Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You don't know my name por EvE

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola!

Este fic es VIEJO. Lo hice para un concurso en un foro hace como dos años XD es mi primer Shion x Dohko y le tengo cariño uwu. Como la people quedó inconforme con este final tuve que hacer otro XDDDDDDD para calmar los ánimos XD. Pero por mientras dejo esta primera parte, a ver si le gusta.

Esta inspirado en el video y canción de Alicia Keys, "You don't know my name" ^w^.

Momi, ya sabes que lo hice a petición de vos xD hace ya mucho tiempo de eso >_> y ya sé que te gusta .w. así que aquí está de nuevo xD.

Fer -O- no me mates XDDDDDDDDD.

Saludosh *X*

Patts

You don't know my name  

Baby, baby, baby,from the day I saw you

I really, really wanted to catch your eye. 

Aún recuerdo el primer día en que te vi, ¡te confundí con una linda niña a decir verdad! Pero la mirada arrogante con ese dejo de curiosidad que me dedicaste me hizo comprobar que no eras una niña... sino un bello hombre de mundo.

 La manera en que nos encontramos por primera vez no fue de lo mas bonita, mas bien fué bochornosa.

 Yo, viviendo en la luna como siempre, no vi que tu limousine venía directamente hacia mí, y chocamos. Afortunadamente el charco de lodo en el que caí amortiguó la caída. Pero la pobre bicicleta en la que iba había quedado inservible.

Recuerdo tu mirada, tus ojos mora... dioses, como los amo... amé cada parte de ti.

Pero fueron tus ojos los que me cautivaron aquella mañana de verano, en donde encontrarte en mi camino fue una forma celestial de olvidarme unos instantes del ajetreo de la ciudad.

~*Flash back*~ 

Un joven moreno andaba distraído en su bicicleta. Se le había hecho tarde y estaría llegando a su trabajo con 10 minutos de retraso, cosa que provocaría que el señor Johnson lo  reprimiera por su falta de responsabilidad, puesto que él lavaba los trastes, el trabajo era interminable y empezaba desde muy temprano.

Tan distraído iba que no vió que al cruzar la calle el semáforo estaba en verde, y una elegante limousine se estampó con el, provocando un agudo rechinido de llantas que paralizó a la ciudad unos instantes.

El muchacho fue a dar hasta la orilla de la calle, quedando justo en frente de la puerta  de aquel auto negro y de gran envergadura.

 Aún aturdido, levantó la mirada solo para darse cuenta del lugar en donde estaba.

No solo se sentía adolorido del golpazo, había caído en un charco de lodo y ahora sus humildes ropas estaban arruinadas. Sin contar que llegaría muy tarde al trabajo... esa definitivamente no había sido su mañana.

La ventanilla del vehículo se bajó lentamente y por ella, el rostro perfecto de un hombre de ojos morados y hermosas facciones asomó, mirando con cierto asco y desagrado al pobre diablo que estaba tirado en el piso, mismo que lo miraba como si hubiese visto un ángel caer  del cielo.

 -¿Está usted bien?- Preguntó el desconocido al muchacho.

 -Err... si, si,... estoy bien...- Sonrió lo mejor que pudo, pero la mueca se vió torpe y estúpida.

No pasó mucho tiempo, el joven de ojos mora volvió a subir el vidrio de su vehículo y arrancó sin mas, dejando tirado a un muchacho aturdido, no solo por el golpe recibido, si no por haber visto tan maravillosa visión en un día tan pésimo.

Aunque ese sujeto de pelos verdes haya sido el causante de su mayor desgracia del día.

~*Fin del flash back*~ 

There's something special 'bout you.I must really like you,'cause not a lot of guys are worth my time. 

Fuiste cruel conmigo. En realidad tu eras cruel con mucha gente ¿y como no serlo?. Siendo un hombre rico y poderoso, estabas acostumbrado a humillar a quien se te antojara y yo no fui la excepción aquella mañana.

 

Sin embargo, desde ese momento no pude parar de pensar en ti. En el trabajo, en la casa, a todos lados deseaba que me atropellaras otra vez! Solo para volver a verte, por lo menos hablarte, entretenerte. Quería conocerte mas a fondo... creo que me robaste el corazón desde que te vi... y la tranquilidad también.

Aunque el señor Johnson me regañó por llegar tarde cuando tuve aquel percance no me despidió. Los días pasaron y yo no te volví a ver; pero en el trabajo me ascendieron y algunos meses después ya estaba trabajando como mesero de aquel café, "The pink glass", uno de los sitios mas populares de la ciudad, frente al British Museum.

Siempre había mucha clientela y por ende mucho trabajo.

Un día como otro, mientras servía una jarra de café caliente a una pareja de novios, una larga cabellera verde, alborotada y rebelde llamó mi atención.

Descendiste de la limousine y entraste al museo de enfrente. Te reconocí de inmediato, y tuve el impulso de salir corriendo y abrazarte, decirte que había deseado muchas veces volver a verte, pero de lo embobado que estaba casi le tiro el café a la señorita en las  piernas, definitivamente aquel no era un buen momento.

-Hoy te pones listo o te corro, Dohko, ¡¡ya estuvo bueno de distracciones!!- 

 

Me había dicho el señor Johnson bastante molesto, pero no podía pensar en otra cosa que no

fueras tu... deseaba con toda mi alma que un día visitaras el humilde café en donde  trabajaba.

 

Lo anhelaba. 

Oh. Baby, baby, baby,It's gettin' kinna crazy,'cause you are takin' over my mind 

Por primera vez la suerte me sonreía; al terminar la exposición en el museo, la limousine de la que descendiste se alejó y tu cruzaste la calle en dirección hacia el local. ¡¡El corazón me saltó de alegría!!

Y casi se me sale por la boca cuando te vi de cerca, entrando y caminando con esa misma arrogancia con la que mirabas, escrutando las mesas... ocupando una de las mas alejadas y solas del lugar.

Casi me le hinco al señor Johnson para que me permitiera atenderte personalmente, y cuando lo convencí me acerqué aparentando tranquilidad a tu mesa.

-¿Desea que le sirva algo, señor?-Te pregunté intentando que la voz no me flaqueara de los nervios.

Te limitaste a mirarme como podrías mirar a un perro de la calle y de tus finos labios salieron a penas un par de palabras.

 -Un café...- 

-¿Negro o con leche?... o un capuchino mejor, es la especialidad de la casa-Yo quería escucharte hablar mas, y estaba decidido a hacer lo que fuera necesario.

Pero definitivamente eras demasiado engreído, volviste a mirarme con ese dejo de desprecio en tus ojos.

-Un café... negro y cargado...-

Evadiste mi mirada, señalándome con esto que entre los los no había nada mas que hablar.

Me sentí estúpido y decepcionado; nunca imaginé que pudieras ser tan esquivo y apático.

Yo que estuve anhelando por muchos días volver a verte aunque fuera un instante breve, te tenía ahí, a escasos metros de distancia y te sentía tan lejano como  una estrella en el firmamento.

 

De hecho lo eras... y actuabas como una.

Me enamoré de cada gesto arrogante, de cada palabra seca y fría, de tu mirada despectiva.

De tu mirada.

En minutos regresé a tu mesa y te serví el café. No me miraste siquiera, estabas aparentemente entretenido leyendo un libro. Tuve que regresar a atender otras mesas con resignación

Pero la tristeza me invadió cuando te vi partir; no había tenido ni siquiera la oportunidad de haberte despedido personalmente, otro compañero lo había hecho por mi. Tú te perdiste entre las calles de la ciudad, y yo me quedé observándote a través del cristal, empañado por la leve lluvia que empezaba a azotar.

And it feels like...You don't know my name.I swear...It feels likeYou don't know my name.'Round and 'round and 'round we go.Will you ever know? 

 

Esa tarde hubo más trabajo que de costumbre. El local cerró casi cerca de las 10.pm y la lluvia caía fuertemente en la acera, yo no tenía automóvil, a penas llegaba a poseer una humilde bicicleta que me llevaba y me traía de mi casa al empleo, así que soportar la lluvia  inclemente durante todo el recorrido no sería algo en lo mínimo agradable.

No esperé mas, salí rápidamente del lugar, avanzando entre las húmedas calles de la ciudad.

Sentía que en mi espalda las furiosas gotas de agua rebotaban en mis ropas mojadas, tenía frío y titiritaba cuando una ráfaga de aire se estampaba contra mi.

Las calles estaban oscuras y casi desiertas. A penas unas cuantas personas corrían azoradas por las aceras, buscando un refugio de la inesperada tormenta que azotaba sin ánimos de detenerse.

Yo solo quería llegar a mi casa, y en mi afán de hacerlo lo mas rápido posible volví a descuidarme

No supe de donde y cuando fué que un automóvil salió, haciendo rechinar con fuerza las llantas en el asfalto mojado. Venía tan rápido que a duras penas alcanzó a frenar, intentando en vanos esfuerzos detenerse para no arrollarme, pero no funcionó.

Se estampó contra mi, haciéndome salir por los aires y provocando que rebotara irremediablemente en el mojado suelo.

Y el golpe fue tan fuerte que lo último que vieron mis ojos fué el rostro preocupado de un ángel de ojos mora... tu, otra vez.

Caí inconciente.

Horas mas tarde cuando desperté, me vi recostado en una camilla de hospital, con un enorme foco blanco pegándome de lleno con su luz en los ojos. Dudoso, terminé de abrirlos, buscando a alguien a mi alrededor.

Mi primer pensamiento fué ¿"como diablos voy a pagar estas atensiones?". Estaba asustado y muy nervioso. Y mas cuando vi entrar a un hombre vestido de traje sastre, que me lanzaba miradas escrutadoras... parecido a esos detectives de la T.V.

 -¿Desea levantar cargos en contra del hombre que lo atropelló, Señor?- 

Y cuando te vi, sentí de nuevo una alegría inmensa en mi corazón. Estúpidamente me preocupé por ti; lucías demacrado y decaído... tan infeliz que me diste pena.

No importaba el dolor que sentía en mi pierna derecha y las fuertes punzadas que me daban en la cabeza... solo quería abrazarte y consolarte, sea cual fuera la pena que llevaras en el alma.

Descubrí en ese momento que me había enamorado de un completo desconocido que se había dedicado a atropellarme y humillarme cuantas veces me había visto.

Sonreí levemente, mirando sin descanso tus ojos tristes.

Salí de mi trance cuando el policía volvió a hacerme la misma pregunta de al inicio.

 -No, no deseo levantar cargos... me siento bien, no me ha ocurrido nada... no hay necesidad- 

Por primera vez desde que te vi no me miraste con desprecio. En tus ojos, percibí la sorpresa y la confusión. También el agradecimiento cuando te fuiste acompañado del cansado policía.

Un muy leve dejo de agradecimiento, así como una muy pequeña sonrisa en tus labios.

La primera que había visto en ti, la más bella que había visto en mi vida.

Baby, baby, babyI see us on our first date.You doin' everything that makes me smile.

 

Cuando llegó la mañana, un doctor vino a mi cuarto; me dijo que ya estaba todo listo para que abandonara el hospital, que mis heridas no eran graves y con un poco de reposo mi pierna estaría como nueva de otra vez.

Solo había sido el golpe y el susto, nada de gravedad.

Suspiré aliviado, ahora mi preocupación era como liquidaría la cuenta del hospital.

Cuando le pregunté al doctor al respecto me dijo que la cuenta había sido saldada, que podía abandonar el lugar cuando yo quisiera.

 -El señor Shion van Füstemberg ha pagado todo...- -Y quien es él?- -El sujeto que lo atropelló, fué lo mínimo que pudo hacer después de semejante descuido- 

¡Al fin sabía tu nombre!.

Volví a sonreír como un idiota ante la noticia... Shion van Füstemberg, que hermoso sonaba, tan acorde a tu personalidad.

Salí del hospital con una venda en la cabeza y una enorme sonrisa en los labios. Las enfermeras habían dicho que nunca vieron una persona tan sonriente al salir de ese lugar... y el comentario me causó mucha gracia.

Te busqué insistentemente con la mirada entre la gente, pero no te encontré y de nuevo me sentí deprimido. Siempre te ibas tan rápido!, jamás me dabas la oportunidad de conversar contigo, aunque sea un par de diálogos... te esfumabas como el viento.

Una tarde, después de varios días de aquel incidente, mientras caminaba por las calles alumbradas con el sol rojo del atardecer que caía en la gran urbe, una voz me sacó de mis cavilaciones.

Volteé a donde creí había provenido esa voz varonil llamándome... y te vi. Recargado en la puerta de un hermoso corvette negro, con los brazos cruzados y vistiendo un elegante traje de saco color arena, con un pantalón de la misma tonalidad y una camisa blanca, con algunos botones desabrochados del pecho.

Llevabas tu cabello verdoso recogido en una coleta y la visión me dejó literalmente bobo. Tardé en reaccionar a tus llamados.

No sabía si se trataba de una hermosa ilusión o la mas divina de las realidades.

 -Oye!... Dohko...- 

 

Mi nombre en tus labios sonaba tan bien. Me pregunté como podías saberlo, pero después caí en cuenta que en el hospital debieron habértelo dicho.

Con pasos inseguros me acerqué a ti, sintiendo el corazón saltar de alegría.

Una vez más... gracias a tí.

-Dígame, en que puedo servirle?- -Mas bien... vine a disculparme contigo por mi torpeza... iba tan rápido que por poco te mato- -No se preocupe... no pasó nada grave-

-Pero pudo haber pasado... también quiero agradecerle el no haberme denunciado con la policía... eso es algo que muy pocos hacen... y yo...- Hablabas de una manera tan encantadora, yo quería detener ese instante en el tiempo.. para tenerte frente a mi toda la vida. -Yo quisiera saber si existiría alguna forma de agradecerle ese gesto... ¿me permite invitarlo a algún lado?-

 

Y ese fué el comienzo de una bella amistad. Encantado, te llevé a mi sitio favorito en la ciudad... La torre Bridge, frente al río Thames fué la mejor opción.

El sonido del río, los edificios altos y el cielo rojizo... contemplamos nuestro primer atardecer juntos, charlando de las trivialidades de la vida y riéndonos un poco de aquellos incidentes que habían ocurrido.

Ahí me di cuenta de que tú me recordabas desde la primera vez que tu limousine me tiró, haciéndome caer a ese charco de lodo.

 -Como olvidar tan bellos ojos verdes...-

Dijiste con una voz tan seductora que me hizo erizarme por completo.

 

 -¿Que edad tienes?- -18 años...¿y tu?- 

-Igual... supongo que nos llevaremos bien- 

No sabía que estaba pasando entre nosotros, ni hacia donde íbamos. Solo se que desde ese día nuestros encuentros fueron cada vez mas frecuentes; a veces me daba la impresión de que ibas al café solo para verme... y me esperabas casi todas las tardes cuando yo salía del trabajo para caminar un rato por la ciudad... y conversar por interminables horas, hasta que ya entrada la noche me llevabas a mi casa en tu auto.

Poco a poco fuí empezando a conocerte más. Me contaste el motivo por el cual ibas tan desesperado aquella noche en la que me atropellaste... estabas harto de tu vida monótona y buscabas afanosamente algo nuevo, algo que te devolviera las ilusiones y los sueños.

Y lo que mas me gustaba era esa manera en la que me mirabas cuando decías todo eso.

Me sentía como una tonta colegiala que era cortejada por un atractivo hombre, torpe e ilusionado. Tus palabras me enervaban, y el amor iba creciendo en mi cada día... alimentado de tus miradas, de tus gestos amables, de tus detalles... de todas esas cosas que en tan poco tiempo habíamos empezado a compartir.

Desde las caminatas por la ciudad hasta los helados que nos comíamos en el parque.

Las horas a tu lado eran las mas felices en mi vida.

Todo cambió una tarde lluviosa...mientras caminábamos en silencio por el parque semivacío.

 And when we had our first kiss,it happened on a Thursday,and, ooh, it set my soul on fire.

-Dohko... te has convertido en una persona muy especial en mi vida... los sentimientoshacia ti se desbordan en mi...tanto que me es imposible contenerlos... ya no puedo... ni quiero- 

Aquello me dejó tan sorprendido que ni siquiera pude reaccionar cuando me apresaste con tu cuerpo y me recargaste en un árbol. Lo siguiente que sentí fueron tus labios quemando sobre los míos y tu lengua intentando abrirse paso entre mi boca cerrada.

 

Las piernas me flaquearon en ese momento, lo único que hice fue aferrarme con mis brazos a tu cuello, correspondiendo aquel beso que llevaba tantas noches soñando, desde la primera vez que te vi.

No podía ser realidad, era demasiado bella.

Ahora si no importaba la lluvia que caía sobre nosotros, estábamos unidos en un beso que parecía no tener fin...¡yo quería que no terminara!. Quería seguir explorando tu boca, quería seguir sintiendo ese roce erótico entre nuestras lenguas, quería seguir mordiéndote los labios y jamás alejarme de ti.

Pero el aire pronto nos hizo falta y tuvimos que separarnos.

Nuestras miradas se cruzaron de nuevo, nuestras respiraciones estaban agitadas... el silencio nos invadió de repente, roto solamente por las gotas de agua que caían incesantes.

No necesitamos más palabras, todo lo decían nuestros ojos. Ese fuego, esa pasión que nos unía estaba mas encendida que nunca.

 Ooh, baby, baby, baby,I can't wait for the first time.My imagination's runnin' wild. 

Nuestras citas pasaron de ser casuales caminatas e interminables charlas, a furtivos encuentros de caricias desesperadas.

Cualquier lugar solitario era bueno para dejarnos arrastrar por la pasión que solo en la juventud se puede tener.

Caricias osadas, besos que me arrancaban la respiración... pronto ya no fueron suficientes.

Quería mas, deseábamos mas... deseábamos traspasar los límites de nuestra pasión y alcanzar el cielo unidos en cuerpo y alma.

Dios, deseaba tanto pertenecerte por completo...

Y una noche al salir del trabajo, dejé que me condujeras a tu departamento... y entre las sábanas de seda de tu cama me dejé arrastrar por tu pasión desesperada.

Hicimos el amor de la manera mas necesitada. Impetuoso y casi salvaje, tomaste mi cuerpo que temblaba como hoja al viento por la excitación y el deseo... yo te correspondí con las mismas ansias... me entregué por completo esa noche a ti.

Te demostré que te pertenecía... que te pertenecería para siempre.

 -Ah! Shion...Shion!- 

-Mmmhh... Dohko, ahh!!- 

Y en la cúspide del placer me aferré con mis uñas a tus hombros, mordiendo tus labios con fuerza mientras tu esencia invadía mi cuerpo y la mía se regaba entre nuestros vientres.

Terminamos sudorosos y agotados, unidos. Yo saboreaba como un vampiro el sabor metálico de la sangre que con mis dientes había hecho salir de tus labios. Me sonreíste y yo te correspondí, era una perfecta comunión entre los dos.

Intensa, desesperada... incontenible pasión arrebataba que solo entre tus brazos había descubierto. Solo contigo... solo contigo.

I'm sayin'he don't even know what he's doin' to me.Got me feelin all crazy inside.I'm I'm feelin like...Oh!I'm doin' more than I've ever donefor anyone's attention.Take notice of what's in front of you'cause did i mentionyou're 'bout to miss a good thing? 

El tiempo pasó demasiado rápido para mi. 5 hermosos meses habían transcurrido desde el primer día en que nos conocimos.

Era una rutina fabulosa la que teníamos: salía del trabajo, ibas a recogerme en tu auto, paseábamos un rato en el parque, nos tomábamos un helado, conversábamos, nos besábamos, acabábamos en tu departamento agotados de hacer el amor.

Todo era perfecto, pero siempre tiene que haber un pero cuando todo va bien.

El destino es cruel y mezquino.

La ciudad de Londres estaba bellamente adornada puesto que la época decembrinas había llegado. La noche estaba fría y como siempre, yo te esperé a la salida del café... por 2 horas.

Tu familia era de las mas influyentes y como todos los años se había organizado una cena para convivir con la gente de sociedad. Tu vendrías mas tarde por mi, tenías que ver la manera de "escapar" de esa ridícula celebración.

Aunque hacía un frío tremendo, se me quitó cuando vi tu corvette acercándose a la entrada del café, vacío como las calles cubiertas de nieve.

 -¿Te doy raite guapo? 

-Déjate de bromas, siento el trasero congelado- 

-Yo me encargo de hacerte entrar en calor otra vez, no te preocupes-

Con una sonrisa socarrona me abriste la puerta del auto y yo sin esperar más entré, sintiendo el calor de la calefacción.

 -Te tengo una sorpresa, te daré una noche buena que jamás olvidarás-Me dijiste un tanto malicioso.

-Shion, basta de tonterías... no me gusta que me mires así, me das miedo- 

-Oh vamos! Se que te gustará!- 

Como no iba a gustarme!. Al llegar a tu departamento vi la chimenea de la sala ardiendo y en la mesa de centro una botella de champagne.Bajo el hermoso árbol de navidad una pequeña caja de regalo color plateada yacía inmóvil, reflejando en su hermoso envoltorio la flama encendida de la chimenea... todo era tan romántico, tan hermoso. El solo hecho de estar en ese lugar contigo lo hacía especial.

Algo en mi interior me decía que aquella navidad sería la mas feliz de mi vida... y quizás la última que pasaría a tu lado.

Esa noche buena brindamos y nos reímos como nunca lo habíamos hecho. Yo, abrazado a tu cuerpo mientras reposábamos frente a la chimenea, escuchaba embelesado tus anécdotas acerca de lo aburrida que te había resultado la cena con tus padres y de las mil peripecias que pasaste para poder salir de ese lugar.

Hubo un momento en que nuestras miradas volvieron a reencontrarse, solo un instante y después la entrega. En la alfombra, frente al fuego como único testigo y las intermitentes lucecitas blancas de aquel hermoso pino navideño.

No había mas villancicos que nuestros gemidos, ni coro mas afinado que el de nuestros gritos de placer.

Todo era perfecto, pero nada es eterno.

A la mañana siguiente, despertamos abrazados, cubiertos únicamente por la gabardina que vestías la noche anterior; del fuego de la chimenea solo quedaban cenizas y con pereza nos levantamos.

Tu te dirigiste al árbol de navidad y tomaste aquella curiosa cajita que no tardaste en extender hacia mis brazos.

-Ábrela, espero que te guste...-

 

Una sonrisa se dibujó en mis labios, dentro de ella había un hermoso dije con forma de trébol unido a una cadenita de finos eslabones. Era la primera joya que me habían regalado y sería la mas valiosa que podría llegar a poseer.

Me la puse emocionado y volví a mirarte con la ilusión en mis ojos que solo tu podías provocar.

 -Es hermoso...- 

-Simboliza todo lo bueno que has traído a mi vida... y todo lo bueno que pienso seguir compartiendo contigo-

 -Te amo...- 

Te dije al tiempo que te abrazaba con fuerza. No necesitaba nada mas en mi vida, tenía todo

a tu lado... era feliz.

El año nuevo también lo recibimos juntos, sentados en el balcón de tu departamento, mirando a lo lejos los fuegos artificiales que se disparaban desde la ciudad e iluminaban el cielo oscuro con sus múltiples colores.

A veces sentía mucho miedo de que todo aquello terminara. Es que era demasiado perfecto para que durara... aún no entendía como un joven tan rico y con tanto futuro podía fijarse en un simple mesero como yo.

¿Que podía haber en mi?. La idea de perderte me lastimaba, me aferraba a tu cuerpo cada vez que nos despedíamos, temiendo que al día siguiente no volvieras mas; pero las sonrisas que me dedicabas y los besos que me dabas hacían dispersar mis dudas.

Miedos que más tarde se convertirían en mi mas terrible pesadilla.

 And you'll never know how good it feels to haveall of my affection.And you'll never get a chance to experiencemy lovin'...'Cause my lovin feels like... 

-De algunos días acá te noto bastante distraído...¿tienes algún problema?-

Te pregunté mientras caminábamos por aquel parque de siempre. La primavera se estaba terminando y con ella, el verano empezaba a dar señales de vida. Las caminatas por el parque ya no eran las mismas, tu estabas ausente conmigo... parecía que lo que te decía ya no tenía la misma importancia para ti.

Incluso te notabas ansioso de llevarme a mi casa, era como si mi presencia te estorbara.

Todas las noches trataba de darme ánimos. Intentaba pensar que solo estabas teniendo problemas en tu casa, con tu familia, en las empresas de tu padre; que no era por que tu te estuvieras aburriendo de mi, que tenía que ser otra cosa, todo menos eso.

Pero de repente ya no ibas por mi, y cuando trataba de localizarte al móvil me cortabas abruptamente.

 < ¿Será que se ha enfriado nuestra relación?...>

No, eso no podía ser. No quería aceptarlo, me dolía demasiado.

Pero una tarde lluviosa, en una de nuestras acostumbradas citas en el parque bajo ese mismo árbol en donde nos dimos nuestro primer beso... mis sospechas acabaron confirmándose.

Notaba en tu mirada los nervios y la impaciencia, intentabas decirme algo que no te atrevías a pronunciar, por lástima, por pena... ¡que se yo!.

-Suelta ya...-

 

 -Dohko, estos meses han sido realmente hermosos, un romance de película... jamás habíadurado tanto tiempo con una persona, y jamás me había sentido tan feliz... pero me hedado cuenta de que no quiero seguir atado a una relación... soy muy joven aún, necesitoconocer a mas gente... vivir... y creo que tu no te mereces que te tenga engañado... yo, yano siento lo mismo por ti... quiero terminar las cosas aquí... y ahora... ¿lo entiendes verdad?- 

Mi corazón se hizo pedazos, sentí la tierra hundirse bajo mis pies. Quise morirme en ese momento, pero me di cuenta con profunda tristeza que seguía respirando, que seguía viviendo... que el dolor lacerante de tus palabras atravesaba mi corazón como una lanza.

-Claro que lo entiendo, ya lo venía presintiendo...-Te dije con una sonrisa, graciasa los dioses empezaba a llover de nuevo... justo como al inicio, perfecto para el final.

La lluvia confundía mis lágrimas, las desaparecía en mis mejillas.

-Gracias... Adiós Dohko....- 

 

Te vi partir bajo la lluvia, perderte entre los árboles del parque. Me dejaste destrozado en ese lugar, solo y con mi dolor.

Llegué a mi casa hecho una piltrafa; recuerdo que lloré sin descanso toda la noche, esa y muchas noches más. Me costaba demasiado resignarme a perderte, te había sentido tan mío todo el tiempo que habíamos compartido nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestros malos ratos, nuestras alegrías.

Tenías razón al decir que lo nuestro fué un romance de película. Pero el cortometraje llegó a su fin, para mi infortunio con un final inconcluso, con mil sueños rotos, con tantas cosas encaminadas a medio sendero.

Mi final tendría que completarse, y lo haría lejos de esa ciudad en donde cada calle me traía un recuerdo a tu lado... donde no volviera a saber nada de ti, donde tu recuerdo no me persiguiera.

Casi un mes después me embarqué en un buque hacia América, New York, la ciudad de los sueños.

Y ahí encontré una nueva oportunidad de rehacer mi vida. Sufrí mucho, hambres, penas... dormir  bajo puentes, en las sillas del central park... en fin, una serie de acontecimientos desafortunados que me hicieron desear superarme cada día.

Estudiaba y trabajaba hasta tarde, y todo ese esfuerzo tuvo frutos cuando me gradué como profesor de literatura, justo 15 años después de haber partido de Inglaterra con las alas rotas.

Ya no tenía que dormir bajo la lluvia, ahora tenía un hermoso departamento en una zona exclusiva de Manhathan, desde donde podía ver la gran urbe levantarse ante mis ojos, con sus imponentes rascacielos y el infatigable ajetreo diario.

Tuve la necesidad de regresar a mis inicios, de tomarme un café en el viejo "The pink glass", de conversar con el Señor Jonhson y visitar a mis viejos amigos.

Por eso vine a Londres de vacaciones; heme aquí sentado en una de las mesas que están pegadas a los vidrios desde donde puedo observar a los transeúntes ir y venir. Como siempre en las tardes veraniegas, la lluvia amenaza con caer, por lo que la gente corre buscando un refugio donde protegerse de ella.

El viejo museo estará abarrotado, esta tarde se presentará una exposición de tesoros egipcios y me ha llamado mucho la atención, por lo que decido levantarme de mi mesa, no sin antes pagar la cuenta del café que bebía y despedirme del señor Johnson con una sonrisa.

Camino con las manos metidas en mi largo saco Armani y salgo del viejo café, donde un viento fresco me recibe.

Algo me dice que te voy a volver a ver después de tanto tiempo, y me doy cuenta que sigues provocando sensaciones en mi. Nervios, expectación, como cuando era un joven lleno de sueños, como cuando venías al café y me llevabas a pasear.

Dios... aún te sigo queriendo.

Will you ever know it?No, no, no, no, no...no, no...Will you

ever know it? 

 

Ya tengo las entradas en la mano, la gente abre paso para que una elegante limousine se estacione frente al museo. De ella desciende un hermoso joven de ojos verdes, blanca piel y cabellos lilas;  tras él, un hombre maduro que vestía un elegante traje negro que contrastaba con sus cabellos verdosos.

Sonrío muy levemente, la pareja se toma de las manos y con una sonrisa empiezan a subir los escalones de la entrada. Levanto mi mirada y atrapo tus ojos mora.

Eres tú, más alto, mas maduro... los mismos ojos, el mismo porte, la misma esencia.

Son minutos interminables, en los que me hacen revivir una y otra vez las imágenes de nuestro dulce pasado.

Quieres decir algo, noto que tu boca se abre con la intensión de hablarme, pero antes de eso yo me doy la media vuelta, pasando a tu lado sin mirarte y descendiendo por las escaleras.

No hay nada que decirnos, no hay nada que contarnos... camino bajo la lluvia por la banqueta, sintiendo tu mirada insistente sobre mi espalda. Este es el final para mi historia. Tu eres feliz y yo tengo que buscar un nuevo amor...darle un nuevo inicio a la película de mi vida, editando un hermoso final para la tuya.

Ha sido bueno volver a recordarte... ha sido bueno volver a vivirte.

Fué bueno volver a verte.

El viaje valió la pena.

 Will you ever know?...

Fin.

Notas finales:

Un beso! ^w^luego pongo el otro XD

Saluditosh *X*

Patts


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).