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CLANES Y LINAJES ~Levi Ackerman por Mon18Zu

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Notas del fanfic:

Hola. Estoy empezando este fanfic porque estoy obsesionada con esta serie y necesito sacar mis ideas.

Este es un fanfic AU pero es fiel a ciertos detalles de la historia.

Por último, comenten. Así sabre si lo estoy haciendo bien.

 Nota: pueden encontrar este fanfic en wattpad, donde también lo estoy publicando a la par. 

Notas del capitulo:

Un disculpa si se encuentran con alguna falta de ortografía. 

-Levi.

Levi levantó la mirada del escritorio y dirigió sus ojos lentamente hacia el comandante Erwin Smith, quien hace poco se refirió a él con autoridad.  

-Dime.

Su voz fue perezosa pero firme. Los intrigantes ojos de Erwin lo miraron con seriedad, aunque bajo sus cuencas se ocultaba el cansancio. Entonces, Levi reparó en su propia postura. Yacía sentado cómodamente en una silla delante del escritorio del comandante con uno de sus brazos sobre el respaldo y una de sus piernas descansando sobre la otra.

-Deberías ir a descansar. Date un descanso a ti y a tu escuadrón. -Dijo- Se desempeñaron muy bien en el campo. Hoy fue una victoria, mañana podría ser una derrota. Como sea, no podemos permitirnos perder la base número cinco. Pondré a cargo a Mike Zacharius.

-Estoy de acuerdo, se merecen un descanso. - Respondió con arrogancia, manteniendo un semblante aburrido. Erwin llegó a reconocer ese rostro solo como una fachada y lo respetó. Luego, el capitán sentenció:

-Me quedaré hasta que termines.

-No necesito que te quedes. - Replicó el comandante, volviendo su mirada a los pergaminos sobre su escritorio. Alzó nuevamente la pluma y con un poco de presión, retomó la escritura. -Lo que sea que deseas contarme, podrá esperar a mañana.

-Ha.- Exclamó el propio Levi con parsimonia. - Nunca he llegado a ocultarte algo, ¿No es así?

Erwin no respondió, pero Levi obtuvo la respuesta con el silencio.

Justo hace un par de horas acaban de retornar de una misión de cinco días fuera de las murallas. La misión tuvo éxito, empero, su escuadrón aún esperaba sus órdenes. Si Levi los conoce bien, debían de estar parados justo a fuera del despacho.

Levi siempre supo que podía confiar en Erwin, incluso cuando solo lo conocía poco. Con el pasar de los meses, con el contar de batallas que habían peleado juntos, con Erwin por delante, y con las incontables charlas nocturnas es que Levi podía decir, ciertamente, que confiaba en Erwin, más que en cualquier otro ser humano.

Lo que, es más, Erwin había llegado a conocerlo a la perfección. Y eso a veces lo asustaba.

Sabe que Erwin solo esté haciendo su trabajo, como comandante de las fuerzas de la Legión. Al fin y al cabo, Levi es su arma más certera y precisa, si dejamos de lado a Hange Zoe. 

-Te lo contaré ahora, Erwin. Solo escucha, por favor. – Susurró con una voz profunda. Erwin detuvo la mano que danzaba sobre el pergamino un segundo.

-Está bien. - Respondió Erwin sin más. Levi giró la cabeza hacia la derecha colocando en su rango de visión la puerta de madera del despacho, que permanecía cerrada. Sería desagradable que alguien lo interrumpiera.

Volvió su mirada hacia la postura apenas encorvada del comandante, cuyos ojos de color miel describían las palabras del informe.

-Creo haberte hablado de Kenny.

-Lo hiciste, sí.

Bien, estas escuchando. Pensó para si mismo.

-Hace solo unos días nos reencontramos.

…………………

Diez días atrás.

La pequeña cabaña del ejército en dónde Levi residía sus noches en compañía de su escuadrón estaba en completo silencio, salvo por el estridente crepitar de la madera ardiendo en el interior de una ladrillada y desgastada chimenea.

En el interior de la muralla María había cerca de veinticuatro bases militares, todas ellas más que necesarias. Y residían unas cuantas más en el exterior, como primera línea de defensiva.

Una única ventana componía la amplia y cálida habitación: el comedor. 

El capitán mantuvo su mirada en el paisaje del exterior, bañado bajo la brillante luz de la luna llena. Observó sin mucho detalle el prado que se extendía frente a la cabaña, rodeado de rosas y arbustos verdes. Algunos árboles se veían en la distancia y la ciudad más cercana se encontraba a solo pocos kilómetros. 

- ¿Qué dices, Kenny?

Su pregunta sonó antipática y se mezcló con un tono sarcástico natural. Mantuvo sus manos ocultas en los bolsillos de su pantalón. Al ponerse de pie, procesando las palabras de Kenny en su mente, se deshizo del saco negro y lo colocó sobre el respaldo de la antigua silla en la cabecera de la mesa, después caminó hasta posicionarse frente a la ventana.

-No he sabido de ti en tanto tiempo. Resulta que te has unido a la policia militar interior y encima hablas sobre la familia.

-Ah, no sólo me he unido a la policia militar interior. - Levi dirigió una discreta pero intensa mirada hacia el alto y delgado hombre que acababa de unirse a él con una sonrisa que destilaba superioridad. - Yo la dirijo.

Después de unos segundos de silencio, Levi respondió, parpadeando.

-Ya veo. Sigues siendo un cretino. Aunque debo decir que me sorprende que lo hayas logrado. - Kenny soltó una carcajada y respondió con ironía.

-A ti no te costó nada. Solo tuviste que impresionar al capitán Smith…oh, no, espera. Ahora hablamos del comandante. - Kenny volvió a reír, ganando que Levi arrugara su ceño. Se preguntó por qué seguía escuchándolo, hasta que recordó que Kenny estaba amenazando con ejecutar a sus hombres, los cuales dormían en ese momento. Aseguró que un grupo de soldados rodeaban la cabaña y Levi no estaba dispuesto a perder a nadie.

Levi desvió la mirada y al hacerlo su cabello danzó sobre sus cienes, ocultando parcialmente su rostro. No profundizó en ese tema, pero sí. También era bastante irónico que un matón como él se posicionara como líder de escuadrón de operaciones especiales del cuerpo de exploración y peleara por las vidas inocentes dentro de las murallas.

-Te he dicho quién era tu madre, Kuchel Ackerman, y lo debió hacer para ocultarse de la corona…

-Lo escuché.

Después de interrumpir a Kenny, se volvió hacia él por completo.

-Aun no entiendo que esperas de mí, Kenny. - El hombre dibujó una macabra sonrisa en un rostro surcado de arrugas. Levi reprimió una mueca de desprecio y se mantuvo impasible. Toda su vida se preguntó si Kenny sería su verdadero padre, aunque jamás esperó esa la respuesta.

El hermano de mi madre.

- ¿No esperaras que la historia de nuestra familia continue como lo ha hecho en los últimos cien años, o sí? He llegado a un acuerdo con el Rey Uri, pero hasta tú sabes que no durará demasiado. Los Ackerman somos una verdadera amenaza para el imperio, al fin y al cabo.

- ¿El Rey?

En verdad, Kenny va en serio con esto.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando puso atención nuevamente a las armas con las que lo había estado apuntando toda la noche. Las enfundó en los cinturones de sus costados y a su vez, adoptó una posición mansa, tomando asiento en una de las sillas de madera frente a la gran mesa rectangular del centro de la habitación. Levi observó sus movimientos, entendiendo que Kenny había dejado de ser una amenaza, al menos por el momento. El hombre también agachó la cabeza y su rostro quedó oculto bajo el sombrero negro.

-Estos años he estado buscando al resto de la familia Ackerman. – Susurró cansinamente. - Encontré a una Ackerman mucho más joven que tú no muy lejos de aquí. Su nombre es Mikasa y quedó huérfana hace unos años, pero se ha unido a la legión, así que es probable que te la encuentres pronto. – Levi mostró una expresión de sorpresa, lo que le duro poco ya que Kenny soltó un resoplido mezclado con una falsa expresión de angustia - Pero dime, ¿qué habías estado haciendo todos esos años, antes de unirte a la Legión? Tal como predije, ¿te fue bien en la ciudad subterránea, donde te dejé, enano? ¿Acaso encontraste una buena mujer?

Levi quedó impresionado ante aquellas preguntas. ¿por qué de pronto Kenny se interesaba en su vida personal? Evitó el tema y se concentró en nuevamente en él.

-Entiendo. Me necesitas, así como a esa tal niña, Mikasa.

-Se trata simplemente de tomar todo lo que es nuestro. Merecemos esa venganza, sobrino. ¿O es que aún no te he convencido sobre qué es aquello que te quitaron incluso antes de nacer?

Poco a poco, Kenny reveló su rostro nuevamente y Levi se vio tentado a preguntar.


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