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NO QUIERO ESTAR SÓLO... por Shizumi Eibrin

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Capítulo 2: Los dados del destino...

 

Sus dedos se movían a velocidad increíble sobre el teclado de su laptop... sus ojos azules estaban fijos en la pantalla de 17 pulgadas mientras su cerebro analizaba la información casi de forma sobrehumana...

 

La enorme y elegante oficina de paredes de madera oscura y alfombra color vino, ubicaba a dos de los más jóvenes e inteligentes empresarios del mundo. Seto Kaiba y su hermano menor Mokuba, eran los más codiciados tanto en el ámbito personal como profesional... o eso decían las revistas dedicadas al medio empresarial...

 

Pero ese tipo de trivialidades no llegaba a alterar el ambiente de esa oficina presidencial, en donde el trabajo avanzaba a niveles asombrosos tomando en cuenta las edades de los hermanos, 23 y 17 años respectivamente...

 

No muy lejos en otro escritorio otro chico hacía lo mismo, pero a velocidad un poco más lenta... de vez en cuando paraba para mirar a su hermano y de paso para checar que lo que hiciera no tuviera disparates como corazoncitos y el nombre de cierto chico que le había robado el corazón... tuvo que borrar casi todo lo que había escrito y suspirando decidió tomarse un descanso. Cerró su portátil y levantándose se acercó al perchero para tomar su abrigo...

 

Mokuba: Saldré a comer... ¿Quieres que te traiga algo? - Sólo recibió una mirada que duró unos segundos pero sin palabras que la acompañaran - creo que no volveré... tengo un trabajo pendiente en la universidad... nos vemos en la casa...

 

Tomó su mochila que estaba en el piso y salió de la oficina... del otro lado de esas pesadas puertas parecía haber otro mundo, uno que parecía más humano y real para él. Al pasar frente a las secretarias todas le saludaban alegremente, él sólo asentía sonriente pero para ellas parecía ser más que suficiente...

 

Al llegar a la entrada uno de los guardias personales le esperaba junto a una motocicleta de carrera color azul con negro, tomó el casco de las manos del hombre y después de ponérselo se montó...

 

Mokuba: No quiero que me sigan...

 

- Pero señor... su hermano...

 

Mokuba: Voy a la universidad - Arrancó y salió como bólido sin dejar al otro decir más o que pudieran seguirle...

 

En poco tiempo estuvo llegando a su destino, la universidad Orión era una de los centros privados de más exigente enseñanza... era uno de los sitios más caros y por consiguiente el lugar tenía pocos estudiantes y no era muy grande...

 

Pero la esencia no viene en barriles y eso lo había aprendido desde pequeño... cuando apenas a los 12 años su hermano se hizo cargo de la presidencia de KC al morir su padrastro...

 

Estacionó su moto y se adentró a la cafetería... buscó una mesa sola cerca de los ventanales y después de comprar algo de comer se sentó a mirar los jardines...

 

No tardó mucho en sentir una potente mirada sobre su persona... sonrió y siguió como si nada hasta que esa persona se sentó justo frente a él...

 

Mokuba: Creí que hoy no te tocaba venir...

 

Noa: Mi hermano está insoportable... así que le inventé que tenía un trabajo que hacer y me salí de la oficina - Tomó una de las papas fritas y se la llevó a la boca - ¿Y tú?

 

Mokuba: Lo mismo - Come de las papas y mira a su alrededor... al ver el lugar desierto a esa hora se levanta de la silla para acercarse y robarle un beso al peliturquesa - te he echado mucho de menos...

 

Noa: Yo también... es difícil vernos últimamente... por eso de la feria de la ciencia que al gobierno se le ocurrió crear... todo para según ellos fomentar la competencia entre las empresas...

 

Mokuba: Menos mal que la tan mentada feria será dentro de dos semanas... créeme que no me agrada trabajar 18 horas diarias... no sé cómo mi hermano aguanta...

 

Noa: Nuestros hermanos dirás... a pesar de lo mucho que se odian son iguales...

 

Mokuba: Si nos escucharan nos matan - Se ríe - vine en la moto...

 

Noa: Eso significa que estás sólo - El pelinegro asiente - entonces vamos a nuestro lugar - Le toma de la mano y ambos salen de ahí...

 

Cortan camino por los jardines y se meten por un área restringida hasta llegar a un claro entre los árboles el cual está abandonado desde hace años... era un lugar sin utilidad aparente, pero en donde los dos habían encontrado la privacidad que tanto necesitaban para su relación...

 

Se sentaron en las raíces de un enorme árbol... Mokuba entre las piernas de Noa... mirando el cielo y abrazados, sintiendo el calor y la compañía del otro... besándose a ratos y contándose todo lo que les había ocurrido en esos días. Llevaban diferentes carreras y a pesar de haber ingresado al mismo tiempo tenían pocas clases juntos, un par de electivos y una clase de estudios generales... los horarios eran completamente diferentes... Mokuba se había inclinado por estudiar Informática Comercial mientras que Noa había escogido Administración. Pero eso no era excusa para verse y planear salidas sin que sus hermanos se dieran cuenta...

 

Había pasado un año desde que se conocieran... mismo en que su amor se había reforzado y anhelaban ser mayores de edad para ya no tener que seguirse ocultando por miedo a ser separados...

 

Vivir así era arriesgado para ambos... pero con amor cualquier barrera es derribable...

 

&&&

 

Terminó de teclear y analizar por ese día... el sol ya se había metido y el silencio del otro lado de las puertas de su oficina indicaba que ya todos se habían marchado. Era hora de irse a casa y descansar antes de volver al trabajo al día siguiente...

 

En ese momento del día siempre odiaba su cuerpo... el tener que desperdiciar tiempo en las necesidades mundanas como comer y dormir, si por el fuera no pararía nunca, pero sabía que eso no podía ser... además su hermano menor se preocupaba cuando descuidaba su salud...

 

Cerró su portátil y la puso en su portafolio metálico... se puso su largo abrigo y apagó las lucen antes de salir. Al llegar a la entrada ya le esperaban su limusina y su guardaespaldas... un joven que había crecido con ellos y llevado el mismo entrenamiento que él por Gozaburo, era un año mayor que él pero su carácter era más parecido al de su hermano menor...

 

Su nombre era Yami... mismo que parecía combinar a la perfección con sus exóticos cabellos tricolores y sus ojos rojos como rubíes...

 

Yami: Buenas noches señor Kaiba - Hizo una leve inclinación y abrió la puerta del vehículo...

 

Seto: A la mansión - se adentró no sin antes mirar a su alrededor - toma la ruta panorámica...

 

Los ojos del guardaespaldas se tornaron como los de una fiera en caza... miró a su alrededor sin mover la cabeza y notó un par de autos que NO deberían estar ahí. Se subió al frente y tomó el lugar del chofer... nadie era mejor que él para manejar y perder a gente "indeseada" que pretendía acercarse a su jefe...

 

La limusina partió con aparente normalidad... pero al comenzar a ser seguida su velocidad aumentó hasta perderse de vista por sus perseguidores...

 

&&&

 

Tenía dos semanas en ese trabajo y apenas comenzaba a acostumbrarse al crudo horario nocturno...

 

La música le hacía más pasadero el tiempo en ese solitario lugar... aunque la soledad no era buena compañera ya que le hacía rememorar eventos de su vida... algunos buenos, pero los más recientes no cabían dentro de esa categoría, al contrario, eran los más dolorosos de toda su existencia...

 

Pero no podía evitar recordar... después de todo eran esos recuerdos los que le mantenían de pie... ellos y el tesoro que lo esperaba en casa cada día...

 

Ambos le hacían permanecer vivo y luchar... viejos recuerdos, tan queridos como odiados...

 

& FLASH BACK &

 

Recibió una cachetada tan fuerte que lo tiró al piso... el frío suelo de la cocina le lastimó el brazo y la cadera haciéndole soltar un gemido de dolor...

 

- ¡NO ERES MÁS QUE UN PUTO BARATO!

 

Sus ojos mieles le miraron con miedo y rencor... sabía que tenía poco tiempo para levantarse y salir de ahí sino su padre lo molería a golpes...

 

- ¡NO ME IMPORTA CÓMO LO HAGAS!... ¡PERO QUIERO ESA COSA FUERA DE TU CUERPO!

 

- ¡No es una cosa! ¡Es un ser vivo!

 

- ¡No me importa Joseph! - Lo tomó del cuello del uniforme y le siseó frente a frente sintiendo el cuerpo del chico temblar como hoja - tienes dos días para sacártelo o sino yo mismo lo haré a punta de golpes... ¿Entendido?

 

Lo soltó y lo dejó en el piso de la cocina yéndose a la sala para seguir bebiendo... mientras que el joven de rubios cabellos se levantaba y subía a la segunda planta para meterse en su habitación, tomó su mochila y la vació metiendo en ella algo de ropa y una manta, después movió la cama para sacar una de las tablas del piso que estaba floja, bajo esta había una caja y una bolsa de color rojo...

 

Joey: Sabía que las cosas terminarían así - Tomó la caja para echarla en la mochila y sacó la bolsita abriéndola y sacando de ella un viejo reloj de bolsillo, era de oro con decoraciones en negro y con el diseño de un dragón en la tapa, una herencia de su abuelo y que su madre le diera antes de morir... la guardó nuevamente y la metió en la mochila...

 

Con las sábanas hizo una cuerda y después de colgarse la mochila en la espalda descendió con cuidado por ella para salir por el jardín trasero gracias a un hueco en la vieja malla de metal...

 

Ya un par de cuadras lejos pudo dejar de correr para caminar con más tranquilidad... llegó hasta un parque cercano en donde pudo observar con detenimiento a las parejas que caminaban de la mano, en especial a una en la que el materno acariciaba su abultado vientre junto con la mano de su pareja...

 

Inconscientemente se llevó la mano a su aún plano vientre y suspirando se dejó caer en una de las bancas de madera cercanas a un pequeño lago artificial...

 

Joey: Eiden - Se tocó el pecho en el cual había un lazo negro prendido por una gasilla en la solapa del saco de su uniforme...

 

Hacía apenas una semana que habían enterrado al que fuera su novio durante la secundaria y el primer año de preparatoria el cual nunca terminó... tenía apenas 17 años, uno más que él, pero cursaron juntos casi desde el jardín de niños. Tenía el cabello negro y los ojos verdes más hermosos del mundo... era alegre y sereno, fuerte y buen nadador...

 

Pero estaba enfermo... leucemia. Un mal que poco a poco le robaba parte de su ser y que terminó por consumirlo hacía apenas diez días... ahora ya no estaba y él tenía que aprender a vivir con ello. No se había arrepentido de entregarse a Eiden, después de todo lo amaba... de hecho planeaban escaparse de sus casas y casarse apenas terminaran la secundaria... sabían que la vida para ellos como pareja no iba a ser muy larga y querían aprovecharla al máximo... pero él no pudo cumplir con su parte... y le dejó un precioso regalo a cambio...

 

Un hijo... un ser por el cual lucharía y saldría adelante sin importar lo que tuviera que hacer...

 

& FIN DEL FLASH BACK &

 

Cuatro años han pasado desde que por causa de su padre Joseph Wheeler huyera de su hogar, aunque desde la muerte de su madre se ya no lo era... sino más bien un sitio en donde tenía que vivir para no estar totalmente en la calle. No le importaba tener que trabajar y recibir los golpes de su ebrio padre ya que tenía a Eiden para darle ánimos, juntos iban a escapar de sus maltrechas familias para iniciar una propia...

 

Pero las cosas no pudieron ser... la enfermedad le arrebató al único que había demostrado quererlo por ser quien era y no sólo por su belleza. Aunque no le dejó sólo, en un acto de amor entre ambos un ser comenzó a criarse dentro de su cuerpo... y por ese ser inocente y puro tenía que escapar... y así lo hizo...

 

De eso habían pasado más de cuatro años...

 

Ahora vivía en un pequeño departamento junto con su hijo Eiden de tres años y diez meses... un ángel de cabello negro y ojos verdes, igual a su amor. Compartía el lugar con un amigo de colegio que se llamaba Yugi... el chico de cabello tricolor había escapado con él para ayudarle...

 

Después de huir de su casa fue a la de Yugi que en ese momento vivía con su abuelo, se quedó ahí por un tiempo hasta que su padre comenzó a seguirle el rastro, tenía que irse sino su bebé aún sin nacer correría peligro de no llegar a ver la luz del mundo...

 

Así que Yugi decidió acompañarle... mudándose ambos a Ciudad Dominó, al principio la ayuda de Yugi iba a ser temporal, pero poco después de que su hijo naciera el abuelo de su amigo murió... así que el chico decidió quedarse...

 

Pero la vida no era sencilla para ambos... Yugi consiguió empleo de mesero en un prestigioso restaurante mientras que él tuvo que desempeñarse en varias cosas... desde cuidador de carros hasta niñera, esto último lo hacía muy bien. Pero su hijo necesitaba que ganara más... así que decidió tomar el turno de noche en una gasolinera, un trabajo algo peligroso pero de buena paga...

 

Esa noche en particular... Joey estaba tras la caja escuchando música en una pequeña radio cuando un chirrido de llantas casi le hace caer de la silla del susto. Un auto negro entró por la calle a toda velocidad deteniéndose apenas a tiempo y estacionándose para cargar gasolina, nada fuera de lo común ya que a esas horas los conductores manejaban como energúmenos... pero lo que si era extraño era el tipo de auto, una elegante limusina de las que nunca pasan por ese tipo de lugar... de seguro estaría extraviado...

 

Salió al ver que nadie del vehículo salía y al acercarse al mismo la puerta del conductor se abrió y vio salir a un hombre bastante apuesto, en especial por sus cabellos tricolores que se le hicieron muy conocidos... el joven se acercó y le sonrió de forma que lo hizo sonrojar...

 

Joey: ¿Puedo ayudarle en algo?

 

- ¿Cómo te llamas?

 

Joey: Joseph Wheeler... señor...

 

- Mucho gusto... yo me llamo Yami - Le da la mano - tal vez te suene extraño pero necesito de un lugar para ocultar la limo... ¿Tienes algo que me ayude?

 

Joey: Bueno - Eso era lo más extraño que le había pasado en la vida... pero la mirada del joven le daba confianza - el almacén... ahora está vacío y puedes meterlo ahí... siempre y cuando no sea que te lo robaste! - Le reclamó finalmente...

 

Yami abrió los ojos para luego reírse de forma clara y fresca...

 

Joey: Tome en cuenta el lugar en donde está señor Yami...

 

La puerta de la parte trasera de la limusina se abrió y sus ojos mieles se toparon con unos azules que le miraban fríamente... casi de inmediato sintió un escalofrío recorrerle toda la espalda...

 

Yami: Nos sería de gran ayuda Joseph...

 

Joey: Todos me llaman Joey - Desvió su vista de esa mirada para fijarla en las orbes color rubí del sonriente chico - abriré las puertas...

 

Yami: Gracias Joey - Camina hasta su jefe y después de conversar con él reingresan en el auto...

 

Joey toma las llaves y abre la puerta de la bodega para dejar que la limusina se esconda... luego la cierra apenas dejando abierto para que los ocupantes salgan, pero sólo el de ojos rubí lo hace...

 

Yami: Mi jefe es una persona importante y algunas personas nos siguen... estaremos aquí mientras llegan los refuerzos que mandé llamar... no hagas nada fuera de lo normal hasta que yo golpee las puertas tres veces...

 

Joey: Entiendo - Cierra cuando el ojirojo se esconde y pasa el candado... luego vuelve a su lugar para escuchar música como si nada hubiera pasado, pero internamente diciéndose que sería una buena anécdota para contar a su amigo...

 

Pero la paz no duró mucho en la gasolinera... unos minutos después tres 4X4 frenaron frente al local y una de ellas llegó hasta la toma de gasolina. Un Corpulento hombre vestido de negro y con lentes de sol, cosa que le pareció extraña dada la hora...

 

El rubio no tuvo que pensarlo mucho para saber que esos eran los tipos que seguían a Yami y al otro sujeto de mirada de témpano, tomó todo el aire que pudo y salió para recibirles como si fueran cualquier cliente de esa noche...

 

Joey: ¿Puedo servirles en algo?

 

- ¿Has visto una limusina negra pasar por aquí?

 

Joey: ¿Una limusina? - Puso su mejor cada de incrédulo - ese tipo de auto no viene por aquí... y créame que si hubiera visto una me acordaría...

 

- ¡Rayos! - Golpeó la bomba de gasolina y regresó al auto para consultar algo con el conductor, luego regresó - espero que no me estés mintiendo lindura - Lo sujetó del brazo fuertemente...

 

Joey: Auch! - Esa mano le lastimaba... pero el vivir años con su padre le enseñó a no amedrentarse ante simples amenazas - no sé que bicho le picó pero no le miento...

 

El hombre de cabello negro sonrió son soberbia soltando al chico evidentemente más chico que él, no era común ver esa valentía en alguien tan frágil a su parecer...

 

- Te creeré... ¡Nos vamos! - Se metió en el auto y salieron de ahí casi tan rápido como entraron...

 

En ese momento Joey sintió que el alma le volvía al cuerpo y podía respirar... le gustaba ayudar a la gente pero esa acción había sobrepasado su "medidor de caridad". Miró a la bodega antes de meterse de nuevo en su puesto, pero no llegó ya que otro par de autos ingresaron... sólo que estos iban conduciendo con calma y en las puertas se podían ver los logos de una de las corporaciones más importantes de esa ciudad...

 

Joey: "KC" - Pensó - "¿Qué hacen autos de esa compañía en-?" - Se golpeó la frente con la palma de la mano - pero que idiota - Mira de nuevo las puertas de la bodega - es obvio...

 

Escuchó los tres golpes y supo que ya podía abrir... así que se apresuró para correr las puertas y así dejar que el elegante auto saliera de su escondite...

 

&&&

 

En un pequeño y humilde apartamento... el joven Yugi estaba preparando algo de comer para cuando su amigo regresara de su trabajo. Estaba concentrado en cortar las verduras cuando una manita en su pantalón casi le hace rebanarse un dedo...

 

Yugi: ¡Eiden no me asustes así! - Dejó el cuchillo sobre la tabla de cortar y alzó al pequeño de cabello negro y ojos verdes - deberías estar dormido...

 

Eiden: Quiero a papi - Hizo un adorable puchero...

 

Yugi: Papá está trabajando... volverá tarde...

 

Eiden: ¿Poqué?

 

Yugi: Tiene que trabajar para poder mantenerte - Salen de la cocina y se meten en la única habitación en la que hay tres camas individuales y un armario frente e ellas - y tú deber es ser buen niño y dormir... mañana tienes que ir al maternal...

 

Eiden: Matenal!!!

 

Yugi: Si... y por eso tienes que descansar - Lo acuesta en la cama de en medio y lo arropa - mañana tu papá te llevará y estará contigo toooodo el día...

 

Eiden: Siii!!... yo duermo...

 

Yugi le sonrió y se puso a cantarle hasta que el pequeño volvió a quedarse dormido como una roca. Se le quedó mirando un poco más... recordando la odisea que era llevarlo a ese lugar cuatro días a la semana. Le encantaba ese lugar... ambos tenían problemas para sacarlo de ahí cuando era hora de regresar... pero no lo culpaba ya que en su departamento no tenía juguetes... sólo un oso de peluche con forma de perro labrados que le habían regalado cuando cumplió los tres años, mismo que el niño abrazaba posesivamente al dormir...

 

Criar a un niño era difícil... y más ahorrar para cuando tuvieran que gastar en su educación... pero lo hacían con esmero, no era su hijo, pero lo amaba como tal... después de todo Eiden y Joey eran toda la familia que ahora tenía...

 

Cuando su abuelo murió vendió la tienda y compro ese departamento... lo que sobró lo guardó en el banco... había que pensar en los estudios de Eiden, en el futuro de su ahijado. Salió del cuarto para volver a la cocina... tenía que preparar la comida del rubio antes de irse también a dormir... su turno comenzaba a las ocho de la mañana...

 

&&&

 

Yami: Gracias por la ayuda...

 

La limusina estaba rodeada de los autos de la compañía y el guardaespaldas era el único que se acercó la chico para agradecerle...

 

Joey: No es nada amigo...

 

Yami: Quisiera darte algo para compensar el mal rato... mi jefe...

 

Joey: No quiero nada - Dijo algo serio - no me gustan las limosnas... simplemente te hice el favor porque me caíste bien - Sonríe finalmente...

 

Yami: Como digas - Mira hacia los autos - tengo que irme...

 

Joey: Cuídate - Se dan la mano y el de cabello tricolor corre hasta la limusina y se mete por la misma puerta de donde vio salir al de ojos azules...

 

En pocos segundos todos los autos se habían marchado y todo quedaba nuevamente en silencio... miró su reloj y se dio cuenta de que era hora de que su reemplazo llegara, pero al perecer se había atrasado...

 

Joey: Vaya noche...

 

Se metió en la oficina y comenzó a guardar sus cosas... cada trabajador tenía sus llaves y él no podía darse el lujo de quedarse cada vez que alguien llegara tarde. Salió cerrando y el voltear su mochila calló al piso cuando alguien lo tomó de los hombros y lo estrelló contra la pared... tardó un poco en enfocar... pero al hacerlo pudo ver al tipo de cabello negro y unos furiosos ojos del mismo color... mirándole de una manera que le hizo quedar sin aliento... le dio terror verlo ahí en compañía de dos más...

 

- Me mentiste - Su voz era serena pero cargada de odio - y me las vas a pagar...

 

Cerró los ojos al ver el primer puño cerrarse sobre su humanidad...

 

&&&

 

Yami miraba a su serio jefe le cual parecía ido en el paisaje de la ventana... eso no era normal en él ya que usualmente estaría retándolo por descuidar la seguridad o algo por el estilo... pero estaba raramente callado...

 

Seto: ¿Aceptó el soborno?

 

Yami: ¿Eh?

 

Seto: No quiero que ese mocoso se vaya de la lengua...

 

Yami: En realidad no quiso que le diera nada - El CEO lo miró sin expresión en el rostro - me dijo que sólo nos ayudó porque le caí bien...

 

Seto: Ridículo...

 

Yami: Bueno... hay algunos que ayudan sólo por ayudar... creo que Joey es ese tipo de personas...

 

Seto: Regresa el auto...

 

Yami: ¿Qué?

 

Seto: Regrésalo...

 

Yami: No creo que vaya a hablar Kaiba...

 

Seto: No es eso...

 

Yami se queda unos momentos callado para luego ponerse en alerta... y tomando su celular les ordena a todos que regresen a la estación de gasolina...

 

&&&

 

Todo estaba en silencio cuando los autos de KC y la limusina regresaron... Yami salió del vehículo y se calmó al no ver nada... tal vez había malinterpretado a su jefe y este si pretendía asegurarse que el chico no hablara demás...

 

Pero el CEO salió tras él y mirando a su alrededor caminó hasta rodear las bombas y llegar hasta la bodega en la que se ocultaran... la empujó con una mano y al dejar entrar la luz de la calle vieron una cabellera rubia en e piso...

 

Yami: Oh no...

 

Seto: Cuando salíamos me pareció ver uno de los autos que nos perseguían... supongo que se desquitaron por ayudarnos...

 

Yami: ¡Llamen una ambulancia! - Gritó a sus hombres y luego se metió para revisar los signos del chico - está vivo... pero inconciente...

 

Seto: Quédate con el por el momento... infórmame lo que le pase - Le dijo como si nada de eso causara mayor emoción en él...

 

Dicho esto el CEO regresó a su limusina la cual partió junto con su comitiva cuando la ambulancia recién llegaba...

 

Yami sacó cargando al inconciente y muy golpeado rubio para ponerlo en la camilla... se sentía culpable por lo ocurrido al chico y no quería que nada malo le fuera a pasar... pero sus heridas parecían graves. Se habían ensañado con una persona inocente y eso era una de las cosas que más le molestaba...

 

Pero lo que no sabía era como esas acciones iban a repercutir en su vida y en la de todos los demás que estaban allegados a él... en especial para su frío jefe...

 

 

 

Continuará...............

 

 

Notas de Shizumi:

 

OHAYOU!!!!

 

Gracias a todas por su apoyo... en especial a: Sora Stara, AZTHAROT, Sayuki y Yaka7!!! Espero que el cap les haya gustado... sé que está muy corto pero no quería tardarme más en actualizar...

 

El fic va tomando forma... al principio no sabía como ubicarlo pero creo que se da a entender... no creo que el fic sea muy largo, pero siempre digo lo mismo n_nUUU

 

Creo que es todo por ahora...

 

Nos leemos pronto!!!!!!!!

 

 

SAYONARA!!!!!!!!!!!!!!

 

 


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