había decidido darte las tutorías específicamente con ese hombre, noté sus miradas y la manera en la que ambos se relacionaban… No dije ni una sola palabra… No creí que fuera prudente el que yo la delatara sin ninguna prueba… Así que tome la decisión de juntar las necesarias para poder abrirte los ojos… Me sentí como un juez que podía dictaminar sentencia sólo por tener la posibilidad de hacerlo- El adolescente de ojos cafés dice que ella es palabras en un tono cansado mientras el menor continúa su lado mirando al cielo.
-Edward… Qué fue exactamente lo que tú hiciste?- Pregunta Day tranquilo.

- Yo ayude a Claude para que humillara a Anthony, diciéndole el  romance que mantenían ustedes dos… Aunque yo no le entregue las fotos también contribuí a que el comité estudiantil lo terminará de expulsar, en realidad tu hermano sólo se acostó con una sola mujer durante la relación que ustedes manejaron, razón por la que lo hizo fue para poder proteger el secreto de su Romance, todas esas chicas que aparecieron en las fotos fueron antes de que tú llegarás a su vida… Hice grabaciones, tomé videos, fotografié documentos… Todo lo necesario para exponer a tu madre y al profesor que tanto deseaba tenerte a los ojos de tu padrastro… Yo envié el correo con toda esa información para que él también se  liberara de aquella mujer… Yo provoque que el divorcio se acelerara… Y encima de todas las cosas que yo hice mi objetivo era tenerte para mí… Que ambos fuéramos libres juntos e iniciaremos otra vida lo más lejos posible de todos- Edward continúa hablando con la voz cortada teniendo miedo de que sus miradas se cruzan de nueva cuenta. 

Day traga saliva duramente y un nudo se forma en su estómago. 
- Tú eres mi amigo… A pesar de que hayas sido egoísta me ayudaste a liberarme como tanto lo deseabas… Por ti es que yo me encuentro aquí hoy tratando de Iniciar una nueva vida, apenas voy a cumplir 15 años y siento que he vivido 40… Pero todo te lo debo a ti sin importar las razones… Sólo necesito que me digas una cosa ahora que ya se lo realmente hiciste….- Day se niega a mantener algún tipo de odio o rencor dentro de su corazón y a pesar de todo no puede evitar sentir cariño compasión por el joven al lado de él.

-Day…- Masculla Edward con cansancio emocional.
- Te arrepientes de todas las cosas que has hecho?- salta la pregunta con tintes de tristeza.
- Por supuesto que me arrepiento… Y al mismo tiempo no, nada de lo que yo hice estuvo bien, me dejé llevar por mi codicia por mis ambiciones y dejé que llegaran a  mis sentimientos…. Lo único bueno de lo cual no siento culpa es de haberte liberado a ti de aquella familia tan falsa, de haberme liberado mí mismo de mis destructivos padres, De haberle brindado una salida Anthony para poder repararse solo y de ofrecerle al señor Frederick la libertad de aquel horrible matrimonio…- Dice Edward tratando de hallar consuelo en sus propias palabras.

-Edward… Todos tenemos la culpa de nuestras propias acciones, no  estaba al tanto de tus sentimientos pero si me los hubieras dicho las cosas tal vez habrían sido diferentes, Anthony necesita madurar y encontrar su propia felicidad sin amarrarme a su vida, mi madre tendrá que vivir con las consecuencias de sus malas decisiones pero lejos de vida… De cierta manera yo no quería salir de la cama de mi hermano, me enamoré y acepto las secuencias de estos sentimientos… No te culpes más Pues en realidad yo no siento rencor hacia ti, sólo necesitaba saber el porqué habías hecho todo- Day le sonríe amenamente mientras Edward le mira confundido.


-Day… Tú entiendes Qué causé también parte de tu sufrimiento? Te estás dando cuenta que también fui egoísta y trataré manipularte?- Edward se levanta de aquella banca y clava su mirada lastimeramente.
- Claro que entiendo todo, no sólo por lo que me has dicho hasta ahorita sino por cómo me miras… Cómo me habla tu cuerpo y me dice que a pesar de todo tu corazón no es malo, es verdad que sí llegué a sentir cosas por ti, si me llegaste a gustar… Jamás había conocido a alguien tan listo, tan talentoso y apuesto… Tu de alguna manera Eres la imagen que yo quería en un hermano, pero las cosas a estas alturas realmente no tienen mucha reparación, el que intentemos regresar a tener algún tipo de amistad a este estado no será bueno para ninguno de nosotros- Day le toma de la mano con dulzura tomando una posición madura.

Edward frunce el ceño triste Y aunque su corazón no quiere acepta que lo mejor es no tener nada que ver hasta que las heridas dejen de doler puedan volver a tener algo normal.
-Has madurado bastante sabes? Es como si fueras otra persona, pero al mismo tiempo no me sorprende porque es tan propio de ti ser así de gentil y pasar por alto los errores de los demás… En verdad estoy orgulloso de la persona en la que te estás convirtiendo y ojalá en el futuro yo pueda convertirme en un hombre digno de ti- Edward le sonríe sin siquiera notar que una pequeña lágrima se escurre de su ojo derecho.
- Quiero ser yo un hombre digno de ustedes también, no soy perfecto y sé que también tengo mis fallas… Vamos a reconstruirnos Edward… Vamos a convertirnos en buenas personas y creceremos… Conoceremos nueva gente y viviremos nuevas aventuras hasta descubrirnos cada uno por su parte… Eres libre ahora, a mí no me debes nada- Day le abraza instintivamente dando amor desde su corazón aún sin cicatrizar.

-Day… Eres noble, te prometo avanzar así como tú me has dicho, viviré aventuras por mi parte y cuando llegue el momento volveremos a sonreír juntos- Edward corresponde el abrazo depositando todo el amor que albergó dentro de su corazón y de esta manera liberarse de la carga mantenido durante el último tiempo. 

Sabe que posiblemente sea una separación definitiva, que nunca vuelvan a ser los mismos y el amor que tanto deseaba obtener jamás lo tenga, acepta las consecuencias de sus errores y del mal manejo que le dio a sus decisiones. No sabes si está listo para tener nuevas relaciones con personas en el futuro pero lo intentará. Siempre pensando de ahora en adelante en su corazón.
Después de aquella despedida ambos jóvenes se fueron en direcciones contrarias, siguiendo cada uno su camino esperando avanzar y crecer con el paso de los años.

Day sentía un poco más ligero su espíritu, las heridas aún continuaban por lo menos todo eso se le había quitado de encima, había perdonado al profesor Snow por sus actos, había perdonado a Edward por sus malas decisiones y ahora se encontraba pensando dos personas que más amaba su corazón. 
Anthony aún le dolía Pero al menos ahora tomaría en cuenta que la única infidelidad fue sólo para protegerlo, Aunque eso no justificaba el hecho de que lo había engañado, su relación siempre fue dañina desde un comienzo y solo sería sana hasta que ambos se recuperaran de sus problemas, tal pareciera que la relación la cual nunca tuvo ni pies ni cabeza estuvo destinada desde un inicio no continuaría más que en ese breve lapso. Day aceptaba aquella realidad Y aunque su corazón no quería dio por concluido su amor por aquel hermano que perdió.



Sería lo mejor, es lo mejor.



Al paso del tiempo Day cumplió 15 años, luego llegó a los 16 avanzando a su propio ritmo, teniendo nuevos amigos y una facilidad para poder cumplir las metas y los sueños que su corazón deseaba Gracias al apoyo de su padre el señor Frederick  y de Allen quien actuaba como si fuera una especie de "mamá gallina". Por su parte su mejor amiga había aceptado una beca en el extranjero y ella partió deseándole lo mejor prometiéndole que volvería terminara de estudiar. Así fue pasando el día a día Y los recuerdos sólo se quedaron más borrosas las cuales ya eran fácilmente ignoradas.

Sólo hubo un suceso que sí causó un dolor en el adolescente de nueva cuenta, Pues en una tarde lluviosa un Day que estaba a nada de cumplir los 17 años se reencontró con una mujer rubia la cual estaba sentada sobre la acera dejando que el agua cayera sobre su cuerpo mientras mendigaba alguna moneda.
Day le miraba curioso pues esa mujer le resultaba bastante familiar, fue un gran impacto al descubrir que la indigente era su madre, qué había pasado de ser una hermosa criatura tan delicada como un cisne a ser de aspecto deformado y mirada perdida.

Durante esos tres años de separación Susan había tratado por todos los medios posibles volver a una vida de lujos y llena de riquezas, sedujo al esposo de una de sus amigas que había formado en el club para gente adinerada consiguiendo que aquel hombre se divorciara y la tomará como esposa, Aunque la felicidad no le duró mucho pues el sujeto era violento y la golpeaba constantemente, cuando le llegaron los rumores de la infidelidad que ella le tuvo al Señor Frederick este pensó que ella le haría lo mismo así que la golpeó tan duramente que incluso hizo que ella perdiera el bebé que estaba esperando de él, un pequeño feto qué tan sólo tenía dos meses de estarse desarrollando.

Aquel cruel hombre la echó de su casa dejándola nuevamente en la calle, ella después de una semanas trato de vengarse arrojándole ácido a su ex esposo sin contar que el líquido también le caería encima. 
Ardor y dolor penetraron en su piel blanca desfigurando y deshaciendo todo a su paso, matando aquel hombre ya que el peligroso líquido había entrado en su cavidad respiratoria deshaciendole poco a poco hasta ya no poder respirar.

Ella huyó aún con el dolor en su cara y se ocultó para no ser encontrada. Varias órdenes de arresto se giraron en su contra, por homicidio y por robo entre muchas otras más. Nada de la belleza que ella tanto presumía y deseaba conservar se mantenía en aquellos momentos, Susan había olvidado incluso su propio nombre.
Más en su corazón había la figura de un encantador príncipe que la abrazaba por las noches se quedó en sus más profundos sueños, no quería pensar en nada más, no se atrevió a soñar con alguna otra cosa o persona.

Era aquel príncipe su única razón para mantenerse con vida y Cuando levantó la mirada perdida aquella tarde lluviosa lo pudo visualizar una realidad.
Day era hermoso o incluso más que su padre, a pesar de mantener una estructura delicada había crecido por lo menos unos 10 cm más, ya no tenía el cuerpo aniñado aunque su belleza incrementado al paso de los años, no había mujer u hombre  que no le volteara a ver soltando suspiros a sus espaldas anhelando tocar siquiera un centímetro de su piel.


Day se inclino de cuclillas y de su mochila sacó un bollo de pan que había comprado anteriormente. Ella con el cabello totalmente enmarañado, el rostro casi deformado y sucio tomó lo que el otro le ofrecía, ambos Azules de sus ojos se encontraron y sin decir una sola palabra se entendieron en su totalidad.
Los segundos transcurrían hasta convertirse en minutos, minutos que se sintieron al adormecerse las piernas del Adolescente. Day se incorporó de nueva cuenta y abrió otra sombrilla que traía extra en su mochila dejandosela a la mujer sobre él pavimento para que se atajara de la lluvia que aunque era fina lastimaba al contacto.

- Toma… Los cisnes también se pueden enfermar- Dijo Day con un nudo en la garganta pues independientemente de todas las cosas que habían ocurrido en el pasado ella siempre fue la persona que más le dolió, por la que tanto sufrió y por la que tanto se sacrifico. Su amor de hijo iba más allá de toda la maldad de su madre, la imagen deplorable y dañada de ella eran algo que aunque pasarán los años jamás olvidaría, tenía la necesidad de ayudarla pero su corazón le indicaba que no debía interferir en las elecciones que ella misma había tomado.

- Volverás a verme? Volverás esta noche a mis sueños Stephan? Prométeme que volverás- dice Susan con un tono de voz ronco sin algún tipo de emoción el.
- Sí… Volveré a tus sueños… Lo prometo- Dijo el adolescente para empezar a caminar lejos de ella dandole la espalda aunque su rostro derramaba lágrimas formando ríos sobre su piel. 


"Mamá… este es el camino que has tomado, son tus sueños e ilusiones lo único que ahora conservas, es a mi padre al único que ves en mí… Quisiera poder estar a tu corazón, aunque no sé si algún día llegaré ahí" Piensa el adolescente Rubio a sus adentros tratando inútilmente de secarse sus lágrimas mientras sostiene la sombrilla por encima de su cabeza entre aquella lluvia delicada Y los recuerdos de su corazón que se aferran a la mujer que le dio a luz. 

Así pasaron los días… Y en uno de tantos días se hallaba  la policía viendo el cuerpo de una indigente, Day corre para saber si era de la misma persona qué en tanto se forzaba por ir a ver aunque sea una vez a la semana a la que recogían. La policía identificó el cuerpo por las denuncias que anteriormente habían sido dadas, la mujer falleció por una enfermedad que tenía hace un par de años Además del poco cuidado que mantenía en su cuerpo, todo fue sólo cuestión de tiempo y la vida se le escapó de las manos porque ella así lo decidió.

Tal vez se estaba autocastigando por todas las cosas que había hecho, Aunque la verdad no era algo así a ciencia cierta pues ella era la única que sabía que había dentro de su corazón y la que realmente estaba al tanto de su propio futuro. Day a pesar de todo le lloró y le proporcionó una sepultura decente, sus amigos más allegados asistieron al funeral para dar sus más sinceras condolencias pues Aparentemente ninguno de ellos sabía de la existencia de ella, al menos los que habían llegado más recientemente a su vida.

Day puedo de rescatar de todo esto muchas enseñanzas que Susan le había dado, siempre sería su adorada madre y guardaría los más agradables recuerdos para de esta manera olvidar las cosas malas que habían ocurrido.

Pasó el tiempo y cuando Day cumplió los 18 años de edad, su padre el señor Frederick le dijo que viajara Al otro lado del país para que se distrajera poco antes de que empezar a su último año en la escuela media, prontamente estaría en la universidad y se merecía aunque sea un viaje para él solo. Day accedió felizmente entre tantas tareas y deberes que había mantenido necesitando nuevos aires.

Tomó el avión para el otro lado del país, al llegar se hospedó en el hotel más cercano al centro de aquella ciudad, no sabía exactamente por dónde empezar su recorrido, había tantas zonas turísticas y se cuestionaba por cuál de ellas podría iniciar, bajó al restaurant de aquel hotel para poder cenar e iniciar su recorrido hasta el día de mañana. Uno de los meseros le asigna una mesa y le Indicó que más tarde vendría el mesero que la atendería durante su estancia ahí. Day tomó la carta y meditaba entre cuál de los platillos comería primero, había tantas variedades tantos sabores que no escuchó antes, sin duda a pesar de que era el mismo país en cada región se comía de manera distinta.

De pronto una voz bastante familiar lo descolocó de un momento a otro.
- Buenas noches señor mi nombre es Anthony y seré su mesero esta noche, Permítame recomendarle nuestro platillo especial en caso de que aún no se haya decidido por alguno en particular…- No terminó de pronunciar aquellas palabras cuando ambas miradas se cruzaron.
Estaban totalmente anonadados y eso era decir poco, el aire se les fue de los pulmones y prontamente palidecieron, una oleada de recuerdos abofeteo a ambos en tan sólo segundos. 
-To….Tony?- Masculló Day casi jadeando por su nerviosismo.
-Day…- Dijo apenas con un hilo de voz el hermano que hace años no veía.
-Tony… Tony… Tony…- Era lo único que atinaba decir el jóven Rubio pues era sorprendente el cambio tan drástico que estaba precenciando ante sus ojos. 
-Day… Ahora no es buen momento para hablar... Será mejor conversar otro día aún me encuentro trabajando- Dijo el mayor de ojos grises mostrándose amable y más  maduro que aquel rubio.

- Tienes razón… Este no es el momento adecuado, me estoy esperando en este hotel, en la habitación BL-801... Si tienes el tiempo puedes venir a verme… Creo que nos merecemos una conversación más- Day dijo  aquellas palabras recomponiendose de su sorpresa.
- Por el momento mi turno termina hasta las 11 de la noche, pero mañana es mi día de descanso Así que iré a verte… Te parece bien?- Dijo amablemente con una mirada tranquila y una sonrisa sincera.
- Claro me parece bien… Te estaré esperando…- Day uso un tono tranquilo pero con la mirada cristalizada al asomarse una que otra lágrima. 

Anthony frunció levemente el ceño al ver las expresiones del Adolescente frente a él. Ninguno de los dos era la misma persona de Hace 4 años, el rubio había cambiado tanto y crecido qué le costó un poco de trabajo reconocerlo pero la belleza que desprendía a cada paso que daba era un sello tan distintivo imposible de olvidar. Anthony parecía otra persona, su piel era un poco más bronceada y no había ni un solo rastro de agresividad en su mirada gris, incluso había más luz en sus ojos de la que le había visto en alguna ocasión.

Day suspiró profundamente y se marchó del restaurante sin siquiera haber probado un solo bocado, prefirió llamar servicio a la habitación y acostarse sobre aquella amplia cama totalmente desorientado pero con el corazón aceleradamente feliz. 
Al día siguiente el adolescente Rubio había tomado un baño bastante largo, se vistió con una playera negra de manga larga y cuello en forma de V, unos jeans grises y tenis blancos. Tomó el desayuno de nueva cuenta en su habitación mientras mantenía la mirada perdida través de la enorme ventana de aquella habitación. Repentinamente su  teléfono celular sonó.

-Enano! Estuve marcándote desde ayer, Por qué no me contestabas?- pregunta su mejor amiga desde el otro lado de la línea.
- Discúlpame, estuve un poco ocupado tratando de arreglar un asunto dentro de mi cabeza, dime qué es lo que pasa?- Responde el joven Rubio tratando de sonar tranquilo.
-Enano Necesito decirte a ti primero que a nadie la gran noticia!- Lizzie dice muy emocionada.
- Cuál es esta gran noticia? Pareciera que vas a explotar si no lo dices- Bromea feliz soltando una que otra risita.
-Day, Hal me pidió ser su esposa! Enano me voy a casar!!- Grita históricamente feliz haciendo que lo bocina de su oído.

-Qué?! Eso es maravilloso! Estoy muy feliz por ti, Espero que todo salga tan bien, Dime lo que necesites que te ayudaré a organizar tu boda- Day se sonroja bastante complacido pues sabía que aquel muchacho el cual era 5 años mayor que su amiga era una muy buena persona que la amaba por lo que ella realmente era. 
-Day si tú tienes que ayudarme! Tengo tantas cosas por organizar, el vestido, el lugar donde será la ceremonia, las invitaciones, por todos los cielos son tantas cosas!!- Lizzie no cabía dentro de su felicidad y continuaba hablando y hablando mientras el rubio la escuchaba atentamente sin dejar de sonreír. 


La puerta fue tocada y él se incorporó acudiendo a abrirla olvidando por completo entre tan buena noticia a la persona que esperaba. 
Al abrirla pudo ver un apuesto hombre maduro frente a él.
-Day… Hola de nuevo- Dice el jóven mayor con un tono de voz ameno.
El rubio se queda totalmente sin palabras y su amiga al escuchar aquella voz lo reconoce inmediatamente. 
-Day?! Day qué está pasando? Estás con tu ex hermanastro? Day? Day?!- La chica se empieza a asustar un poco pues no contaba con que escuchara aquella voz tan repentinamente.

-Lizzie te marcó después…- Masculla el chico un tanto desorientado.
-Day? Day estás bien? Te llamaré dentro de un rato- Dice por último la chica mientras el rubio corta la llamada y deja el celular en la mesa que se encuentra cercana a la puerta.
-Pasa… Adelante- Habla con amabilidad el menor indicándole que entre por completo.
Anthony asiente entrando y la puerta se cierra a sus espaldas.
Notas finales:

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