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Tengo dinero limitado así que tal vez acepte irme. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Después de regresar al orfanato, cuidé a los niños y los puse a dormir como siempre lo había hecho. Le escribí una carta a Willy, el mayor coordinador del instituto, y guardé las monedas de oro que había recibido de la princesa en una caja fuerte junto a la pared. Era un lugar que también tenía los cheques de Geo por lo que podía decirse que tenía en mi poder una tremenda cantidad de dinero. Geo y yo teníamos la llave porque, después de todo, la caja fuerte también había sido un regalo de él.


Estaba un poco triste cuando la cerré, pero igual me di el valor de dejar una nota adentro:


"Por favor, cuídalos mucho. Mando mis mejores deseos para los pequeños. El amor que les tengo no cambiará incluso si algún día se convierten en estrellas".


Geo visitaría el orfanato en los próximos días y estaba seguro de que haría algo por el futuro del orfanato cuando yo no estuviera allí. Lamentaba que fuera una historia tan repentina pero aparentemente tenía que ser así. Además, Willy también era una persona sólida que debería poder calmar bien a los niños hasta que llegara Geo.


Mi equipaje era lo suficientemente pequeño como para hacerme reír.


Sin esperar la mañana, salí del orfanato y caminé solo en la oscuridad. Era extraño pensar que nunca volvería allí y que jamás vería a los niños ni a Geo de nuevo. Me siento solo, pero extrañamente también parece que mis hombros se han descargado. Me pregunto si soy el más libre del mundo en este momento porque de ahora en adelante, iré a donde quiera ir, haré el trabajo de comer solo para mi y viviré solo a mi conveniencia. No había pensado en esto antes así que, honestamente, nunca fue mi idea ir a otro lugar o buscar un trabajo diferente. Pero, esta bien. De algún modo parece que me las puedo arreglar.


Puse mi mano en mi pecho y oré mientras caminaba:


"Un fuego rojo brillante arde en medio de nuestro corazón.


Es un hermoso fuego que enciende nuestra alma.


No importa cuán hambriento esté este cuerpo.


No importa cuánto se dañe este cuerpo.


Mientras este fuego arda, estaré vivo.


Y después de que este fuego se apague, me convertiré en una estrella en el cielo que velará por todos.


Dios del fuego, Saracine, derrama amor inmutable a los hermanos que te veneran."


Era un voto que se utiliza a menudo en los templos de esta zona. En el orfanato se acostumbraba a terminar el día con esta oración antes de acostarse y hasta Geo, que generalmente vomitaba solo maldiciones, era un adulto muy formal durante la hora de rezar.


Se decía que cuando la oscuridad cubrió el mundo, el dios del fuego Saracine apareció y ardió violenta y bellamente, dando a luz a una gran cantidad de hijos de llamas. Sus hijos se esparcieron por el suelo y se convirtieron en seres humanos que podían estar en conjunto con la tierra. Ese fue el comienzo del mundo y el nacimiento de los humanos.  Somos hermanos que sostenemos el mismo fuego de Saracine. Estamos juntos mientras tengamos vida e incluso después de morir, todavía estaremos conectados en el cielo.


Al pensar así, era como si los huérfanos obtuvieran una base para no entristecerse.


Los orfanatos, sin el apoyo de aristócratas o nobles y confiando únicamente en la buena voluntad de la comunidad, nunca tuvieron suficiente dinero. Originalmente fue un "negocio" iniciado por el ex director de la familia "Atsushi" invirtiendo su propia fortuna y se podía decir que incluso después de que me hice cargo, logré evitar que se viniera abajo gracias a las conexiones del antiguo director y las donaciones de los comerciantes de la ciudad.


El dinero de Geo nos ayudó a vivir al límite.


Podía mostrarle a mis bebés a un médico y comprar medicamentos para alguno de mis niños con una enfermedad crónica. La sopa que les daba tenía más ingredientes y finalmente, incluso le pude agregar algo de carne. Además, nos bañabamos una vez cada tres días y pude hasta comprar un buen jabón. La cantidad de dinero que entregaba Geo aumentaba año tras año así que llegó un momento en el que pude hasta darme el lujo de utilizarlo para reparar muebles y renovar los libros de texto de japonés y matemáticas.


Las cartas que mandaba Geo eran muy sermoneadoras: Come bien, aprende la etiqueta adecuada, estudia mucho, bañate, lava tus dientes, duerme, etc. Dijo que esperaba que estuviera utilizando bien el dinero y terminaba con la oración: "Los hermanos que sostienen el fuego mandan su amor". Era una palabra que no se parecía en nada a la personalidad de Geo, pero que solía utilizarse en el pueblo según las creencias religiosas.


Geo era cariñoso, pero no lo mostraba.


El día que le pedí al sepulturero del cementerio comunal hacerse cargo del cadáver de un bebé que había sido abandonado afuera de mi puerta una mañana de invierno, el día en que mi niño era sospechoso de ser un carterista y lo golpearon hasta el punto de que tuve que ir a la policía, el día que me sentí más triste que nunca antes, Geo siempre estuvo allí para sostenerme. Y con el sentimiento indescriptible de impotencia ante la irracionalidad del mundo con los niños, se sintió como si la mano que siempre se extendió en mi dirección, la suya, fuera todo el apoyo que tenía para mí.


Lejos de administrar el orfanato, Geo iba a llevarme paz. No necesitaba otra cosa.


Por el momento, mientras camino en dirección opuesta a la capital real, el cielo se vuelve blanco y luego aparece el sol de un nuevo día...


Estaba repitiendo las palabras de la oración en mi corazón.


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