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Una historia sobre un hombre que se volvió una bestia (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Luego, durante varios meses, el hombre continuó con su vida diaria y moviéndose constantemente de lugar. Había pensado que tenía que presentarse al cuerpo de mercenarios al menos una vez y decirles tan siquiera que estaba con vida. Después de todo, si continuaba trabajando como mercenario individual, lo descubrirían en cualquier momento. Y en ese caso, dirían que había ignorado su contrato con el grupo y haría que todo se volviera bastante problemático para variar. Sin embargo, incluso después de decidirse, pareció seguir buscando desesperadamente cada uno de los movimientos del caballero.

Todo lo que sabía de él, era que también continuaba buscando a la bestia demoníaca.

Solo había información que no servía para nada y él era un hombre que no podía ayudarlo. Después de todo, realmente pareció que no podía volver a ser una bestia. Lo único que hacía era burlarse de él o fingir que no le interesaba cuando escuchaba la historia sobre cómo el estado del caballero iba empeorando más y más debido a la desesperación.De hecho, la bestia demoníaca que buscaba el caballero ya no existía más. La realidad era que no había información de avistamientos o rastros de su paradero. Y aunque podían verse cuán poderosas eran las intenciones de Elías, todos sabían que era posible que no pudiera llegar más lejos que esto. 

El hombre había continuado moviéndose por la ciudad, viviendo de un negocio mercenario y de una vida de caza. Conocía que si se quedaba allí y esperaba pacientemente, podría ver al caballero una vez al mes y siempre que le tocara turno de guardia. Además, era más fácil porque visitaba los pueblos vecinos de forma regular.

Pero era en serio que la apariencia del caballero había comenzado a parecer un poco descuidada. 

Y pensando que era por culpa suya, el hombre se sintió congestionado y más pesado de lo habitual. Como si se hubiera tragado plomo y se le hubiese pegado al pecho.
El caballero estaba en una situación difícil porque había pasado parte de su vida protegiendo a la bestia. El hombre quería disculparse por haber hecho que se esforzara tan inútilmente por alguien como él y también había un deseo poderoso de dar un paso al frente y decirle toda la verdad. Pero no había forma de que eso funcionara. En primer lugar, no estaba completamente dispuesto a decirle sobre su identidad como una bestia. Incluso si le decía que se había convertido en un lobo debido a una maldición, estaba seguro de que era inevitable que pensara sobre lo desagradable que eso era. Podría decir que era un pervertido o incluso matarlo. Además, era un hombre de mediana edad cuya apariencia era horrible. La mayoría de los chicos normales lo odiarían con sólo escucharlo decir la palabra "Sexo." Y ya que había obtenido una erección con drogas y había entrado en el culo de un hombre grande, definitivamente iba a querer borrarlo por completo de su sistema.

El hombre pensó. "Todo sería más fácil si  fuera una belleza. Al menos, desearía ser un joven hermoso". Porque después de todo, si fuera así y le dijera a Elias que él era la bestia demoníaca, entonces seguramente lo aceptaría de buena manera y podría hasta llegar a corresponder. Sin embargo, suspiró ante esa tonta ilusión que no podía hacerse realidad.

Lo que sea que deseara, daba completamente igual. El hombre era grande, tosco y eso no podía cambiarse. De ninguna manera tenía ni por asomo una figura que pudiera seducir a un hombre, mucho menos era alguien que desearan poder sostener. Si el caballero todavía sentía amor por la bestia demoníaca y decía algo como: "Un humano como tú no puede ser mi Rolf", Se rendiría y probablemente no podría decir nada para defenderse. Y lo que definitivamente no iba a poder soportar era que lo despreciara diciendo: "¿Hice algo tan desagradable contigo?" En ese caso, pensaba que sería más prudente ser asesinado.

Si lo odiara, sería mil veces mejor morir. 
 
"...Ese caballero amable y serio no haría eso."

Dijo por fin.

***

A pesar de que enero, febrero y cuatro lunas más comenzaron a pasar frente a sus ojos, el caballero todavía pareció estar buscando a la bestia demoníaca que se había escapado de palacio. En cuanto a la gente del pueblo, los rumores de una bestia demoníaca suelta y un caballero que quería recuperarlo, estaban comenzando a amainar hasta pasar incluso desapercibidos. Decían que si estaba buscando algo tan grande como ese perro pero no podía encontrarlo, entonces lo más seguro era que ya estuviera muerto. El hombre también esperaba que el caballero dejara de buscarlo porque no quería que se metiera en más problemas. Lo amaba, y solo esperaba que pudiera liberar su alma lo suficiente como para regresar a su vida normal. Ya no lo vería, por supuesto. Pero si el caballero se calmaba como para estar en paz, entonces todo estaría bien.

Podía manejar eso.

En realidad, un futuro en el que no iba a poder encontrarse con el caballero se estaba volviendo cada vez más claro frente a sus narices y a veces, cuando eso sucedía, la ansiedad que no podía controlar le decía que debía apresurarse y volver a ser una bestia antes de que todo se echara a perder.
Cuando finalmente ese sentimiento se hizo más fuerte, el hombre viajó de inmediato al lugar en donde sentía que tenía al menos una pequeña pizca de esperanza. Era un sitio que había visitado una y otra vez desde que volvió a ser un humano. Es decir, "el bosque donde comenzó la maldición." Y sí, esperaba poder regresar a ser una bestia demoníaca hoy mismo.

Siguió los mismos pasos que ese día, se detuvo en el mismo lugar y se paró bajo el árbol donde ocurrió la magia. ¿Cuántas veces había hecho ese mismo movimiento? Aunque sabía que era inútil, no podía detenerse sin dar batalla. Y como siempre, cada vez que lo intentaba, volvía a fallar hasta el punto de decepcionarse horriblemente.

Una vez más, el truco no funcionó.

De pie, en el lugar en el que se había convertido en una bestia demoníaca la primera vez, el hombre se desesperó hasta el punto de tomarse del cabello y comenzar a gritar. Y en el acto de desesperación, se arrodilló y comenzó a rezar diciendo: "Quiero volver a ser una bestia demoníaca. Quiero convertirme en una bestia demoníaca y luego correr hacia el caballero. Quiero frotar mi cuerpo contra el suyo y hacer que él entierre su rostro en mi abdomen y en mi nuca. Quiero que me acaricie de nuevo y que me llame por mi nombre y quiero que..."

"¿Rolf?"

La voz del caballero pareció resonar en la distancia cuando comenzó a pensar en él.

"¿Elías?"

El hombre respondió muy casualmente a algo que pensaba, era una simple alucinación provocaba por el estrés. Sin embargo, cuando miró hacia atrás, vio al caballero. Mirando directamente hacia donde se encontraba.

"¿Eh?"

"¿Eh?"

Los dos alzaron la voz al mismo tiempo, cara a cara... Y fue como si el tiempo se hubiera detenido una vez más. El hombre tenía una expresión muy estúpida y el caballero tenía un rostro aturdido. Habría sido poco tiempo, posiblemente unos segundos, pero el hombre sintió como si hubieran pasado mil años. ¿Por qué estaba allí? ¿Por qué había dicho el nombre del lobo? ¿Por qué pareció estar tan sorprendido? Pensando y pensando, el hombre sintió que su cara se estaba poniendo completamente roja cuanto más caía en cuenta de la situación.

Había cometiendo un error.

No debería haber contestado cuando dijo "Rolf", era solo que no se había dado cuenta de que el caballero se estaba acercando lentamente hacía él. ¡Fue como si su instinto de peligro no funcionara como lo había hecho en otras ocasiones! Tal vez fuera porque estaba pensando muy detenidamente en el hombre o porque estaba rezando a Dios.

El caballero había dicho Rolf y él contestó con su nombre.

Tenía que hacer algo, lo sabía. Pero el hombre solo pudo tomar un respiro y mirar al caballero que lo estaba mirando también.


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