Muchos días Aphrodita iba de paseo por la ciudad junto con otros caballeros, no solo los de Oro si no que también los de Bronce les acompañaban a pasear.
Los más femeninos, Aphrodita y Shun, eran centro de miradas y comentarios como: “¿Es hombre o mujer?” “Es mujer” “Que no que es hombre”; Eran los comentarios más comunes. Era cierto que a Shun ni le iba ni le venia, eran solo comentarios, pero Aphrodita era otro tema. Le daba rabia que le confundiesen, si era cierto que su belleza era como la de una mujer, pero no era razón para que le confundiesen. ¿Dónde le veían pecho? ¿Acaso eran ciegos? Aphrodita estaba muy molesto por los comentarios.
El peor día era cuando era acompañado por los más masculinos, o sea, Ikki o DeathMasck. Aunque le gustaba mucho la compañía de DeathMasck los comentarios le comían la cabeza. Junto a DM aun se veía mucho más femenino que junto a cualquier otro caballero como Mu de Aries. Pero tener a DM al lado compensaba todo lo que le decían. Sí, Aphrodita estaba perdidamente enamorado de él.
Un día como otro bajó al pueblo acompañado por DM e Ikki, lo peor de todo, los más masculinos junto a él. En cierto modo era divertido para los otros dos que podían ver la cara de su amigo enfadarse cada vez que le tomaban por una mujer.
-¡Estoy harto! ¡Maldita sea! ¿Es que no ven que soy un hombre? ¿Dónde narices me ven pecho? ¡NO SOY UNA TIA MALDITASEA!
-Relájate Dita que te saldrán arrugas- Como siempre Ikki metiendo el dedo en al herida.
-Vamos Ikki no te metas con Dita- ¡Oh, DM estaba defendiéndole!- Que si no se enfadará más y le saldrán más arrugas- Pues no, no le estaba defendiendo ¬¬u
-Ya os vale desgraciados. Me toman por una tía, me enfado y vosotros ¡Ale! Como si nada, os metéis conmigo pues que sepáis que esto terminará muy pronto. Conseguiré que no me confundan con una mujer (Eso sí, yo el pelo no me lo corto).
Llegaron a una pequeña panadería. Les faltaba pan y postres para tanta gente, los doce dorados y los cinco de bronce. Y Seiya comiendo contaba por unos cuantos. Una joven les atendió. Su mirada se clavaba en el sexy Ikki y en DM.
-Para los postres seria mejor coger… Mmmm… Veamos… ¡Sí ya está! Seguro que esto le gustara (Me refiero a mi Seiya). Cuatro pasteles de chocolate y uno de nata.
Que decidido que era el Fénix. Ahora le tocaba a DM pedir lo mandado.
-Pues serán dos docenas de huevos y… que más era… ¡Oh, sí! Dos botes de nata. (¿Para que querrá eso Dohko?).
-¿Quiere algo la señorita?
¿Señorita, señorita? Aphrodita estaba rojo de vergüenza por la confusión y a la vez de rabia, nuevamente le confunden y sus amigos se están riendo como locos. Si no fuese por que están en un establecimiento seguro que se estarían revolcando por el suelo riendo como condenados.
-Diez barras de pan.
Ahora era la joven la que se ponía roja, la voz era muy masculina pero muy suave y melosa, por mucha cara de mujer y voz dulce estaba claro que era un hombre. Por la vergüenza no fue capaz ni de pedir perdón. Solo sonrió y les hizo un pequeño descuento para disculparse.
-Vaya, parece que se han vuelto a confundir, Dita.
-Cállate DM. No estoy para gracias. Condenada niñata revenida. Seguro que necesita un oculista o algo así.
-Yo diría que de la vista esta muy bien.
-Ikki si no quieres acabar en una tumba llena de rosas negras cállate.
Ahora sí, Aphrodita estaba muy enfadado y seguro que si en el Shion se enteraba estaría ridiculizado eternamente. La especialidad de este era molestar a los demás, era peor que Ikki, DM, Kannon y Saga juntos (Y mira que tienen peligro). Peor aun seria si Dohko se unía a este en las burlas, por que ya tenían, mínimo, para un año o dos bien largos.
En la hora de la comida.
-¿Sabéis que en la panadería…?
Aphrodita fulminaba a Ikki con una mirada que helaría al mismo Hyoga.
-¿Qué en la panadería que?
Preguntaba el siempre curioso Seiya.
-No, nada…. Una joven se confundió al decir una palabra y se torno de color rojo.
Decía Aphrodita antes de que DM pudiese contestar a lo que preguntaba el Pegaso.
-¿Y que dijo?- Siempre tan curioso.
Pero es que a Aphrodita no se le ocurría nada que poder decir.
-Chocherias. Chocherias en vez de chuchearías (golosinas).
DM había salvado la situación. Seiya se destornillaba de risa (Aunque era el único ¬¬u).
Un leve movimiento por parte de Aphrodita era señal de gracias, DM le respondió con una sonrisa. Ahora Aphrodita estaba totalmente rojo, cosa que las personas de la mesa detectaron. Se preguntaban como era que estaba así, pero DM ya no le estaba mirando, estaba concentrado en su plato y no pensaba dar señales de que había sonreído (y menos a su muy, pero que muy, amado Dita).
Más tarde, en algún lugar de la inmensa mansión de Saori (que no estaba gracias a los negocios), Ikki trataba de declarar su amor a Seiya, que como es un poco duro de procesamiento no capta indirectas.
-Seiya… Yo… Es que… Quiero decir que… Siempre me he peleado mucho contigo y eso… Pero que no es por que me lleve mal contigo ni nada…
-Ya lo se, yo tampoco me llevo mal contigo. Me gustas mucho.
- (¿Acaba de decir que le gusto? ¿En que sentido lo dirá? ¿Cómo amigo o como pareja? Ay dios mío) Yo es que… No es que me guste meterme contigo (Mentira, me encanta ver como pone esa carita de niño enfadado) es que no puedo evitar esconderlo… Me… Me… Me…
-(Ahora va y se queda rallado con el “Me… Me… Me…”) ¿Qué te pasa Ikki?
Ikki cierra fuertemente sus ojos y besa a Pegaso, que queda algo confundido por el acto de su buen amigo el Fénix.
-Me gustas mucho Seiya…
-Y tú a mí. Ya te lo he dicho antes. ^^
-(Vaya, con que si lo decía con la intención de pareja.) Yo… me… me gustaría…
-A mi me gustaría mucho intentarlo. Pero de momento que sea nuestro secreto.
Seiya le da un beso y se va corriendo a su cuarto a escribir lo que tanto había esperado en su diario secreto tan “cuidadosamente escondido”.
Aphrodita estaba pidiendo consejo a Shura para parecer más masculino.
-Lo primero el pintalabios, fuera.
-Que no es pintalabios. Es cacao para que no se me corten.
-Pues lo que sea, fuera. Después la ropa, los pantalones deben ser más anchos, un pantalón que marca tanto el culo es solo de tías. La camiseta que sea un poco más ancha y con algún motivo agresivo o llamativo. Dragones, muñecos con posturas obscenas en la mano… Nada de tus rosas como estampado. Y en cuanto el pelo…
-Eso es sagrado. El pelo ni lo mires.
-No, sí te iba a decir que no importa el pelo, mira a Shaka o a Mu. Solo que tanto cuidado lo hace parecer mucho más suave y bonito a como lo suelen llevar los hombres.
-Pues me importa un pimiento. Mi pelo se queda tal y como está.
-Muy bien. Pues mañana quedamos y compramos ropa nueva, veras que bien vas a quedar.
-Que miedo me dan esas palabras Shura.
Al día siguiente se pasearon por todas la tiendas de ropa de la ciudad. En la mayoría de estas tomaron al pobre Aphrodita como mujer y se sorprendieron al darse cuenta de su error. Cuando estaban en la tienda solían pensar que la ropa era para Shura y la cara se les descolocaba al decirles que era para la belleza que tenia a su lado.
Ya en casa de Saori Aphrodita subió a cambiarse, bajando con unos pantalones tejanos rotos por las rodillas y una camiseta negra con un dragón en llamas.
Su nuevo aspecto sorprendió a todo el mundo, desagradando a DM que le gustaba más como una florecita linda y hermosa.
-¿Y este cambio de imagen?
Preguntaba Mu algo descolocado por las ropas de su lindo amigo.
-Shura me acompaño a dar una vuelta para renovar mi vestuario. Los estampados de flores están pasados de moda y creo que me favorece un aspecto algo más masculino.
-Ya estamos con eso. No es que tu ropa esté o no pasada de moda, lo que te fastidia es que te confundan con una mujer y seguro que en las tiendas te confundieron y se quedaron de piedra al decir que la ropa era para ti.
Maldita sea DM había dado en la diana. Había acertado hasta el más mínimo detalle. Aphrodita se enfurecía ¿Por qué le decía eso DM? ¿Qué le había echo para que dijese todo aquello?
-Mira cangrejo fuera del agua, me vestiré como me de la real gana. Si dices que es por que me confunden con una mujer pues di lo que quieras y todos eso que has dicho de la tiendo, no has acertado nada.
-Mientes, si no hubiese acertado no te hubieses puesto a la defensiva.
-¡Me tienes hasta las narices! ¿Qué te pasa conmigo? ¿Qué cosa horrible te he hecho para que la tomes conmigo? ¿O es que acaso eres como los niños pequeños? Que se meten con quien les gusta para disimularlo.
-(Mierda, justo en la diana. Si supieses que tiene razón)
-Eres un maldito engreído que se cree guapo o el Brad Pit de los caballeros cuando no es más guapo que un simple grano en el culo.
-Te consiento que me llames cangrejo pero no que te pases de esta manera. Solo he dicho la verdad. Es cierto que te confunden con una mujer, es cierto que no soy el más guapo de los aquí presentes, pero no te consiento que digas cosas a la ligera.
-¿Cómo a la ligera? ¿Qué he dicho a la ligera?
-Como te parezca. Pero estabas mucho mejor antes, cuando te confundían con una mujer.
DM no terminó de comer, subió a su cuarto y se quedó allí. Se duchó. ¿Cómo podía ser así Dita? ¿Cómo podía haber insultado él mismo de esa forma a Dita?
-Dita, creo que te has pasado un poco.-Decía Mu.
-Yo creo que se lo merece.
La nueva imagen no agradaba mucho a Dita con lo que probó pidiendo consejo a otro de sus santos amigos, Kannon.
-Es que no me agrada mi nueva imagen. Tengo que parecer masculino pero no un niñato recién salido de una discoteca con unos cubatas de más.
-Pues ve con pantalones de pinza. Como los de Shun. O con unos pantalones como los de Ikki. Si te pones pantalones de pinza ponte una camisa fina y elegante. Si te pones unos como los de Ikki cualquier camiseta valdrá.
-Muchas gracias Kannon. Eres muy amable.
-Sí y ahora largo que ya son las 2:00 de la mañana.
-Oh, sí. Perdona.
Aphrodita se va muy contento de la habitación de Kannon esperando a que las tiendas abriesen para mirar nueva ropa.
Empezó por los pantalones de pinza y la camisa, pero era demasiado elegante para él. Luego probó con las ropas de Ikki pero no le sentaban nada bien a su rostro. Por lo que se conformo con unos pantalones de pinza amarronados y una camisa blanca.
Otra nueva imagen que descolocó al mismo Kannon al ver su aspecto. No es que le quedase mal ni nada de eso, es que no parecía Aphrodita. No era mucho más masculino que antes pero un poco quizás sí.
-Vaya, ¿Esta vez quien fue tu ayudante?- Preguntaba Mu.
-Pregunte a Kannon pero fui a comprar yo solo.
-Y seguro que nuevamente te confundieron o se sorprendieron al saber que la ropa era para ti.
-Maldito cangrejo con falta de patas, que es lo que te pasa esta vez con mi persona.
-Pues que cada día estas más tonto y más cutre.
-Y tu cada día eres más feo.
-Pídete personalidad para tu cumpleaños que no falta mucho.
-¿Qué has dicho cangrejo despatado?
-Lo que oyes flor podrida. Que se te van a morir los peces si no los cuidas. Ah, no, espera, que los peces son se Camus, es que ya te confundo.
-Cada día que pasa eres más capullo.
Aphrodita se va llorando a su cuarto, cierra de un portazo y no sale hasta la noche.
-Esta vez sí te pasaste DM. ¿Qué te pasa con Dita?
DM se levanta de la mesa y se dirige a su cuarto. Seiya no se enteraba de nada, estaba demasiado embobado mirando a Ikki y Shun tampoco, estaba demasiado sorprendido con esa actitud de Pegaso.
Aphrodita estaba llorando, la persona que más amaba se las gastaba insultándole. Desde que intentaba cambiar su aspecto que la actitud de su cangrejo era otra. Era cierto que antes también se metía con él, pero desde que intenta ser más masculino que sus insultos y bromas son mucho más frecuentes y duras de lo normal. Por otra parte DM también estaba llorando, se había cebado de mala manera con su amado y seguro que este le odiaba, pero es que desde que estaba cambiando de aspecto ya iba perdiendo a Dita, se acercaba a otros, con lo celoso que era él, no deseaba que otros le tocasen o que lo cambiasen, su Dita era su Dita, ya estaba muy bien antes y al cuerno con todos los que digan que parece mujer, pues mucho más bellos que todos ellos era.
En la habitación de Ikki un desnudo Seiya estaba tumbado en la cama bajo el, excelentemente formado, cuerpo de Ikki. Llevaban un buen rato de carantoñas, estas habían pasado a ser caricias de lujuria y de ahí a magreo y masturbación. Ahora los dos estaban desnudos y muy, muy excitados. Ikki besa sin parar el cuello de Seiya, que daba inaudibles gemidos y se estremecía con el contacto de los labios sobre su piel. Las expertas manos de Ikki rozaban la piel de Pegaso, pasando por su cara, sus brazos, su pecho, su barriga y por ultimo su pene. El sutil movimiento de vaivén de la mano hacía que Seiya gimiese con más fuerza y respirase con más dificultad.
-Seiya me gustaría que fueses mío.
-¿Y a que esperas? Estoy tan caliente que se pueden forjar espadas en mi culo.
-(Pedazo de directa que ha metido el Pony)
Y así Ikki introduce un dedo en la estrecha cavidad del Pegaso. Moviendo el dedo en círculos, besando a su amante como consuelo, bajando poco a poco para llegar a la parte más deseada. Rozando levemente la punta para que su Pegaso sintiese su lengua jugar, rozando los rincones escondidos de su piel, probando el ser más deseado, engullendo el miembro casi por completo, introduciendo el segundo dedo. Seiya deliraba de placer, era la mejor experiencia de todas, sin duda alguna. Los dos dedos pasaron a ser tres que pronto fueron substituidos por el palpitante miembro de Ikki.
-Ikki… Duele un poco… Aaaaaaahhh
-No te preocupes, veras que pronto lo disfrutas. Eres estrecho, me gusta.
-Aaaaaaaahhh… Ikki por… por favor… hazlo ya… necesito que te muevas…
Ikki obedecía las ordenes de su amante, embestidas suaves para acostumbrarlo a la invasión, besos suaves y dulces en los labios para calmar el leve dolor que pudiese sentir. Las embestidas se tornaron más rápidas y duras, cosas que volvía loco al joven Pegaso. Las manos de éste estaban agarradas firmemente a la ancha espada de Ikki.
Ikki empezó a masturbarle, Seiya se estaba volviendo loco, era realmente bueno todo aquello, era lujuria y amor en un mismo momento. El placer invadía su cuerpo y pronto se derramo entre los dos provocando que, con el estrechamiento de su cavidad, Ikki también se derramase, éste dentro del Pegaso.
-Ikki eres muy bueno, lo haces muy bien.
-Gracias pony. La próxima vez que sea en el cuarto de baño. ^^
-Pervertido.
-Vamos, si te va a gustar. ^^
Los sonidos de la habitación llegaron a la de Andrómeda, que estaba justo al lado. Pobre con lo inocente que era y le tenían que hacer esto, no cabía en su asombro y se lo contó al Cisne que tomando ideas de Ikki las aprovecho para con su Shun.
De buena mañana todos los santos, excepto Shun y Seiya que estaban durmiendo (raro que Shun esté durmiendo, con lo madrugador que es. ¿Estará cansado?), desayunaban en la mesa charlando de cosas y observando al traumado Shiryu.
-¿Qué te pasa? ¿Acaso viste un fantasma?
No se obtuvo respuesta. Shun y Seiya bajaban con dificultad las escaleras y entraban, con la misma, a la cocina. Los santos, muy pillines ellos, ya sabían que esa forma de andar solo podía ser por una cosa y el más rápido en preguntar fue Saga.
-¿Acaso cayeron juntitos de pompas por las escaleras?
-No. Lo cierto es que yo caí por culpa de cierto pato y mi amigo por culpa de otro ave distinto pero no muy lejana a esta.
Asombroso Shun estaba diciendo con quien se habían acostado. Ahora ya se entendía el trauma de Shiryu, lo que le pasaba es que les había oído. Las risas recorrían las mesas al igual que el rojo por las caras de las aves. Pero la paz no es eterna.
-¡¿Pato, te acostaste con Shun?!
-Pues no haber traumado a Shun, que te oyó con tu amado Seiya y tuvo que venir a verme. Por lo que si me estas echando culpa te la hechas a ti mismo.
-O///////O Tocado y hundido.
Por otra parte Aphrodita seguía con su dilema en cuanto a su aspecto. Estaba claro que la ropa que llevaba no le gustaba mucho. Era el turno de molestar, digo hablar, con Mu.
-Mira, yo no se que decirte, eres tu mismo el que ha de definir el estilo que deseas llevar. Yo no puedo decirte cosas, al fin y al cabo no te gustará y le pedirás a otro que te ayude a escoger ropa. Ve como mejor te sientas y punto.
-Pero no lo entiendes. Todos me suelen confundir con una mujer y no me gusta nada y seguro que DM me preferiría si fuese algo más masculino.
-Así que se trata del cangrejo. Como no. Pues por lo que parece tu amado DM te prefería antes, si no por que te crees que se mete tanto contigo últimamente. No sabe expresar sus sentimientos como los demás y por eso se mete contigo, por que es la única forma que sabe. Si vuelves a ir como antes veras que DM será mucho más suave contigo e incluso podría…
-¿Podría que, eh?
-Ah, no, nada. Si vuelves a ser el de antes lo descubrirás.
Era cierto, a Mu no se le escapaba nada y estaba muy bien enterado de los amores secretos de la gente, bueno de casi todos, no tenia ni idea de Saga.
Y Aphrodita volvió a su antigua imagen dejando tranquilos a los santos, que muy santos tienen que ser para aguantar sus arranques. DM ya no era tan agresivo como antes con Aphrodita, tal y como predijo su amigo de Aries. Ya volvía a se el mismo de siempre, aunque algo de la malaleche seguía en él.
-DM, me gustaría mucho hablar contigo.
-Pues mira que bien, yo no tengo nada que decir.
-Mira, yo solo deseaba hablar pero si te pones así mejor me compro un perro.
-Vale, bien. Pues que no se te mee en la cama.
-Seguro que es mucho más educado e higiénico que tú.
-¡¡¡Ya basta, llevamos con vuestras broncas de enamorado-enfadados desde que a Dita le dio por cambiar su aspecto, dejad de tocar las narices y hablad de una maldita y santa vez que ya me estáis cansando!!!
El apacible Shaka estaba gritando a pleno pulmón lo que todo el mundo estaba pensando y lo peor era que como nunca hacia estas cosas para cuando lo hizo dio más miedo que cualquier dios o persona. Los dos obedecieron sin rechistar.
Fueron al cuarto en que dormía Aphrodita, la conversación tardo en aparecer, pues ninguno de los dos sabía muy bien que decir o hacer.
-Mira, DM, no se que te pasa últimamente, pero es que estas muy agresivo conmigo. ¿Acaso te hice algo que te sentó mal?
-Sí, hiciste algo.
-¿Qué cosa hice?
-Cambiar.
-¿Cambiar?
-Sí. Yo no deseo que cambies, me da igual que te confundan con una mujer, eres Dita, no quiero que cambies. No quiero compartirte.- Esta ultima frase apenas fue audible para el mismo DM que empezaba a tener ganas de llorar.
-¿Por qué razón dices esto? ¿Por qué no quieres que cambie?
-Pues por que a mi me gustas así, como siempre, generando la confusión, siendo el más bello y deseado por todos los santos, siendo quien en realidad eres.
Aphrodita estaba mudo, DM le acababa de decir algo realmente hermoso, no podía evitar llorar por estas palabras.
-Aphrodita, me gustas mucho y por eso mismo no deseo que cambies en nada. Por que me gustas tal y como eres, por que te amo desde hace mucho tiempo.
DM estaba apunto de levantarse de la cama para poder salir del cuarto, pero las suaves manos de Aphrodita le detuvieron, un abrazo calido por su parte que no podía rechazar aunque de un puñetazo se hubiese tratado, un calido beso que se posó en sus labios al girar la cara para mirarle.
-DM, hace mucho que yo deseaba decir estas palabras, TE AMO.
Ahora era DM quien le abrazaba y besaba con dulzura, el brusco y aguerrido cangrejo ahora era suave y delicado con él. Era realmente feliz junto a su DM. Alguna que otra pelea les seguía muchas veces pero siempre tenían solución (la mayoría en la cama).
Ya por la noche los santos salieron a celebrar que Aphrodita y DM era amigos de nuevo, aunque solo Mu sabía la verdad. Los santos quedaron de piedra al ver como se besaban tranquilamente ante ellos en el bar. Algún colapso mental y algún trauma en algún santo se hizo presente al ver esas escenas, por el resto risas y vitoreos a la nueva pareja que poco tardaría en pelear.