El hombre era vulnerable a la expresión del caballero. Tal vez, porque el alma de la bestia demoníaca, que todavía vivía dentro de él, cedía a los impulsos, a la sonrisa y a la tristeza del caballero.
Pero aunque sabía que su cara y sus ademanes solo intentaban ablandarlo, pensaba que la dulce apariencia del caballero igual era increíblemente irresistible. Sobre todo, porque entendía que era una figura que solo él podía ver.
Aún así, David fue el primero en abrir la boca:
"¿Qué pasa si no quiero verte más?"
"No creo que ese sea el caso."
"No, no lo es."
El hombre no podía seguir el ritmo de sus emociones, fluctuando entre la felicidad y la ansiedad. El caballero, por el contrario, sonrió ante sus palabras.
"Me alegro mucho. Si la persona que amo me odiara, no podría recuperarme nunca".
El hombre se sintió sofocado, como si lo agarraran por el pecho. Al parecer, lo que era fácil de superar para la bestia demoníaca era difícil para un hombre humano como él.
"Ah..."
Ya no sabía qué hacer.
Era evidente que el tiempo que pasaron juntos, como Rolf y su dueño, solamente hicieron que el sentimiento que había cultivado dentro de él creciera hasta las alturas.
"Dame tiempo para pensar".
"Eres más cuidadoso que cuando eras una bestia demoníaca".
"Debes haber experimentado que el cuerpo de una bestia es impulsivo".
"Seguro que lo experimenté".
Y el caballero entonces le sonrió al hombre de manera traviesa.
"Maldita sea, basta".
David y Elías se rieron como si esa maldición fuera increíblemente graciosa. Estaba claro que eso también podía definirse como un cierto "coqueteo".
"Pero hablando en serio ¿No lo... Odiaste?"
No había duda de que el caballero amaba a la bestia demoníaca. El hombre creía completamente en él. Pero el problema nunca fue eso. No sabía si era amor sexual o amor romántico. Aunque lo sostuvo, tal vez era debido al cariño que le tenía a la imagen de Rolf y, si ese era el caso ¿No se estaría engañando el caballero sin saberlo para justificar sus acciones con el lobo? Era terrible. Ya fuera que dijera que estaba enamorado o no, incluso si comenzaba a decir las palabras más lindas del mundo, no podía renunciar a sus dudas frente a la ansiedad sobre la realidad y lo que podía perder si continuaba.
No le gustaba sospechar de las palabras del caballero. Sin embargo, el hombre no podía creer tan fácil como la mayoría de la gente. Después de todo, David sabía como se veía en general: Era un cuerpo que nunca podría utilizarse como sustituto de una mujer. No era hermoso, ni mucho menos lindo. No era delicado ni pulcro, tenía un rostro varonil, con un cuerpo que era dos veces más grande que el de un hombre común. Era peludo y tenía músculos bastante entrenados y un tono de voz más profundo que el del caballero ¿Cómo podía creer en las palabras "amado" y "lindo" dichos en la misma oración? Hubiera sido mucho más comprensible si le hubiese dicho desde un principio que era feo.
Sin embargo, el caballero solo inclinó la cabeza cuando el hombre le preguntó si no le gustó.
"... Lo siento, no entiendo lo que me preguntas. ¿Que tenía que odiar? Digo, no hay absolutamente nada que deteste de lo que pasó. Es más, me alegro de haberme convertido en una bestia demoníaca y me alegra que fueras mi Rolf. Te quería mucho en ese tiempo, y por eso cuando te fuiste seguí buscándote".
El caballero se sostuvo la boca una vez y luego pensó un poco. Luego levantó la cara como si hubiera decidido que decir y habló:
"Creo que no podía creer la situación del todo cuando regresaste a ser un humano. Pero luego, pensé que solo podía confiar en mis instintos y seguir adelante con lo que pensaba que era lo correcto. Sabía que esos ojos eran los mismos, que tu expresión era la misma y que tu forma de ser también encajaba... Y me alegro infinitamente de que respondieras a mi tan pronto como nos vimos. Cuando digo que no podría hacerlo sin ti, no es mentira."
Su pecho gradualmente se hundió hasta un punto en el que ya no podía respirar.
"... Eso no es lo que quería escuchar".
"... Lo siento".
El caballero se disculpó igual a si estuviera en problemas. Tal vez, porque de verdad no había entendido el significado de la pregunta del hombre.
"Pregunté si no lo odiaste porque... Soy un hombre. Soy más grande que tú y también soy muy mayor. No creo que sea el tipo de cuerpo que quieras sostener."
Cuando soportó la humillación de decirlo y lo declaró por su cuenta, el caballero levantó la cara y gritó:
"... ¡¡Lo siento!! ¿Querías ser el de arriba en lugar del de abajo?"
"¡Tampoco se trata de eso!"
¿Era tonto o qué? Cuando se sintió frustrado y miró al caballero una vez más, Elías, que estaba sorprendido por la manera en la que el hombre gritaba, miró su cara como si estuviera intentando descifrar sus sentimientos. David apartó la mirada de él.
"... Quiero decir ¿No es desagradable para ti tener sexo con un hombre... Que es tan feo? No importa si soy el de arriba o el de abajo. No creo que... Sea una persona que combine contigo."
El caballero parpadeó una vez y luego dos veces y un montón de veces más después de eso. Pareció estar aturdido.
"... Nunca pensé que fueras feo."
"¿En serio?"
"¡No! Ni siquiera pensé por una sola vez que no fueras lindo hasta ahora que lo mencionas."
"Yo pensé que..."
"¡Nunca creería eso, David! Quería abrazarte desde el primer momento en que te ví. Incluso la primera vez, te quería. Eres tan lindo que... No, no mires para otro lado. Escucha. Lo creas o no, eres realmente lindo. Tu cara es hermosa y tu voz es hermosa también. Tienes un cuerpo más grande que el mío y de todos modos, es mágico cuando tiembla debajo de mi. No podría imaginarme a mi pareja de ninguna otra manera."
David gimió: "¿Qué estas diciendo?"
"... Solo puedo pensar en David como algo maravilloso." No importaba lo que el hombre pensara al respecto, el caballero finalmente asintió de manera convincente mientras le tomaba de las manos. "Ni siquiera quiero imaginar otra cosa que no seas tú."
Frente al caballero, que había hablado tan seriamente como para tener un montón de arrugas entre las cejas, el hombre estaba tan conmovido que ya no podía encontrar palabras para responder.
"Elías..."
"David... Pienso que eres lindo. Todo de ti. El cuerpo que es más grande que el mío, los brazos gruesos, este rostro varonil, la mirada áspera y lo mucho que pareces entrenar. Tu ferocidad, todo lo que normalmente evitaría de las personas, yo lo quiero. Te quiero, no me preguntes por qué. No tengo más palabras que "porque te amo" para explicarlo".
"Elías..."
"No sé mucho de tí como un ser humano. Probablemente será difícil enfrentarte como un hombre porque nunca lo hemos hecho, y además tú y yo nos sentimos de manera diferente y pensamos diferente pero, aún así, quiero estar aquí tanto que me estoy volviendo loco. Quiero estar contigo. Creo que lo que siente mi corazón es más importante que cualquier otra cosa. Quiero arriesgarme a conocer a David".
Tomó su mano, incluso aunque el hombre se sentía sofocado y sin palabras. Le dolía la garganta y sus párpados estaban calientes porque había comenzado a llorar.
"... Yo también quiero estar contigo."
Su voz era tan débil que el hombre se rió de si mismo.
Oh, mierda ¡Podía hacer lo que quisiera! Nunca podría vencer a este tipo.
"También te amo".
El hombre se rindió.