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REGRESION por Kalixta Bell

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Notas del capitulo:

Aqui como todos los sabados actualizando, gracias a todos lo que se toman su tiempo para leer este fic, los quiero mucho.

Y ahora lo importante, un nuevo romance en puerta que traerá muchas consecuencias...

 

Debido al accidente y a la semana de recuperación que tuvo que pasar Hyoga en casa, Camus decidió tomarse una licencia para poder cuidarlo, sin embargo, ninguno de los dos quiso hablar sobre el incidente, por un lado, el joven quería darse un tiempo para mejorar su cuerpo y cuando estuviese recuperado y se diera el momento preciso preguntaría al respecto.

Camus no quería hablar del tema, ni tan siquiera a Milo le permitió formularse una duda sobre lo que dijo Saga y esperaba a que su hijo no preguntara nada, aunado a que su problema de salud siempre salía a flote cuando se daba alguna situación escabrosa o una manera fácil de salir del paso.

El único que no se conformó con el silencio fue Saga, no se iba a quedar de brazos cruzados y gracias a sus contactos siempre tenía a mano el número telefónico de Camus a quien todos los días mortificaba con la misma pregunta sin tan siquiera obtener la más mínima respuesta.

Por otro lado, fue Isaac el que mantenía el contacto y preocupación por la salud de su compañero, a quien le tenía gran estima y como si le hubiese conocido de siempre.  Saga le pedía continuamente que le dijera el estado de salud del rubio, sin embargo, aun desconocía la dirección de la familia Acuarium, no era de extrañarse, esa casa le fue dejada a Camus por un pariente materno desde hacía unos 10 años, por lo que para Saga era desconocido su domicilio actual.

Sin embargo, no todo fue malo para Hyoga, pasada una semana pudo regresar al colegio, aunque no podía participar de los entrenamientos con el resto del equipo, se mantenía con un entrenamiento ligero o haciéndoles tiros a los porteros.

Justamente fue ese lunes, mientras descansaba observando el entrenamiento general, escuchó un silbido y observó a un joven pegado a la malla de la cancha que daba a la calle.

Sonrió con sinceridad, sus largas charlas por el celular habían sido motivo también de dejar en pausa algunas situaciones que después hablaría con sus padres, por ahora, prefería concentrarse en aquel chico de sudadera negra, con gorro que usaba sobre su cabeza dejando caer a cada lado de su cuello largos mechones de cabello negro, jeans rotos, tenis gastados y un skate bajo el brazo.

_ Me alegra que vinieras _ dijo el rubio acercándose a la malla.

_ Te lo prometí, cuando regresaras al colegio vendría a verte _ dijo el chico también sonriendo.

_ ¿Vas a jugar al parque de Skate?

_ Sí, pero cuéntame ¿Cómo sigue tu brazo?

_ Ya mejor.  ¿Tu ceja?

_ Hoy me quitaron los puntos, pero valió la pena el truco que pude hacer.

_ Me gustaría verte practicar.

_ Acompáñame, no queda muy lejos, de todas formas, estas sentado sin hacer nada, aunque deberías primero pedirle permiso a tu “amigo” que no deja de vernos_

_ No es mi “amigo” _ dijo Hyoga un poco molesto _ Es una larga historia, es como un “primo” o un familiar cercano, aunque por ahora no quiero hablar del tema.

_ Sabes que escucharé lo que tú me quieras contar y cuando lo quieras hacer.

_ Eres un “sol” _ dijo Hyoga ruborizándose.

_ Mejor un “dragón” que cuida el gran tesoro que eres para mí ¿Te gustaría…?

_ Hyoga que tal si practicamos series antes de ir a las regaderas _ gritó Isaac interrumpiéndolos.

_ En un rato voy _ dijo el rubio.

_ Puedo volver mañana y así dejas a tu niñero en las regaderas.

_ Buena idea, pero espérame mañana frente al colegio _ dijo Hyoga guiñándole un ojo y se despidió de mano mientras se alejaba y llegaba hasta donde estaba Isaac.

_ ¿Quién es ese? _ lo interrogó.

_ Un amigo.

_ No me gusta, parece un vagabundo.

_ No lo es, es un chico muy inteligente, imagino que lo juzgas por el skate que lleva.

_ ¿Va al colegio?

_ Si, a una pública, no todos tienen el privilegio que nosotros tenemos de asistir a una escuela privada y con tanto prestigio.

_ Con mayor razón, hermano, debes tener más cuidado, no me gusta que se te acerque.

_ ¡No me digas hermano! Te has tomado muy en serio lo que dice tu tío, te soy sincero, en su momento lo aclararemos, por ahora solo mantente al margen y no te pases, no eres nada mío como para que me andes cuidando, que te quede claro… _ habló Hyoga enojado y se alejó de Isaac que quedaba impactado de las palabras que había escuchado de su amigo a quien sentía como un hermano.

Lejos de ahí, con una sonrisa de satisfacción unos ojos verde grisáceos habían visto de lejos aquella escena… Esperaría a mañana para volver a verle, le agradaba mucho el rubio y esperaba que aquel otro chico no fuera un problema.

Era paciente, al día siguiente, había salido temprano de la secundaría a la que iba y sin perder el tiempo se bañó, cambió sus ropas, hurtó un poco de una fina colonia de su padrastro, peinó su lacio cabello y por último limpió el skate para lucir atractivo para su “cita”.

Como era de esperarse, estaba solo en su casa, en la noche haría los deberes ya que para “su cita” necesitaría la tarde.  Su padre y padrastro trabajaban mucho para tener un hogar cómodo y darle a él todo lo necesario.

Puntualmente, a media tarde estaba frente aquella institución privada, ni parecido al instituto que él iba, con un complejo de edificios altamente equipados y de alta tecnología para la más óptima enseñanza.

Le estaba esperando, sus ojos azules tenían un brillo especial, le había dicho a su padre que esa tarde estaría en casa de un compañero haciendo un proyecto, todo estaba cubierto ya que en “cierta manera” ese día en la biblioteca estuvo con un compañero adelantando el trabajo para poder salir en la tarde.

Caminaba a su lado y su amigo sobre el skate, aquello le parecía mágico y hasta perfecto… Simplemente eran dos chicos conociéndose…

No muy lejos de ahí estaba Saga y Kanon siguiéndolos sigilosamente, no quería causar más problemas, sabía de antemano que de Camus no obtendría una confesión, pero había métodos infalibles para que la verdad saliera a la luz, con un poco de ayuda lograría su cometido…

_ ¡Es una locura! Espero que a Hyoga no se le quiebre el otro brazo por subirse en el skate _ Dijo Saga preocupado y haciendo ademán de salir del coche.

_ ¡Ni se te ocurra! ¿Se te olvida lo que provocaste hace poco? Hyoga tuvo suerte de tener solo unos moretones y un brazo lastimado _ Dijo Kanon para tranquilizarlo y que no hiciera algo loco _ ¡Ups! ¡Hay peligro!

_ Solo le acaricia el cabello _ dijo Saga con tranquilidad.

_ ¿El beso también es una caricia? _ dijo con sarcasmo Kanon.

_ ¿Cómo se atreve ese idiota a besarlo?

_ ¡Déjalo! Es joven y le gusta el chico.

_ Pero mira como lo besa… ¡Lo devora!

_ ¡Ahhh! En tus años juveniles eras todo un Don Juan y dabas besos más efusivos que esos… ¿Ya se te olvidó la rubia oxigenada de Shaka?

_ ¡Ni me lo recuerdes! Es tan estricto ya ves como tiene de controlado a Ikki, por eso es tan rebelde, por eso no quiero que Camus se endurezca con Hyoga y no me deje verlo, mi corazón los siente ¡Ese chico es mi hijo!

_ Justo por eso estamos aquí, para averiguarlo.

_ ¡Lo está devorando! Ese chico es un descarado

_ Déjalos tranquilos, según tú, Ikki no le da sus buenos besotes a Esmeralda.

_ Ikki pronto cumplirá los 18 años, Hyoga tiene 16.

_ Pero tiene que experimentar.

_ Eso mismo le decía a Shaka y ya ves que tuvimos a Ikki bastante jóvenes, por eso no quiero que mis hijos experimenten tan jóvenes.

_ ¡Mira…! ¡Hyoga se va!  De seguro ya debe volver al colegio.

_ Alguien lo llamó por teléfono ¿Qué hace Milo e Isaac aquí?

_ Mejor vámonos para que no nos vean.

_ Este coche no lo conocen, y los vidrios son obscuros, no nos van a reconocer.

_ Ojalá. ¿Lo habrá conseguido?

_ Eso espero…

 

No muy lejos de ellos Milo le pedía a Hyoga que subiera a su carro, mientras Isaac le dedicaba una mirada de reprobación al chico de pelo largo negro, pero este sin inmutarse observó como Hyoga desde el vehículo le decía adiós, para luego regresar por el camino al colegio.

El chico observó su móvil y con tranquilidad se acercó hasta el coche donde se encontraban los gemelos.

_ Aquí tiene, señor, son varios cabellos que quedaron en mi mano.

_ ¿Para eso tenías que besarlo de esa manera? _ refutó Saga _ Prefiero que ni respondas, toma tu dinero y lárgate, sobra decir que no quiero que te vuelvas a acercar a Hyoga por ningún motivo.

_ Ese fue el acuerdo, señor, no volveré a molestarlo, no se preocupe por eso _ El joven guardó el dinero y subió a su skate para volver al parque, donde permaneció un rato más…

 

Notas finales:

Espero no haberles decepcionado o dejarles roto el corazon, habra mas sobre esa pareja mas adelante...

Saludos, nos vemos el proximo sabado.


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