Rivalidad, incesto y amor en una noche de San Juan
La noche estaba clara. En el cielo azul oscuro se podían contemplar millones de estrellas, pareciendo purpurina en terciopelo de color zafiro.
Un viento gélido sopló por aquella mágica noche, levantando algo de arena y moviendo las hogueras.
Gaara observó el fuego. En realidad, sólo observaba el fuego. Todo lo demás le parecía estúpido.
Solamente había venido porque su hermano lo había traído. Bueno... Kankurou sólo se lo había pedido una vez. Pero aceptó en seguida. Tenía simplemente un presentimiento. Y además, el moreno se le había acercado tanto que no sabía muy bien qué más haberle respondido para quitárselo de encima antes de ponerse notablemente nervioso...
-Qué, ¿mirando al fuego?
Gaara levantó la mirada. Otra vez ese gilipollas amigo de su hermano. No lo conocía de nada, pero él insistía en hablarle y decirle cosas francamente estúpidas. Hacía un rato le había tocado el culo y todo...
-¿No lo ves?- contestó.
El idiota rió. Su pelo largo y marrón, recogido en una coleta, ondeaba brillentemente a la luz del fuego, y sus ojos claros, casi blancos, le miraron con una mirada... indecente.
-Vamos, Gaara-kun... Tú siempre tan arisco... ¿Por qué no...?
Había empezado a soltarse el pelo, sin dejar de mirar a los ojos a Gaara de aquel modo. Pero la voz de Kankurô le interrumpió.
-¡¡Oeh, Neji!! ¡¡Deja ya de ligar con mi hermano!! ¡¡Vamos a empezar a saltar la hoguera!!
Neji lo miró con desprecio. Se levantó y le tendió una mano a Gaara.
El pelirrojo se levantó sólo y pasó automáticamente del Hyuuga.
-¡¡¡Empiezo yoooooo!!!- gritaron enérgicamente dos imbéciles a la vez; Rock Lee y Uzumaki Naruto. Después, se empezaron a pelear entre sí.
-Eh... la hoguera es lo suficientemente grande para los dos... Por Dios, saltad los dos a la vez...
Lee y Naruto se miraron y asintieron. A la de tres dieron el gran salto y arrojaron su primer papel al fuego.
-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAGH!!!!
Su grito resonó en toda la playa; los dos se habían quemado los huevos saltando tan felizmente, y ahora lloriqueban como niñas pequeñas, corriendo hasta el agua para apagar el fuego.
La peña se rió de una manera exagerada. Incluso Gaara sonrió un poco. No le gustaba mucho reírse.
El pelirrojo miró a su hermano. Él sí que se estaba partiendo. Sintió un cosquilleo en el estómago... Algo no del todo desagradable... ¿Sería aquello la magia de San Juan...?
Una mano en su trasero le indicó que tenía a cierto plasta al lado que no parecía muy dispuesto a dejarle pensar en sus asuntos.
La empujó de un manotazo.
-Gaara... ¡¡Tú no has escrito papel!!- notó de repente Kankurou. -¡¿Cómo se te ha pasado eso?! Ah, claro, que es el primer año que vienes...
-Y-yo...
Kankurou le dio dos papeles a Gaara y un bolígrafo verde.
-Ten. Escribe en uno algo que quieres que se cumpla y en otro algo que no. Tira el que no al fuego y el otro, llévatelo al agua. Normalmente se queman también flores y muñecos, pero eso son mariconadas...
Gaara asintió.
Todos los demás estaban saltando, de uno en uno, mientras él cavilaba sobre qué escribir en los papelitos.
Sus ojos se desviaron a su hermano. Se estaba riendo, porque saltó su hermana Temari y se le salió una teta de la parte de arriba de su bikini. La rubia se abalanzó a por Kankurou para pegarle una paliza por reírse. Y aún así, Kankurou no paraba de reír y reír...
Su mano escribió sola...
En cuanto se dio cuenta, ya había escrito una estupidez en el papel.
Se quedó mirándolo con los ojos como platos. ¿¡Él acababa de escribir eso!? ¿¿¡¡De verdad!!??
Quiso tirar el papel, pero justo en aquel instante se dio cuenta de que se le acercaba otra vez el plasta de Neji.
-¿Qué vas a pedir?
-¿Y a ti que te importa?
-Bueno... Yo he pedido que al fin dejes de hacerte el estrecho conmigo...
-¿Pero quién coño te crees que...?
-¡¡Neji!! ¡¡Salta tú, joder!! ¡¡Yo no tengo ganas ahora!!- interrumpió de nuevo Kankurou.
El moreno de pelo largo se despidió de él con un guiño. Gaara escribió en el papel, con mala letra y apretando mucho:
“QUE HYUUGA NEJI SEA FELIZ, TENGA ÉXITO EN LA VIDA Y CONSIGA LO QUE QUIERE”, con toda la intención de tirarlo a la hoguera.
Lo dobló de malas maneras y lo puso en su mano derecha, y el otro en su mano izquierda.
-¿Quieres que saltemos los dos?
El corazón de Gaara se aceleró.
Los ojos negros de su hermano estaban muy, muy cerca de los suyos. Y todos sus amigos estaban en el agua.
-Bu-bueno... Me da igual...
Kankurou sonrió.
Cogió a Gaara de la muñeca.
-Vamos.
Tomaron carrerilla y saltaron la hoguera. Gaara tiró al fuego el papelito de su mano derecha, deseándole tanta mala suerte en su vida a Neji con tanto odio que creyó por un momento que su hermano sabría perfectamente lo que había pedido.
Se quemó un poco las piernas.
-Bueno... Ahora tenemos que ir al agua...
Gaara y él se dirigieron a donde estaban todos los demás.
Kankurou iba un poco adelantado, así que Gaara podía ver perfectamente su firme espalda, su trasero a través del bañador negro, sus muslos...
Se dio cuenta de lo que estaba haciendo. ¿Pero qué...?
Kankurou se tiró al agua en plancha. No había piedras; habían cogido un buen sitio para bañarse.
Gaara entró poco a poco. El agua tenía una temperatura excelente, porque era de noche.
De repente, alguien le echó agua a la cara.
Era Kankurou. Le abrazó por detrás y le sumergió, sin parar de reírse.
-¡¡¡Kan...ku... rou!!! ¡¡Pa...ra.... co...ño...!!- intentaba decir Gaara, entre ahogadillas y risas. Lo estaba pasando mal... Su hermano estaba demasiado cerca de él... Y encima, a penas podía coger aire...
De repente, aparecieron las chicas, que habían salido del agua antes que ellos, con un montón de vasos con bebidas sospechosas en unas cuantas bandejas.
-¡¡Feliz San Juan, chicos!! ¡¡Y ahora, a beber!!
-Gaara, ahora tira tu papel al agua.
Gaara intentó arrojar el contenido de su mano izquierda al mar, dándose cuenta de que no estaba.
-Uuups... C-creo que lo he perdido...- dijo el pelirrojo, poniéndose pálido. ¿¡Qué pasaría si alguien lo leía!?
-Uy... vaya... Bueno, escribe otro, no pasa na...
-¿Y si lo lee alguien?
-Bueno... ¿Qué has escrito? ¿Tan grave es?
Gaara no contestó. Miró a Kankurou a los ojos de una manera extraña para el mayor de los dos.
-Bueno... N-no tiene importancia... Y-ya aparecerá...
Los hermanos salieron del agua. Gaara cogió un vaso grande de algo que más que vodka con Fanta de limón parecía vodka y una gota de colorante amarillo, y se lo bebió prácticamente del tirón. Después, se perdió en la playa, separándose del grupo para buscar el papel.
Kankurou se le quedó mirando, disimuladamente. Llevaba ya mucho tiempo vigilando a su hermano de una manera demasiado exagerada y celosa.
Vio que Neji iba tras él, después de haberse bebido unas cuantas copas de más. Se tambaleaba.
A mitad del camino, el Hyuuga se agachó y cogió algo del suelo. Se detuvo unos momentos de pie, observando lo que había cogido, y salió corriendo en dirección a donde estaba Gaara.
Gaara acababa de vomitar el vodka. Se apoyó en una de las duchas de la playa. Se sentía mal.
-Mierda... si... si supiera donde está...- murmuró, pensando aún en el papel.
-¿Buscas... esto?- dijo una voz odiosa justo en su oído.
Se dio la vuelta y se topó directamente con la cara de Neji, roja por el alcohol, que le miraba con desprecio. El Hyuuga le acercó a la cara un papel, y pudo ver escrito en él lo que había pedido inconscientemente.
-Vaya, vaya... Así que era por esto por lo que no me dejabas hacerte nada... Vaya... ¿Tanto le quieres?
-C-cállate...
-No... Me parece que voy a enseñárselo a tu hermanito. No creo que esté muy contento después de verlo, pero será divertido...
-¡¡Ni se te ocurra, hijo de puta!!- gritó el pelirrojo, pegándole un puñetazo e intentando arrebatarle el papel.
-Gilipollas incestuoso... esto me lo vas a pagar...
Neji se abalanzó sobre él, golpeándole la cabeza. Después, le besó con fuerza, de una manera realmente asquerosa, haciéndole saborear el gusto a alcohol que tenía en la boca. El pelirrojo sintió sangre en su boca; Neji le había partido el labio inferior al haberle golpeado y después mordido.
Gaara intentaba resistirse, pero Neji le torció con tanta fuerza una muñeca que creyó que se la había partido. Por lo pronto, ya no la podía mover.
-Vamos, hijo de puta... ¿Quieres que se lo diga? Estás enfermo... Es tu hermano...¿Entiendes eso? No puedes haberte enamorado de él... Es tu hermano...
Gaara le intentó pegar una patada donde más le dolía, pero Neji se dio cuenta y se apartó un poco, asestándole un puñetazo fuerte en el estómago que provocó más vómitos por parte de Gaara.
-Como sigas, de verdad se lo digo.
-N-no... No se lo digas...
-Entonces estate quietecito. Voy a hacer algo que te gustará mucho, mucho... Porque a ti te gusta todo esto, ¿no? Si tienes una mente tan pervertida como para enamorarte de tu propio hermano...
Gaara le miró con odio.
El Hyuuga le volvió a besar con fuerza y le hizo daño al empujar su cuerpo contra la ducha, que estaba apagada. Gaara sintió que se estaba bajando el bañador.
Neji le agarró de los pelos y lo empujó, haciendo que quedase de rodillas frente a su erección.
-Métetela en la boca, o le daré esto a tu hermano.- dijo, riéndose y enseñándole a Gaara el papel.
Gaara le siguió mirando con asco. Neji empujó su cabeza de manera que su pene chocó contra su boca, que él se negaba a abrir.
El Hyuuga se enfadó. Le agarró más fuertemente el pelo, y volvió a empujar. Esta vez Gaara no pudo tener más rato la boca cerrada, y tuvo que dejar que aquello que tanto asco le daba entrase en su boca.
De repente, oyó un grito y varios golpes. La erección ya no estaba en su boca, ni tampoco la mano agarraba su pelo. Abrió los ojos y se quedó congelado ante lo que vio.
Kankurou aporreaba a Neji en el suelo. El Hyuuga se intentaba defender, pero su hermano lo tenía sujeto en el suelo y estaba sentado encima de él, golpeándole una y otra vez.
-¡¡¡Vuelve a tocar a Gaara y te enteras, hijo de puta!!
Gaara le miró. Jamás había visto a Kankurou tan enfadado.
La sangre salía de la nariz de Neji. Estaba seguro de que Kankurou se la había roto, al igual que el labio. También tenía un ojo cerrado, y seguramente al día siguiente se le pondría morado.
El pelirrojo miró a sus pies. Ahí estaba el papel. El causante de todo aquello.
-Kankurou... Para...
Su hermano dejó de golpearle y miró a Gaara.
-Joder... Este hijo de puta... He tenido que esperar a que los demás se fuesen por ahí... Se han unido a unos que están haciendo un concierto, y me dijeron que fuese a por Neji... Yo... Lo siento... Siento haber tardado tanto...
-No pasa nada....
Sopló una suave brisa. Gaara sabía que Kankurou había escuchado más de lo que le habría gustado.
Su hermano se levantó del suelo y le pasó un brazo por los hombros.
-Vamos, que aún no has tirado el papel al agua.
-Es... Es una gilipollez... No creo querer realmente hacerlo...
-Vamos. Es tradición.
Kankurou le sonrió. Gaara, ruborizado, asintió, y ambos se dirigieron al agua, dejando allí tirado a Neji.
Cuando entraron en el mar, Gaara soltó el papel dejándoselo a la corriente.
Se dio la vuelta, y ahí estaba Kankurou, mirándole fijamente.
-Bueno, ya... ¿Pasa algo?
Su hermano se acercó cada vez más a él.
-Kanku...rou...
De repente, se abrazaron.
El moreno agarró la barbilla de su hermano.
-Voy a quitar el asqueroso sabor de ese hijo de perra de tu boca...- susurró.
-¿Kankurou?
Gaara no pudo decir más. Su hermano le besaba en los labios de una manera muy dulce.
Se internaron más en el agua. Ahora, les llegaba por la cintura, y el leve oleaje les mojaba a diferentes alturas.
Los hermanos se abrazaban mientras continuaban besándose. Ya no había fronteras entre ellos dos. El papel con el deseo de Gaara se había perdido en la costa, con un mensaje ilegible por el agua... que ya se había cumplido.
-Kankurou... ¿Por qué?- preguntó Gaara, al separarse. Pero no lo preguntó como reproche.
-Gaara... Durante estos últimos años me he dado cuenta de que me he enamorado de ti... Sólo a ti te conozco bien, desde que eras pequeño... Sé cómo puedes sentirte en algún momento... Sé que tu sangre es la mía, y que por eso estamos más unidos que nadie... Te quiero, Gaara, aunque seas mi hermano.
-Kankurou... Y-yo... Yo también te quiero... Eres el único al que jamás querré...
Volvieron a besarse.
Poco a poco, salieron del agua y se tumbaron en la arena. Kankurou observaba a su hermanito mientras él le devolvía la mirada, sonrojado, suplicándole algo...
Poco aguantó el moreno simplemente mirándole. Se tumbó sobre él y le besó con pasión. Gaara respondía, sin preocuparse más por nada.
A su alrededor, sólo se veía el fuego, creando sombras mágicas en la arena. No había ninguna persona que puediese verlos.
Kankurou se deshizo de sus bañadores. Ahora, ambos estaban desnudos, deslizándose por la arena, que se pegaba a sus cuerpos húmedos.
La mano del mayor de los hermanos se deslizaba por el pecho de su ahora amante, tocando todo lo que encontraba y estimulándole así.
Sus erecciones estaban en continuo contacto, haciéndoles sentir placer.
Todos aquellos sentimientos... Parecía imposible que tan sólo dos cuerpos humanos pudiesen aguantar tanto dentro de sí... La pasión que recorríasus venas, llenas de la misma sangre, unía sus mentes en el simple pensamiento de poseer y pertenecer al otro.
Kankurou ensalivó sus dedos. Gaara besó toda su cara mientras sentía cómo era penetrado por esos dígitos.
Se fundieron en un beso profundo. Kankurou extrajo sus dedos de la entrada de su hermano y los sustituyó por algo grande y palpitante que necesitaba atención.
El pelirrojo apretó al máximo sus dientes y se aferró a la espalda de su nii-san.
Ambos gimieron estruendosamente el nombre mutuo, fundiéndose.
Las embestidas comenzaron. Kankurou sentía su erección envuelta en ese profundo abismo de placer, una y otra vez, saliendo y entrando. En una lucha por la posición, rodaron por el suelo, quedando Gaara encima de su hermano.
La postura era muy incómoda para él, pero aún así el placer era total.
Kankurou le masturbó al ritmo de sus embestidas.
-Aaah... haah... Te amo, Kankurou...
-Y y-yo a ti... Gaara...
Gaara siguió marcando el ritmo de la penetración, balanceando su cuerpo arriba y abajo.
Su entrada sangraba ligeramente. Aún así, el placer era tan intenso que se sentía derretir.
-¡¡Aaaaaah!! ¡¡KANKUROOOOO!!-gritó, al sentir cómo el orgasmo culminaba su coito, como un premio, para hacerlos sentir aún más unidos.
-¡¡¡GAARAA!!
Con unas últimas embestidas salvajes, ambos se vinieron.
Gaara llenó el torso de Kankurou con su semen, y su hermano petó su entrada con el mismo líquido.
El pelirrojo hizo un esfuerzo y sacó de su cuerpo la longitud de su hermano. Se tumbó sobre él, dejando que le abrazara.
Cubrió su rostro con besos, mientras ambos intentaban recuperar la respiración.
-Dios... Ha sido... Increíble...
-Uuf... Quién diría... que mi primera vez... iba a ser... con mi hermano pequeño... Jejeje...
-¿Tu primera vez? Vaya... M-me siento halagado... También ha sido la mía...
Rodaron otra vez, quedando Kankurou de nuevo sobre Gaara.
Se dieron otro beso más. Esta vez, mucho más tranquilo que cualquier otro. Eran sólo sus labios los que participaban en la acción; sus lenguas apenas se movían. Los dos estaban agotados y querían dormir.
Varias hogueras ya se habían extinguido, y la suya estaba rumbo a hacerlo. Era como si alguien les dijese: “Apago la luz y ahora, a dormir.”. Pero sabían que mejor no se quedaban a dormir en la playa; Por la mañana, podría venir alguien, además de que Neji seguramente aún estaría tumbado por ahí. Además, sus pertenencias estaban cerca de la hoguera, y no querían que se las robaran.
Se levantaron del suelo.
-¡¡Ay!!- exclamó Gaara, al sentir de nuevo un dolor del que se había olvidado completamente. –Uugh, me duele la muñeca... Ese bastardo... Creo que me la ha partido...
-¿¿Eh?? ¿¿Y por qué no me lo has dicho antes?? Anda, vamos, tenemos que ir al hospital...
-Y-yo... Kankurou, vamos a vestirnos primero, ¿no crees?
-A-ah, sí... Uys... Se me había olvidado...
Kankurou sacó de la bolsa que habían traído y que estaba junto a la hoguera, casi completamente consumida, unas mudas para él y
para su hermano.
-Menos mal que Temari metió todo esto aquí... Anda que no es apañada, la pobre...
El mayor se vistió primero, ayudando después a su hermano pequeño, al que le dolía la muñeca y no podía coger bien las cosas.
Después, agarró su mano y besó la muñeca que estaba algo hinchada.
-Espero que se cure...- susurró, y subió después por el brazo de su hermano, con suaves besos, llegando a su hombro, al descubierto porque su camiseta era sin mangas, después al cuello, y después a sus labios. Los besó con pasión. Y entonces...
-¡¡Uuuuhuuuuuh!! ¡¡Vivaaaaaaaaaa!!- gritó alguien, acompañado de silbidos y gente aplaudiendo.
Asustados, se separaron de inmediato, y pudieron ver a todos sus demás amigos, excepto a Neji, aplaudiendo con caras de burla y felicidad.
Ojearon que también estaba Temari, inconsciente, en los brazos de Shikamaru, y siendo abanicada por Tenten.
-¡¡Jajaja!!- rió Naruto. –Queríamos dejaros sólos, a ver cuánto tiempo tardabais en liaros, que se os veía la pluma, hermanitos... El gili de Neji se metió por medio, pero al menos al final ha salido bien...
-¡¡Yoooshi!! ¡¡Así se hace!! Y ya que vosotros dos habéis encajado así de bien... Naruto-kun, ¿Quieres liarte conmigo?
Naruto se quedó con un careto hasta el suelo.
-¿¿Pe-pe-pero qué...?? ¡¡Oeh!! ¡¡Se suponía que a ti te gustaban Neji, Gaara o Tenten!!
-Ya... Pero Gaara está cogido, Tenten está por Temari y Neji no sé dónde está, y además le va Gaara...
-Bueno, en ese caso...
Naruto y Lee se fueron detrás de todos. Los demás siguieron observando a los hermanos, que se habían quedado a cuadros, y de repente...
-¡¡¡¡¡¡¡KYAAAAAAAAAAGHHHHH!!!!!!!
... despertó Temari.
-¡¡¡¡¡KANKUROU!!!!! ¡¡TÚ!! ¡¡¡GAARA!!! ¡¡INCESTO!! ¡¡MAMÁ Y PAPÁ!! Os deseo mucha suerte. Por supuesto que no se lo contaré. Nos vamos.
Toda la gente se quedó pilladísima por el cambio radical.
No obstante, viendo que Temari pellizcaba al levantarse con una mano el culo de Shikamaru y por otra, el de Tenten, y se ponía a andar alejándose de allí, la siguieron. Pudieron ver, al quitarse la gente, cómo estaba Lee metiendo una mano en el bañador de Naruto, y Naruto en el de Lee, y oyeron gritar al moreno: ¡¡JA!! El mío es más grande, jajajajajaa-ja. Por supuesto, cosechó una buena hostia en el culo.
Se miraron un instante. Aún no se creían aquello. Encima de que los había visto toda la peña, Lee y Naruto se habían liado y su hermana jugaba a dos bandas y aceptaba su relación...
-Ga... Gaara... Es... Esto... Vámonos al hospital...
-Ah... Sí...
Los hermanos despertaron del trance. Sonrieron y entrelazaron sus manos (neeh, Gaara obviamente usa la que no está lesionada¬¬), dirigiendose al norte, al paseo marítimo, y después a por algún taxi nocturno que los llevase al hospital... Y después, a su casa... A la habitación que compartían... Y al cielo...
***FIN***