Hace alrededor de un mes nuestras peleas habían empezado a subir de todo, los insultos se convirtieron en empujones, ya no me bastaba chocar mi hombro con wheeler para hacerme espacio al pasar, ahora apoyaba todo mi cuerpo a su espalda para molestarlo y no entendí la implicancias de mis actos hasta que un día el perro decidió no moverse, empujando ligeramente hacia atrás mientras yo lo hacía hacia adelante, el contacto era breve pero lo suficiente para darme cuenta. Mantuvimos esa dinámica por unos dias hasta que entre el tumulto de gente para comprar bocadillos durante los recesos de clase sentí un calor en mi espalda y al percatarme tenía al estupido de wheeler oliendome literalmente como un animal, no se que habra pasado por su cabeza pero pude escuchar mi voz interior advirtiendome sobre no involucrarme más.
-¡Aaahh ¿pero por qué?!- Se decía a sí mismo el castaño al mismo tiempo que llevaba una de sus manos para sostener su cabeza mientras se dirigía al colegio. Y es que desde el primer día que me puse a evitar al grupito de yugi y más específicamente a wheeler, más insistía el perro en meterse conmigo… y ayer hacía tanto calor que terminé perdiendo la cabeza.
ya para el final del periodo había logrado evitar a ciertas compañias manteniéndome en la biblioteca apenas tenía oportunidad o eso había pensado porque… Es acaso el perro el que veo entre los pasillos de libros… bueno no es que me importe solo dejaré lo que estoy leyendo y me iré.
.O eso pretendía el castaño hasta que su camino se ve obstaculizado por el cachorro.
-Muévete- manifestó con desdén sin siquiera mirar a Joey.
Irguiendo su postura Joey habla obligando a kaiba a regresar la mirada. - Pues te esperas porque estoy buscando el lugar para devolver estos libros-
Vete, devuelvete con el libro y paga la maldita multa por el atraso, no vale la pena. -Pues no sabia que el colegio le prestaba libros a los animales- Mierda. Se lamenta mentalmente
-¡¿Quien carajos te crees para hablarme así?!-
-¡Silencio allá atrás o se retiran!- advierte desde su escritorio el encargado de la biblioteca.
-Vaya, se nota que no tienes modales-
-Mira Kaiba, eres tú el que llego despues, tu muévete- le dice acercándose a kaiba y mirándolo directamente a los ojos haciéndole entender que no pretende retroceder.
El castaño se adelanta terminando cuerpo contra cuerpo con solo la distancia que queda entre sus caras mientras comparten feroces miradas.
En un arranque de rabia joey empuja a kaiba contra el librero oprimiendo el cuerpo del castaño con el suyo y ubicando sus brazos a los costados de este
-¡Es la última advertencia, hagan silencio no me obliguen a ir hacia allá!
Ambos muchos escuchan las palabras del encargado sin embargo Joey continua en lo suyo. -No creas que me dejaré intimidar por tus miradas de psicópata- dice amenazante.
-Como si no fuera esto lo que esperabas al acorralarme perro- le dice Kaiba componiendo una media sonrisa y desplazando una de sus piernas entre las piernas del rubio.
Joey se sobresaltó por el contacto, pero no se movió, tenía escrita la respuesta de pudrete en sus labios ante el comentario del castaño pero simplemente se limitó a juntar sus piernas a la mierna del más alto
Kaiba sin dejar de mirar a Joey empezó a mover su pierna y para su sorpresa el rubio comenzó a mover sus caderas hacia adelante.
Carajo... porque el perro tiene que ser tan jodidamente caliente. se repetía kaiba mientras observaba desde arriba como Wheeler había apoyado su cabeza sobre su hombro dejando al descubierto su sonrojada nuca.
-Eres una perrita sin vergüenza-. Pronuncia Kaiba al mismo tiempo que toma al rubio por la cintura haciendo más presión entre sus cuerpos.
-Si yo soy tu perrita por restregarme en que te convierte eso a ti, que tan fácilmente me prestaste una de tus piernas, ¿en un simple objeto acaso?-
-Nunca dije que eras mi perrita pero si eso quieres, puedo arreglar las cosas para ti- se ríe con sorna mientras sube el ritmo de la fricción entre ellos.
-Primero muerto antes de llamarte Amo..-. Susurra a los oídos de kaiba
El vaivén continua y ambos tienen las miradas perdidas por el placer, sin embargo, quedan pocos minutos para el último periodo y en un intento por apurar las cosas, kaiba baja sus manos de las caderas al trasero del rubio apretandolo con toda su fuerza contra su erección, llevándolos a ambos al orgasmo y ante el imprevisto el rubio no pudo evitar soltar un -¡Ahhhh!- entre la presión de sus cuerpos y el agarrón que mantenía kaiba en su trasero
Se mantenían unidos respirando agitadamente tan cerca que el aire entre ellos se mezclaba apenas rozando sus labios y hubieran seguido de no ser por escuchar cómo se acercaba el encargado de la biblioteca, apresuradamente acomodaron sus ropas, kaiba disimuladamente sosteniendo el libro justo cubriendo su entrepierna y joey usando su chaqueta para no dejar al descubierto la mancha que los delataba.
-Así que eran ustedes, entiendo que no sean los mejores amigos pero deben respetar el silencio de la biblioteca-.
-Y lo lamentamos, esto no se volverá a repetir-.
-Confío en su palabra joven kaiba, sin embargo wheeler tienes tres días de castigo por alborotar en la biblioteca-
¿¡Pero porque esto es injusto, no estaba solo aquí?!-
-Cuatro días por seguir gritando-
El castaño solamente se detuvo un momento en la salida ara ver con burla la cachorro seguir replicando con el encargado
Joey estaba con la boca abierta, viendo como Kaiba por ser un niño rico se salía con la suya pero él, el pobre tenía que mantenerse con un castigo.
Continuará…