Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre ambos por yaoiana

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nota: hola a todos y todas, espero que este cap les guste bastante.  Les comento que ya estoy pensando en el final :(   para poder dar rienda suelta al otro proyecto de Sessho x Inu.

 

Sin más, a leer¡¡

Capítulo 19: Oculto

 

Cuando alcanzaron a sus hijas, vieron como los cachorros estiraban las manos para que ambos padres los cargaran, su familia era el resultado de todo lo que vivieron, ganaron y perdieron… todo había sido un preparativo para aquel momento.

Recorrieron las calles de Londres, observando lo diferente que era esa cultura con la japonesa y con la yokai.  Cada vez Sesshoumaru se sorprendía más de lo que habían desarrollado los humanos, pero también, reflexionaba cómo habían pasado de  enfrentar a yokais, a enfrentarse entre ellos mismos.  Según le había escuchado a Towa, ahora construían armas que podían acabar con ciudades enteras, por lo cual, comprendió que los yokais sobrevivientes, debían ocultarse muy bien para no ser aniquilados… que paradójico.

Llegaron hasta el Hotel Ritz, donde habían hecho la reserva del cuarto familiar.  El hotel era bastante bonito y con decoraciones lujosas, con gimnasio, spa, bar, piscinas y una hermosa azotea que permitía ver casi toda la ciudad.

 

−      Es bastante amplia y las camas también - dijo Inuyasha al ver el cuarto.

 

−      Pueden recorrerlo, nosotras nos quedaremos con los niños - dijo Moroha.

 

−      ¿Seguras? - indagó el hanyou.

 

−      Si, no hay problema, estaremos aquí terminando de organizar las cosas para Rumania y veremos una peli - acompañó Towa.

 

−      Está bien - asintió Inuyasha-  ¿vamos, Sesshoumaru?

 

El mayor lo siguió hasta la salida, estuvieron recorriendo los pasillos sin temor a perderse, pues con su olfato, lograrían hallar nuevamente la habitación.  Como había tantos humanos, pasaron de largo por la piscina, el spa, el gimnasio y el comedor, el único lugar sin tanta gente era uno algo más oscuro y con una barra.

 

−      ¿Qué será este lugar? - consultó el menor.

 

−      Huele a alcohol, debe ser para bebidas.

 

−      ¿Quieres probar?

 

−      Adelante.

 

Ambos se sentaron frente a la barra, siendo atendidos por el barman quién les consultó por lo que deseaban tomar.  Se miraron y señalaron una botella que a ambos les pareció bastante particular, pues la tapa parecía las ramas de un frondoso árbol, recordándoles sus tierras.

 

−      Provecho caballeros, este es el Hardy Le Printemps Lalique Cognac Grande Champagne- mencionó el mozo mientras les servía a cada uno una copa y se retiraba al otro lado de la barra.

 

−      No entendí ni mierda - expresó con sensatez.

 

−      Huele fuerte - dijo Sesshoumaru sin tomar el vaso.

−      Bueno, a probar - dijo el menor mientras bebía todo de un solo trago- ahg… carajo, quema….

 

−      Es algo fuerte - mencionó el mayor, pues al parecer tenía más tolerancia por el alcohol que su hermano-  ¿pedimos otro?

 

−      Pero no del mismo- haciendo muecas.

 

−      ¿Cuál te apetece?

 

−      Mmm… veamos - mirando las diferentes botellas-  ¿qué tal ese? - señalando una botella negra.

 

−      Se ve interesante.

 

Hicieron señas para que el hombre les sirviera el otro trago, el olor era más fuerte que el anterior.

 

−      Brandy Louis XIII Perla Negra- dijo el barman. Se miraron fijamente cuando les fue servido el vaso y al unísono lo probaron.  De nuevo el menor sintió como aquella bebida casi volcánica le quemaba la garganta.

 

−      ¡Carajo! - haciendo muecas- este estuvo peor.

 

−      Podríamos ensayar con otro tipo- expresó Sesshoumaru mirando las bebidas en los estantes y señalando una cercana– ¿ qué dice?

 

−      Mmm… - mirando la etiqueta- que es un Brandy o algo así.

 

−      Ensayemos con algo derivado de algún alimento.

 

−      ¡Hey, servidor!- llamó Inuyasha- ¿tiene algo derivado de algún alimento?

 

−      ¿De algún alimento? - dijo pensativo el hombre- ¿tal vez un vino?

 

−      Suena bien - dijo Sesshoumaru.

 

−      A la orden, ya les traigo uno de los más costosos.

 

Esperaron que el hombre buscara en las alacenas y luego, les presentó el nuevo trago, un “ Henri Jayer Richebourg Grand Cru Cote de Nuits”  francés. Cambió las copas por unas más delgadas en la parte inferior y luego les sirvió.

 

−      Que lo disfruten- expresó el hombre mientras de reojo observaba como aquellos extraños y albinos hombres consumían la bebida.

 

−      Este estuvo mejor - comentó un tanto sonrojado Inuyasha.

 

−      Sí, no fue tan amargo.

 

−      Hola guapo - escucharon la voz de una mujer que se sentaba al lado izquierdo del daiyokai- ¿te apetece un trago?, soy muy buena compañía - expresó coqueta.  Inuyasha se sentía sumamente irritado, primero por ser ignorado, segundo, por ser ignorado y tercero, porque las bebidas empezaban a hacer efecto. Cuando iba a protestar, escuchó la voz varonil de su esposo.

 

−      Ya estoy tomando y tengo la compañía que necesito, la de mi esposo, piérdete- dijo con frialdad.

 

La mujer se fue ofendida del lugar y mucho más ante la sonrisa de superioridad del hanyou.  Inuyasha no pudo sentirse más a gusto cuando Sesshoumaru le dio su lugar, realmente ese tonto cuando quería lucirse, lo hacía en grande. 

 

−      ¿Te apetece seguir bebiendo?

 

−      Unos cuantos más.

 

Probaron de los tragos más costosos y de variedad de bebidas como la sidra, cerveza, tequila, ron, ginebra, aguardiente, coñac, vodka y unos cuántos otros que ya Inuyasha no recordaba.

El barman estaba agradecido de que fuera una barra libre, porque sino, con ambos hombres ya estaría arruinado.  También le sorprendía la capacidad de tolerancia de los dos hombres, el más joven se veía un tanto retraído, pero el mayor, no aparentaba ningún efecto ante la gran cantidad de ingesta.

 

−      ¿Te sientes bien, Inuyasha?

 

−      No… siento calor y ando algo mareado.

 

−      Vamos al cuarto, las chicas deben estar preocupadas.

 

Asintió y se dejó llevar por el mayor, este lo agarraba de la cintura para no tambalear.  Por fortuna, ya era bastante de madrugada y no había muchas personas del hotel merodeando, no obstante, mientras caminaba, la fricción con el pantalón estaba haciendo que su virilidad se parara.

 

−      Es… pera Sesshoumaru - jadeó intentando tomar aire.

 

−      ¿Qué sucede? - preguntó algo preocupado.

 

−      Dame… un momento- sonrojado.

 

−      ¿Pasa algo?- siguió indagando.

 

−      Te dije que te esperaras… idiot…ahhh - jadeó al sentir que el mayor rozaba su cintura.

 

−      No me digas que… - dejó su pregunta al aire.

 

−      No sé de qué hablas… - ladeando el rostro.

 

−      ¿Tienes ganas de mí, Inuyasha?- indagó con su profunda voz.

 

−      Cla… claro que no, tonto - avergonzado.

 

−      Entonces explícame esto- expresó mientras tocaba la erecta intimidad del menor y sonreía con sorna.

 

−      Tonto… dónde… ¿Dónde crees que estás tocando? - intentando detenerlo.

 

−      Ríndete y déjame tomarte - le susurró sin dejar de manosearlo.

 

−      ¿Dónde?- preguntó sumiso el híbrido.

 

−      Creo que vi un baño cerca.

 

Inuyasha estaba tan nublado, que no percibió cuando el mayor lo había metido a un cubículo de baño. Entrelazó sus brazos encima de la nuca del mayor, mientras era cargado contra la fría pared de mármol.

Se besaron con intensidad mientras el demonio completo, se frotaba contra su híbrido.

 

−      Mmm… espera Sesshoumaru, alguien puede vernos.

 

−      No hay nadie cerca, no hay ningún olor alrededor.

 

−      Entonces… házmelo ya– ordenó.

 

El mayor disfrutó de lo caliente que estaba Inuyasha, el alcohol lo tenía desinhibido y accesible. Le retiró toda la ropa inferior y volvió a cargarlo contra la pared. El cubículo era bastante estrecho y se le dificultaba para moverse a su antojo, sin embargo, no iba a desaprovechar a su esposo en ese estado.

Desató su pantalón y sacó su miembro, el cual, comenzó a mover en forma de embestidas contra el trasero del hanyou.

 

−      Dímelo…– susurró eróticamente el daiyokai

 

−      ¿Qué? - dijo jadeante sin entender

 

−      Que me quieres dentro de ti.

 

−      ¡Maldición Sesshoumaru! ¿Por qué tienes que ser tan libidinoso? - comento sonrojado- padre debió haberte llamado Sexomaru.

 

Gimió ante la risa socarrona y varonil de su esposo. Sesshoumaru siempre lo desbordaba con aquella sensualidad y su única alternativa era dejarse arrastrar.

 

−      Entra… entra en mí, Sesshoumaru - habló con necesidad.

 

−      ¿Quién puede entrar en tí, Inuyasha?- jugó un poco más el mayor.

 

−      ¿Qué pregunta tan idiota? - gruñendo- solamente tú, imbécil… y ahora méteme tu verga antes de que me arrepienta - expresó mientras miraba con enojo a su pareja.

 

Sesshoumaru entendió que no podía jugar más, Inuyasha estaba necesitado y cuando no era atendido, se volvía más rebelde y ansioso, pero para eso estaba él, para atenderlo y mimarlo en todos los aspectos.

Palmeó el trasero de su esposo y con sus manos separó las nalgas para poder ubicar su virilidad.  Lentamente fue entrando, sintiendo como esa posición ejercía una presión asfixiante en su miembro.

 

−      In…tenta relajarte Inuyasha… estás muy estrecho…

 

Siguió accediendo en ese deleitable interior, su esposo hizo lo mejor por intentar relajarse, pero aun así, fue una ardua tarea.   Finalmente, logró con éxito ingresar toda su intimidad… así que esperó con calma mientras Inuyasha se acoplaba, sin embargo,  no esperaba que su hanyou comenzara a mover con intensidad su cadera.

 

 

−      Vamos Sesshoumaru… muévete… - gimió al oído del mayor-  quiero que me rompas…

 

De nuevo… de nuevo su yoki estaba descontrolado ante la pasividad de su esposo. Le prendía tanto que Inuyasha fuese así de caliente, que su lado demoníaco se descontrolaba; tuvo que respirar hondamente para apaciguarlo, pero las caderas frenéticas del menor se lo estaban haciendo difícil.

Lo sostuvo con fuerza de la cintura, deteniéndolo, escuchando un gruñido de insatisfacción.

 

−      Espera… Inuyasha….

 

−      ¿Por qué te detienes, tonto? - mirándolo y detallando los rasgos demoniacos de su esposo-  ¿acaso te puse así, Sesshoumaru? - pronunció con sorna y sensualidad.

 

−      Si, y si no deseas que literal te rompa, dame un momento para controlarlo- expresó con solemnidad.

 

El menor sabía que su esposo intentaba controlarse para no dañarlo y eso le gustó en demasía.  Sesshoumaru lo ponía a él  por encima de sí… reflexionar eso lo llevó a posar sus labios y transmitirle a su yokai lo mucho que lo amaba.

Al parecer, eso pudo serenarlo, porque mientras se besaban, el mayor inició con lentas y calmadas estocadas. 

Sentía una deleitable presión en su estómago a medida que el fuerte demonio lo poseía, amaba pertenecerle y entregársele, aunque no lo diría en voz alta… su interior se llenaba de aquel caliente y grueso pene, a veces lento, otras veces más rápido y profundo, estaba enloqueciendo.

 

−      Más… más Sesshoumaru… dame más…

 

−      Te voy a llenar Inuyasha… - gruñó mientras le mordía los labios.

 

Su esposo aumentó las embestidas, él estaba tan nublado, que ya no le importó moderar su voz, ser descubiertos o cualquier otra cosa que los interrumpiera… necesitaba expulsar ese placer que Sesshoumaru le bombardeaba en el interior.

Tiró su cabeza hacia atrás cuando el mayor golpeó reiteradamente su próstata, había llegado aquel momento de clímax y su semen y cabeza nublada se lo confirmaban, empero, el placer seguía prolongándose puesto que Sesshoumaru aún lo embestía con fuerza y con profundidad.

 

−      Estoy… por venirme Inuyasha… voy a salir…

 

−      ¡ No! - intervino- dentro…. hazlo adentro….

 

−      Mmg… pero… - sin detenerse- ¿y si hay más crías?

 

−      Mira imbécil- expresó el menor mientras lo tomaba por el mentón con fuerza- soy el único que te puede dar crías y si te digo que quiero que me llenes, lo haces, ¿entendido?

 

Tan solo asintió y con aquel sentido de pertenencia y devoción a Inuyasha, culminó.  Olvidaba que su hermano también podía ser demandante y arrogante y que le recordara que también tenía poder, le hizo sentir realmente excitado. Apoyó su cabeza en el pecho de Inuyasha intentando regular su respiración, aún no salía de su interior pero sentía que había expulsado una gran cantidad de semen dentro…

 

 

−      Idiota… prácticamente me bañaste por dentro.

 

−      Tú lo pediste… - dijo con suavidad el mayor.

 

−      ¿Crees que… esperemos de nuevo cachorros?

 

−      Aún no tenemos forma de saberlo, luego lo pensaremos - expresó el mayor mientras se perdía en un largo beso a su esposo.

 

−      Te amo, Sesshoumaru… - dijo el hanyou mientras acariciaba la atractiva cara de su hermano mayor, en especial, donde yacía la cicatriz.

 

−      ¿Aún sientes culpa?, ya te he repetido que no tuviste culpa de nada- manifestó dejándose tocar, disfrutando de la caricia de su hanyou.

 

−      No es eso,  solo pensaba que  tu rostro se ve más rudo y atractivo con ella.

 

Luego de unos arrumacos más, ambos intentaron organizarse y finalmente llegaron a la habitación.  Ingresaron en silencio y vieron que todo estaba a oscuras, así que aprovecharon para acostarse juntos y abrazarse después de aquella noche intensa de sexo y alcohol.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).