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Hipotéticamente por L_inverse

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Buenas noticias

TaeKook

 

Jimin estaba preocupado.

Y con mucha razón, ya que Taehyung estaba actuando demasiado extraño.
Esa tarde lo había llamado para que fuera hasta su departamento diciendo que necesitaba hablar con alguien o literalmente moriría.

Tae era exagerado, pero por su tono de voz Jimin pudo saber que, pese al drama que podía estar armando, seguramente se trataba de algo que lo estaba molestando mucho, tanto como para pedirle ir a verlo ese mismo día.

Cuando Park llegó hasta el pequeño departamento en el que vivía su amigo, no encontró nada extraño a simple vista. Él se veía alterado, todavía en pijama pese a que eran cerca de las 6 de la tarde y ni indicios de que se hubiese siquiera bañado en el día.

Sabía que había comido cuando notó los platos sucios en el fregadero con comida que seguramente había preparado Jungkook; sin embargo, al sentarse en el pequeño sillón de la sala junto a su mejor amigo, este demostraba mucha ansiedad, tanto que Jimin debió sujetar la mano contraria para hacerle ver que estaba con él y que podía decirle lo que quisiera.

— Necesito decirte algo. — Fue lo primero que dijo, serio, apretando sus labios, casi en un murmullo. ¿Estaba sudando? Parecía verse un poco pálido.

— Bebé, estoy aquí. Tómate tu tiempo. — Tae asintió despacio y, después de lo que pudieron ser horas de incertidumbre para el rubio, entre el sonido del atochamiento en las calles cercanas y los perros ladrando en el vecindario, su mejor amigo lo miró a los ojos, casi con lágrimas antes de decir:

— Estoy embarazado.

De acuerdo, el primer instinto de Jimin había sido reírse a carcajadas hasta caerse del sillón; pero la seriedad de Tae no era esa que usaba para sus típicas bromas, era una seriedad real, una seriedad seria.

— ¿Estás...? ¿por qué...? — Jimin se atragantaba con sus propias preguntas, incapaz de encontrar la forma asertiva de llevar la conversación sin alterar a su amigo.

— Lo sé, Jimin. Es algo serio. No planeaba tener hijos, es decir, todavía me queda un año en la universidad y apenas puedo pagar este departamento con Kookie.

— De acuerdo, detente. — dijo el rubio, atrapando el delirio en el que se estaba ahogando su amigo. — ¿Por qué piensas que estás embarazado?

— Estos días me he levantado con unas nauseas horribles y hasta he vomitado en la mañana y tú sabes que nunca enfermo. — eso era cierto, pensó Jimin. — Lo raro es que por las tardes me siento bien, incluso tengo antojos raros, como comer de la comida picante de Guk.

Jimin se aclaró la garganta, todavía conteniendo sus ganas de darle una bofetada al chico y decirle que deje de decir tonterías. Con Tae, lo mejor era hacerle ver las cosas lentamente y con paciencia.

— Ok. Crees que estás embarazado porque tienes nauseas matutinas y antojos raros. ¿Fuiste al doctor?

— ¡Ni siquiera sé a qué doctor acudir! ¡No te explican esto en la universidad! — el castaño volvió a exaltarse y Jimin hizo su mejor intento por no rodar los ojos y lanzar un bufido. Mierda, no sabía cómo lidiar con esto.

— Ya. Calma. — le repitió, acariciando la nuca del otro cuando su amigo escondió su rostro entre sus propias manos. — Voy a preguntarte unas cosas personales... ¿puedo? — el otro sólo asintió. — ¿tuviste sexo sin protección? — segundos después, Tae asintió lentamente, alzando un poco su mirada hacia el más bajo. — ¿Sexo con...? — simplemente hizo el gesto técnico, haciendo alusión a si había sido con penetración o no.
Por supuesto, su amigo se puso rojo de inmediato, volviendo a ocultar su rostro entre sus manos y asintiendo muy lento.

El suspiro que se le escapó a Jimin sonó más fuerte de lo que pretendió y sólo logró que su amigo se irguiera lo suficiente para mirarlo de frente.

— ¿Qué voy a hacer, Jimi-ni? — la angustia sincera de su mejor amigo le enterneció, estirando sus manos para apretar las mejillas contrarias y limpiar las pequeñas lágrimas que se habían deslizado por ellas.

— ¿Jungkook sabe de esto?

— ¡No sé cómo decirle! ¡Estoy aterrado! ¿Seré un buen padre? ¿Cómo le enseño a comer si yo soy demasiado mañoso con las comidas? Oh, dios, ¿y las matemáticas? Kookie podría aprender, es bueno en todo... ¡OH, POR DIOS! — Jimin iba a interrumpir el monólogo de Tae, pero ya era demasiado tarde, no le hacía caso. — ¿Y si Kookie no quiere hacerse cargo? ¿Querrá dejarme? ¿Cómo voy a vivir? ¡No quiero que me deje!

Jimin realmente le iba a dar un golpe a su amigo cuando la puerta del departamento se abre y entra el otro protagonista de toda esta historia.

Lo primero que el rubio notó fue la cara de preocupación que tenía JK al ver a Tae de pie en medio de la sala, exaltado y algo pálido, pero totalmente en silencio; y, bueno, el castaño estaba en shock, tragó fuerte apenas la mirada del peligro se posó sobre él y luego, Jungkook miró a Jimin con curiosidad, como esperando una explicación.

— ¿Por qué los gritos? — cuestionó el recién llegado, alternando su atención en los dos chicos de la sala. Cerró la puerta a sus espaldas con una calma excesiva y dejó su bolso de entrenamiento junto a la entrada. Todo esto sin quitarle la mirada de encima a Tae.

Jimin se quedó callado, en espera de que fuera Taehyung quien iniciara la conversación; sin embargo, la impaciencia de Jungkook se hizo notar por la forma en que golpeaba la cara interna de su mejilla con su lengua, un gesto tan propio de él que lo único que le decía a Jimin es que el pelinegro estaba inquieto y tal vez maquinándose cualquier drama en su cabeza.

No por nada en la academia a veces le decía Jeonjeaulus.

— Kookie. — Tae volvió a tragar fuerte, limpiándose rápidamente las lágrimas de sus mejillas. — Yo...

— Tu novio cree que está embarazado. — soltó Jimin, alzando una ceja cuando los ojos de Jungkook se abrieron a toda su capacidad, palideciendo y, en segundos, ruborizándose hasta las orejas.

— What? — confundido y agudo, fue lo único que salió de los labios del pelinegro mientras que parecía que Tae se iba a lanzar a llorar otra vez.

Jungkook miró a Jimin con un gesto de "¿Qué demonios está pasando?", apenas dejando salir unos sonidos sin sentido y mirando frenéticamente a ambos amigos.

— Lo siento, Kookie. Yo sabía que deberíamos haber usado protección y ahora estoy embarazado y no sé qué hacer. — ahí estaba Tae ahogándose en su drama y Jimin ya había dejado la frustración de lado, para dar paso a la burla.

Porque ahora, era responsabilidad de Jungkook tratar la situación y él solo sería un espectador muy pendiente de cómo lo abordaría.

— Cariño, uhm... — JK gruñó por lo bajo y apretó con fuerza el puente de su nariz para intentar guardar la calma. Sabía que cuando Tae estaba en ese estado, ponerse a gritar y envolverse en una discusión acalorada sólo lo harían llorar más. — ¿por qué demonios creerías eso...?

— P-porque sí. Náuseas y a-antojos. — el castaño comenzó a tener hipos en medio de su llanto y Jimin sintió que ya no podría aguantar la risa.

— Amor, eres un hombre. Los hombres no se embarazan. — dijo controladamente Jungkook.

— ¡Sí lo hacen! Leí una historia muy descriptiva al respecto. — reclamó Tae, limpiándose las lágrimas del rostro.

JK le dio una mirada a Jimin de incredulidad y este simplemente se alzó de hombros y cruzó las piernas.

"Oh, no, bro. No me voy a meter en esto." Pensó el rubio sonriendo inevitablemente con algo de malicia.

— Tae. ¿Dónde leíste la historia? — preguntó con calma fingida el pelinegro. Su novio pareció dudarlo un poco antes de aclararse la garganta y responder.

— Wattpad.

Jimin no pudo contenerse. La carcajada estalló en medio de la tensión entre la pareja y JK sólo lo miró ofuscado, claramente sin tener idea de cómo hacerle ver a su novio que no estaba embarazado.

— Hey, Tae, ¿acaso la historia era Omegaverse? — pregunto Jimin entusiasmado y recibió una mini-patada por parte de JK que sólo aumento sus carcajadas.

El rostro de Tae se iluminó completamente inocente mientras asentía enérgico.

— ¡Sí! Eso decía el título. — respondió apuntando con un dedo al rubio y dándole la razón. Jimin asintió y miró a Jungkook alzando una ceja.

— Amor. — llamó Jungkook a su novio, recibiendo la atención del contrario inmediatamente. JK estaba a punto de perder el control y Jimin estaba esperando ansioso por ello. — No estás embarazado.

Tae dio un grito ahogado, llevando su mano a su vientre con dramatismo. Jimin lanzó una corta carcajada antes de volver a acomodarse en el sillón para lo que venía.

— ¿Cómo estás tan seguro? No sabes-

— ¡Sí lo sé! — exclamó el otro, frustrado.

— ¡No puedes saberlo! En la historia los hombres se embarazan cuando tienen sexo en su celo.

— Tae, escucha. — JK se acercó un paso hacia el castaño. — No puedes estar embarazado porque tú... — el pelinegro revolvió sus propios cabellos, desesperado. — Tú no...

Jimin no se dio cuenta cuando estaba inclinado sobre sus rodillas, demasiado expectante a la respuesta de JK.

— Tú fuiste... — Jungkook soltó un gruñido bajo, mirando de reojo a Jimin y luego volvió su atención a su novio, quien parecía agitado y confundido. — Tú fuiste el top, amor.

Tras admitir esto — en voz baja y ronca— Jungkook agachó la cabeza, ruborizado como si hubiera tomado el sol todo el día sin protector solar.

Jimin iba a reírse, porque obvio iba a reírse de la forma en la que JK admitió eso; no porque no supiera que sus amigos eran bastante versátiles en su relación, sino porque al pelinegro le daba una vergüenza abismal hablar de intimidad, sobre todo con otras personas.

Así que decir en voz alta que había sido el bottom en aquel encuentro, le daría material para por lo menos un año de molestarlo con ser un pervertido.

Sin embargo, no se rio de inmediato sólo porque quería ver la reacción de Tae ante esto y, conforme pasaron los segundos, su mejor amigo comenzó a abrir los ojos con impresión al entender el motivo principal— sí, principal para Taehyung — de por qué no podía estar embarazado.

— Oh... — soltó después de un rato que Jungkook lo mirara con una expresión avergonzada. — Vaya, entonces no puedo estar embarazado. — al darse cuenta de todo, el chico se ruborizó. — Buenas noticias, ¿no? — con una carcajada nerviosa, palmeó el hombro de un JK que ya había perdido toda su faceta comprensiva y se hallaba avergonzado, molesto y frustrado.

— Lo son. — le reclamó el menor.

— ¿Y qué hay de las náuseas y antojos? — siguió preguntando el castaño.

— Te apuesto a que la leche que tomas está vencida. — dijo Jimin, quien ya había pensado en eso cuando Tae mencionó que las náuseas eran en la mañana.

El castaño se acercó a la cocina en busca de la respuesta y mientras tanto JK aprovechó de aventarle un cojín en la cara al rubio por haberlo metido en eso y no ayudarle.

Jimin sólo se lanzó a reír, especialmente cuando Tae los miró con su típica cara de un niño después de ser descubierto en una travesura, con su sonrisa ancha y sumamente avergonzado.

— Uff, bueno, ¿quién tiene hambre? — preguntó el castaño aparentando normalidad. Jk soltó un suspiro y Jimin supo que era su momento para marcharse.

— Yo tengo que irme. Me juntaré con Yoongie. — tomando sus cosas, el rubio comenzó a moverse hacia la salida. — Procura comer bien, Tae. — le dijo al otro chico.

— Gracias por venir, Jimin. — la voz de Tae denotaba su agradecimiento y también su vergüenza por hacerle pasar por eso.

— Cuando quieras, bebé. — Jimin miró entonces JK. — Nos vemos, bottom pervertido.

Jungkook estalló en rubor y lo empujó levemente mientras el rubio reía y se marchaba del lugar, con material de por vida para molestar a su parejita favorita.

~*~~~*~~~*~



Apenas estuvieron los dos solos, Jungkook se acercó hasta su novio quien había perdido ligeramente los ánimos.

Ya se estaba calmando de su vergüenza, pero, aun así, sabía que Jimin lo molestaría al día siguiente por esta conversación.

— Lo siento, Guk. — jugando con sus dedos, apenado.

— No pasa nada, Tae. — intentó cal­­­marlo él. — Sólo me gustaría saber por qué no me lo dijiste a mí primero.

— De verdad estaba asustado. ¿Te imaginas hubiese sido cierto? No quería que me dejaras.

Jungkook sintió ternura y dolor por igual ante las palabras de su novio; que Tae realmente creyera que podría estar embarazado demostraba su inocencia en algunos temas y era una de las cosas que amaba de él; pero que el castaño pensara que podría dejarlo cuando las cosas se tornaran difíciles para ambos, le molestaba, porque creía haberle dejado en claro al otro chico que lo apoyaría siempre.

— Ven aquí. — el pelinegro apoyó su mano en la nuca ajena y atrajo hacia sí al castaño hasta dejarlo apoyado en su pecho para así poder abrazarlo. — No te voy a dejar, aunque quedes embarazado, ¿oíste?

No iba pasar, por supuesto que no. Tae jamás podría quedar embarazado, pero si la idea volvía a surgir en su cabeza, al menos quería hacerle saber que estaría a su lado y cuidaría al monstruo imaginario que supuestamente saldría de él.

— ¿Lo prometes? — Tae rodeó la cintura de su novio y se acomodó en su pecho, buscando su confort.

— Pinky promise. — respondió, ofreciendo su meñique para que Tae lo entrelazara con el propio, cosa que hizo entre risitas cómplices.

En seguida, el castaño se estiró y dejó un beso en los labios contrarios, deslizándose suavemente entre su boca mientras suspiraba; Jungkook correspondió el beso y dejó mini besitos en su mejilla, en su nariz, en su frente y por todo su rostro mientras el chico reía y se dejaba consentir.

Estaba a punto de separarse de él para ponerse a preparar la cena cuando Tae lo frena de golpe, sosteniendo su sudadera fuertemente por la cintura, con sus ojos abiertos de par en par y la sangre huyendo de su rostro.

— ¿Qué pasa? — preguntó preocupado el pelinegro.

— Kookie, si yo no estoy embarazado.... ¿entonces tú lo estás?

Jungkook suspiró, exasperado, y dejando caer su cabeza hacia atrás.

Sería una larga noche.

Fin

Notas finales:

¡Hola!

Te agradezco mucho por haber llegado hasta aquí y leer mi obra. Espero que la hayas disfrutado mucho porque yo amé escribirla.

En esta primera entrega muestro lo que será el universo donde desarrollo la saga "No sé si es amor", tanto de los ships que mencionaré posteriormente, así como también el contexto en el que están. Me encantaría que leyeras el resto conforme lo voy publicando (:Sin más que agregar, deseo haberte sacado alguna sonrisa y hacerte pasar un buen rato con la lectura.

Nos estamos leyendo.

¡Un abrazo!


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