A la mañana siguiente todo parecía estar en completa tranquilidad y denotaba que seria un día muy hermoso, los rayos del sol que se colaban por la ventana fueron despertando al bello durmiente que con gran pesar entreabrió los ojos rojos e hinchados por tanto llorar la noche anterior, para observar en donde estaba, su rostro se torno triste al darse cuenta que se estaba en su propia habitación, después de todo había tenido la esperanza de que lo ocurrido el día anterior fuese una horrible pesadilla, pero no, no era así, se levanto perezosamente de la cama, le dolían mucho los ojos y la cabeza, en esos momentos no quería saber nada de nada, ni de nadie, empezó a buscar algo debajo de su almohada, sacando debajo de esta un objeto rectangular en color negro.
-¿Qué raro? Se supone que debía estar guardado en el buró- el objeto rectangular no era otro mas que su diario con una cinta de cuero alrededor y una gran cerradura dorada al frente, lo ojeo rápido, ese ya no lo ocupaba, había adquirido otro en color rojo que guardaba debajo de su almohada, ambos eran diarios, pero muy diferentes, el negro representaba su anterior yo, lo egoísta que era, sus caprichos, berrinches e incluso lo que pensaba de la gente pero por educación no decía o trataba de no decir, pero cuando el maou llego, acabo con las hojas que le restaban a su diario llenándolas con ofensas e insultos a Yuuri como: "lo debilucho que era, que su madre fuera humana, que le había arruinado la vida, que le resultaba una gran humillación estar comprometido con semejante idiota, etc.".Wólfram en ese instante se percato que lo que le había dicho Yuuri si lo había pensado, pero hace unos 2 años con su llegada al reino, se levanto rápido de la cama encajando todas las piezas.
-¿No será que Yuuri leyó mi diario por eso estaba tan molesto ayer?- pensaba -No, es imposible el jamás haría algo así, será un debilucho y todo lo demás, pero no un chismoso que hurga en las pertenencias ajenas, entonces ¿como se entero de todo lo que pensaba? Calma, calma - mientras se masajeaba las sienes con las yemas de los dedos para tranquilizarse y tratar de pensar mejor la situación- creo que será mejor que primero investigue, ya después veré que hago si realmente Yuuri leyó mi diario. - una vez hubo analizado los hechos se cambio y busco su otro diario que se encontraba todavía debajo de la almohada, lo reviso, pero no noto nada extraño, estaba bien cerrado, en ese momento pensó si hubiera sido mejor que Yuuri leyera el diario negro o el rojo, si hubiera leído el rojo solamente se hubiera enterado de lo locamente enamorado que estaba de él y muchas cursilerías mas -tal vez fue mejor que haya leído el negro y no el rojo- pensó sonrojándose en lo que le hubiera dicho si hubiera leído el rojo, bueno, aun no estaba seguro si realmente lo había leído, sin mas salio a buscar por el palacio alguien que le pudiera dar información acerca de lo que el maou estuvo haciendo el día anterior, primero fue con Gwendal, pero este le dijo no saber nada y que no le importaba lo que este hiciera pensó preguntarle a Günter pero su hermano le dijo que habían pasado todo el día juntos, pregunto a los criados, pero nadie le pudo decir nada, gasto gran parte de la mañana tratando de averiguar, pero ya estaba muy cansado y se marcho a su habitación a tomar una siesta, el abrir de la puerta de su alcoba lo despertó observando algo molesto a una de las chicas que hacia la limpieza.
-Lo siento mucho Wólfram-sama, no sabia que estaba aquí, regresare mas tarde a limpiar su cuarto, con permiso- hizo una reverencia para salir.
-Espera- dijo en un tono autoritario haciendo que la chica se detuviera.
-¿Se le ofrece algo Goshujin-sama?- pregunto cortésmente la chica
-Quiero que me contestes algo, ¿Tú limpias diario mi alcoba?-
-Etto...-la pregunta dejo desconcertada a la joven- hai
-¿Siempre vienes a esta hora?-
-Hai-
-¿De casualidad no encontraste alguien ayer aquí en mi cuarto?-la chica hizo memoria antes de contestarle al joven rubio.
-Hai, ayer justo cuando venia hacer la limpieza encontré al maou aquí algo alterado, parecía nervioso- contesto por fin la chica.
-¿En que parte de la habitación lo encontraste?- inquirió de nuevo el rubio, tal vez y con un poco de suerte podría confirmar sus sospechas.
-Justo cuando entraba me pareció ver que metía algo debajo de su almohada y estaba parado justo al lado de la cabecera, ahí del lado donde esta el buró... ¿Se le ofrece algo mas?-
-No, gracias- dijo el rubio para salir de su habitación en busca de Yuuri para encararlo, ahora si estaba más que seguro que había leído su diario, estaba muy molesto no había duda que cuando lo encontrara trataría de pedir y dar el también una explicación por el mal entendido que había, esperando también recuperar su compromiso.
Por otro lado, mas específicamente en la alcoba real, el joven rey comenzaba a despertar, recordando los acontecimientos anteriores, estaba realmente molesto, pero no fue buena la forma en la que se entero de lo que su prometido pensaba.
/ / / / / / / / / / Flash Back / / / / / / / / / /
Estaba realmente aburrido y no tenia mejor cosa que hacer que inspeccionar el castillo con calma, paso todo el día revisando cada cuarto que encontraba abierto (que no fueron muchos, para gran desesperación de este), cuando "casualmente" encontró una abierta, muy bien decorada, parecía una habitación demasiado "femenina", pensó que tal vez se tratase de la de Cheri-sama, pero cuando abrió el armario encontró un uniforme en color azul que sin duda alguna pertenecía al joven rubio, continuo hurgando entre las cosas, buscando encontrar algo que le mostrara que Wólfram no era tan fuerte como se decía, esperaba encontrar aunque fuese un muñeco de peluche de cuando era niño y con el que el rubio dormía antes de que él llegara, pero no encontró nada así, cansado de buscar se acostó en la cama, era muy suave y tenia impregnado el aroma del rubio, un fino aroma a rosas, tomo una de las tres almohadas entre sus brazos, mirándola detenidamente, era de color rosa, le recordaba en cierta forma el pijama del rubio, abrazo fuertemente la almohada, aspirando su delicioso aroma, exhalando de sus labios el nombre de: "Wólfram", le pareció muy extraño lo que acababa de ocurrir, además del sonrojo en sus mejillas y el sentir revolotear mariposas dentro de su estomago, soltó la almohada colocándola de nuevo en su lugar, observo de nuevo a su alrededor encontrándose con el buró al lado de la cama, abrió el cajón y de ahí extrajo lo que a simple vista parecía un libro en color negro, pero la hebilla que tenia al frente le hacia pensar en otra cosa -"Tal vez será... no, no creo...o sí...- tomo el libro con cuidado y lo reviso por todos lados, tratando de encontrar algo que concordara con respecto a una suposición que tenia, trato de abrirlo pero estaba muy bien cerrado, estuvo buen rato buscando la llave por toda la habitación pero no la encontró, se tiro de nuevo en la cama tratando de tranquilizarse, cuando sintió que algo comenzaba a lastimarle en el trasero, se levanto para buscar el objeto que le causaba dolor, topándose con una pequeña llave dorado que tenia forma de mariposa-"pero si es la llave del alhajero de mama"- recordando que antes de venir al reino mazoku, su madre le había pedido que la ayudara a buscar la llave de este, encontrándola en el estanque de los pececitos, se pregunto que hacia ahí, pero no le dio tiempo de entregarla a su madre por que fue traído a este mundo, ya que estaba aquí guardo la llave en el bolsillo de su pantalón, debió habérsele caído cuando se tumbo en la cama por primera vez-"Quizás... no creo que funcione, pero no pierdo nada con intentar"- se dijo así mismo y metió la llave en la cerradura del libro sorprendiéndose al darse cuenta de que la llave abría este, no pudo contener su curiosidad para saber que había dentro de este -"Lo sabia, era un diario"- festejaba interiormente, comenzó a leerlo, pero le pareció muy aburrido, no entendía nada, ni de quienes hablaba él rubio, estaba apunto de cerrarlo y dejar todo por la paz, cuando encontró una hoja en donde decía con grandes letras "Mi pesadilla", atraído por el titulo decidió continuar, en el encontró todo lo que el joven príncipe pensaba acerca de él, de su compromiso, etc. Dando por terminado el diario con puras cosas feas hacia su persona, en fuerte dolor cruzo por su pecho, decidió no darle importancia, tal vez seria el enojo, pero no se sentía enojado, mas bien estaba triste, y dolido, el muy tonto había pensado que Wólfram y el eran amigos, pero lo escrito ahí le decía todo lo contrario, trataría de tranquilizarse, ya hablaría de eso después con su "amigo", pero si le preguntaba de todo lo que se había enterado, Wólfram lo cuestionaría de "¿Cómo se entero de todo eso?", entonces llegaría la catástrofe, el rubio sacaría conclusiones y se daría cuenta de él leyó su diario, mientras pensaba en todas las posibilidades, no escucho que alguien se acercaba, dándose cuenta hasta el momento en que esa persona habría la puerta de la alcoba -"No, no puede ser, si es el me mata, ¿Qué hago?... ¡Ahhh!- gritaba interior mente, cuando por acto reflejo se puso de pie y metió el susodicho diario debajo de una de las almohadas, volteando a ver a la persona que en ese momento lo miraba con algo de asombro y desconcierto.
-Hola- fue todo lo que pudo articular por el gran nerviosismo que sentía ante la chica delante de él.
-Buenos días, su alteza- mientras hacia una reverencia - Yo solo venia a limpiar, disculpe si lo he molestado, con permiso - haciendo otra reverencia para salir de la habitación.
-No, no es molestia, de hecho yo ya me iba- y salio corriendo de la habitación -ojala no me haya visto, ah estuvo cerca -
/ / / / / / / / / / Fin del Flash Back / / / / / / / / / /
Ya era muy tarde y como Conrad no se encontraba en palacio no iría a realizar su entrenamiento matutino, paso otro rato recostado en su cama, pensando mucho las cosas y todas las cosas hirientes que le había dicho al rubio, ahora empezaba a remorderle la conciencia, se levanto y se vistió con sus típicas ropas negras, para dar un paseo por los jardines del palacio, estuvo dando un largo paseo observando detenidamente las flores, los pajaritos revoloteando en el cielo, los peces en un pequeño estanque, hasta que bajo de un árbol con una sombra muy agradable se encontró a Gisela sentada leyendo un libro, pensó en acercarse a platicar con ella, pero si Wólfram los veía juntos se molestaría mucho y entonces no podrían arreglar las cosas, decidió hacerse de la vista gorda, pero no contó con que Gisela lo había visto.
-Buenos días Yuuri-sama - saludaba cortésmente la chica mientras se ponía de pie y se acercaba al chico.
-Baka, baka, para que te detuviste, te hubieras ido- se decía mentalmente.
-Se encuentra bien su majestad, se ve un poco pálido -
-Estoy bien- mostrando una sonrisa falsa en su rostro- Buenos días Gisela-san
-No es cierto, lo conozco bastante bien como para saber que esa sonrisa es falsa, si se siente mal puedo revisarlo, pero si se trata de asuntos personales, no molestare para que me lo cuente, pero usted sabe que puede contar conmigo para lo que sea - mostrándole una calida sonrisa.
-Arigatou Gisela-san-
-¿No quiere acompañarme? - Mostrándole el lugar en donde momentos antes estaba sentada - Puedo escucharlo, claro si usted quiere.
-Hai- ambos se dirigieron al árbol y tomaron asiento uno al lado del otro algo juntos, Yuuri empezó a contarle todo su problema con lujo de detalles, para terminar mostrándole a la chica su gran arrepentimiento y una gran tristeza que asomaba por sus ojos-
-Ya veo- mostrando una pose muy pensativa, mientras Yuuri aguardaba impaciente el veredicto de la chica -
-¿Y bien, que debería hacer? - la chica guardo silencio unos momentos mas.
-La verdad...-
-Si, dime-
-No se- dijo mostrando la lengua y rascándose la cabeza con una mano por detrás en señal de que de verdad no sabia -
-¿Como que no sabes? ¿No que podía contar contigo para lo que sea? T-T-
-Lo siento mucho, lo dije por que pensé que no me contaría tan fácilmente lo que le pasa, si se hubiera tratado de algo como un malestar físico, una enfermedad, etc. Lo hubiera podido ayudar mejor-
-Pero se supone que eres mujer, deberías saber de estas cosas ¿no? -
-Lo que pasa es que no estoy muy relacionada con esos temas, lo mió es mas razonable, científico, además no he tenido tiempo para ese tipo de asuntos por que siempre estaba muy ocupada trabajando por las guerras tan seguidas que había entre los humanos y los mazoku y la gran cantidad de heridos que traían -
-Lo siento, lamento haberte dicho eso, debería estar agradecido por que me escuchaste y tratar de arreglar yo la situación - sin dejar de mostrar esa gran tristeza en su cara, la chica sintió la tristeza de este y recordó lo que su papa hacia para trata de animarla y hacerla sentir feliz.
-Ya vera que todo saldrá bien - dijo esto mientras se acercaba poco a poco a la cara del chico que ni siquiera se movió por la impresión, aceptando el beso suave y calido que la chica depositaba en sus labios, mientras un rubio de ojos verdes los veía a lo lejos, en su búsqueda de Yuuri por todo el castillo para tratar de arreglar las cosas fue a dar a ese lugar, mirando atónito la escena, al parecer Yuuri de verdad no le quería, el muy infeliz ya estaba con otra persona, sin ser consciente del gran dolor que le causaba.
-Veo que no te costo mucho conseguirte un reemplazo- dijo tranquilamente a la pareja con algo de sarcasmo y odio en cada una de las palabras, para asombro de la pareja que se separo al instante al escuchar aquella voz.
-No, es lo que crees -dijo el rey - deja que te explique
-Explicar ¿Qué?, no tienes por que darme explicaciones, después de todo tu y yo no somos NADA -lanzándoles una mirada fría y de desprecio a la pareja, sin mediar mas palabra se dio media vuelta y se fue del lugar tranquilo, ante la mirada dolida del chico moreno por la forma en la que lo había mirado.
-¿Por qué hiciste eso?- inquirió a la joven una vez el rubio se perdió de su vista.
-Yo... solo quería...ayudarlo - dijo algo temerosa ante la mirada enojada del maou.
-¿Ayudarme? Esa no es una forma de ayudar, ahora las cosas están peor- dijo ya un poco mas calmado, no sabia por que le daba tanta importancia al asunto del beso, o tal vez no era al beso si no por que él los había visto.
-Mi padre siempre hacia eso cuando yo era mas pequeña y me sentía triste y sola por la muerte de mamá - dijo explicándole sus razones el rey por lo que hizo - Lo siento mucho-
-Ya olvídalo no tiene importancia - dijo mostrando una sonrisa mas falsa que la anterior a la chica - ¿No tiene importancia? ¿De verdad no tiene importancia para mi? Si eso es verdad ¿entonces por que ahora me siento más culpable que antes? -