Era una tarde tranquila, a mediados de primavera y Seokjin y Yoongi tenían la tarde libre, por lo que decidieron simplemente descansar en el sillón. Yoongi cargaba con todo el peso del beta mayor, quien estaba acostado arriba de Yoongi.
El alfa jugaba con el cabello sedoso del beta. Seokjin no era muy fan de que le tocaran el cabello, pero sabía que Yoongi tenía una fijación con el pelo de las demás personas, así que lo dejó hacer lo que quisiese.
No siempre era tan indulgente, pero Yoongi acababa de salir de una rutina muy dura y merecía un tiempo de disfrute.
Seokjin tarareaba una cancioncilla mientras hacía círculos en el pecho del alfa. Le llegó un olor un poco peculiar proveniente del menor. Olfateó un poco el pecho de Yoongi y se sentó abruptamente. Está acción hizo que Yoongi se irguiera, preocupado por las acciones del mayor.
—¿Qué sucede hyung? —. El ceño de Yoongi estaba fruncido.
Seokjin pensó un poco antes de contestar:
—¿Hueles a tierra y plantas? —. La voz del mayor sonó muy baja, casi como un susurro. El alfa parecía confundido. Seokjin trató de ayudarlo— Es decir, creo que pude olerte—. Las orejas del beta se pusieron de un color rojo vibrante.
Yoongi tardó en comprender las palabras del mayor. Para él era extraño que el mayor no lo oliera incluso si es un beta, Hoseok no tiene problemas con olerlo claramente cuando acaba de salir de su rutina.
Pero Seokjin nunca ayudó a los alfas con sus rutinas. La cara de Yoongi era de incredulidad.
—¿Qué es esa expresión? —. Preguntó Seokjin un poco enojado con Yoongi, este recobró la compostura.
—Lo siento hyung, es solo que… me sorprendió que nunca hayas olido mi aroma.
Seokjin se sonrojo de vergüenza. Simplemente, como el no suele ser capas de captar esos aromas por su condición como beta, no les da importancia e incluso se olvida de ellos. Olvidó que los aromas son importantes para los alfas y omegas, para el resto de su manada. Mordió un poco su lengua por remordimiento.
Yoongi notó la expresión abatida del mayor, le divertía un poco su rostro.
“Pensamientos sádicos fuera” pensó el alfa. Se acercó al mayor y se sentó en su regazo. Tomó con sus manos el rostro de Seokjin.
—No tienes nada de que preocuparte, hyung—. Rozó sus labios con los del mayor. —Esto puede solucionarse muy rápidamente. ¿No quieres descubrir si de verdad huelo a tierra y plantas? —Yoongi ladeo su cabeza hacia un lado, dándole acceso a sus glándulas de olor.
Seokjin dejó de respirar por un momento, sorprendido por las acciones de Yoongi. Incluso con todo el tiempo que llevan juntos como compañeros de grupo, al beta todavía se le complica comprender un poco los pensamientos liberales de su manada.
Su educación fue más tradicional.
Yoongi al notar la vacilación del mayor, se acercó más y se levantó un poco con sus rodillas, para que la nariz de Seokjin estuviera cerca de sus glándulas.
Seokjin inhalo involuntariamente al sorprenderse por la nueva acción de Yoongi. El aroma del alfa lo envolvió por completo.
Ese toque terroso que olió primero en realidad era café recién tostado, y las plantas era un aroma mentolado y fresco. Seokjin acercó más su nariz al cuello de Yoongi, hasta que hizo contacto con su piel. El alfa dejó escapar un suspiro.
Yoongi comenzó a jugar de nuevo con el cabello del beta, disfrutando de la atención.
Cuando el mayor sintió que ya era suficiente, se alejó lentamente del cuello del alfa. Hizo contacto visual con Yoongi pero no pudo evitar bajar la mirada a sus labios. Tuvo una urgencia de besar al alfa que no sabía explicar.
—Hueles increíble Yoongiah—. Seokjin desvió su rostro por vergüenza.
Yoongi soltó una risa leve.
—¿Ah, sí? ¿A qué olía, hyung? —más que una pregunta, pareció una orden.
Yoongi observó como los ojos de Seokjin comenzaron a brillar con picardía, lo tomó por la nuca y lo acercó para besarlo.
El beso comenzó con lentitud y un poco de vacilación de parte de Seokjin, pero rápidamente se transformo en algo que tenía jadeando y gimiendo debajo de Yoongi. Porque de un momento a otro el menor ya lo tenía recostado sobre el sillón.
Seokjin sintió que se estaba asfixiando. Por una parte el beso de Yoongi era tan bueno que no podía concentrase en respirar, y en segundo lugar se estaba abrumando por el aroma a café tostado y menta fresca invadiéndolo por todos lados.
Sentía que le faltaba el aire pero aún así quería más, quería que Yoongi no se detuviera y siguiera con lo que estaba haciendo.
Era adictivo.
Seokjin disfruto del aroma que lo envolvía y se dejó llevar.