Ser marginado por la sociedad, no es algo que Naruto pidió, el jamás pidió nacer en la vil miseria, el jamás pidió que sus progenitores fueran un alcohólico y una drogadicta y que esta muriera de una sobre dosis, el jamás pidió nacer como doncel, el género más débil ante la sociedad, tampoco pidió heredar aquel horrible cabello rubio y esos ojos que provocaban morbo en el resto, jamás pidió conocerlo, conocer a ese hombre que sin aviso entro de una forma abrupta a su vida, el no pidió que le forzaran a comprometerse, el tampoco pidió enamorarse de ese mismo hombre y que este solo lo utilizara para aparentar ante su familia, que lo violara más de una vez mientras le susurraba en su oído el nombre de la persona que en verdad amaba, el jamás pidió nada de eso.
Naruto solo añoraba una vida tranquila, sin problemas, una pequeña casita, pero propia, tal vez con un zorro como mascota, un viñero y una pequeña granja, en medio de la nada, sin nadie que le molestara, viviendo sus días tranquilo, siendo feliz con lo poco o mucho que tuviera, pero que fuera de él, que nadie le echara en cara nada, que nadie lo lastimara, lamentablemente la vida no tenía planeado nada de esto para él, la vida solo pintaba dolor y sufrimiento, sufrimiento eterno.
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Esto debía ser una mala broma, una broma de muy, pero muy mal gusto. Naruto despertó en aquel mullido colchón cubierto por una sabana, su casa era solo un pequeño cuarto de 4x4 hecho de adobe en su totalidad, este era dividido por costales simulando así las "habitaciones", ahí mismo, tenían su "estufa", esta consistía en un fogón hecho de barro el cual usaba como combustible la leña, unas cuantas cacerolas y sartenes contados al igual que platos y vasos, tenían un pequeño cuarto en la parte de afuera el cual era su baño hecho de láminas de fierro de una sola pieza para hacer sus necesidades y asearse, esa era su casa, a las afueras de la ciudad ni siquiera podían vivir en el barrio bajo, no, fueron echados lejos de estos, con la clase más marginada, y así como estaba su casa, habían varias más, algunas en mejores condiciones, otras no tanto pero todos con un mismo objetivo, salir de ahí en busca de una mejor vida.
De forma perezosa, retiro aquella cobija para ponerse de pie, tenía tan solo 16 años, la flor saliendo del capullo, era hermoso, aunque estaba demasiado delgado debido a la mala alimentación que llevaba, aunque ese era uno de sus menores problemas.
Colocándose de pie, se estiro, era un día agradable, estaba nublado y fresco sin necesidad que la lluvia estuviera presente, aunque no al extremo o tendría grabes problemas, no tenía actualmente ropa de invierno y que se adelantara solo perjudicaría las cosas, estornudo un par de beses y corriendo aquella cobija que simulaba la puerta de su habitación.
-Padre? - interrogo corriendo la cobija de la habitación del recién nombrado, otra vez, había botellas de dudosas bebidas y marihuana, realmente no entendía cómo era capaz de conseguir esas cosas, pero nunca comida.
Cerro de mala gana ignorando su existencia por completo, lo quería, en verdad lo hacía, pero él se encargaba de día con día matar esos recuerdos que conservaba de aquellos momentos que una vez amo y admiro, pero tampoco debía ser fácil, comprendía que su padre sufría, después de todo había perdido a la mujer que según él amaba.
Eran a penas las 5 de la mañana, encendiendo el fogón coloco algo de leña para poner su café de grano a calentar, miro a la nada, su rutina era algo común, se levantaba temprano, colocaba su café para desayunar, debía salir a trabajar con uno de sus vecinos, este le había conseguido un empleo como empacador de tomate y limón en una pequeña empacadora, debido a la falta de estudios era lo mejor que había podido conseguir, sus manos estaban callosas, completamente lastimadas, sus ojeras se marcaban por aquellos ojos, trabajar en ese lugar por mas de 3 años estaba pasando factura pero gracias a ese mismo trabajo podría conseguir dinero y comida.
Una vez el café estuvo se sirvió en aquella tasa, prendió aquella vela que servía para iluminar su oscuridad, saco su cuaderno y estirándose empezó a realizar una de las tantas tareas que tenía pendiente, Naruto tenía un amigo, uno muy cercano a él, el mejor de todos, Shikamaru, este mismo le había enseñado a leer y hacer cuentas, a uno aprendía a escribir ciertamente, pero se estaba esforzando, llegada la noche debía darle los cuadernos al varón para que le revisara.
Eran las 5: 30 am cuando termino, se colocó su uniforme el cual era abrigador de cierta manera, era de la tela más común y corriente sin embargo era de las más cálidas, arreglando sus cabellos se dispuso a salir, debía caminar durante un rato para alcanzar aquella camioneta que pasaba a recogerlos-.
-tan temprano Uzumaki? - interrogo de forma entretenida el varón, Shikamaru era alto, apuesto y bien educado, las circunstancias del varón eran distintas a las de él, ejemplo de ello es que Shikamaru solo vivía con su madre, una bella mujer que a pesar de las circunstancias y la muerte de su esposo sin contar que los hijos de este le quitaron absolutamente todo, sin embargo esta no se había rendido, con lo poco que le quedaba construyo una casa pequeña pero decente a comparación del resto, podría llegarse a decir que ellos eran los más ricos del lugar, esa mujer trabajaba todo lo que podía para que nada faltara en su hogar y que su adorado hijo Shikamaru tuviera lo mejor, después de todo, para ella, su adoración tenía un futuro brillante por venir por lo cual, procuraba que este asistiera a una de las mejores universidades de la ciudad, después de todo, Shikamaru contaba con una beca completa así que los gastos eran mínimos, era un genio super dotado.
-S-si- sonrió un poco nervioso, todos los días se veían temprano después de todo, ambos tomaban el mismo camino, Shikamaru para coger el autobús y Naruto aquella camioneta.
-desayunaste como es debido verdad?, estas perdiendo bastante peso, basta con solo ver cómo te queda la camisa- comento -mira, traje una ensalada de fruta con yogurt y dos sándwiches, esos son para mi hora de almuerzo, comete la ensalada en lo que llegan por ti, si te desmayas seria un problema. Dijo suave deteniéndose en aquella parada.
-n-no!, en verdad no es necesario, estoy bien en verdad- intento afirmar, con aquel rubor plasmado en sus mejillas para desviar la mirada, el mayor siempre se preocupaba por él, era algo que jamás olvidaría y agradecería con todo su ser toda su vida, siempre llevaba algo para que el comiera y le esperaba después del trabajo, después de todo, Shikamaru decía que sería peligroso que anduviera solo tan tarde.
-nada de que estas bien, cómelo- pidió serio -tiene granola, avena y miel, te caerá de maravilla, tomar solo café no es sano, acaso planeas esperar hasta llegar a la hora de comida en tu trabajo para comer algo?, estás loco, come eso- ordeno mientras se lo extendía sin verle, seguía con su mirada firme en aquella carretera.
-gracias- dijo suave mientras cogía aquello y abriéndolo empezó a dar el primer bocado, estaba delicioso, demasiado, era un baile de sabores sobre su lengua, siempre le llevaba algo nuevo y sin duda, este era lo más delicioso -Shikamaru~- canturreo recargando su cabeza en el hombro ajeno mientras sonreía feliz -esto parece echo por los mismísimos ángeles- susurro -acaso ya me morí de hambre y estoy en el cielo y solo me darás comida rica?- interrogo haciéndole cejitas mientras lograba avergonzar al varón el cual, solo atino a desviar su mirada.
-morirás si no te alimento, ahora cómelo todo- pidió mientras acariciaba sus cabellos -siempre puedes contar conmigo Naruto-
-lo sé, todos los días me lo dices- sonrió orgulloso por aquellas palabras mientras seguía comiendo aquel exquisito manjar.
Shikamaru estudiaba derecho, pronto se graduaría o eso tenia entendido por este mismo, realmente el mayor pronto saldría de aquel lugar, se llevaría a su madre y el... bueno, el quedaría en el olvido.
-Hoy que clases tienes? - interrogo el rubio intentando dejar el silencio en el olvido mientras le veía de reojo, el uniforme le quedaba demasiado bien, marcaban su cuerpo a la perfección.
-filosofía del derecho- comento mientras sonreía, en verdad, le gustaba Naruto, le gustaba mucho, era un doncel hermoso, animado y demasiado optimista, con muchos sueños e ilusiones, apenas se graduará y entrará al mejor bufet de abogados que tanto admiraba, lo sacaría de ahí, a el y a su madre, internaría al señor Minato en una clínica rehabilitación y lo haría el doncel mas feliz de todos, eso lo tenía decidido.
-y es difícil?, tus clases, ¿son difíciles? - interrogo viéndole.
-No, no tan difícil como soportar verte trabajando- dijo lo primero que pensó y es que ver a ese hermoso ser laborar largas jordanas no era fácil, estaba mal, le faltaban vitaminas a su cuerpo, estaba totalmente delgado, tenia trasero eso si, un buen hermoso trasero , pero su rostro estaba delgado, ojeras marcadas y sus labios y piel pálida.
Naruto guardo silencio, no sabia como contestar a aquello, se sentía conmovido, lo besaría ahí mismo si no fuera por el autobús del mayor llego. -Bien, te veré aquí en la noche- susurro sonriendo suave.
-si, pero si llegas primero y no estoy ve a casa- pidió revolviendo sus cabellos -no es seguro que andes solo en estos lugares, además, estaré en la biblioteca- comento sonriendo.
-esta bien, que te valla bonito en tu escuela- sonrió mientras veía como Shikamaru abordaba aquel camión -te veré pronto- sonrió mientras veía el camión partir, lastima que el destino no dejaría que aquellas palabras se cumplieran.
No tomo mucho para que minutos después la camioneta que lo recogía a él y a sus compañeros apareciera para que el la abordara.
-difícil noche Uzumaki? - interrogo Rock Lee mientras le veía ayudándole a subir -dios, hoy traes comida buena- comento alegre mientras le veía.
Naruto rio negando -que va, me la regalo mí novi..., mi amigo- corrigió avergonzado
-así que tu novio, vaya novio, dile que para la próxima te ponga carne o algo bueno, verduras y frutas para que- molesto riendo, al llegar aquel lugar se bajaron y cada uno fue a su puesto, les pagaban por cada caja empacada que hicieran, entre más rápido trabajaran más ganancias y tiempo tenían.
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-vaya señor Nara, tiene agallas para llegar tarde, ¿no cree usted eso? - interrogo su profesor, que irónica era la vida, ¿no?, un hombre de piel Nivea, ojos ónix y cabello azabache, grande fue la sorpresa del mayor al ver que con todo eso y su voz gruesa no había logrado siquiera provocar o intimidar al moreno, todo lo contrario, observo como el menor le veía de forma rápida y alzaba su mano para ver el reloj que portaba en su muñeca.
-son las 6:45 am, estoy 15 minutos antes, profesor Uchiha, debería revisar su reloj- comento reforzando su argumento mientras señalaba el reloj de la pared -ha llegado antes usted, si me disculpa- haciendo una reverencia procedió a tomar asiento.
Sasuke Uchiha, un hombre de 25 años, hijo menor del matrimonio Uchiha, proveniente de una de las familias más ricas de todo el país, su familia era dueña del mejor de los bufets de abogados de todo el país, el siendo el hijo menor de dicha familia era el más rebelde, su padre, un hombre reservado y chapado a la antigua exigía a su adorado hijo que se casara con alguien digno de el, que le diera nietos y tomara su lugar como director general del bufet, después de todo su hermano se había encargado de tomar el control de las empresas de tecnología.
El en respuesta demando un "no", y no es porque no quisiera, al contrario, deseaba casarse, pero con cierta mujer, una mujer que el juraba era amor, su padre se negaba, no la bajaba de oportunista y una vil rastrera, Sakura con tan solo 23 años había logrado cautivar su corazón.
Sasuke guardo silencio ante el argumento con fundamentos que le dio Nara.
La clase dio inicio, cada uno haciendo sus correspondientes presentaciones, Shikamaru tomaba nota de cada cosa que consideraba importante, aunque la mirada que su profesor le brindaba le molestaba, sabía que su forma de contestar no había sido la mejor, pero es que su comentario estaba fuera de lugar y más si correspondía a su vida privada.
-harán una investigación de 15 páginas para la clase de la próxima semana, hablaran de todo lo que corresponde al capítulo 17 del libro, debe ser en equipos de 4 integrantes- demando sasuke mientras anotaba aquello en el pizarrón, los murmullos de, "hagamos equipo", "puedo estar en tu equipo", "hagamos el trabajo en tu casa" no se hicieron esperar. -cuando terminen de elegir su equipo me pasaran en una hoja de papel su nombre con firma y...
-disculpe profesor Uchiha, podría hacerlo solo? - interrogo Shikamaru mientras se ponía de pie y le veía atento
-acaso no has escuchado?, he dicho equipos señor Nara-
-sí, he escuchado claramente la indicación, pero somos un total de 25 estudiantes, sobro yo- dijo restándole importancia.
-pues no hay problema que haya uno de 5 mientras el trabajo quede en excelente presentación-
-entonces tampoco debería haber problema si lo hago solo mostrando una excelente presentación-exclamo viéndole desafiante, nunca le había tocado tratar con un profesor así, generalmente contestaban un "solo haga el trabajo", y el solo lo resolvía.
-Señor Nara, ¿acaso no he sido claro?, dije en equipo- comento haciendo énfasis en la última palabra mientras dejaba de escribir para ver directamente a aquellos rebeldes ojos. -para poder graduarse, necesita adquirir la competencia de trabajar en equipo- dijo serio -únase a un equipo – ordeno serio.
-me rehusó- se defendió -dudo que mis compañeros se sientan cómodos conmigo en sus equipos, de esta forma nos ahorramos los fastidiosos momentos, además, un abogado no debe trabajar en equipo, entre mas individualismos haya, mejor resultados tendrá el cliente al que atienda.
-Señor Shikamaru Nara, ¿cómo está seguro de ello?, acaso ya ha preguntado a sus compañeros si puede formar equipo con ellos? - interrogo serio cogiendo la lista de su escritorio buscando -únase al equipo del señor... Kabuto-
-porque al mío?!!!- exclamo el nombrado poniéndose de pie de forma exagerada mientras veía mal al de coleta, Shikamaru negó suspirando mientras tomaba asiento -mándelo mejor con el perro de Kiba
-por qué conmigo?!, yo no quiero al pordiosero en mi grupo- exclamo molesto viendo a Kabuto.
Sasuke pareció comprender, cuando el director Hatake le dijo que había 4 casos de marginados por ser becados debió suponer que ese era uno, soltó un suspiro pesado, el caos empezó a formarse en el aula, trataban mal al moreno como si de un animal con sarna se tratara -Nara, puede hacerlo individual- informo y entonces, entonces el aula se calmó.
Sus clases continuaron sin más incidentes, ese día era 15 de octubre, faltaban solo horas para el cumpleaños de su rubio, debía darse prisa y no dejar ningún pendiente, le regalaría una sudadera cálida y unos zapatos nuevos, tal vez, y si le sobraba le compraría un pequeño pastel, era una fecha importante, Naruto cumpliría 17, pronto seria mayor de edad y eso le hacia sentirse feliz, le compraría unos zapatos que buena falta le hacían y un abrigo afelpado para el invierno, tal vez, si cobraba lo que sus compañeros le debían alcanzaría para comprarle un buen pastel y pasarla con él.
-Ino, págame lo que me debes- pidió directamente extendiendo su mano -no puedo darte mas prorroga, me urge el dinero- dijo sincero -si no lo haces, jamás aceptare hacerte ningún otro trabajo- declaro -como la exposición para la semana que viene-
-tks, esta bien, te pago por adelantado, quiero un diez Nara, no me defraudes- ordeno pagando aquella cantidad, que, aunque para Shikamaru era mas de lo que podía pedir para ellos, los ricos no era la gran cosa.
-hecho- sonrió retirándose del lugar, era increíble, podría comprarle aquello, seguro se pondría feliz cuando lo viera.
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-Sasuke, entiende, si llegas con Sakura, a padre le dará un infarto, nada te cuesta venir solo o traer a alguien diferente, bien sabes que tu noviecita no es una santa, tampoco le tiene buena fe a papá- exclamo Itachi mientras hablaba con su hermano, en tres días tenían una cena importante, demasiado, su padre cumplía años y quería ver a sus hijos, felices, pero verídicamente, no solo un "soy feliz" con personas que realmente no quisieran y todo con el fin de llevarle la contra.
Itachi llevaría a su prometido Deidara, un hermoso doncel de 26 años, con 4 meses de embarazo, su madre y su padre aprobaban esa relación, adoraban al rubio, según ellos, Deidara era autentico no como Sakura, la cual solo era una oportunista cualquiera, aunque ambos azabaches no entendían por que se expresaban de tal forma de la ojo-jade.
-Ya basta tú también Itachi, Sakura es mi novia, mi prometida, mi futura esposa- defendió serio mientras colgaba, realmente la amaba, o eso creía el mismo, nunca la vio como a alguien que usar para hacer rabiar a su padre, al contrario, quería que su padre la aprobara y de esta forma empezar los preparativos de su boda.
Itachi era su hermano adorado, su padre era un adulto ya grande y enfermo, poniendo todo sobre la balanza entendía lo que tenia que hacer, suspiro de forma pesada y le daría a su padre lo que quería, hasta que diera su ultimo aliento, nunca fue el mejor hijo como Itachi, pero estaba cansado de pelear.
Conociendo aquel numero de memoria marco sin esperar mas -Obito- llamo suspirando -consígueme a alguien "decente", lo presentare como mi prometido para mi padre.
-es enserio Sasuke? - exclamo su primo sorprendido -ya va, bueno, vere que hacer, papá saldrá hacer una compra especial, de hecho, es un regalo para ti, dice que no quiere ver a su hermano morir por culpa tuya-
-va a comprar una prostituta? - interrogo con cierto asco mientras apagaba su cigarrillo, realmente no entendía el afán de su tío Madara por comprar ese tipo de personas.
-Mira, cuando le conozcas opinas, yo ya vi unas fotos, con un baño, poco de comida, algo decente saldrá- dijo suave -te marco cuando vayamos para tu casa, de echo ya vamos de salida- comento colgando.
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Naruto había salido un poco mas temprano de lo habitual, con su paga había pasado a comprar un poco de arroz y huevos para la semana, eran alrededor de las 6 pm, Shikamaru apenas debería de estar saliendo, seguramente llegaría tarde, después de todo le había comentado que pasaría a la biblioteca por lo cual, sin esperar mas fue primero a casa.
-Papá estoy de vuelta- anuncio mientras dejaba aquello sobre su pequeña mesa y suspiraba lavando sus manos -hay gente rara en estos rumbos, encontré un auto negro afuera de...- su respiración se detuvo un momento, ¿sus ojos miraban aquellos dos hombres azabaches de traje -q-que hacen aquí? - interrogo serio, gritaría si fuera necesario pero su padre parecía estar meditando algo. -papá, qui-quienes son estos señores? -
-sin duda, la foto no le hace justicia a tu hijo en persona, Namikaze- comento el mayor de los presentes el cual, sin esperar mas se puso de pie y tomo del mentón a Naruto, abrió su boca a la fuerza apoyándose de su pulgar para ver sus dientes, reviso sus pupilas y le alzo la camisa sin importar que este se opusiera -sin duda esta limpio-
-te dije que si- exclamo Minato -pero no lo hare por esta miseria- dijo serio viendo aquel maletín.
-No jodas, es mas de lo que nunca tendrás-
-Papá, el llamo- dijo Obito mirando a Madara -quiere a alguien así que no hay opción, es el mejor candidato hasta ahora y el más limpio.
-tks- maldijo Madara mientras suspiraba -Es virgen? -
-si lo es, nadie lo ha tocado- recalco Minato, Naruto solo intentaba procesar aquellas palabras lo mejor posible, hablaban de el como si de un animal se tratara y el rumbo que estaba tomando la conversación no le gustaba.
-te daré millón y medio, es mas que suficiente y no lo vale tanto- comento -será un buen regalo para mi sobrino- dijo mientras entregaba la diferencia que faltaba para ponerse de pie -Obito, llévalo al auto, apenas vamos a tiempo para bañarlo y arreglarlo- dijo serio
-d-de que hablan?, ¡¡que regalo?, a quien llevaran al auto?, ¡papá!, ¡¡¡de que MIERDA HABLAN ESTOS HOMBRES!!!, ¡¡papá!! ¡¡¡Por favor detenlos!!!- gritaba desesperado mientras le tomaban con fuerza en contra de su voluntad, lloraba y suplicaba a su padre por su ayuda, era arrastrado en contra de su voluntad a aquel auto, los vecinos observaban y murmuraban, pero nadie le ayudaba-
-basta ya! - ordeno Obito dándole aquella bofetada para cogerle del rostro con fuerza -ahora eres de nuestra propiedad, que no lo entiendes?, tu padre de vendió por dinero –
Aquellas palabras calaron profundo en el interior del rubio, el hombre mayor subió y ordeno que el auto se pusiera en marcha, rogo, rogo a dios por que fuera una mala broma, que su padre saliera y lo salvara, pero aquella esperanza termino cuando sintió aquella agua helada caer sobre él, aquellas mujeres le bañaban cual animal, sin cuidado, con fuerza, su piel dolía, se estaba irritando, dolía, dolía y sus ojos lo reflejaban, lagrimas bajaban, dolía quería gritar, pero el sonido no dolía.
-qué diablos están haciendo?!- exclamo Madara mientras ingresaba aquel cuarto de aseo.
-Solo lo limpian padre- dijo Obito como si no fuera la gran cosa -esta sumamente asqueroso y las chicas solo hacían ese favor-
-Largo Obito- pidió serio -ustedes igual- ordeno a la servidumbre mientras suspiraba, estaba de acuerdo en que el no era el mejor sujeto del mundo, compraba y vendía personas, drogas cosas ilegales, pero mientras estuvieran a su cargo no le gustaba lastimarlos. -disculpa, mi hijo suele ser un poco idiota- comento mientras enjuagaba sus cabellos con cuidado
-señor, déjeme ir- rogo el rubio mientras le veía -lo que sea que le haya dado a mi padre se lo devolveré
-imposible, tu padre fue quien me busco muchacho, además, no será tan malo estar con mi sobrino, solo serás su tapadera, bueno, no lo sé- confeso -mira, mi hermano esta enfermo del corazón, solo debes aparentar ser un excelente prometido mientras estés con Sasuke, no preguntar ni cuestionar, cuando mi hermano muera volverás a mí y veremos cómo me pagaras- dijo -ahora calla y se bueno, no soy un hombre de mucha paciencia- advirtió mientras suspiraba -te duele la piel cierto?, ahora mismo aplicaremos una pomada, debes alistarte, te compre algo de ropa, mi sobrino vendrá en la noche así que no hagas tonterías, toda la casa esta en vigilada, cuando acabes, sal, en la habitación encontraras todo lo que necitas- anuncio saliendo del lugar.
Naruto lloro y maldijo su vida, él no quería eso, por que debía venderlo?, ¿por qué?, sollozo durante un largo tiempo, poniéndose de pie observo por aquella ventana, había guardias por todas partes.
Se coloco aquel kimono negro, era corto sin embargo era lindo y elegante a la vez, o eso creía, no lo sabía, se miró en aquel enorme espejo y acomodo sus cabellos, debía ser paciente, seguro Shikamaru... cierto, Shikamaru lo buscaría, seguro el lo sacaría de ahí, solo debía encontrar la forma de ponerse en contacto con el y lo sacaría de ahí.
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-te tomaste tu tiempo primo- dijo Obito mientras bebía de aquel vodka con hielo mientras veía de reojo a Sasuke -difícil tu día? -
-un mocoso, Nara, es demasiado engreído, un jodido presuntuoso, tiene una actitud de mierda y solo causa problemas- comento -se atrevió a cuestionarme más de dos veces-
-vaya, que tragedia- comento con total sarcasmo mientras rodaba los ojos -y tu chicle?, veo que hoy no viene pegado a ti- exclamo con cierto deje de burla.
-Se llama Sakura- exclamo serio -y Madara?, ¿dónde está?, quiero que me preste una de sus zorras- dijo -mi padre no quiere a Sakura en la fiesta así que necesito a alguien para ese día, no quiero que me culpen si le da un paro-
-don sentimental te dicen- exclamo riendo
-Sasuke, has llegado- dijo Madara mientras sujetaba la mano del rubio, lo había llevado a comer algo, después de todo no era un inconsciente -te presento a Naruto Uzumaki Namikaze, Naruto el es Sasuke, de quien te hable-
Naruto sintió como el aire le faltaba, aquel hombre tenia un semblante duro, su mirada fría y un aire de superioridad, no como del hombre que le sujetaba, era amable pero serio.
-Sakura es mas hermosa- recalco con cierto tono de superioridad viendo a Naruto de arriba a bajo -Es delgado, nada agraciado, parece una de tus tantas putas- escupió mientras su entrecejo se fruncia.
Naruto frunció el entre cejo y le abofeteo con toda la fuerza que tenía, jamás había permitido que le dijeran así y mucho menos dejaría que un maldito bastardo le humillara así -Soy Naruto Uzumaki, no una puta con las que te acuestas maldito teme- gruño.
Obito estallo en risa, jamás en su vida había visto a alguien ponerle una mano encima a Sasuke -Sin duda le agradara a mi tío.
-Maldita zorra! - exclamo
-Sasuke- Gruño Madara mientras le veía serio -te lo prestare hasta que tu padre parta de este mundo, así que se bueno con él, el será bueno contigo.
-se-señor Madara no por favor- pidió mientras le veía -no quiero.
-tenemos un trato Uzumaki, se obediente y no vuelvas a faltarle de tal forma a tu prometido
-solo es una farsa- dijo viendo con desprecio a Naruto, -Mi prometida, Sakura, no es aceptada por mi padre, solo será hasta que el muera, eso no significa que dejare a mi mujer, tu solo servirás para cuando mi padre esté presente.
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Shikamaru no podía creer lo que le decían, como que se habían llevado a Naruto, quien?, ¿por qué?
-Lo siento mucho Shika, el señor Minato lo entrego a unos hombres de traje- comento aquella amable anciana mientras le veía
-do-donde está el señor Minato? - interrogo serio, le sacaría la ubicación de Naruto aun si fuera a golpes
-se marchó media hora después de que se llevaran a Naruto, llevaba dos maletas-