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Lunas Frias por Silence Tsepesh de Lenfet

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Mi teléfono esta tan silencioso, es muy raro después de pasar tanto tiempo vigilando y estando alertas. Es como si ahora toda esa energía nos hubiera dejado agotados. Aunque no estoy mirando el teléfono por actualizaciones de los demás, solo de una persona: Killian. No sé cómo dejar de pensar que un día llegare a casa y me daré cuenta de que no está, de que otra vez se fue y no sé por dónde comenzar a buscar. Suspiro, limpiándome las manos. No quiero decírselo de nuevo porque es asunto mío y él ya tiene otras cosas con las que lidiar, mi inseguridad por eso no es algo que quiere cargarle además ¿no solo iría a buscarlo? De eso es lo único que estoy seguro: recorrería todo el mundo de ser necesario para encontrarlo. Mi teléfono enciende, con su nombre en la pantalla.


— ¿todo está bien?


— Sí— Killian se escucha algo agitado. No estamos seguros de que pasara cuando se convierta. No iba a dejar que lo dejaran encerrado hasta que pasara ¿Quién sabe cuándo sucederá? Además, es casi seguro que pasara por la noche y no a media tarde. No fui el único que le dijo lo que se siente cambiar, aunque las opiniones de los nuevos son más cercanas que lo que yo o cualquiera que nació lobo puede darle— ¿terminaste tu turno?


— estoy saliendo justo ahora ¿necesitas algo?— escucho un grito conocido, y automáticamente me fijo en Nell y en Killian, parados en la calle. Cuando llego alzo a Nell, ella patalea y ríe.


— pensé que podríamos ir a comer.   


— excelente, me muero de hambre. Podría comerme una vaca entera— tomo su mano y comienzo a caminar. Me tranquiliza tenerlo cerca, y estos últimos días Killian parece muy cómodo también, si no supiera que cualquier cambio relacionado con ser hombre lobo comenzara hasta que se convierta pensaría que es por eso— ¿seguro que no hubo nada extraño?


— no. creo que lo notare cuando comience. Se… sé que hacer, los llamare y me alejare de todos mientras van por mí. O eso es lo que planeo pero todos siguen diciéndome que pasara por la noche, en la luna llena y parecen relajados aunque queden dos días para esa noche. 


— normalmente es así para los nuevos, al menos en eso tienen razón las leyendas humanas. Pero el año pasado hubo algunos que llegaron antes de la luna llena, así que es mejor estar alertas— estoy comenzando a odiar esa palabra— hay un restaurant que me gusta por aquí— caminamos hasta llegar, hablando de todo para intentar fingir que todo está bien y normal, aunque nada es normal y las cosas están lejos de estar bien. La inminente transformación de Killian ronda en nuestras cabezas sin que podamos evitarlo. Aún es temprano cuando terminamos de comer, nos dirigimos más por costumbre a la clínica de Eddie, con Nell caminando entre nosotros. Vamos al paso de ella, sin ninguna prisa.


— ¿Lon?       


— ah ¿preguntaste algo?


— has estado… ¿te preocupa algo respecto a mí? más específicamente sobre la luna llena.


— No— él me mira, esos ojos…— eres fuerte, quizá más fuerte de lo que cualquiera piensa, así que no estoy preocupado por ti en ese sentido, me preocupa que no te guste en lo que te convertirás, en que me convertiré yo para evitar que sufras.


— oh… tal vez no deberías estar conmigo cuando pase.


— eso me han dicho. Quiero estar contigo.


— no estaré solo. Tal vez ni siquiera sepa quién eres, o quien soy. No voy a molestarme si no puedes estar conmigo, y alguien tiene que cuidar a Nell.


— lo sé. Dejemos que llegue el día y vemos que pasa.


— me parece bien— el ambiente familiar de la clínica de Eddie logra disipar la desagradable sensación de la conversación. He tenido muchas conversaciones con Rowan y Baruch sobre lo que haremos, ambos piensan que no debería estar con Killian cuando llegue la transformación porque estarían lidiando con dos lobos en lugar de uno. Nunca había pensado en lo cruel que podía ser lo que hacíamos.


El olor a sangre y desinfectante se intensifica y dejo de mirar a Nell y Killian jugando en el piso para ver a Eddie sentado a mi lado. Fabien está dentro en consulta, puedo escuchar el jadeo del perro que trajeron, y Gabriela esta frustrada leyendo algo de un libro que parece enciclopedia medieval.


— pareces un poco preocupado— hago una mueca que hace que se ría.


— no es gracioso.


— es mejor tomárselo con humor, preocuparse a este punto…— se encoje de hombros— todo estará bien, hemos pasado cosas peores.


— lo sé.


— pienso que esta vez será diferente— le miro, algo decepcionado del intento por hacer que todo suene bien. Eddie no me mira, tiene la mirada, esa mirada que pone cuando está en modo doctor de hombres lobo.


— si es tu intento por hacerme sentir mejor, te digo que ya lo han hecho como diez veces y no funciona.


— no es eso. Estuve investigando— alzo una ceja— dios ¿Por qué todos ponen esa cara cuando digo eso? pregunte un poco. No existe documentación entre ustedes, y la información oral es poco confiable después de tanto tiempo.


— ¿y encontraste algo?


— no—Eddie sonríe al ver mi cara— solo que acabo de decirte, nadie sabe nada más sobre humanos convirtiéndose. Algunas personas me dijeron que han pasado muchos años desde que hubo humanos convertidos por su elección, sigo sin creer que alguien elija ser atacado y mordido pero, en fin, al decir muchos, en serio son muchos— resoplo, sintiéndome malhumorado y algo tonto, porque me quiero aferrar a cualquier cosa que me dé esperanzas.


— ¿entonces de que sirvió todo eso? además ¿Cuándo lo hiciste? No has salido de la ciudad.


— existen teléfonos, Lon. Eso y abuso un poco de…— su cara se pone roja— del poder que tengo. Como sea, eso me llevo a revisar mis apuntes. Todos fueron ataques planeados, como que planearon el momento en que sucedería. Los ataques pasaron unos pocos días antes de la luna llena, los suficientes para pasar el periodo de fiebre y comenzar la transformación inmediatamente.


— no lo entiendo.


— ninguno sabía que iba a convertirse, ni que esperar. Solo era… ammm, un animal herido y asustado, siempre reaccionan violentamente. No imagino como debe ser haber pasado de ese momento de fiebre a que tu cuerpo comencé a cambiar. Obviamente se perdieron en ese cambio. Pero Killian sabe lo que pasara, así que pienso que es una variable importante en el proceso— Nell ríe cuando Killian hace saltar una de las muñecas de juguete.


— ¿en serio crees eso?— Eddie encoje los hombros. 


— lo creo, pero no te lo puedo asegurar. Cada cambio fue muy diferente por lo que estoy seguro que la transformación también depende de la personalidad de las personas.


— no estas inventando todo eso como una forma de hacerme sentir bien y que no me preocupe por lo que pasara ¿cierto?— porque todo lo que dijo suena coherente para mí.


— no invento cosas— refunfuña— y por favor, no estoy diciendo que mágicamente será capaz de comportarse, que no atacará a nadie y que podrá controlarse perfectamente. Solo digo que no estará tan confundido como los demás.                               


— podría besarte ahora mismo.


— iugh, no lo hagas jamás— Eddie se levanta y se va. La risa me hace sentir ligero, y mis carcajadas hacen que Nell y Killian me miren. Bajo de la silla para sentarme junto a ellos en el piso. Los jalo a ambos en un abrazo muy apretado que hace que Nell suelte grititos riendo y Killian se recline en mí.


— ¿todo está bien? parece que tuviste buenas noticias.


— algo así, te lo digo en casa— le beso. Un suave golpe hace que nos separemos, me rio al ver a Nell intentando llamar la atención— ¿también quieres un beso?— la alzo y le beso las mejillas, muchos besos ruidosos que la hacen soltar risitas.   


— Aww, ustedes son tan adorables— le sonrió a Gabriela, noto a Killian con la cara sonrojada. Quizá no vengan días fáciles sin embargo aún tengo esto, aun los tengo a ellos.


 


****


¿Debería estar más asustado?


Siento que debería, pero ahora los días son muy tranquilos y no puedo sentirme asustado cuando veo jugando a Nell, cuando tengo que cocinar y limpiar y todos parecen estar confiando en que no habrá problemas.


— es porque estás aquí— Jennifer ladea la cabeza para mirarme cuando le pregunto por eso— es que cuando nosotros vinimos aquí era inesperado, tenían que encontrarnos y contenernos. Tu estas aquí, no van a buscarte.


— entiendo…


— estas nervioso— ¿Cómo no estarlo? Lo estoy, aunque intento que no me importe y tranquilizarme a mí mismo, al final es inevitable darle vueltas a lo mismo.


— ¿Cómo haces para volver a ser humana?— ese es mi principal temor, porque mi cuerpo cambiara lo quiera yo o no, pero ¿cambiara solo a humano o yo tengo que hacer algo? ¿Es como un deseo? ¿Estaré consciente de todo?  


— antes era… involuntario— sus ojos se pierden recodando— era doloroso. Ahora sirve recordar que soy humana, que no solo soy lobo. Me toma tiempo recordarlo pero cuando lo hago, es como si cuerpo supiera que no estoy en mi verdadero yo y cambia— suena simple, espero poder recordarlo— escucha a Rowan, también ayuda. 


— lo hare— su teléfono suena, ella lo mira y hace una mueca— ¿todo bien? 


— mis padres quieren que vaya a casa. Una fiesta importante a la que no puedo asistir.


— ¿Por qué piensas que perderás el control?


— sí. Pero no puedo decirles que no todo el tiempo, sé que a Rita le tomo casi un año poder volver a su vida normal, pero yo no puedo… y ya les he dicho que no muchas veces. No nos hemos visto desde que me convertí ¡No es que los extrañé tanto! al final siguen siendo mis padres aunque estuvieran ocupados trabajando. Me dieron cosas y nunca me falto nada material— esa última parte parece muy importante para ella. 


— ¿Por qué no vas? Invita a Kalila— cuando me mira, su rostro esta tan cambiado e iluminado que no necesito súper sentidos para saber que he dado la mejor idea— así puedes estar con alguien que te ayude a controlarte y tener compañía— me sonríe, levantándose del sofá. Se inclina y me da un beso en la mejilla. 


— eres increíble. Tengo que irme, nos vemos luego ¡Mucha suerte con el cambio!— se va casi corriendo. Nell hace un quejido al ver que estamos solos.


— ni siquiera sé qué hacía aquí. Ven, haremos la cena— por hacer la cena me refiero a que ahora jugara más cerca de la cocina donde pueda verla. Alguien le compro un pequeño juego de cocina, nunca supe quien porque prácticamente solo apareció en la casa. estoy muy cerca de pedir comida, porque es más simple, si no lo hago es solo porque quiero aprender mejor a cocinar— y los bebés no pueden comer todo el tiempo comida rápida ¿cierto? aunque todos comen demasiado, nunca pregunte por eso— saco las cosas del refrigerador, haciendo montones con las cosas que voy a preparar. Aún estoy lavando vegetales cuando siento el escalofrió. Es como cuando notas que alguien te está mirando, el peso de la mirada de alguien— Nell, ven— ella me obedece mientras yo miro hacia la ventana y la puerta. La puerta está cerrada y no se ve nada por las cortinas pero ¿será suficiente para la vista de un hombre lobo? apago la estufa y busco el teléfono.


estamos por terminar, ¿se te olvido algo para la cena? ¿Killian? ¿Todo está bien?


 no… no lo sé. Creo que… ¿puedes pedirle a alguien que venga? Jennifer se fue hace un rato— estaba por decirle que creo que hay alguien aquí, pero si es alguien que me puede escuchar entonces decirlo es una mala idea ¿no?


— ¿es…?


no. creo que hay alguien aquí— bajo la voz, esperando que Lon me escuche.


voy para allá— la llamada termina y yo me aferro al teléfono. Nunca encontraron al padre de Nell, no lo siguieron ¿pudo volver? Sé que hay formas de burlar la vigilancia de los lobos, tal vez regreso. Me siento en el piso de la cocina, abrazado a Nell, como si allí no pudieran verme. No escucho nada, pero mi cuerpo esta tenso y esperando cualquier ruido para levantarme y correr. Siento mis jadeos, el aire escapando entre mis labios sin hacer ruido. Incluso Nell parece entender que hay algo más, porque no se mueve ni hace ruido ¿Cuándo ha pasado? ¿Cinco minutos? ¿Diez? ¿Cuánto tiempo le lleva a Lon llegar? No puedo recordarlo. La puerta se abre haciendo tanto ruido que salto y me pongo de pie sin pensarlo y mi mano se estira para tomar un cuchillo para alzarlo frente a mí.


— tranquilo, soy yo— no es Lon, pero conozco la voz— no hay nadie fuera. Todo está bien, puedes dejar eso— en la entrada de la cocina esta Rowan, con las manos alzadas en un gesto tranquilizante— ah…Killian, ahora tienes que escucharme: no estás en peligro, no hubo nadie esperando fuera así que dame el cuchillo— miro mi mano— no lo necesitas— tiene razón, me obligo a aflojar mis dedos hasta que dejo caer el cuchillo— eso es, ahora dame a Nell.


— ¿Qué?         


— vas a transformarte— no, no puede ser. Aun no es tiempo, aún no. el aire no alcanza a llegar a mis pulmones. No puedo respirar— todo estará bien, pero tenemos que movernos rápido ¿puedes caminar hasta la casa?   


— yo…  yo no voy a hacerle daño a Nell.


— no dije eso, no podrás sostenerla. Estará más cómoda si la cuida alguien. Lon nos alcanzara en la casa. Él me llamo, estaba en la casa con Baruch así que tenemos que ir allá ¿puedes hacerlo?— no quiero separarme de Nell pero la suelto cuando Rowan se acerca para abrazarla— eso es, vamos. Si es muy difícil para ti solo llamare a alguien para que venga— no puedo controlar los temblores de mi cuerpo. Logro señalar la mochila con las cosas de Nell— la llevare— dice algo más, pero no logro concentrarme para entenderlo. Aun me siento agitado, como en un ataque de pánico ¿tengo un ataque de pánico?  Salir no ayuda mucho, me siento más ansioso al ver el exterior. Alguien me sujeta y me hace caminar. Baruch esta de pronto a mi lado, hablando y hablando. Me dirigen hasta un auto… una camioneta. Me inclino sobre mis rodillas y me cubro la cara con las manos— ¿estás bien allí? 


— lo mejor que puedo estar— murmuro.


— estamos llegando.


— genial. Excelente— murmuro. Alguien se ríe, aunque suena más a una risa nerviosa.


— ¿eso fue sarcasmo? ¿Y eso de ahora un gruñido? ¿Estás seguro que no eras ya un lobo Killian?— resoplo, no logro reírme aunque me siento menos tenso y entiendo el porqué de esos comentarios.


— ¿Cómo vas?


— agradecería que no me lo pregunten cada diez segundos— jadeo. Ahora mismo sigo sintiendo que mi corazón late tan rápido que saldrá de mi cuerpo. También es como si algo estuviera saltando bajo mi piel. Me golpeó la cabeza con el asiento delantero cuando nos detenemos bruscamente.


— ten cuidado, idiota.


— lo siento ¡No saltes frente al auto, Beau!— siento el aire fresco cuando las puertas se abren. Me obligo a abrir los ojos y enderezarme para bajar.


—… llevarla con Eddie, está más cerca, y no sé, si las cosas salen mal podríamos necesitar a los demás. Te vas a quedar con él, viene en camino.


—puedo ir solo con Nell.


— no, esperaras a Eddie aquí— Rowan, Baruch y Beau parecen discutir. Alguien más abre la puerta y siento unas manos amables dirigirme dentro.


— ¡Killian!— me detengo solo un momento para buscar a Lon, no necesito hacerlo al final porque es él quien me alcanza. Me abraza, y por fin siento que todo está bien— todo está bien ¿vale? No tengas miedo que no voy a dejar que nada malo pase. Voy a estar contigo todo el tiempo o hasta que me digas que me vaya.       


— si soy un lobo no voy a poder decirte que te vayas— su risa es temblorosa.


— ya no escuches a los demás, son una mala influencia.


— sí, sí, muy lindo y todo pero entremos ahora, él sigue convirtiéndose y no creo que quieran que lo haga en la puerta de la casa— no, yo no quiero eso. Con Lon aquí estaba pensando que ya estaba bien, pero sigo sintiéndome raro y el calor que siento ya no es normal. Apenas soy consciente de ir a la habitación. Esperaba encontrarla vacía pero trajeron una cama y una silla, también un mueble pequeño. Me dejo caer en la cama. Está fresco, y dejo que la comodidad de la cama de envuelva.


Cuando vuelvo a abrir los ojos no se si han pasado minutos u horas. Tengo frio y calor, los escalofríos no se van y me duele el cuerpo cada que me estremezco. Encojo mis rodillas y me abrazo. Mi cabeza se siente pesada, como si no hubiera espacio y algo quisiera entrar. 


— ¿estás despierto?— algo me toca la frente pero es como si me estuvieran arrancando la piel. Me alejo, quejándome— lo siento— sé que si abro la boca voy a gritar, así que solo aprieto los dientes— ¿Qué le pasa? esto no es normal ¿Por qué no cambia?   


— no lo sé— reconozco la voz, pero no puedo ponerle nombre. Me estremezco otra vez, mis brazos y piernas tienen espasmos ahora— llamare a Eddie.


— Killian, está bien, estas a salvo. No tienes que luchar— ¿luchar? No puedo ni moverme ¿Cómo voy a estar luchando? Escucho mi propio gemido de dolor cuando otro temblor me hace tiritar. Creo que vomitare. Ojalá no doliera, nadie dijo que iba a doler. 


— Lon…— no reconozco mi voz.


— aquí estoy— ahora hasta respirar duele. Dolor…ah… solo… estoy cansando. Tenían razón, estoy luchando conmigo, con mi cuerpo. Ya no quiero hacerlo, no quiero luchar ¿pelear conmigo mismo? Que agotador. Relajo mi cuerpo,  y por primera vez soy consciente de eso que está en mi cabeza, algo nuevo que espera, atento. Es su dolor, no el mío. No tenemos por qué tener más dolor así que dejo de luchar. Como una señal, siento que esa presencia nueva se expande, me cubre y me consume. Otra vez me siento fuera de mi cuerpo, como si observara desde fuera lo que pasa: los espasmos en mis piernas y brazos son tan intensos que se mueven sin que yo lo pida, hasta que escucho el familiar sonido de los huesos crujiendo. Mi cuerpo se mueve de forma extraña, en posturas raras y


Yo soy


Yo soy


Pero no soy yo


Soy somos


Lobo


Salir, salir, salir quiero


Libre


Libre 


Libre


Humanos


Son


Como


Yo


 Lobos


Somos lobos


— Killian— mi nombre.


Lon


Lon


Mío


Mío


Mío


************


 


La puerta se abre, no miro a quien llego. Sé que esta por amanecer pero no estoy seguro de cuánto tiempo falta.


— te traje comida— Rowan no parece estar tan de mal humor como pensé que estaría por no haberse quedado con Eddie. Vino un par de veces antes a comprobar que todo estuviera bien— ¿no quieres salir un momento?


— estoy bien— Killian no ha vuelto a ser humano, pero no estoy preocupado por eso todavía. Estuvo inquieto un rato cuando recién se transformó, pero ha estado casi tranquilo… solo por el hecho de que le gruñe a cualquiera que se me acerca. Al menos sé que me reconoce— ¿Cómo está todo por allá?


— bien, todos están sorprendidos, esperaban algo como lo de siempre.


— pude notar que estaban esperando algo violento aquí— pero nadie se quedo mucho tiempo por temor a alterar demasiado a Killian. No quiero comenzar a alarmarme hasta que Killian vuelva y pueda hablar.


— parece que Eddie tenía razón, para variar.     


— tal vez es que Killian es especial— Rowan me sonríe, y veo que Killian abre los ojos. Estando solo nosotros, me parece que es más grande que la mayoría de los lobos aquí, sus ojos siguen siendo grises, incluso su pelaje gris, un gris claro y uniforme, sin manchas— vuelve cuando quieras.


— si tiene problemas para regresar estaré aquí— le escucho salir. Killian no se mueve, vuelve a apoyar la cabeza en mis piernas. No se cuanto tiempo nos volvemos a quedar así. Ya debe haber amanecido hace un buen rato. La comida que trajo Rowan ya esta fría, eso nos impide comerla. No tengo problemas en acercarme tanto a Killian como para extenderle comida, a pesar de que sus dientes a veces presionan con mas fuerza de la necesaria no llega a dañarme y aunque lo hiciera también soy un hombre lobo, no será nada muy serio si logro convertirme y esperar a que alguien más intervenga.


— tienes que volver en algún momento, pronto ¿eh? eso no va a llenarte. También tenemos que ver a Nell. Debe extrañarnos— no creo que hayamos pasado tanto tiempo lejos de ella ¿esa cita que tuvimos en la playa? Como sea, sé que la están cuidando. El sonido del hueso reacomodándose rompe el silencio. No me muevo ni digo nada, solo espero… y espero. No hay cambio, Killian se levanta y comienza a caminar, sus garras hacen un ritmo constante en el piso— solo intenta pensar en el cambio como quitarte un abrigo, empuja hasta que salga— le toma más tiempo conseguirlo: escucho el sonido más seguido y comienzo a ver el cambio físico hasta que es Killian quien está frente a mí— Bienvenido— le extiendo una manta. Su mano tiembla pero logra cubrirse con ella— ¿Cómo estás?


— es…— niega despacio con la cabeza— todo es muy intenso.


— Lo será por un tiempo, pero estarás bien. Iremos a casa pronto, pasearemos con Nell, y correremos por el bosque cuando haya luna llena. Juntos— tal vez estoy siendo muy optimista, pero la idea de eso me hace desear que pase lo más pronto posible.


— juntos— su voz es baja y ronca, sus ojos grises me observan un largo momento ¿Cómo es mirar por primera vez con los sentidos mejorados? Sera… ah… sonríe. una sonrisa de verdad, todo dientes y ojos entrecerrados.


Y todo es mío.  


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