Disclaimer: Ouran Host Club y Fatal Frame 2 no me pertenecen, ni ninguno de sus personajes, tampoco sus derechos son reservados a sus respectivos creadores, esto es sin fin de lucro y solo por diversión.
“”Pensamientos
Cursiva Recuerdos
Subrayado Línea de los fantasmas
0o0o0o0o0o0o0Capitulo 1 – Chou (Mariposa)
El paisaje era aburrido, muy monótono para su gusto, el verde decoraba todos los árboles y el enorme jardín trasero, esta casa era extremadamente callada, totalmente opuesta a su mansión de la ciudad, esta mansión olía a antigüedad y tradición, los pisos de madera y las puertas corredizas eran el único sonido que rompía el silencio, lo único que le gustaba eran los movimientos del agua que creaba la fuente de la casa y el lago cercano al pueblo, estos eran extremadamente relajantes, aunque le recordaban enormemente a “ese lugar”…
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“Es oficial, aborrezco esta casa”
Odiaba el silencio que reinaba en esa casa, así como estas vacaciones, pues sabía perfectamente que en esos precisos momentos él podía haber estado con sus amigos del Host divirtiéndose o persiguiendo a Haruhi como era ya costumbre.
H: Haruhi – Dejo salir su voz con un susurro
Haruhi, esa pequeña chica con carácter fuerte y casi sin miedo a nada, valiente, decidida, sin quitar el noble corazón que poseía, la única que podía ver las diferencias con su gemelo… y eso la hacia tan especial…al grado de…
De repente por andar divagando casi choca con la puerta que había estado buscando desde hacia buen rato, desde que llegaron su hermano se hacia el desaparecido, huyendo de algo…o mas bien recordando algo
Despacio abrió la puerta casi sin hacer ruido, encontrándose con la imagen de su gemelo recargado en una ventana circular, admirando el jardín, ensimismado, Kaoru vestía unos pantalones de mezclilla un poco sueltos y una playera blanca sin manga y en cuello V que se le pagaba a la piel.
“Kaoru es en verdad hermoso”
En el preciso instante de terminar de formular ese pensamiento, lo desapareció y lo oculto muy dentro de su mente, tratando de borrar la incertidumbre que tenia de solo haberlo formado...
“¿Qué rayos estoy pensando?”
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El agua seguía corriendo, sus pensamientos divagaban de recuerdos de la infancia en ese lugar, pero siempre centrados en una sola persona…
“Hikaru”
Una intrusión en su habitación lo desconcentró de sus pensamientos, volteando cansinamente a ver a su gemelo, vestido con unos jeans deslavados y una playera negra pegada y en cuello “V” y si eso fuera poco andaba con sus inseparables audífonos escuchando música por toda las casa, lo cual le confería una atmósfera descuidada y sensual, claro estaba que Hikaru se había negado a ponerse la ropa adecuada para el lugar y respetar el silencio, y como sus padres no había querido discutir lo dejaron ser y como los dos era iguales se le dio el mismo trato a el mismo, inmediatamente la voz de su hermano lo saco de sus cavilaciones.
H: Kaoru vamos a dar un paseo en el bosque ahí cerca del lago, hay algo que quiero hablar contigo.
“Ese lugar, ese templo, esa sensación”
K: No gracias, eso esta cerca de aquel templo, yo paso… - Su voz temblaba imperceptiblemente, nunca volvería a ese lugar…
H: Todavía le tienes miedo a “eso”, ya ha pasado mucho tiempo desde aquello, no lo puedo creer – Sabia que era un tema delicado pero en serio quería hablar algo urgente con él
K: ¿Y? A ti no te daba miedo porque ellos nunca te hablaron, nunca los viste, ¿O acaso se te olvido aquel incidente? – La mirada fría y vacía que le dirigió su gemelo le congelo la sangre.
H: Anda, deja de hacerte del rogar y vamos, solo hasta la orilla del lago, no nos adentramos al lugar del templo – Sabia utilizar sus cartas con su hermano, pero aun dolía la simple mención de aquel descuido
Kaoru volvió a mirarlo con determinación pero con la mirada dorada que relucía a la luz del medio día, no podía negarse, odiaba amarlo tanto, sabia que estaba mal, que su corazón ya tenía dueña y que aparte de todo los dos eran hombres y sobre todo hermanos, pero no lo terminaba de comprender, odiaba aquel sentimiento, calido como el fuego y a la vez frió como el hielo.
“Promete que vamos estar por siempre juntos”
“Promételo…”
H: ¿Si? Vamos… - Suplicante Rogaba y como todas las veces que lo hacia termino cediendo
K: Bueno, vamos… pero solo al lago…
H: OK, entiendo
Le avisaron a sus padres y pronto salieron caminando, el transcurso fue aburrido y sobre todo tenso, su hermano se la pasaba hablando de las maravillosas vacaciones que hubiera pasado con Haruhi, y a él no lo quedaba mas que aceptar con resignación que todo lo que Hikaru decía era verdad, ella era una persona con un corazón puro, amable y sobre todo dispuesta a ayudar a los demás.
#Ven, ven conmigo, te he estado esperando #
En el transcurso del monologo de su gemelo Kaoru volteo la vista al bosque alguien lo llamaba, volteo lentamente para encontrarse con un chico de cabello blanco y facciones finas, que lo miraba y sonreía, detuvo el paso para enfocarlo un poco más, quería verlo, acercarse y hablarle pero una mano firme le interrumpió, volvió la cara y era Hikaru que lo veía con preocupación.
#Hace tanto…tanto tiempo #
Fue el último mormullo que escucho de aquel extraño…
H: ¿Qué demonios pensabas? – Bastante enojado por la actitud repentina
K: ¿Ehhh? – A todas lucen ignoraba él porque de la reacción de su hermano
H: ¡Kaoru despierta casi te atraviesas la calle! ¿¡Que tal si te atropellan!? – Furia era lo único que sentía por la inconciencia de su gemelo
K: Lo…siento, es que él me llamaba
H: ¡¿De quien hablas?! ¡Deja de inventar cosas!
K: Pero…
H: Ya, déjalo ¿Quieres?
Después del incidente siguieron caminando y pronto llegaron a su destino aunque a Kaoru le costaba sacarse de la cabeza la imagen de aquel chico.
“¿Quién será?”
Hikaru se sentó sobre el pasto recargándose en un gran árbol que había cerca de allí, inmediatamente Kaoru se recostó en sus piernas, acto que sobresalto enormemente a su hermano.
H: ¿Qué…que haces Kaoru? – Nervioso por la cercanía de su gemelo
K: Nada, solo tengo ganas de descansar un rato
Su respuesta fue simple y sin muestra alguna de malicia, por una extraña razón a Hikaru le perturbaba la postura de su gemelo hasta…
K: ¿Te molesto Hikaru?
Los ojos de su hermano mostraban la preocupación de sus pensamientos, se notaba angustiado y le molestaba no saber porque.
K: Si quieres me retiro…
H: ¡No! No es nada de eso…solo
A medio levantarse su hermano lo agarro y lo volvió a acostar, sonrojándose por la brusquedad que mostraba su acto.
“¿Miedo?”
H: No hay problema…pero de eso no te quería hablar
K: Entonces
H: Kaoru tengo algo que decirte
Kaoru sabia que era ese algo y dolía, no deseaba escuchar de los labios de su gemelo el amor que este profesaba hacia otra persona, era como un puñal clavándose en sus esperanzas, desangrando sus sentimientos, se removió incomodo sobre los muslos de su hermano, dándole una señal acerca de su estado anímico.
H: ¡Kaoru deja de moverte por una maldita vez! ¡Quiero hablar contigo y tú no me haces caso! – Gritando Nunca Hikaru le había hablado de esa forma, se notaba francamente enojado y serio, era raro verlo así de distante con él.
K: Lo siento…no quise hacerlo
La voz de Kauro sonaba arrepentida y sobre todo triste, inmediatamente se arrepintió de haberlo tratado así, no quería gritarle a Kauro, es solo…
H: Olvídalo, no importa discúlpame por tratarte así, no se que me pasa…
“Un recuerdo vuelve a la mente, un miedo no superado”
Un día más de juegos, los dos gemelos se hallaban jugando en las escaleras cerca del templo, el mayor jugueteaba a brincar de dos escalones mientras que el menor buscaba alcanzarlo.
H: Vamos Kaoru, vamos a entrar al templo – Sonriendo hasta llegar corriendo a la entrada
K: Espera Hikaru, no debemos sabes que cuentan las historias – El miedo se reflejaba en su mirada
H: Vamos no seas cobarde, nada va a pasar, yo estoy contigo – El mayor se acerco lo tomo de la mano y subieron
K: Hikaru… - Sonrió pues lo que decía era verdad
Hikaru bajo su mano a la cabeza de su hermano y empezó a acariciar sus cabellos, relajándose con su textura, eran suaves y finos al tacto de su mano, esto mismo animo y tranquilizo a Kauro y le dio el valor para preguntar.
K: ¿Qué pasa Hikaru? ¿Que es lo que necesitas decirme? ¿Por qué te has quedado callado?
Hikaru lo volteo a ver, su hermano había crecido con los años, se había vuelto hermoso y codiciado no nada más por las fans del Host Club, si no por sus mismos compañeros y eso daba miedo, nadie podía llevárselo, no lo permitiría.
“¿Pero que hay de ti?”
La conciencia hablaba, ¿Como podía decir eso si él mismo se había enamorado de otra chica?
Kaoru lo mira extrañado viendo en las facciones de su gemelo el coraje, él estaba recordando aquello, eso se reflejaba en su mirada…
Pero al llegar a la entrada la imagen se distorsiono para Kaoru, una chica se encontraba llorando, su traje estaba manchado de rojo y un cordón rojo la rodeaba por la cadera, lo volteo a ver y volvió a llorar
S: Perdón, perdóname Mitsuki…
K: Pero, yo no me llamo Mitsuki
Sintió un jalón en su mano y su tierna mirada se encontró con la desesperada de su gemelo, que lo apuraba a seguir el camino.
H: ¿Qué pasa Kaoru?
K: Es…que ella…
H: ¿Ella? ¿De quien hablas?
Kaoru regreso su mirada y no encontró a aquella chica, ya un poco asustado aferro mas fuerte la mano de su hermano, al sentir esto el pequeño volteo y le sonrió diciéndole.
H: No te preocupes yo estoy aquí ¿si?
H: Kaoru…yo…lo siento
Había estado en lo cierto Hikaru estaba recordando lo pasado hace 6 años, aquel extraño incidente.
H: Yo realmente lo siento Kaoru alzo su mano y toco la mejilla de su gemelo, la acaricio lentamente, mientras este temblaba y cerraba los ojos, ese era un recuerdo que nunca había podido superar y que difícilmente alguien a parte de sus padres sabían, era algo con lo que no podía vivir completamente tranquilo.
Los dos niños abrieron la puerta levemente, el cuarto estaba totalmente obscuro, el primero en dar un paso fue Hikaru mientras su hermano más tímidamente entraba.
K: Nii-chan vamonos, volvamos, aquí hay algo malo – Su hermano estaba nervioso, asi que decidió hacerle caso e irse del lugar.
H: Ok vamonos, ya tranquilo – Su sonrisa basto para que Kaoru dejara de temblar pero…
De un momento a otro un fuerte viento los azoto e inconscientemente soltó la mano de su hermano y la puerta se carro…
K: Entiendo, no te preocupes – Tranquilo, quitándole importancia al asunto
H: Gracias Kaoru – Alejando el contacto de la palma de su hermano
K: De nada
H: Bueno, de lo que en realidad quería hablarte es de Haruhi
K: Yo…
H: Mira Kaoru tu debiste haberte dado cuenta que ella es una chica especial, ¿o no?
K: Yo…
H: Lo que quiero decir…
Kaoru volteo la mirada al bosque, para que su hermano no viera las lágrimas que pronto se derramarían por sus ambarinos ojos, era débil y él lo sabia, no podía hacer nada para que su amor permaneciera a su lado, lo debía dejar ir y aceptar su partida, no importaba él mismo solo importaba Hikaru, de repente la vio, una pequeña mariposa escarlata, pequeña y que se acercaba lentamente, sin llegar al lugar donde estaban.
# Mitsuki #
# Ven Mitsuki #
“Esa voz, ¿De quien era esa voz?”
Despacio se levantó ante la atenta mirada de su gemelo, sorprendiéndolo de la poca atención que le prestaba…
# Vamos a estar juntos por siempre #
# Ven #
“¿Quién me llama?”
“Pero…ya no me llamo así”
“Esto es igual a la vez pasada”
H: ¿Kaoru?
H: Kaoru, abre, no es tiempo de hacer este tipo de bromas… Silencio…
H: Vamos Kaoru, tenemos que llegar a casa para la comida, abre ya la puerta
Sin sonido alguno
H: ¡Kaoru! ¡Kaoru! ¡Respóndeme Kaoru!
Las manos del niño golpeaban la puerta y la jalaban tratando de abrirla, pero le era imposible, la gran puerta parecía cerrada con algún tipo de fuerza invisible, esa fue a primera vez que experimento lo que era la impotencia.
H: Kaoru, por favor, contéstame, vamos…
Las lagrimas empezaban a derramarse por sus mejillas hasta que de repente las puertas se abrieron, todo seguía igual de oscuro, solo unas velas alumbraban el fondo de aquel recinto, cosa que le extraño mucho al niño pues la primera vez que entraron no habían velas prendidas, inmediatamente recordó a su hermano.
H: ¡¡¡Kaoru!!! ¡¡¡¡¿Dónde estas?!!!! ¡¡¡¿Dónde te encuentras Kaoru?!!!
Lo buscaba exasperadamente por aquel lugar, era imposible que hubiera escapado pues nada mas había una puerta, de repente lo vio, tirado en el suelo, como un muñeco pálido, el terror se apodero de su cuerpo y mente, su hermano estaba echo una bolita en un rincón y todavía se podía ver su cara de terror.
H: ¿Kaoru?
Vio alejarse poco a poco a Kaoru, siguiendo quien sabe que cosa, estaba desconcertado y un terror que hace mucho no vivía se estaba apoderando rápidamente de su cuerpo, sabia que ese temor lo había sentido antes, justamente en aquel pueblo, era un temor de perdida, de la perdida de su otro yo.
H: ¿¡Kaoru Qué demonios esta pasando!?
Pero Kaoru no le hacia caso, él continuaba caminando, rápidamente se levanto y empezó a perseguirlo, sabia que ese lugar no era seguro para ellos y manos para su hermano, fue en esos instantes que se arrepintió de haberlo llevado, tal vez si no hubiera insistido tanto en ir a la orilla de aquel lago nada de esto hubiera ocurrido.
H: ¡¿Kaoru a donde crees que vas?! ¡Vienes conmigo y te regresare a casa! ¡Deja de jugar! ¡¡¡¡¡¡¡Te digo que te detengas!!!!!!!
Kaoru se volteo y con una sonrisa triste le dijo.
K: Él me esta llamando.
H: ¿Él? ¡¿De quien rayos hablas Kaoru?!
Pero era muy tarde Kaoru se echo a correr al bosque internándose profundamente en el, Hikaru corrió tras él, intrigado por su conducta y aquellas palabras, además de que temía por el estado de su hermano, a Kaoru no le gustaba aquel bosque, desde pequeño decía que había algo malvado en ese lugar que era malo ir allí, por eso después de aquel incidente al único lugar que convencía a su hermano de ir era el lago, un poco lejano del puente que daba al templo, extrañaba a su hermano, a aquel niño temeroso que se aferraba fuertemente a su mano y depositaba toda su confianza en el puesto que era mayor, ya fuese solo por unos segundos, pero él era el mayor…debía protegerlo
“¿Porque no podemos volver a esos días, porque las cosas tiene que cambiar?”
Corría y corría pero no lograba alcanzarla completamente, aquella mariposa aparecía y desaparecía por instantes a pesar de que avanzaba demasiado rápido, se sentía impotente, pero en eso se detuvo.
# Ven…Ven y quédate conmigo por siempre #
Esa voz conocía a esa voz, era de un chico, era amable y noble, sonaba tan familiar…
Las puertas se habían cerrado abruptamente, todo se volvía negro, no veía nada, solo cuando sintió un escalofrió en la espaldo se dio cuenta que no estaba solo, unas sombras blancas se acercaban a él, llevaban cuerdas en sus manos, sus rostros eran blancos así como todo su cuerpo, sus vestiduras rasgadas en algunos sitios, sin cabello, pero su mirada demostraba demencia y un terror absoluto.
H1: Otro sacrificio nos es concedido
H2: El señor va estar muy orgulloso de esto
H4: Hay que llevar al otro y empezar el Ritual para que ella no regrese
H2: La Grieta debe ser cerrada
H3: Se tiene que realizar el Ritual Escarlata
Todos: Vamos sacrificio ven con nosotros
Se acercaban mas cada vez mas y su cuerpo completamente paralizado asi como su boca no podía emitir ningún sonido, sus ojos dorados estaban fijos en aquellas aterradoras figuras y es cuando noto que las cuerdas que llevaban estaban manchadas de un color rojo, conforme la cercanía iba disminuyendo con horror vio sus caras deformadas grotescamente, algunos sin ojos, otros con la cara medio destrozada como si un cuchillo los hubiera marcado, pero de repente una voz.
#: ¡Basta, él no es un sacrificio!
Todos los hombres voltearon a verlo y de inmediato se detuvieron ante la fiera expresión, aquel chico bien podía ser cualquiera de los sacrificios anteriores, pero contaba con la protección de ella y más valía mantenerse un poco a raya en relación con eso…
H1: Pero…señor Tachibana él junto con su hermano nos pueden salvar de esta “vida”
#: No se diga mas, ustedes saben que ella quiere a su hermana y que no aceptara a nadie más, asi que márchense y dejen en paz a estos niños
H4: Como ordene señor.
La mirada de Kaoru viajo del suelo donde se había mantenido desde la intrusión de aquel chico, hasta toparse con un joven de piel blanca, mucho mas alto que el, con cabellos blancos y ojos negros tristes y desolados, pero que al toparse con los suyos parecieran sonreírle.
#: ¿Estas bien? ¿No te lastimaron?
El niño solo pudo asentir, temía a ese hombre a pesar de que lo había salvado así que retrocedía a cada paso de este por acercársele,
#: Tranquilo, no temas no quiero hacerte daño…solo…
Después de eso ya no recordaba más, en si la cara del chico se le hacia muchas veces confusa, pero no se le olvidaba su voz, entonces fue que nota su situación, se encontraba frente a una piedra y la mariposa que había estado persiguiendo ahora se posaba en su pecho, trato desesperadamente de hallar a Hikaru, pero no lo encontraba.
K: ¿Hikaru? ¡¡¿Hikaru?!!
Esto no le gustaba, no supo ni cuando el cielo nocturno había dominado al día, le era inconcebible que hubiera pasado tanto tiempo, además estaba este lugar, en un instante una sombra se acercaba a gran velocidad a donde se encontraba, el miedo empezó aparecer, quiso correr pero no había salida y la mariposa aun descansaba en su pecho, junto con otras que iban salido de quien sabe donde, todo esto lo atemorizaba, la incertidumbre lo dominaba hasta que escucho la voz de su hermano.
H: ¡Kaoru!
K: ¡Hikaru!
Sus latidos iban disminuyendo mientras veía más claramente a su otra mitad, pero cuando este estaba a poca distancia, las mariposas empezaron a revolotear y la que tenía en su pecho…
Al fin lo había alcanzado, su querido gemelo estaba atemorizado buscándolo con la mirada y gritando su nombre, el alivio se extendía por su cuerpo al por fin haberlo encontrado, ya nada importaba, ni siquiera el echo de estar en un lugar extraño en el cual ya era de noche, teniendo en cuenta que cuando empezó todo era a penas pasado el mediodía, ya nada importaba, pero cuando estaba cerca de él unas extrañas mariposas escarlata estaban sobre Kaoru y una que estaba en su pecho empezó a brillar y se fundió con él, los dos se asombraron ante la situación, justo en ese instante un joven de blancos cabellos llego a donde estaban fijándose en Kaoru y dijo.
#: Mitsuki, bienvenido, te he estado esperando…
Kaoru lo vio fijamente y callo en cuenta que…
“Es él, es quien me ha estado llamando, es el mismo chico que me salvo aquella vez”
Continuara…