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¿Qué he hecho mal? por Aidi

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo!!

Siento muchísimo el retraso pero he tenido problemas con la conexión u_u... pero bueno mirando el lado positivo quí les dejo un capítulo más largo que los demás

 

Capítulo 10

 

 

 

Yuki llegó a su apartamento y se extrañó al no encontrar allí a Shuichi, eran ya las 5 de la tarde y a esa hora el muchacho ya se solía encontrar en casa. Como si hubiera sido un flash Yuki recordó la nota. ¿Se refería a tarde por la noche?¿qué tendría que hacer Shuichi que lo demoraría tanto?

El escritor volvió a dejar la nota sobre la mesa y se tumbó en el sofá suspirando ruidosamente y con el antebrazo sobre sus ojos mientras que con la otra mano tanteó sobre la mesa en busca del mando a distancia para encender la televisión.

Al principio no prestó atención a lo que decían, era un concurso que no había visto nunca antes, y tampoco le interesaba volver a ver. Cerró los ojos e intentó relajarse hasta que a sus oídos llegó un nombre conocido para él: Señor Seguchi.

Sin muchas ganas giró su cabeza y se quedó mirando la pantalla atónito ante lo que vio.

Allí estaba un reportero de informativos haciéndole preguntas a Touma, quién totalmente cubierto de ceniza contestaba con la mirada un poco perdida. Aquello alarmó un poco a Yuki y se sentó bien sobre el sofá para escuchar atentamente la entrevista.

 

-          Señor Seguchi, ¿saben ya lo qué ha pasado?

-          No estamos muy seguros...

-          Según fuentes policiales, se rumorea que pudo haber sido una venganza contra la NG Records, ¿usted cree eso?

-          No sé que pensar...puede haber sido cualquier cosa.

-          ¿Han encontrado ya a los desaparecidos?

A Yuki se le cogió un pellizco en el corazón al escuchar las palabras del entrevistador. ¿Qué demonios habría ocurrido en NG?

 

-          Es difícil saber con exactitud la gente que se encontraba en la discográfica en estos momentos.

-          Se rumorea que el grupo Bad Luck se encontraba en el momento de la explosión dentro del edificio ultimando el lanzamiento del próximo álbum, ¿podría confirmarlo?

¿Explosión?¿Qué explosión?...El pánico se apoderó de Yuki que lanzándose contra el teléfono lo descolgó y marcó apresuradamente el número de Shuichi.

"Este número está apagado o fuera de cobertura en éste momento, inténtelo más tarde o deje su mensaje".

Yuki se quedó escuchando la voz de aquella mujer que le decía que no podría hablar con Shuichi mientras el pánico se apoderó de él. Volvió a marcar lo que le parecieron mil veces con el mismo resultado en todas ellas, ese móvil no estaba disponible en ese momento.

Volvió a mirar al televisor horrorizado, estaban dando las imágenes del edificio donde antes estaba la discográfica más importante del país. Estaba totalmente en ruinas, algunas ventanas reventadas debido a la onda expansiva y miles de trozos de hormigón habían caído sobre la calle hiriendo a muchísima gente.

Volvió a coger el teléfono y marcó el número de Hiro, pero obtuvo igual resultado. Ya no sabía que hacer, no sabía si salir corriendo a buscar a su amante o quedarse allí esperando una llamada de quien fuera. Instintivamente marcó el número de Seguchi a quien vio echarse la mano a un bolsillo, mirar el móvil y cogerlo en directo.

-          ¡¿Dónde ésta?!-  preguntó desesperado el escritor.

-          No lo sé...

Seguchi se despidió del entrevistador con un cortante discúlpeme y se alejó de las cámaras, con lo cual Yuki dejó de verlo en pantalla.

 

-          ¡¡¿Qué coño ha pasado?!!

-          No lo sabemos... se cree que fue una explosión

-          Pero...pero...- A Yuki le tembló la voz y prefirió callar.

-          Eiri...tranquilízate

-          Shuichi es uno de los desaparecidos,¿verdad?

-          ...No se sabe nada del paradero de Shindo...al igual que de muchas otras personas...

-          ...

-          ...Eiri...

-          ...

-          ¡Eiri!

 

Seguchi lo único que escuchó a continuación fue la línea cortarse. Yuki había arrancado el teléfono de su lugar y lo había estrellado contra el suelo.

No sabía que hacer, ni a donde ir pero tampoco podía estar ahí quieto. Se sentía frustrado, la preocupación por Shuichi era tal que tenía ganas de romper a llorar pero el mismo miedo no se lo permitía hacerlo.

Lentamente se sentó en el sofá y apoyando sus brazos sobre las piernas enredó los dedos en su cabello y los apretó con desesperación.

No supo el tiempo que estuvo en aquella posición, en total silencio, pero empezó a notar que sus dedos le dolían así que levantó la cabeza y se recostó mirando al frente en algún punto imaginario en la pared. No tardo mucho en no volver a sentirse cómodo en aquella posición así que se levantó cogiendo el mando del televisor y accionó el botón para encender la pantalla.

Buscó desesperadamente navegando por los canales hasta que encontró uno de noticias 24h  donde estaban siguiendo el incidente en NG.

Volvió a sentarse en el sofá y contemplaba las imágenes que se sucedía de bomberos, policías y equipos de emergencias yendo de un lado a otro atendiendo a los heridos. Se mantuvo observando aquello largo rato, no quería verlo pero no podía apartar la vista del televisor. Estaba ansioso y sin darse apenas cuenta y sin saber muy bien como, estaba con su ya habitual vaso de whisky en la mano bebiendo sin parar copa tras copa.

La reportera que retransmitía los hechos hablaba sin parar, le estaba dando dolor de cabeza escuchar su voz chillona sin dar la información que le interesaba. El paradero de Shuichi.

Pareció que aquella mujer lo escuchó maldecir en su salón porque llevándose una mano a su oreja para apretar su pinganillo y escuchar mejor lo que le decían por el, comenzó a decir rápidamente.

 

"Señoras y señores televidentes, nos están informando que han encontrado a un miembro del grupo Bad Luck entre los escombros del tercer piso...

 

A Yuki se le hizo un nudo en la garganta mientras se ponía en pie temblando.

 

"... por lo visto se confirman las sospechas de que la banda se encontraba en el edificio...

 

-          Maldita sea...¡¡¿A quién cojones han encontrado?!!- le gritó a la televisión.

 

"...Sí...si...( decía mientras escuchaba lo que le decían por el auricular)...exacto...nos confirman que se trata del guitarrista del grupo Nakano Hiroshi...¡¡Allí lo vemos!!...

 

La reportera corrió hacia el cordón policial seguido por el cámara quien hábilmente enfocó como sacaban a Hiro del edificio en una camilla totalmente inmovilizado de pies a cabeza y con goteros y oxígeno puestos para en seguida meterlo en la ambulancia, la cual encendió sus luces y sus sirenas y partió a toda velocidad del lugar.

A Yuki se le cayó el mundo bajo sus pies, sí Nakano estaba ahí era bastante probable que Shuichi también lo estuviera.

No podía soportar pensar en ver a su pequeño en el estado en que Nakano salió del edificio y cogió el mando a distancia para apagar inmediatamente aquel aparato que desde que lo encendió sólo le había dado malas noticias, pero no pudo hacerlo. Su mano se negaba a accionar el botón de apagado y se quedó allí con cara de bobo escuchando como la reportera relataba la vida de Hiro como si el muchacho estuviese muerto. Aunque podría estarlo estaba pensando Yuki cuando reaccionó al ver a la reportera volver a correr hacia el cordón policial.

Cuando la cámara volvió a enfocar hacia la entrada su temor lo llevó al borde de las lágrimas. Allí saliendo inconsciente y con aspecto parecido al de Hiro  estaba K.

 

"...Creemos que ése que va ahí es el manager del grupo...Es probable que el resto de la banda se encontrara con ellos por lo que parece que van a realizar una búsqueda exhaustiva en busca de Shindo Shuichi, vocalista de Bad Luck y de Fujisaki Suguru, el teclista...les iremos informando de las novedades sobre la investigación en breves minutos."

 

La conexión pasó al estudio central y Yuki aun no asimilaba lo que acababa de escuchar, Shuichi, su pequeño podría estar atrapado entre miles de escombros y él no podía hacer nada.

Desde que pasó aquello con el cantante de ASK se prometió interiormente proteger a su pequeño para siempre, pero le había fallado, no había podido protegerlo de nada.

Yuki sintió como sus piernas temblaban y temiendo caer se sentó en el suelo del salón hundiendo su cara entre sus brazos apoyados en sus rodillas. Trataba desesperadamente de poner su mente en orden, de recuperar su respiración que tanto le estaba costando mantener y de despejar su mente abotargada por el alcohol ingerido.

Algo sacó al escritor derrumbado de sus oscuros pensamientos; su móvil estaba sonando a lo lejos, en su escritorio. Como accionado por un resorte Yuki se levantó y corrió hacia él cogiéndolo sin ni siquiera mirar quien llamaba.

 

-          ¡¡Mocoso!!

-          Eiri...soy yo...

-          Kei...- su voz sonó desesperada.

-          Me acabo de enterar de la noticia...¿sabes algo más?- la voz de Kei sonaba fría y preocupada, pero no por Shuichi sino por Yuki ya que sabía que ese hombre verdaderamente amaba al pequeño.

-          No...no...-

-          ¿Quieres que vaya a tu casa? No es bueno estar solo ahora...

-          No hace falta...estoy bien...- la voz de Yuki comenzaba a sonar más segura que hacía unos instantes.

-          ¿Estas seguro?

-          Sí.- sentenció en hombre.

-          De acuerdo, como quieras...si necesitas algo ya sabes don...

 

Yuki cortó la comunicación sin dejar terminar lo que Kei estaba diciendo. Le repateaba sentir la compasión en su voz. Ese hombre había conseguido cabrearle.

No tuvo tiempo de pensar mucho más puesto que el móvil volvió a sonar en su mano sobresaltándolo.

 

-          ¿ Diga?- preguntó algo más calmado.

-          Eiri...malas noticias.- el corazón de Yuki casi se colapsa al escuchar la voz de Touma diciendo aquello.

-          ¡¿Qué?!...¡Habla!

-          Han encontrado a Nakano y a K entre los escombros...se ve que la explosión no afectó al piso donde está...estaba... el estudio de Bad Luck...pero hubo un derrumbe y los pilló dentro...

-          ¡¿Y el mocoso?!

-          Aun no los han encontrado...- se escuchó como Seguchi tragaba saliva forzosamente.- Tanto Shindo como mi primo siguen desaparecidos al igual que Ryuichi.

-          ...

-          Debes tranquilizarte Eiri...

-          Tranquilizarme...-susurró más para si mismo...- Tranquilizarme...¿Cómo coño quieres que me tranquilice?, ¿eh?

-          Eiri...se que es un momento duro...pero no ayudas a Shindo preocupándote y haciéndote daño a ti mismo...

-          Touma...escúchame bien...- la voz el novelista sonó dura y fría con tono amenazante.- Quiero que encuentres al enano, ¡¿me escuchas?!

-          Pero...

-          ¡¡¡Encuéntralo!!!

-          ...Eiri...

 

Y la comunicación se cortó. Volvió al salón y apagando el televisor se tumbó bocabajo en el sofá a esperar que lo llamaran dándole la mala noticia.

 

 

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Pasó una hora en la que el rubio no movió ni un músculo hasta que su teléfono volvió a romper el silencio del lugar.

Con desgana lo cogió y vio que era Touma así que apresuradamente descolgó.

 

-          Eiri...tengo buenas noticias y malas noticias...

-          ¿Lo has encontrado?¿Está bien?- la voz del escritor sonaba ansiosa.

-          Escúchame...fui al hospital para ver como se encontraban los empleados afectados así como Nakano y K...Nakano sigue inconsciente pero K estaba despierto cuando llegué y me ha dicho que ni Shindo ni Suguru estaban en el estudio en ese momento...la mala noticia es que no se descarta la posibilidad de que estuvieran en el edificio...aunque la probabilidad ha disminuido a menos de la mitad.

-          ...

-          Eiri, ¿estás bien?

-          Sí...gracias...- y colgó.

 

Se sentía feliz, aun había posibilidad de que su pequeño se encontrara bajo los escombros, pero también la había de que eso no fuera así y aferrarse a la mínima esperanza era mejor que nada.

Yuki marcó apresurado el número de Shuichi...pero volvió a obtener el mismo resultado. Ese móvil estaba apagado o fuera de cobertura.

Cogió su abrigo y las llaves del coche y salió corriendo del apartamento.

 

-          Si no estás ahí debajo...voy a encontrarte...

 

Y diciendo esto el escritor salió del apartamento con cierto miedo de no encontrarlo.

 

 

 

 

 

 

 

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-          ¡¡Shuuuuiiiichiiiii na no daaaaa!!¿Te gustó?

-          ¡¡Síiii!!

-          Sabía que te gustaría

-          Sii, ¡¡gracias Sakuma!! Hacía mucho que no venia al cine.

-          ¡¡Tenía ganas de venir contigo Shuichi!!...-grito el cantante echándose encima del pequeño mientras que tras ellos se escuchó un murmullo.

-          ..y ¿por qué he tenido que venir yo?- Suguro andaba pesadamente tras los dos vocalistas con la cabeza gacha.

-          Suuuuguuuruuuu...- Ryuichi se lanzó también hacia el niño que con cara de fastidio se dejó hacer. Contra Ryuichi era mejor dejarlo hacer.- ...Tu cara me dijo que querías venir...- contestó feliz el hombre

-          Sí... claro...- y comenzó a caminar detrás de los dos escandalosos.

 

Ya llevaban un buen rato caminando sin rumbo fijo cuando Fujisaki decidió irse a casa y no perder más el tiempo, dejando a los muchachos solos.

Pararon en una heladería y tomaron helado mientras paseaban por el parque. Sakuma estaba que no cabía en sí de gozo disfrutando del helado y Shuichi no se quedaba atrás.

Cuando terminaron el helado.

 

-          ¡¡Shuichi!!...¿vienes a casa?- Los ojos de Sakuma parecían brillar con intensidad y Shuichi no pudo negarse provocando un fuerte grito de alegría en el hombre que alarmó a medio parque.

Salieron de allí antes de que alguien los reconociera ya que el grito de Ryuichi había causado que todas las miradas de la gente de los alrededores se fijaran en ellos.

No tardaron mucho en llegar al lujoso loft. Una vez dentro Ryuichi muy motivado puso videos de Nittle Grasper a petición del pequeño que lo miraba en ese momento con total admiración.

Ambos cantantes se sentaron en el sofá a disfrutar del concierto que dio Nittle Grasper como despedida antes de separarse años atrás.

Shuichi estaba totalmente emocionado, había visto ese video diez millones de veces y no se cansaba de hacerlo, y excitado le retransmitía a Ryuichi lo que el mismo hacía en el escenario como si la persona que estaba sentada a su lado no fuera la misma que la de la pantalla.

 

-          ¡¡Sakuma!! ¿Viste eso?...¡¡waaaa!!...Wow...increíble...¡¡Mira mira!!

-          Shuichi

-          ¡¡¡WooooW!!! Fantáaaaastico

-          Shuichi...

-          Dime Sakuma...-dijo el pequeño sin apartar la mirada de la pantalla.

 

Shuichi notó como Ryuichi se removía a su lado y al instante sintió el roce de la mano del cantante contra su cara obligándolo a girar la cabeza.

Cuando el pequeño encaró el rostro del vocalista se encontró con aquella mirada que tanto admiraba y tanto le asustaba a la vez.

Ryuichi acarició la mejilla del muchacho mientras miraba intensamente aquellos ojos que tanto le gustaban. Su mano fue deslizándose lentamente hasta la nuca de Shuichi y sujetándola con fuerza atrajo al pequeño hasta que sus labios quedaron a escasos milímetros.

Shuichi sentía el aliento del cantante sobre sus labios mientras sus ojos permanecían abiertos por el asombro clavados en los de Ryuichi.

El vocalista de Nittle Grasper tenía su vista posada en los labios de Shuichi y este notaba como en aquellos ojos se reflejaba deseo por devorarlos.

Shuichi no sabía como reaccionar ante aquello, era la segunda vez que se encontraba en esa situación, y él era su ídolo, su modelo a seguir, su dios; pero estaba enamorado de Yuki. El pequeño apretó fuertemente sus ojos y tragó saliva con dificultad.

 

-          Será mejor que vuelvas a casa...se está haciendo de noche...

 

Shuichi se estremeció levemente al notar el aliento y el leve roce de los labios de Ryuichi al susurrar aquellas palabras y abrió sus ojos sorprendidos y aliviados cuando el cantante liberó su agarre recostándose en el respaldo del sofá jugando aniñadamente con Kumagoro.

 

-          Sí...si, tienes razón...- Shuichi se levantó nervioso del sofá y giró una y otra vez sobre si mismo buscando su mochila. Pronto la divisó cerca de la puerta y se dirigió rápido hacia ella.

-          Sakuma...me marcho.-

 

El hombre se levantó corriendo con Kumagoro, pero no le dio tiempo a despedirse del muchacho ya que había salido corriendo de la casa. Ryuichi se quedó mirando a la puerta cerrada con una expresión entre sorprendida y triste mientras que en una mano sujetaba el peluche rosa se pasó la otra por el cabello susurrando el nombre del pequeño.

 

 

 

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Shuichi llegó al apartamento y entró apresuradamente sin hacer ruido para no molestar al rubio. Aun recordaba lo que había pasado la noche anterior y la tristeza volvió a invadirle.

Lentamente dejó su mochila al lado de la puerta y fue hacia la cocina a preparar algo de cenar. Al entrar se fijó en la hora que era: las 20:30.Se quedó en silencio mirando el reloj. ¿Yuki no saldría de su estudio? ¿Estará enfadado conmigo?...Esa mañana al salir pretendía ir con Hiro a tomar algo después del ensayo y le dejó una nota, ¿estaría enfado por eso?...

Todo esto pasaba por lo mente del pequeño mientras abría la nevera para mirar que había dentro. Comenzó a sacar algunos recipientes cuando escuchó un teléfono móvil sonar. Sín duda era el móvil de Yuki, era su melodía, el mismo Shuichi se encargó de cambiar aquel aburrido tono por uno que le pareció más agradable. Escuchó el sonido una y otra vez hasta que se cortó. ¿Por qué no cogía su teléfono?...El pequeño pensaba esto cuando volvió a escuchar el estridente sonido. Algo extrañado asomó la cabeza fuera de la cocina mirando en dirección al estudio del rubio para darse cuenta de que el sonido no venía del estudio de Yuki sino del salón.

El pequeño salió de la cocina siguiendo el sonido y encontró el móvil del rubio entre los cojines del sofá justo cuando se volvía a cortar la llamada. Miró la pantalla del aparato y se asombró de la cantidad de llamas perdidas que tenía el escritor, sin duda llevaba fuera toda la tarde sin su móvil para tener tal cantidad. Se vio tentado a mirar de quienes eran las llamadas pero se contuvo, no quería que Yuki se enfadara por meterse en sus cosas, a él tampoco le gustaría que el rubio se estuviera metiendo en quien lo llama o lo deja de llamar...

Allí parado al lado del sofá se encontraba cuando escuchó el sonido metálico de las llaves abriendo la cerradura del apartamento.

En el momento en el que vio al rubio entrar en el apartamento cabizbajo y empapado sintió un vuelco en el corazón y nervios en su estómago, a pesar de haberlo visto esa misma mañana dormido en el sofá sentía que había estado alejado de él por mucho tiempo.

Fuera llovía mares y Yuki no se había llevado su paraguas.

 

-          ¡¡Yuki!!- gritó el pequeño contento al verlo llegar y corrió hacia él.

 

El escritor se asustó enormemente al escuchar el grito de su pequeño dejando caer las llaves que aun tenía en la mano, pero la expresión de sorpresa dio paso a un ceño fruncido y unos  labios apretados de rabia.

Shuichi corrió tan feliz para abrazarse a su amante que no vio como Yuki levantaba su mano en alto para darle una sonora bofetada, tan fuerte, que hizo tambalearse al muchacho que quedó impactado, con la cara vuelta de un lado y con la respiración agitada.

 

-          ¡¡¿Dónde coño estabas imbécil?!!

-          ...- Shuichi estaba en shock, Yuki le había pegado. Lentamente llevó su mano a la mejilla golpeada notando que estaba caliente y le dolía al tacto.

-          ¡¡Te estoy haciendo una pregunta!!...¡¡¡Contesta maldito mocoso!!!- gritaba mientras cogió al pequeño por la sudadera con un puño y lo empujó contra la pared más cercana haciendo que el pequeño se quejara por el impacto. Yuki desprendía furia por cada poro de su piel.

 

El novelista zarandeó un par de veces a Shuichi exigiendo que contestara a su pregunta, pero el pequeño aun no comprendía lo que estaba pasando y mantenía la cabeza ladeada mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

 

-          ¡¡Llevo toda la puta tarde buscándote!!...¡¡¡Mírame cuando te hablo joder!!!- Yuki volvió a golpear contra la pared al pequeño.

 

Shuichi con los ojos inundados en lágrimas giró la cabeza lentamente y levantó la vista para encontrarse con el rostro encolerizado de su amante. Sollozó y parpadeó dejando escapar por fin las lágrimas que recorrieron las suaves mejillas del muchacho.

Yuki se encontró de frente con aquella mirada llena de terror y tristeza y dejando escapar un jadeo de sorpresa como si en ese momento hubiera sido consciente de lo que estaba haciendo, soltó a Shuichi y se quedó mirando sus manos con angustia.

El cantante estaba temblando de miedo, nunca había visto a Yuki tan enfadado y con la vista temblorosa se dejó resbalar por la pared hasta que quedó sentado en el suelo con las rodillas encogidas y su cabeza hundida en ellas mientras continuaba sollozando cada vez más fuerte.

El escritor no podía creer lo que acababa de hacer, se miró las manos y entre sus dedos vio como el cuerpo de Shuichi resbalaba por la pared para quedar acurrucado en el suelo llorando y temblando. De inmediato el rubio se arrodilló frente al cantante.

 

-          ...Shu...ichi...- la voz de falló mientras acercó una mano para rozar el brazo del pequeño.

-          ¡No me toque!- gritó Shuichi con voz quebrada mientras hacía un movimiento con su cuerpo para evitar el roce de la mano de Yuki.

 

A Eiri se le rompió el alma al escuchar aquellas palabras y le entraron ganas de romper a llorar.

Llevaba toda la tarde preocupado hasta más no poder por el enano y había salido a buscarlo cuando Touma le dijo que era probable que no se encontrara en NG y cuando por fin lo veía, le gritaba, lo amenazaba y le pegaba... No se perdonaría eso en lo que le restaba de vida.

 

-          Shuichi...- volvió a repetir con una voz algo más firme mientras volvió a acercar su mano, esta vez, a la cara del muchacho.

 

Shuichi hizo el ademán de  evitar el contacto, que no fue lo suficientemente rápido; Yuki ya había posado su mano suavemente sobre la mejilla que le había golpeado a su pequeño.

 

-          ¿Te duele?- susurró el novelista

 

No obtuvo respuesta, sólo una mirada asustada que rehuía la suya. Eiri se mordió el labio inferior viendo lo indefenso que parecía Shuichi en ese momento, parecía un niño perdido que sin esperarlo se había visto solo.

El escritor estaba a punto de hacer otro acercamiento cuando comenzó a sonar el móvil  de nuevo.

Shuichi dejó escapar una exclamación de miedo al notar como el teléfono del rubio sonaba y vibraba en su mano. No había soltado el aparato en todo ese tiempo.

Con la mirada clavada en el suelo y con una mano tembloroso le acercó el aparato a Yuki quien lo miró unos instantes con pena y lo tomo esperando coger asi la mano de Shuichi, pero el muchacho en cuanto Yuki rozó el teléfono, apartó rápidamente su extremidad para encogerla muy pegada a su propio cuerpo.

 

-          ¿Diga?

-          Eiri...buenas noticias, llevo rato intentando localizarte...

-          Me olvide el móvil...

-          ...He localizado a Suguru y me ha dicho que estuvieron en el cine con Ryuichi en el momento de la explosión y que por eso no contestaron a los móviles, los tenían apagados en la sala...

-          Shuichi ya está en casa...

-          Me alegro que estén bien... comunícale a Shindo lo sucedido y del estado de Hiro...y me encuentro en el hospital y Suguru viene hacia aquí.

-          De acuerdo...

 

Y colgó sin más metiéndose el teléfono en el bolsillo del pantalón y volviéndose hacia Shuichi, pero para su sorpresa el pequeño no estaba ahí.

 

-          Shuichi

-          ...

-          Vamos, Shuichi...- Yuki golpeaba suavemente la puerta del baño.

-          ...

-          Abre la puerta mocoso- dijo con una voz demasiado suave incluso para él.

-          Vete

-          ...Shuichi...- suspiró apoyando la frente contra la puerta.- ...No volverá a ocurrir...

-          ¿Y como lo sé?- Yuki escuchó las palabras de su amante vacilar por el llanto.

-          Porque te lo prometo ¿de acuerdo?

-          ................no te creo...

-          Shuichi, por Dios- Yuki suspiró ruidosamente, trataba de disculparse y el enano no le estaba poniendo las cosas fáciles.

-          ...

-          Sal de ahí, tengo que hablar contigo...

 

Al poco tiempo se oyó saltar el cierre de la puerta y ésta se abrió lentamente dejando visible la imagen de Shuichi.

Yuki tuvo que ahogar una exclamación cuando miró a su pequeño. Tenía los ojos enrojecidos e hinchados por el llanto y un alarmante moratón se empezaba a dejarse ver en su hinchada mejilla.

Al pequeño no le dio tiempo a reaccionar cuando se vio a Yuki encima de él. El escritor sin poder evitarlo abrazó fuertemente a su amante notando el ligero temblor que su cuerpo aun tenía.

-          Suéltame...- dijo Shuichi reaccionando e intentando quitarse al escritor de encima.

-          Shuichi escúchame.- la voz de Yuki sonó fría y Shuichi se estuvo quieto temiendo que si no obedecía volviera a pegarle.- Esta tarde hubo una explosión en NG...

-          ¡¡¿Qué?!!

-          Hiro y K están en el hospital...

 

Para Shuichi ése día se había convertido en una pesadilla. El pequeño se aferró con fuerza a Yuki y comenzó a llorar.

 

-          ¿Qué ha pasado?

-          Creen que fue una venganza contra la compañía...un artista rechazado supongo.

 

Shuichi aprovechando que Yuki aflojó el abrazo , se zafó de él y se dirigió hacia la puerta.

 

-          ¿Dónde vas?- el rubio siguió al cantante hasta la puerta y lo tomó del brazo antes de que éste saliera del apartamento.

-          ¡No me toques!- dijo inconcientemente soltándose del agarre del hombre. Shuichi frunció el ceño y miró al suelo incómodo.

-          Vamos...

 

Tras coger su abrigo, Yuki y Shuichi salieron dirección al hospital.

Durante todo el trayecto Yuki observaba a Shuichi, y no podía evitar echarle vistazos rápidos a su mejilla cada vez más hinchada. El niño iba totalmente en silencio mirando sus manos apoyadas en sus piernas.

Al llegar al hospital Shuichi bajó del coche rápidamente, sin esperar al escritor y lloviendo a raudales, se abrió paso entre los miles de periodistas que se congregaban a la entrada del hospital. Al ver al cantante todos se abalanzaron sobre el interesado para saber donde había estado mientras se le daba por desaparecido. No fueron pocos los que le preguntaron si el morado de su mejilla se debía al accidente, pero Shuichi no contestó ninguna pregunta e ingresó en el hospital y corrió hacia la recepción.

-          Por favor...¿La habitación de Nakano Hiroshi?

-          Un segundo...- la enfermera comenzó a mirar sus papeles- ...Si, habitación 707.

-          ¡Gracias!- gritó el pequeño mientras ya corría hacia su destino.

-          ¡¡Señor no corra!!

 

Shuichi llegó corriendo y paró frente a la habitación respirando con dificultad. La preocupación por su amigo lo estaba matando, pero tenía miedo de entrar y encontrarse algo horrible. Sin más vacilación puso su mano sobre el pomo de la puerta y lo giró lentamente abriendola un poco para asomar la cabeza mientras decía:

 

-          Permiso...¿se puee...?

 

La habitación estaba llena de gente. Alli estaban en dos camas K y Hiro y en la habitación se encontraban los padres y hermano de Hiro, Touma, Suguru, Ryuichi y Noriko.

-          ¡¡Shuichi!!Na no daaaa

-          Ryuichi no es momento de comportarse así, basta.- Noriko había sujetado al vuelo la chaqueta del cantante deteniendo su avance hacia Shuichi.

-          Shuichi...gracias a Dios no estabas allí- Hiro sonrió cansadamente a su amigo que corrió hasta su lado tomándole las manos de forma dramática.

-          Hiiiiiro...me he preocupado muuucho...me alegra que estéis biennn...- el cantante derramaba lágrimas mientras miraba al manager y a su amigo sucesivamente.

-          Shuichi...¿Qué te ha pasado?- preguntó Hiro sosteniendo la cabeza del pequeño entre sus manos y ladeándosela un poco para dejar a la vista el moratón que se le había formado en la mejilla.

-          Ahh, esto...jeje...bueno...ya me conoces...soy un desastres, tropecé en casa y me choqué contra una puerta jejejejeje...- dijo sonriendo ampliamente.

 

Hiro sabía que eso no era verdad, eran muchos años al lado de Shuichi como para tragarse esa mierda de excusa.

Ryuichi se quedó muy serio ante el comentario de Hiro. El tampoco se había tragado la excusa tonta del pequeño.

Hiroshi acercó a su amigo y le susurró al oido." La próxima vez...lo mato".

El cantante se estremeció ante aquellas palabras y fue incapaz de mantenerle la mirada.

 

Fue en ese preciso momento que entró en la habitación Yuki Eiri y en seguida se sintió fulminado por las miradas de Hiro y de Ryuichi.

El escritor se situó junto a Touma ingnorándo este hecho y permaneció en silencio observando como su pequeño charlaba con su mejor amigo sobre el incidente.

La hora de visita ya se había terminado y todos se dispusieron a salir.

 

-          ¿Puedo quedarme?- preguntó Shuichi casi suplicando a la enfermera.

-          Lo siento mucho...son normas del hospital...

 

Yuki observó al pequeño, ¿a caso tenía miedo de volver con él a casa?...ya le había prometido que no volvería a pasar, ¿por qué no le creía?

 

 

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El trayecto de vuelta hacia el apartamento fue igual de tenso que el de ida. Shuichi cabizbajo no pronunciaba palabra y cuando Yuki intentaba siquiera rozarlo, éste rechazaba el contacto.

Al llegar al apartamento Shuichi se metió en la ducha cerrando la puerta con el seguro y se dispuso a tomar una ducha mientras Yuki se servía un vaso de whisky y se sentaba en el sofá de la sala completamente en silencio escuchando el ruido de la ducha de fondo.

El rubio se sumergió en sus pensamientos sintiéndose totalmente despreciable, sucio, rastrero... fue el silencio el que lo sacó de sus conjeturas. Shuichi había terminado de ducharse y apareció por el salón con su pijama y una toalla en la cabeza dirigiéndose a la cocina. El novelista se levantó y se acercó hasta donde estaba Shuichi y se apoyó en el marco de la puerta en su habitual postura.

Observó como Shuichi se estaba preparando un sándwich durante unos minutos y  seguidamente, el rubio se acercó hasta la nevera. Cuando Shuichi notó la presencia del escritor en esa habitación su cuerpo se puso tensó y sus manos se apresuraron en acabar con lo que estaba haciendo para salir de ahí lo antes posible. No contó el muchacho con que Yuki lo detendría inmediatamente.

 

-          Ven...-dijo suavemente el novelista mientras con un trapo donde había colocado hielo del congelador lo colocó suavemente sobre la mejilla de un atemorizado Shuichi con el agarre inicial del rubio.

 

Eiri miraba tiernamente a los ojos de su pequeño intentando decirle que lo sentía muchísimo y que no volvería a pasar mientras su mano presionaba ligeramente el trapo contra la cara de Shuichi.

El cuerpo del pequeño poco a poco fue relajándose al mirar a los ojos del rubio. Shuichi esa vez podía leerlos como un libro abierto y los veía tristes y arrepentidos. Lentamente subió su mano hasta posarla sobre la del rubio retirando así tanto la mano como el trapo.

 

-          ...Gracias...ya no me duele...- dijo medio susurrando.

 

Yuki acarició la mejilla buena y acercó su cuerpo al del pequeño que ya había dejado de temblar cada vez que lo rozaba.

El escritor se atrevió un poco más y paso sus dos brazos por los hombros de Shuichi para así lentamente fundirse en un apretado abrazo con su niño hundiendo la cabeza en el hueco entre el cuello y el hombro del cantante, Shuichi había crecido mucho en todo ese tiempo pensó mientras notó como el vocalista posaba sus manos sobre su espalda.

Ahí permaneció un buen rato aspirando el aroma a jabón y a champú de Shuichi y no pudo evitar comenzar a besar lentamente el cuello del muchacho. El cantante dejó escapar un suspiro cuando notó la lengua de Yuki rozar con la sensible piel del cuello y ladeó la cabeza inconscientemente mientras se aferraba a la camisa del escritor.

Yuki había ascendido hasta el lóbulo de la oreja y lo lamió un momento antes de aprisionarlo entre sus dientes y darle un pequeño tirón para volver a lamerlo segundos después.

La respiración de Shuichi se iba poco a poco acelerando más mientras el rubio seguía besándole el cuello y recorría su espalda y sus caderas con sus manos. Eiri continuaba besando al pequeño en el cuello y comenzó a subir lentamente con besos cortos y

sensuales por su mandíbula, su mentón, sus labios.

Los labios de Shuichi quedaron aprisionados por los de Yuki en un beso lleno de necesidad. El pequeño abrió levemente su boca para dejar paso a la lengua ansiosa de Yuki, que invadió la cavidad con fuerza arrancando un gemido del vocalista.

Continuaron besándose sin descanso mientras las manos del rubio ya iban desabotonando la camisa del  pijama de Shuichi hasta que ésta desapareció de escena. Yuki apretó el cuerpo de su amante contra el suyo y dando pequeños pasos hacia delante condujo al pequeño hasta que éste topó con la mesa de la cocina en la cual se sentó con ayuda del rubio.

Shuichi pasó sus brazos alrededor del cuello del escritor mientras éste se arrimaba aun más al cuerpo del pequeño entrelazando sus manos a la espalda de su amante.

El cantante pasó sus piernas rodeando el cuerpo del rubio y sujetándose a él comenzó a besar el cuello del novelista, Yuki se inclinó hacia delante y recostó a Shuichi sobre la mesa de la cocina mientras los dos amantes se volvían a besar con ansia.

Rápidamente las manos del cantante comenzaron a desabrochar atropelladamente la camisa de Yuki mientras sus bocas se buscaban sin cesar, lentamente el novelista empezó a  descender dejando un suave rastro de besos hasta llegar al pecho del muchacho donde comenzó a pasar su lengua alrededor de la areola haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de Shuichi.

El pequeño enredó sus dedos entre los cabellos de Yuki mientras miraba hacia su pecho como el escritor lamía uno de sus pezones mientras sus dedos jugueteaban con el otro.

 

-          Yuki...por...favor...- susurró Shuichi echando hacia atrás su cabeza cuando el rubio mordió su pequeño pezón.

-          Shuichi.- susurró suavemente Yuki erizando la piel del niño.

 

Con hambre del pequeño, el escritor se separó de él comenzando a bajar el molesto pantalón quitándoselo por completo y dejando libre la erección que ya padecía.

Yuki sonrió mirando al cantante  y tomó con suavidad el miembro del muchacho y haciendo que éste soltara un quejido placentero comenzó a acariciarlo lentamente con una mano mientras la otra vagaba por el pecho y abdomen de Shuichi.

El muchacho movía su cadera a la vez que Yuki lo masturbaba. La respiración de Shuichi estaba ya descontrolada al igual que la de Eiri, la excitación que el rubio sentía al ver al cantante en aquel estado no tenía comparación con nada. Mataría por tenerlo así toda la vida. Al pensar eso, Yuki se detuvo sorprendido con su propio pensamiento de querer pasar toda la vida junto a Shuichi y ver siempre su cara así; eso quería decir que realmente estaba enamorado hasta el tuétano del niño, no era sólo una necesidad física lo que le ataba a él, lo quería.

Al autoconfesarse el amor por Shuichi el corazón de Yuki dio un vuelco dándose cuenta de que todo lo que había hecho era porque estaba enamorado, sus preocupaciones cuando el mocoso llegaba tarde, sus celos enfermizos a que otras personas se le acercaran y comprendió ese sentimiento de ahogo que sentía de vez en cuando. Era miedo, puro y duro miedo a que su pequeño lo abandonara...Amor...eso era lo que sentía...

El había dedicado su vida a no volver a sentir lo que esa palabra significaba, pero se sentía estúpido al no haberse dado cuenta de que eso era amor de verdad.

 

-          ...¿Yuki?...- la voz del cantante sacó de sus pensamientos al rubio, que fijó su mirada en aquellos ojos volviendo a darle un vuelco el corazón al contemplarlos.

 

Shuichi hizo ademán de volver a hablar pero la lengua del rubio se introdujo con prisas dentro de su boca comenzando un beso desesperado y hambriento que casi los dejó sin aire.

Yuki desabrochó sus pantalones y sacó su miembro, dolorido por su prisión, con una mano mientras que con la otra lamía sus dedos sin quitar la vista de aquellos ojos que lo miraban entrecerrados por el placer y el deseo.

El novelista empezó a masturbarse rápidamente mientras lamía sus dedos con lujuria durante unos segundos, para en seguida llevarlos a la entrada de Shuichi quien se mordió su labio inferior al notar la intrusión de los dedos de su amante.

Yuki dilataba rápido y suavemente la estrecha entrada mientras Shuichi arqueaba su espalda gimiendo hasta que tuvo que taparse la boca para no gritar cuando noto como el miembro de Yuki se introducía despacio en él.

El escritor no se detuvo hasta que todo su pene se encontraba dentro del interior de Shuichi y así permaneció unos momentos antes de echar su cuerpo hacia delante para quedar tumbado sobre el de Shuichi encima de aquella mesa. Sus manos pasaron por debajo de los hombros del pequeño aferrándose con fuerza,  y apoyó su cabeza en no de ellos.

-...Te quiero...- susurró al oído de Shuichi justo antes de empezar a mover las caderas comenzando a embestir al muchacho suavemente.

Shuichi se había sorprendido tanto que ni notó como el rubio se empezaba a mover encima de él, saliendo y entrando en su interior.

Sus ojos se humedecieron y con fuerza se abrazó al rubio como cuando un niño asustado abraza a su padre que ha ido a consolarlo.

 

-...yo también te quiero Yuki...- y comenzó a llorar en silencio hundiendo la cabeza en el cuello del hombre que había empezado a moverse a mayor velocidad.

Hacía muchísimo tiempo que deseaba decir que el también lo amaba y no ser siempre él quien lo decía.

Las arremetidas de Eiri se hicieron más rápidas  hasta que escuchó en su oído como Shuichi jadeaba roncamente y sintió algo caliente en su abdomen. Shuichi se había corrido rápidamente y escuchándolo suspirar, gemir y murmurar palabras inteligibles, continuó durante unos segundos más hasta que el también se corrió apretando con fuerza el cuerpo de Shuichi contra el suyo.

La cabeza del rubio descansó sobre el hombro de Shuichi mientras éste lo abrazaba con muchísima fuerza. Yuki movió sus caderas hacia atrás y salió de dentro del pequeño con dificultad ya que éste estaba aferrado a él y no tenía aparente intención de soltarlo, Justo cuando salió del interior del niño, Shuichi volvió a rodear con sus piernas la cintura del escritor que permaneció quieto sobre él encima de la mesa.

 

-          Shuichi...suéltame...- tuvo que decir Yuki cuando pasaron más de 5 minutos y el pequeño no lo dejaba moverse.

-          No quiero

-          Pero...¿Shuichi?

-          No, no, no...quiero estar así para siempre...- y Yuki lo escuchó sollozar y sonrió dejando escapar el aire por su nariz.

-          Está bien- le susurró al oído

 

Yuki pasó un brazo por detrás de la cabeza de Shuichi y el otro por detrás de su cintura y sujetándolo con fuerza y con un esfuerzo sobrehumano debido al cansancio del coito, se irguió con Shuichi enganchado a su cuerpo como una enredadera y salió de la cocina dirección al dormitorio.

Una vez allí se sentó al borde de la cama y se tumbó sobre ella de espaldas con Shuichi tumbado a horcajadas sobre él.

Pasaron un buen rato en silencio y Yuki comenzó a acariciar el cabello de Shuichi disfrutando del  aroma del cuerpo del otro mezclado con el olor del sexo.

El cantante levantó la cabeza al rato de dejar de sentir las caricias del rubio para mirar si Yuki se había quedado dormido ya que notaba como su respiración era constante y regular y se sorprendió al ver aquellos ojos que adoraba mirándolo fijamente y se sonrojó como un tonto provocando una sonrisa en el escritor quien levantó una mano para acariciarle una mejilla.

Cuando la mano de Yuki se posó sobre su mejilla, Shuichi hizo una pequeña mueca de dolor y el escritor con mirada preocupada separó al instante la mano. La había posado sobre la parte lastimada sin darse cuenta.

Shuichi sonrió tímidamente y con su mano cogió la del rubio y volvió a posarla sobre la mejilla.

 

-          Tranquilo...ya no me duele nada...

-          Shuichi...yo...

-          Shh...sé que estabas preocupado...dijo volviendo a hundir su cabeza en el pecho del escritor.

-          No estaba preocupado.

-          Yuuuuki... ¿por qué tienes que decir eso ahora?- dijo levantándose totalmente y quedando sentado sobre las caderas del rubio mirándolo con molestia.

 

El escritor le irguió acercándose al muchacho con el entrecejo fruncido.

 

-          Estaba asustado Shuichi, por eso al verte feliz en el salón mi preocupaciónn me desbordó y...

 

El rubio no pudo continuar ya que Shuichi se había lanzado contra él besándolo y haciéndole caer hacia atrás.

 

-          Te quiero, te quiero, te quiero- el pequeño besaba y hablaba a la vez.

-          Bueno, basta...- dijo sonriendo abiertamente

 

Y el pequeño se hizo a un lado liberando por fin a Yuki de su agarre y se acurrucó junto a él cansado. El escritor pasó su brazo bajo la cabeza de su amante y lo abrazó contra su cuerpo depositando un beso en la frente del  niño el cual hizo sonreír al muchacho ya más dormido que despierto.

 

 

Tras un rato, ambos hombres se quedaron dormidos abrazados.

 

 

 

 

 

 

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

Siento mucho esta porquería de capítulo U_U pero no se me ocurría nada. Mis musas queridas me han dejado en la estacada esta semana.

Se que lo de esa explosión no pintaba nada pero fue lo más decente que pude escribir sin que resultara patético...

 

En fin, sinto haber hecho que leais ese bodrio, al menos espero que la parte final si os haya gustado.

 

Besitos 


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