Yuki se encontraba en un momento de profunda inspiración, las palabras brotaban de una forma que desde hace mucho tiempo no podía hacer, tal vez la razón de esto era que su amante no se encontraba en casa.
Ya tenía los ojos cansados, lo que indicaba que llevaba bastante tiempo escribiendo, por ende, que ya era tarde, además su estomago le recordaba que solo había tomado un rápido desayuno: cerveza, ya era hora de comer algo, así que salió de su estudio y se dirigió a la cocina, por su paso por el comedor hacia la cocina se percato de que en la mesa había un puesto preparado, además de una pequeña nota.
Yuki:
Hoy tengo ensayo hasta tarde, no te voy a llamar para no interrumpir tu trabajo, cuando descanses o termines de escribir come, solo falta calentarlo.
No te esfuerces demasiado, te puede hacer mal... Cuídate
Te quiere tu Shuichi
Luego de leer la nota sonrió, dobló la nota y la metió en el bolsillo de su pantalón, generalmente, cuidando que Shuichi no lo descubriera, guardaba esas pequeñas notas que le dejaba su koi, aunque claro no era un idiota sentimental, solo lo hacía para que el gesto no quedara en el olvido.
Levanto la tapa que cubría el plato, se veía bien, así que decidió probar su suerte y comer lo que le había dejado Shu. Luego de comer notó como el tiempo pasaba cada vez más lento, ya no quería escribir, había avanzado lo suficiente, en la televisión no había nada bueno que ver, no leía por que sus cansados ojos no se lo permitían y no podría ir a dormir sin saber del niño que tenía por amante, cada vez era más difícil esperarlo, así que encendió un cigarro, se quedó mirando la pegatina de su encendedor, no sabía cómo pero ya no podía vivir sin esa cosa de cabellos rosa y mirada amatista a su lado, suspiro pesadamente, lo esperaría en la cama mejor, dirigió sus pasos a la habitación, al llegar apago el cigarro, se sacó el chaleco y la camiseta, ambas de una vez, desabotonó sus pantalones dejándolos caer por gravedad, se sentó en la cama y se sacó los calcetines, buscó bajo la almohada su fino pijama azul, sin ánimos se puso el pantalón y luego la parte de arriba que era como una camisa, solo que la dejo abierta, a pesar del frío que hacía, se sentía sin ánimos de nada. No podía explicar bien a que se debía su pesadez.
Mientras hiperactivo cantante venía bajando de la moto de su mejor amigo, claro que con una parca de esquimal, la nariz roja y casi congelado.
Hiro: Nos vemos el lunes Shu
Shu: Sí.. chao Hiro, cuídate
Su amigo solo se colocó el casco e hizo partir su moto, a lo lejos se despidió con una seña de su mano. Shuichi entró al edificio, llamó al ascensor, pero pensó que era mejor si subía por las escaleras, así le daría aunque sea un poco de calor, así que fue subiendo rápido por las escaleras, al llegar al piso, fue a la puerta de su apartamento y abrió muy despacio, para no despertar a Yuki si este se encontraba dormido o para no desconcentrarlo, cerró la puerta suavemente y encendió una pequeña lámpara cuya luz era muy tenue. Dejó su mochila, zapatillas y chaqueta, para avanzar a la cocina donde puso el hervidor para prepararse una sopa instantánea, con eso se le quitaría un poco el frío y cuando se fuera a acostar Yuki no se despertaría por la paleta helada que se acurrucaría hacia él.
Yuki había sentido el abrir de la puerta, cuando había encendido la luz de la cocina, pero estaba tan calientito en la cama, además que para cuando Shuichi se viniera a acostar la cama estaría tibia gracias a él, así que de quedo quito en la cama, solo esperando, aunque se estaba tardando mucho y ya tenía sueño. Shuichi se sentó en el sillón de la sala a tomarse su caliente sopa de pollo, luego fue a la cocina, dejo el tazón en el lavaplatos y fue a su dormitorio, en su paso por el pasillo vio la luz del estudio de Yuki apagada, así que su amor se encontraba en la habitación, se fue feliz y más rápido a la habitación, ya que quería puro acurrucarse al lado del rubio para que le brindará un poquito o harto de su calor. El rubio, que estaba muy atento a los ruidos que hacía Shuichi, escuchó el abrir de la puerta de la habitación, sonrió disimuladamente, deseaba este momento, no podía negarlo, como buen felino que era abrió sus ojos para ver a su victima cuando este se sacaba la ropa, (que era bastante) y quedaba prácticamente desnudo, cuando Shuichi disponía a buscar su pijama sintió la tibia mano de Yuki en su brazo.
Yuki: Ven
Shu: Mi pijama
Yuki: Es más fácil así
Shuichi no entendió bien ese comentario, pero al acostarse y ver a Yuki sacarse su propio pijama, para luego acostarse y tomarlo de la cintura para que se acurrucara más a él, entendió, es más fácil así, el calor se traspasa más rápido, el joven de mirada amatista estaba feliz, por fin, calientito, mientras Yuki soportaba el frío cuerpo de su joven amante, después de todo sentía por el cosas mucho más fuertes que el frío que estaba sintiendo ahora. A medida que pasaba el tiempo ambos cuerpos llegaron a un equilibrio de temperatura agradable, esa noche ambos descansaron.
Al otro día Shuichi no tenía que ir a NG así que tanto el escritor como el vocalista se quedaron en cama, mandaron a pedir comida, llevaron el televisor a la habitación, cosa que no agradó mucho al rubio, pero después de negociar que si traían la TV al dormitorio Shuichi tendría que ir a recibir la comida todos quedaron conformes. Luego de comer, y de que Shu reclamara por que no había nada bueno en la tele, al rubio se le ocurrió una buena idea de cómo sacar a su pequeño de su aburrimiento.
Yuki: Shu
Shu: Si?... Yuki? – con un pequeño escalofrió recorriendo su espalda
Yuki: Estas aburrido?
Shu: Etto... no –
Yuki: Bueno...
Shu: La verdad es que si...
Yuki: Quieres “jugar”?
Shu: A qué?
Yuki: Bueno eso es... hi mit su (se cre to)
Shu: si no me dices no puedo jugar – extrañado por la poco común actitud del mayor-
Yuki: Claro que puedes... mira...
Yuki se acercó lentamente a Shuichi, quien estaba un poco asustado, hasta quedar frente a menor, sacó de no sé donde una venda de color negro, que puso en los ojos del joven, se estiro un poco y alcanzó uno de los cajones de su velador, luego le tomo las manos al vocalista, las levantó y las puso sobre su cabeza, uniéndolas amarradas a la cabecera, por unas esposas.
Shu: Yuki? Qué haces? Suéltame, déjame ver...
Yuki: Es parte del juego... Te ves delicioso... Shu chan.
Shuichi escuchó como la cama rechinaba, para luego escuchar los pasos alejarse, estaba nervioso, era la primera vez que le hacían eso... Confiaba en su rubio, pero eso no evitaba que le asustará un poco no saber que pasa a su alrededor, el sonido de unos pasos acercándose lo hizo salir de sus pensamientos.
Yuki: Ahora empieza el juego... Shu chan
El más joven sintió algo sobre su abdomen, pero era muy ligero, era como una pluma, luego perdió esa sensación, la que fue reemplazada por las suaves yemas de los dedos del mayor, luego sintió pequeñas puntas que pasaban sobre su costado, no le hacían daño, solo se paseaban por su cuerpo, poco a poco se iba relajando cada vez más, esto era notado por un rubio que solo sonreía, luego derramó cierta cantidad de salsa de fresa sobre el plano y bronceado estomago de su niño, quien pegó un pequeño salto por lo frío de la sustancia, luego sintió la tibia y rasposa lengua del mayor, quien limpiaba afanosamente su cuerpo arrancado gemiditos del joven de mirada amatista, luego este perdió todo contacto con el rubio, hasta que sintió sobre su pecho sus labios, que estaban tibios, una sensación muy reconfortante, luego los mismos labios solo que ahora estaban fríos, pero su cuerpo a pesar de haber sentido eso, fue agradable.
Yuki: Te gusta? – dijo suavemente en su oído
Shu: S..Siii – provocando una intensa necesidad de más-
Sacó los pantalones del menor, arrancando un pequeño ruidito de sorpresa, todo era silencio, excepto por los pequeños suspiros que salían deliciosamente de la boca del vocalista, siempre que hacían el amor, siempre lo hacía de la misma forma, no es que le aburriera su koi, sino que quería intentar algo diferente, algo que a su parecer era excitante... ¿Cómo no lo iba a ser? Su Shuichi estaba esposado a la cama, sin ver nada de lo que él hacía, a su completa voluntad, ahora que lo notaba, lo tenía ahí, completamente sumiso a él, su excitación comenzó a aumentar. Se desnudó, tomo entre sus manos a su pequeño y lo sentó apoyando du espalda en el respaldo de la cama, luego paró sobre esta, dejo su viril miembro casi erecto a la altura de la boca de su victima.
Yuki: Abre la boca
Shuichi se encontraba extasiado, el olor que llegaba a su nariz, le era muy familiar, así que sin más hizo lo que le ordenaban y abrió su boca, solo para sentir como su rubio penetraba en ella con un ritmo pausado, a pesar de la excitación que sentía el rubio por estar haciendo lo que se le acababa de ocurrir, cada vez le era más difícil controlar el nivel de sus envestidas en esa dulce cavidad que tanto le gustaba y que ahora le brindaba un placer tan grande como ese. Sintió como se endurecía cada vez más, no quería tener solo el placer para él, así que antes de que no pudiera evitar correrse en la boca de su koi cesó las envestidas y se arrodilló para luego tomar las piernas del menor.
Shu: Yuki ... mhh... suéltame... por favor...
Yuki: No... mmhhh...
Miro la erección del menor la que ya empezaba a gotear, tomo el escroto de su koi, a lo que este gimió sonoramente, luego comenzó a lamer de abajo, hacía arriba, formando una M, lo que volvía loco al cantante, quien forzaba cada vez más esposas, maldiciéndolas en su mente, ya un poco necesitado metió el primer dedo en el pequeño y rosado ano del cantante, aunque seguía dándole placer a este, cosa que cada vez se hacía más difícil por su propia excitación. Un segundo dedo hizo compañía al primero, los gemidos de menor se hacían cada vez más audibles, luego el tercer dedo.
Shu: Yu...Yuki... aaahhh...ahhh yaa... ya no voy a aguantar más... Hazlo....
Yuki obedeció, por su propia necesidad y la de su amante, sacó sus dedos, tomo su muy erguido y duro miembro y lo puso en la entrada, comenzando a empujar cada vez con más fuerza, soltando y escuchando lo gemidos que se perdían en la ahora caliente habitación.
Shu: Yuki... más... más....
Yuki penetraba cada vez más fuerte, tratando de tocar todo lo que sus manos permitían al cuerpo que estaba bajo el suyo, sin perder el ritmo acelerado que llevaban, puso ambas manos en las caderas del cantante y envistió lo más fuerte que creyó que el pelirosa podía soportar, llegando a tocar el punto que hacía a Shuichi volverse loco.
Shu: Ahííí... Yuki... de... nuevo.... ahííí .... .... Ahhh!!! Ahhh!! Más fuerte Ahhhh!!!
Yuki hacia las estocadas más fuertes y rápidas cada vez, hasta que sintió a Shuichi gritar su nombre y venirse, verlo así de sumiso, eyaculando para y por él... nada podía superar eso, además de la presión que sentía sobre su miembro ahora que su niño había alcanzado el éxtasis, con el nombre de su revoltoso amante se vino en su interior, además de un gemido roncó cuando este dejo de moverse dentro de Shu. Ambos estaban cansados respiraban agitadamente, Yuki recordó las esposas que tenía Shuichi, se compadeció de este, con mucho esfuerzo, se paró, volvió a abrir el cajón de su velador, sacó la llave, caminó hacia las manos del pelirosa, sin nada que lo cubriera, le sacó las esposas, Shuichi no se movía, Eiri le sacó la venda y cuando el pequeño abrió los ojos, se tiro a los brazos se de rubio amante, besándolo, se acostaron, sin decir nada, solo haciéndose compañía y disfrutando de la experiencia recién vivida.
Yuki: Estas bien? – le pregunta luego de un rato-
Shu: Si...
Yuki toma las manos de Shuichi y ve las marcas que dejaron las esposas.
Yuki: Lo siento
Shu: No importa... valió la pena, podríamos jugar más seguido no crees?
Yuki: Si – con una sonrisa-
Se quedaron acostados todo lo que restaba del día, fue una de las veces que más cómodos estaban. Shuichi animado le contaba todo lo que quería y Yuki entre atento y aburrido lo escuchaba sin mucho interés, aunque para el joven de mirada amatista el simple hecho de tener al rubio a su lado ya era más que suficiente.
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No quiero colocar otra escena cursi ><