Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una fiesta de Halloween diferente… por Yakaylex2

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola amigos, quinto capítulo. Lo sé, falta el tercero y el cuarto, pero no pasa nada tampoco es que lleven un orden XD. La historia de hoy tiene como protagonistas a Chat Noir (Miraculous Lady Bug) y a Kouichi Kimura (Digimon). ¡Espero que les guste!

Hiper nervioso, mega nervioso. Así me sentí al cruzar las puertas. Después de esta inusual atracción hacía mi hermano yo… ¡por fin iba a tener la oportunidad para hacerlo mío! Yo sé que me juzgaran por fijarme en él, pero ¿saben qué? ¡Hoy no me interesa en lo absoluto! He imaginado este candente momento -como dice Taichi - desde los más insignificantes hasta los más grandes detalles.


Claro que en mis fantasías pensaba en algo más romántico - una buena cena contemplando la Torre Eiffel, por ejemplo -, pero pasar una noche en "la habitación del amor" de Mimi Tachikawa no sonaba mal. Me imaginaba a mi tierno hermanito sumisamente a mis pies, susurrando cosas como "Onii-san hazme tuyo" o "dame más duro" ¡o tantas cosas más! Sin embargo, había algo que no encajaba, algo que se interponía a lanzarme sobre mi hermano como un león famélico y cumplir mis añoradas fantasías.


- ¿Por qué compartimos habitación, Chat? - Le pregunté.


- Eso mismo me pregunto yo, Kouichi-kun. - Su rostro parecía pensativo. De pronto su rostro se iluminó. - Quizá quieran que hagamos algo genial entre los cuatro. - Mi rostro se tornó escarlata. Kouji me parecía adorable y sumiso. Pero Chat Noir… ¡se me hacía mucho más adorable y sumiso! Tenerlos a los dos al mismo tiempo, con un atractivo visual extra si consideramos a Adrien Agreste, sería algo maravilloso. - Creo que sería algo fantástico. -Su rostro también se había sonrojado.


 


-  Creo que... -lo pensé un momento - nos está afectando pasar tanto tiempo con Taichi y con Naruto. Nos estamos volviendo unos pervertidos. - Asintió varias veces. De pronto la puerta se abrió.


- ¡Onii-san! - Mi hermano corrió hábilmente a mis brazos. Por alguna extraña razón, desde que lo conocí - mis padres se habían separado y nosotros crecimos como dos desconocidos, pese a ser gemelos - siempre había sido muy dulce y cariñoso conmigo. Lo abracé como siempre y pude notar que la minifalda había desaparecido. En su lugar usaba un pijama ligero y su cabello lo llevaba suelto.  - ¡No sabes cuánto te agradezco este favor! - Se soltó de mis brazos y giró un poco en la habitación. Parecía un niño pequeño. - Esto era tan importante para mí, que de verdad estoy muy feliz de contar con tu apoyo.


- ¿Cuál favor? - No tenía idea sobre lo que se refería.


- ¿Cómo que cual? - La voz del modelo juvenil del momento resonó en la habitación. - El favor que tú y Chat Noir nos hicieron al vestirse de la misma temática que nosotros. - Colocó su mano en el hombro de mi amigo y lo apretó con suavidad. Su rostro se tiñó de rojo. - Quiero que sepan que son unos grandes amigos. - Chat y yo no atinábamos a decir ni una palabra.


- Y que nos da gusto que nos apoyen en nuestra relación.  -Kouji sonrió con felicidad, mientras Adrien lo abrazaba de la cintura.


- ¿Relación? - Chat y yo gritamos al mismo tiempo. Ellos rieron.


- Pensamos que ya lo sabían. - Kouji me miró suspicazmente. - ¿O por qué te disfrazaste de esa manera, Onii-san? - ¡Rápido! Tengo que pensar, tengo que pensar.


- Pues... cómo te vi de enfermera, pensé que sería... ya sabes buena idea que yo... eh... fuera un doctor. Ya sabes los hermanos gemelos se visten parecido, pero… yo de chica…- Evité por completo contestar su pregunta. Pero ¿cómo decirle que escuché cuando hablaba con Rika por teléfono sobre las condiciones para asignar las habitaciones?


-Además - Chat intervino en mi rescate - ¿cómo íbamos a saber que las habitaciones se asignarían de esa manera?


- Entonces, ¿tú por qué te vestiste así, Chat? - Adrien lo miró con sorpresa. Para ser tan guapo, creo que le fallaba un poco alguna neurona.


- Chat siempre se viste así. - Comenté.


- Además, mi Lady me dijo que no fuera a cambiar de disfraz. -Adrien se sonrojó.


- Gracias de todas maneras, Chat. - Este último asintió incómodo.


- Bueno Onii-san, Chat. No los corro, pero Adrien y yo tenemos planes. - Tomó una pila de ropa doblada y nos las entregó. - Tomen.


- ¿Y esa ropa? - Eran los disfraces de ambos. Chat y yo nos miramos confundidos.


- ¿Podrían usarla, por favor? - Miramos a Adrien mientras nos explicaba. - La prensa y las chicas harían pedazos mi carrera si se enteran que voy a pasar esta noche aquí. Pero ustedes desviaran su atención y nos dejaran pasar una noche tranquila.


- Per... - Ambos estábamos a punto de negarnos, pero mi hermano tomó mis manos y me miró con sus bellos ojos azules.


- Por favor Onii-san...


Después...


-No puedo creer que cedieras. - Chat caminaba molesto con su disfraz de gato adorable. Como era más suelto llevaba su traje original debajo.


- Tu tampoco dijiste nada. - A cada paso que daba, halaba un poco la minifalda para que no se descubrieran más mis piernas. A diferencia de mi hermano, yo no me había depilado -aunque el juraba ser lampiño por naturaleza - así que podía verse algo de vello en mi piel.


- He visto de ti un poco más de lo que me gustaría, Kouichi-kun. - Me dijo Chat mientras caminábamos por el amplio vestíbulo hacia la salida. Su mueca de desagrado no me pasó inadvertida.


- ¡Cállate, Chat! - Le grité molesto y apenado. Ahora me daba cuenta de lo poco atractivo que sería si fuera una chica. Cuando salimos pudimos notar que la fiesta seguía en su apogeo. Unas cuantas chicas voltearon a vernos y de inmediato me oculté detrás de Chat, mientras esté las saludaba amablemente con la mano. Las chicas gritaron.


- Oye, se siente bien ser popular.  - Lo miré. - Creo que me gustaría hacerme pasar por Adrien algún día.


- Pues casi no se parecen. - le dije.


- Al menos en el cabello sí. - Sonreí. Se dirigió a la mesa de la comida y rebuscó entre los quesos. Para mi sorpresa tomó varios trozos de Camembert. Olía horrible. No pregunté para qué. Al parecer a él siempre le había gustado ese sabor. - Bien, vámonos. - Salimos de la fiesta. Un par de minutos después entró hacía un callejón obscuro y comenzó a quitarse el disfraz de Adrien.


- ¿Qué haces? - Le pregunté alarmado. Me hizo una seña para que me acercará a él. Supe de inmediato que era lo que quería hacer. Entré al callejón y un par de minutos después salí con mi nueva vestimenta. La otra la dejé en un cubo de basura. Chat asintió risueño.


- Mejor, Kouichi-kun. - Me abrazó de los hombros como tantas veces. - Te veías horrible con esa minifalda. - Asentí avergonzado.


- Gracias, Chat. - Me di la vuelta y lo abracé de la cintura. A decir verdad, me había dejado de asombrar el hecho de que nos acopláramos tan bien. De que me acariciara y yo lo acariciara a él. Teníamos bastante confianza entre nosotros. Lo acerqué a mí y pude sentir su corazón palpitar fuertemente. Creo que el mío también había comenzado a latir así.


- ¿Oye, quieres ir a cenar? -Se soltó de mi abrazo y comenzó a caminar. Lo seguí.


- ¿A cenar? - Repetí como un tonto.


- ¡Claro! ¿O acaso beber cervezas y botanas llenó tu estomago? - Como si lo escuchara, este comenzó a rugir. Chat sonrió.


- ¿Qué planes tienes? - Le pregunté.


- ¿Te gustaría sentirte en Francia? - Me dijo suavemente y yo asentí un poco confundido.


Quince minutos después nos encontrábamos frente a la Torre de Tokio. No sería la Torre Eiffel, pero su vista era bastante espectacular.


-Pero, Chat. - Moví la cabeza. - Ya es muy noche. El restaurante ya cerró y ni siquiera podremos subir al mirador.


- Descuida, Kou-chan - lo miré, aunque ni siquiera se percató de lo que dijo. ¿Quieres subir? Podemos hacerlo.


- ¿Cómo? ¿Acaso tienes poderes especiales o qué? - Lo miré interrogante. Él solo sonrió.


- Algo. - Tocó una puerta y comenzó a hablar con un hombre algo viejo, con unos bigotes curveados. Su rostro se veía algo gruñón, pero en el instante en que mi amigo le entregó la bolsa llena de Camembert, el hombre sonrió traviesamente y me hizo señas. Entramos y nos condujo por un amplio pasillo obscuro. Estaba a punto de preguntar hacía donde nos dirigíamos cuando pude ver los ascensores de la enorme torre.


- Lo que necesites Chat, está en la puerta que ya conoces. – Sonrió burlonamente.


- Gracias, tío. - Chat correspondió al gesto un poco sonrojado y nos dejó solos.


- ¿Tío? - Le pregunté mientras subíamos al ascensor.


- Mi tío Plagg. Es una buena persona. - Comenzó a elevarse. Después de un par de minutos en silencio, era necesario decir algo.


- Se acabó ¿cierto? - Me miró interrogante. - Se acabó todo con nuestros respectivos crush. - Asintió levemente.


- Generalmente así pasa con los crush. Cuando te das cuenta de que era un amor imposible, lo desechas. - Chat siguió mirando hacia enfrente. Me pareció que se veía un poco triste. Aunque después de unos momentos sonrió. - Aunque quizá no sea el final, sino el principio.


¿El principio de qué? ¿de un sufrimiento constante o la esperanza de tener un nuevo sentimiento? No supe que responder, así que continuamos en silencio. Llegamos hasta el último piso, mucho más arriba que el segundo mirador.


- ¡Guau! - Grité. La vista era espectacular. - Es hermoso.


- Qué bueno que te gustó. - Chat seguía un poco desanimado. No me gustaba verlo así.


- ¿Vienes aquí a menudo? - Le pregunté.


- Si... las luces - titubeó - me relajan. - Asentí.


- ¿Estás triste por Adrien? - Se acercó a mí.


- Creo que estoy más triste porque no tuve una noche de sexo desenfrenado como nos prometió Taichi, que por haberme enterado de que tu hermanito y el popular Adrien Agreste tienen una relación y quizá en este momento estén haciendo cosas pervertidas. - Asentí con un escalofrío. Una cosa era imaginarme a mi hermano conmigo y otra muy diferente imaginarlo con alguien más.


- ¿Quieres una noche así? Yo te puedo ayudar. - Lo tomé de la cintura y lo acerqué peligrosamente a mí. Casi éramos de la misma estatura así que sus labios estaban muy cerca.  No sé porque lo dije, pero quería animarlo. No me gustaba verlo triste. Miré sus ojos con esa peculiar iluminación y parecían fosforescentes. Su pelo dorado brillaba con halos de luz y su delgado pero musculoso y ágil cuerpo se marcaba demasiado bien con el traje.


- ¿Quieres darme una noche así, Kouichi-kun? - Subió sus brazos a mi cuello y entonces me dejé llevar. Juntamos nuestros labios, algo que jamás en todos nuestros coqueteos habíamos hecho. La emoción que sentí en ese momento no se comparaba con ninguna otra. Sabía que era un sentimiento muy diferente al que tenía por mi hermano. Profundizamos el beso cada vez un poco más. Entonces lo supe. No estaba enamorado de mi hermano, quizá solo me había confundido porque era arrebatadoramente hermoso, pero ahora la sola idea de estar enamorado de Kouji me parecía absurda. ¿Cómo no había notado a Chat? Cuando regresé de mi ensoñación me di cuenta de que el traje de gatito de Adrien estaba abierto de la cintura hasta el pecho y Chat tenía el torso completamente desnudo. Noté su lengua juguetona saboreando mi pecho. Me sonrojé.


- ¡Es... espera, Chat! - Le dije mientras lo detenía con ambas manos.


- ¿Um? - me miró interrogante. - ¿No quieres?


- No...bueno si... bueno no... - me miró triste - Ah, me encantaría hacer cosas contigo Chat Noir.


- Pero... - me miró confundido.


- Pero no quiero ser tu ligue de una sola noche. - Le dije rápidamente. Sabía que Chat tenía la tendencia a salir con chicos y chicas por igual pero solo por un rato. Yo en cambio no tenía mucha experiencia que digamos.


- ¿Y quién dijo que lo serías, Kou-chan? - lo miré sorprendido. - ¿O prefieres que te llame Kouichi-kun? - Lo miré. Era demasiado atractivo y también mi mejor amigo.


- Llámame como tú quieras, mi gatito negro. - Le acaricie su cabeza y literalmente ronroneó.


- Entonces, Kou-chan. - Sonreí. - Me gustaría salir contigo de otra manera.


- ¿Porque nuestros crush nos rompieron el corazón? - Le pregunte irónico, fue su turno de sonreír.


- Porque siento que me gustas mucho más que Adrien. - Me besó la mejilla.


- Si... - suspiré - a mí me pasa lo mismo con mi hermano. Creo que tú me gustas de verdad y lo de Kouji fue solo una confusión momentánea. - Le devolví el beso, pero esta vez en la boca.


- Entonces que sea el inicio ¿te parece? - Me dijo al terminar el beso. Asentí contento.


Después de un rato ambos nos cubrimos el pecho y nos sentamos juntos, maravillándonos de la hermosa vista. Lo abracé de la cintura como siempre y él se acomodó a mi costado.


- Por cierto, Chat - me volteó a ver con curiosidad. - ¿En dónde está la cena? - Soltó una risilla coqueta.


- No hay nada - se rebuscó entre su bolsillo, - pero todavía tengo un poco de Camembert. ¿Lo quieres?


Negué con la cabeza mientras seguí mirando hacía el horizonte. Decidí fingir que no tenía hambre. Ese queso olía demasiado mal.

Notas finales:

Hasta aquí la historia. Como les dije en un principio, la historia me está llevando por otros rumbos, así que mejor no especifico que parejas se formaran o si habrá o no lemon. Por sus personalidades, me agradó la pareja de Chat y de mi cuñado Kouichi… Y me agradaría ver de humano a Plagg algún día. ¡Nos vemos pronto con el siguiente capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).