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¿Qué he hecho mal? por Aidi

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Notas del capitulo: Nuevo capiiiitulo ^^

Capítulo 12

 

 

 

-Pasa- dijo Sakuma tras abrir la puerta del apartamento y entrar en él encendiendo las luces. Cuando llegó al salón notó que Shuichi no lo seguía y se giró para comprobar que el pequeño seguía en la puerta abrazándose a sí mismo y sin parar de derramar lágrimas silenciosamente.

Soltando un suspiro de resignación y con una sonrisa triste se acercó a Shuichi y le pasó un brazo por los hombros haciendo reaccionar al pequeño, quién tras el susto inicial, alzó la cabeza para mirar aquellos ojos azules fijos en los suyos.

 

-...Vamos...- y haciendo una ligera presión hacia delante sobre el cuerpo de Shuichi, obligó al muchacho a avanzar y finalmente ambos entraron dentro de la casa.

 

Ryuichi lo condujo sin soltarlo hasta el sofá donde también tuvo que ayudarlo a sentarse. El muchacho parecía haber perdido la voluntad y eso tenía muy preocupado al cantante.

Sin decir palabra salió del salón y se dirigió al baño donde abrió con rabia los grifos de la bañera mientras él, sentado en el borde esperaba a que ésta se llenara.

¿Qué cojones le has hecho para dejarlo así?

Al poco tiempo la bañera estuvo completamente llena de agua y espuma, que dejaba en el aire un embriagador olor a limpio. Sakuma salió del baño y al llegar al salón vio con ojos tristes que el pequeño no se había movido ni un centímetro de donde él lo había dejado hacía un rato.

 

- Shuichi...-y volvió a poner una mano sobre el hombro del muchacho que no lo miró.- Te he preparado un baño...vamos- lo levantó y condujo a su amigo hacia el baño.

-...-

-...Voy a preparar algo de cenar...ahí tienes las toallas y esa ropa limpia...-

 

Ryuichi miró una última vez hacia el pequeño y cerró la puerta. En todo ese tiempo no había hecho una broma, ni había lloriqueado de forma infantil, ni había exigido la atención de Shuichi como un niño, pero ahora vio a Kumagoro en el salón y contento lo cogió y se dirigió a la cocina.

 

-          ¡¡Kuma-cha!! Vamos a preparar una buena cena para Shuichi, ¿vale?

 

Ryuichi ya llevaba rato en la cocina, la cena ya estaba casi preparada y le pareció raro que Shuichi no saliera del baño. Terminó de colocar los platos sobre la mesa y un poco preocupado fue hacia el baño y toco un par de veces la puerta.

 

-          ¿Shuichi?- No hubo respuesta.- Shuichi,¿estás bien?...-Nada- ¡Shuichi!

 

Finalmente tomó el pomo de la puerta y la abrió rápido preocupado por el cantante, pero se detuvo al instante y una enorme pena le invadió de pronto.

Shuichi no se había metido siquiera en la bañera; estaba acurrucado en el suelo entre el lavabo y el retrete, apoyado en la pared y abrazando sus piernas encogidas contra su pecho mientras lloraba y lloraba sin parar.

El mayor se acercó lentamente sintiendo como sus ojos le ardían al borde del llanto, pero no, no podía llorar, no lo haría porque Shuichi ahora mismo necesitaba a alguien fuerte a su lado para calmarlo y no alguien que llorara junto a él.

Se aproximó y se arrodilló frente al cantante.

 

-...Shuichi...basta por favor...-

 

Lo tomó por los brazos y lo levanto con dificultad. El muchacho tenía el cuerpo muerto, parecía un muñeco de trapo y cada minuto que pasaba parecía hundirse en si mismo.

 

-          Shuichi...debes tomarte un baño y calmarte...

 

Volvió a no obtener respuesta del muchacho y acariciando levemente su cabeza llevó sus manos al pecho del cantante y desabrochó lentamente los primeros botones de su camiseta para después cogerla por el borde de abajo con ambas manos y tirar de ella hacia arriba para sacarla a través de la cabeza y brazos de Shuichi dejando su torso desnudo.

El pequeño parecía ausente mientras sus lágrimas caían y se dejaba hacer sin oponer resistencia ninguna.

Ryuichi se agachó frente al pequeño y tomando una de sus piernas, la levantó levemente y le sacó un zapato y el calcetín; acción que repitió con el otro pie dejando descalzo al niño. Aun agachado pero erguido le quitó lentamente el cinturón mientras echaba pequeñas miradas hacia arriba para encontrarse con la mirada perdida y enrojecida de su amigo.

Tras unos momentos, Shuichi se encontraba totalmente desnudo frente a Ryuichi que disimuladamente inspeccionó el cuerpo del pequeño en busca de algún golpe. No se fiaba ni un pelo del escritor y temía que le hubiera vuelto a pegar y a echarlo de casa, pero para su alivio el cuerpo de Shuichi no parecía tener ningún tipo de golpe o arañazo.

Volviendo a tomar al muchacho por los hombros los llevó hasta la bañera y lo ayudó a introducirse en  ella, gracias a Dios el agua seguía caliente.

Ryuichi tomó la esponja y echando un poco de gel comenzó a enjabonar al pequeño sin perder de vista su expresión. Por primera vez desde que conoció al pequeño, sus ojos no mostraron deseo o lujuria por el niño, lo que mostraban era amor, el amor que pueden tenerse dos hermanos, un padre y un  hijo, dos amigos. Cogió el brazo del niño y esto parece que lo hizo reaccionar, miró al mayor durante unos segundos y el color de sus mejillas se tornó rojo haciendo que la vergüenza se viera reflejada. Shuichi desvió la mirada y Sakuma sonrió al ver que al menos ya no lloraba.

 

-          ...Gra...gracias-

-          No tienes que agradecer nada...

-          Saldré en cinco minutos

-          Ok...la cena está lista...voy a calentarla.

 

Ryuichi salió del baño y volviendo al comedor cogió los platos fríos y los calentó para devolverlos a la mesa justo cuando Shuichi aparecía cabizbajo por el pasillo.

 

-          Siéntate... ¡¡Kumagoro comerá con nosotros!!- la loca personalidad atrapada en la niñez se hizo presente haciendo sonreír levemente al pequeño para alegría de Ryuichi.

 

Durante la cena Ryuichi no paraba de hablar y hablar y mantenía una conversación a medias con Kumagoro pero Shuichi apenas probaba bocado ni levantaba la vista, aunque alguna que otra vez si miraba a su ídolo con una pequeña sonrisa en los labios.

 

-          Gracias por la cena...Sakuma...

-          Ryuichi- Miró intensamente al pequeño que asintió.

-          Gracias...Ryuichi...estaba muy bueno.

-          Pero...pero...- con carita de niño bueno- si Shuichi no ha comido casi nada.

-          Bueno... no es porque no estuviera bueno de verdad...- decía apenado el muchacho- ...es que...no tengo mucha hambre...gracias.

 

Y se levantó recogiendo su plato de la mesa ante la seria mirada del mayor.

 

-          Déjalo...yo lo hago...tu ve a sentarte, si quieres puede poner la televisión...como en tu casa Shuichi...

-          Gra...gracias.

 

Ryuichi prácticamente había arrebatado los platos de las manos del menor y había entrado en la cocina. Cuando salió de ella con todo ya recogido se encontró a Shuichi de la misma forma que se lo había encontrado en el baño, pero ésta vez sobre el sofá y no pudo resistirse a preguntar.

 

-          Shuichi...- dijo suavemente mientras se sentaba a su lado con la cabeza ladeada para buscar aquella mirada perdida nuevamente.- ¿Qué ha pasado?

 

Shuichi no contestó simplemente hundió su cara entre sus rodillas y comenzó a llorar de nuevo. Ryuichi ante aquello pasó su brazo por detrás del muchacho y comenzó a acariciarle el pelo en un gesto consolador.

 

-          ¿Te ha vuelto a echar?- Shuichi negó levemente con la cabeza- Entonces...¿Qué te ha hecho?

 

Shuichi no respondió y Sakuma estaba empezando a sentir rabia y odio verdadero hacia el rubio por hacer sufrir de aquella manera a Shuichi.

Tras unos minutos de silencio absoluto.

 

-          ...me ha engañado...- susurró con voz quebrada

-          ¿Qué?

-          Cuando llegue a casa...él...él... estaba...él estaba con otro...- y volvió a romper a llorar ante la atónita mirada del cantante.

-          Se suponía que era su amigo...- decía entre sollozos- ...que tonto...que tonto...¡¿cómo no me di cuenta?!- mientras dijo esto último levantó su rostro para mirar a Ryuichi que lo observaba serio y atento a su historia.

-          Tu no eres un tonto Shuichi...no tenías manera de averiguarlo...

-          ¿Qué he hecho mal?¿Qué?...

-          ¡No es tu culpa Shuichi!

-          ¿Acaso no le he querido lo suficiente?...¿No hice todo lo que me pedía?...¿Es qué nunca me ha querido ni un poquito?- el llanto angustioso volvió a aparecer.

 

Ryuichi no sabía como reaccionar ante aquello, simplemente se quedó alli apretando con fuerza el hombro de Shuichi que tras unos minutos volvió a calmarse lo suficiente como para volver a tomar la palabra.

 

-          ¿Por qué si no me quería nunca me lo dijo?...

 

Ryuichi no pudo soportarlo más, tenía deseos de matar al escritor por su traición y lleno de furia abrazó al pequeño que temblaba en sus brazos a causa del llanto. Transcurridos unos minutos los que a ambos le parecieron horas Ryuichi acarició con sus manos las mejillas del pequeño limpiando sus lágrimas y le levantó la cara lentamente para mirarlo a los ojos.

Aquellos ojos siempre llenos de alegría ahora estaban enrojecidos y vacíos, reflejo del corazón hecho añicos que había dejado Yuki Eiri.

El cantante de Nittle Grasper acercó inconscientemente su cara a la de Shuichi y en los ojos del más joven apareció un brillo de temor. Si Ryuichi lo besaba no sabría que hacer...no sabría como reaccionar ante aquello en ese momento...no sabría negarse. Ryuichi se acercó tanto a él que notaba la respiración de Shuichi agitada.

 

-          ...Tranquilo...- dijo sonriendo dulcemente antes de depositar un tierno beso en la frente del pequeño para después pasar sus brazos por el cuello del pequeño y volver a abrazarlo con fuerza hundiendo su cabeza sobre el hombro del muchacho.

 

Así permanecieron hasta que Ryuichi comenzó a notar como la respiración del cantante se hacía más errática y regular, el mayor ladeó su cabeza buscando encontrar el rostro de Shuichi, y una sonrisa se dibujó en sus labios cuando comprobó que efectivamente el pequeño, después de ese llanto tan agotador, había caído rendido de sueño y tratando de no despertarlo, lo sujetó fuertemente entre sus brazos y lo llevó al dormitorio, donde lo depositó sobre la cama tapándolo con las mantas.

Antes de salir de aquella habitación, echó un último vistazo a Shuichi, deseando que todo el dolor de su corazón desapareciera por arte de magia para volver a ver su sonrisa y volver a jugar con él y con Kumagoro, Esto pensaba el cantante mientras se echaba sobre el sofá y se tapaba con una manta para caer dormido abrazando a Kumagoro con fuerza.

 

 

 

 

 

 

 

 

Keiji acababa de salir del apartamento y él escuchó cerrarse la puerta de golpe desde la cocina donde caminaba como un león enjaulado. Estaba nervioso, sentía que sus ojos le escocían amenazando un llanto que no quería derramar, su orgullo no se lo permitiría; pero su orgullo de derrumbó como las fichas de un dominó y sentándose en una de las sillas de la cocina hundió su cabeza entre sus brazos apoyados en la mesa y lloró...lloró como no lo había hecho en mucho tiempo, lloró desde el dolor de su corazón.

¿Por qué?¿Por qué había llegado hasta esa situación?¿Tan débil era?¿Por qué había terminado otra vez con ese infeliz en la cama sí estaba dispuesto a dejar claro que elegía a Shuichi?¿Por qué?

 

 

 

FLASH BACK

 

 

 

El novelista bajó sus manos hasta el trasero de Kei y asiéndolo con fuerza se levantó con cierta dificultad del sofá. Sin duda Keiji pesaba más que Shuichi pensaba el rubio cuando la risa del hombre lo sacó de ellos. Yuki sonrió y besando con impaciencia a Kei se dirigió a la habitación donde aun casi podía percibirse el olor de Shuichi entre las sábanas revueltas.

Yuki bajó a Keiji cuando entraron en la habitación, y dándole la espalda cerró la puerta y se quedó contemplándola unos instantes hasta que notó el fuerte abrazo del hombre a sus espaldas.

 

-          Te quiero.- susurró sensualmente al oído del rubio que giró la cabeza para mirarlo enfadado.

-          Pero...¿qué dices?

 

Kei comenzó a desnudar al rubio lentamente y a desnudarse él mismo mientras Yuki apoyado contra la puerta lo miraba sin poner resistencia a sus movimientos.

¿Por qué no hago nada para detenerlo?

El moreno se arrodilló frente al escritor y bajó rápidamente sus pantalones de pijama y su ropa interior dejando a la vista una semi erección que él se encargaría de completar, y sin más preámbulos se introdujo el pene de Yuki en la boca lamiendo con ganas cada centímetro de la extremidad.

El escritor sólo cerró los ojos y comenzó a respirar agitadamente disfrutando de aquel roce. Tras un buen rato donde los gemidos de Kei haciéndole sexo oral habían encendido al rubio, el moreno cesó en su mamada y se levantó para besarlo con furia.

 

-...¿Me quieres?- preguntó mirando dulcemente a Yuki que a su vez lo miraba sorprendido y molesto.

- No.- respondió de forma rotunda y cortante-

 

Kei bajó la mirada claramente  triste por la respuesta del rubio, pero al instante se separó de él y lo miró enfadado.

 

-          ¿Y qué se supone que tengo que hacer?...¡¿eh?!...Tengo que menear el culo como ese crío de mierda para que me tengas en cuenta?

-          ¡¡Eh!!...No se te ocurra volver a insultarlo...¡¿Me escuchas?!- Yuki lo amenazó dando un paso hacia delante con el dedo extendido.

-          ...Ja...así que es eso...tengo que menear el culo...¿Cómo Eiri?...- el muchacho

se acercó a la cama y se subió a ella gateando y elevó provocativamente su trasero dejando bien a la vista su entrada mientras su cara se apretaba contra las sábanas que sujetaba con fuerza.

 

-          ¿Así?...¿así es como se pone el mocoso?...¿Te gusta así?- Yuki no respondió.

-          Así que sí...así es como te gusta,¿eh?... pues si te gusta¡¡Hazlo!!.. Fóllame...fóllame Eiri.- y mientras decía esto movía el trasero incitando al rubio a tomarlo.

-          Vamos...métemela...métemela por favor- la voz de Kei se había suavizado tomando un tono de súplica.

 

El muchacho sólo repetía eso..."por favor" en aquel tono que tan rápidamente estaba embriagando los sentidos del rubio, que cuando quiso darse cuenta ya estaba cogiendo con fuerza las caderas del hombre e introduciéndose en el sin el mayor cuidado.

A partir de ahí todo se volvió confuso, sólo recordaba vagamente gemidos y jadeos, cambios de posturas y finalmente la cada de su pequeño horrorizado ante su descubrimiento.

 

 

 

FIN FLASH BACK

 

 

 

Yuki se levantó de su asiento con lágrimas resbalando por sus mejillas y se dirigió al dormitorio. Al entrar sintió rabia, una rabia incontenible y agarrando las sábanas de la cama, las arrancó con fuerza y rápido las tiró a la basura. Le daba asco el olor a sexo que había impregnado en ellas.

Su furia aumentaba a cada segundo y comenzó a llorar y a romper todo aquello que estuviera a su alcance maldiciéndose  a sí mismo. No tardó en empezar a sentirse como un miserable y en buscar alivio para ese dolor que le oprimía el pecho en lo único que conseguía evadirlo de la realidad: el alcohol.

Bebió y bebió hasta que estuvo totalmente borracho y dejó de sentir aquel vacío que su pequeño había dejado quedándose dormido finalmente sobre el colchón desnudo.

 

El escritor despertó horas después con un buen clavo en la cabeza causado por le alcohol, pero cuando fue consciente de ello, quiso volver a dormir y no despertar nunca más.

La noche ya había caido y pensó en Shuichi, necesitaba hablar con él, decirle lo que había pasado, y llevarlo de vuelta a casa con él...sin su pequeño esa cama era fría y grande.

Se levantó con dificultad, aun estaba mareado debido al alcohol ingerido, y tambaleándose fue a darse una ducha, tras la cual se vistió y salió a toda velocidad del parking en su lujoso coche.

 

 

 

 

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-          Hiro...Hiroshi...-

-          ¿Mmm?

-          Están llamando a la puerta

-          ¿Qué hora es?

-          Casi la una de la madrugada...¿quién llamará?- preguntó preocupada Ayaka.

-          ¿Será Shuichi?

 

El guitarrista se levantó rápidamente de la cama temiendo que el escritor hubiera echado a Shuichi de casa, pero tal fue su sorpresa que se quedó sin palabras cuando al abrir la puerta se encontró con nada más y nada menos que  con Yuki Eiri. Parecía algo nervioso, desquiciado podría decirse.

 

-          ¿Dónde está?

-          ¿Dónde está quién?

-          ¿Quién va a ser?...¡El mocoso!¿Dónde ésta?

-          ¡¿Qué le has hecho esta vez hijo de puta?!

 

Hiro no pudo evitarlo, le dio un tremendo puñetazo al escritor en la cara tirándolo al suelo con la cara vuelta de lado.

Ayaka alarmada por los gritos salió y vio a su novio gritándole a Yuki quien desde el suelo no levantaba la vista y se tapaba una mejilla con su mano

 

-          ¡¡Eiri!!- La muchacha corrió hacia el escritor y se arrodilló a su lado provocando una intensa mirada de celos en el guitarrista.

-          ¡Ayaka!...aléjate de ese mal nacido...

-          ¡¡Hiro!!...-y volvió su mirada preocupada hacia el escritor- Eiri...¿estás bien?

 

El rubio miró a la joven y como reaccionando por fin, contestó de forma seca y se levantó.

 

-          ...Cómo le hayas vuelto a poner una mano encima...te aseguro que te mataré...

 

Hiro cogió a Ayaka y la metió en el apartamento cerrando la puerta de golpe. Yuki sintió de nuevo esa congoja insoportable, ese sentimiento de estar perdido. Con la cabeza gacha se encaminó hacia su coche donde una vez dentro apoyó su cabeza en el volante.

Si el mocoso no estaba con Nakano...¿Dónde se había metido?

Como si su cerebro contestase a su propia pregunta cogió su móvil y marcó con rapidez.

 

-          ¡Touma!

-          ¿Eiri?...¿Qué pasa?¿Sabes la hora que és?

-          Necesito la dirección de tu amigo el idiota del conejo ése.

-          ¿Para qué la quieres ahora?...Shindo la sabe...

-          ¡¡¿Me la vas a dar o qué?!!

-          Bueno, bueno...no te enfades...

 

Y Touma le dio la dirección a Yuki que en cuanto colgó puso el motor en marcha y salió disparado a toda velocidad con rumbo a casa del cantante.

Cuando estuvo delante de la puerta la comenzó a aporrear sin contemplaciones hasta que escuchó como el cerrojo se abría para a continuación hacerlo la puerta.

-          ¿Quién e...s?- Ryuichi no sabía si aun seguía dormido o realmente el escritor se encontraba delante de su puerta.

-          ¿Dónde está?

-          ¿Quién?

-          No juegues conmigo...-advitió- Sé que está aquí...

 

Y empujando al cantante se introdujo dentro del apartamento buscando la habitación mientras era seguido por Ryuichi maldiciéndolo y gritando que se largara de su casa pero el rubio hacía oídos sordos hasta que dio con su objetivo.

Entró en la habitación y cerró la puerta con el seguro para evitar que ese loco entrara. Allí sobre la cama un asustado Shuichi lo observaba con lágrimas en los ojos, se había despertado al sentir la voz de Yuki y los gritos de Sakuma.

El silencio de aquella habitación hubiera sido aplastante de no ser por los aporreos de Ryuichi y sus gritos desde el otro lado de la puerta.

 

-          ¿Te has acostado con él?

-          ¿Qué?- Shuichi no podía creer lo que estaba escuchando.

-          ¡Qué si te has acostado con él!

-          Pero ¿qué te crees?...¡¿qué soy como tú?!- Shuichi estaba realmente enfadado.

-          Eso ha sido un golpe bajo Shuichi...

-          Ja...por favor...lárgate...¿a qué has venido?

-          A llevarte a casa

-          ¡No Shuichi...no le escuches!- se escuchaba desde detrás de la puerta.

-          ¡¡Tu cállate!!- dijo furioso el escritor golpeando fuerte y una sola vez la puerta.

-          No voy a ir contigo a ningún sitio

-          Shuichi...escúchame...

-          No quiero escucharte...ya me dijiste demasiadas mentiras...no me apetece seguir escuchándolas.

-          Shuichi...- el rubio estaba al borde de las lágrima.

-          Vete...- el pequeño no pudo soportarlo más y rompió a llorar- ...por favor Yuki...vete.

 

El rubio no pudo decir nada más ya que un nudo se instaló en su garganta impidiéndose respirara y pronunciar ninguna palabra hasta que tras unos segundos más.

 

-          ¿Este es el fin?...

-          ¡¡Vete!!

 

El rubio con tristeza abrió el seguro de la puerta y la abrió con fuerza dejando ver a un Ryuichi más que furioso. El cantante se tuvo que contener para no golpear al escritor hasta la muerte y sin perderlo de vista, vio como éste se encaminaba silencioso hasta la puerta y la cerraba de golpe tras de sí.

En el momento en el que la puerta se cerró, Shuichi soltó un quejido doloroso entre sus llantos y Ryuichi corrió a su lado para abrazarlo.

Realmente el corazón del pequeño estaba echo pedazos.

Ambos amigos, después de que Shuichi se cansara de llorar y él de acariciar su pelo, se quedaron dormidos uno en los brazos del otro.

 

 

 

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Bueno...jajaja escribiendo este capi me he sentido por un momento como Yuki...ahi con el portátil, cerveza y cigarrillo en mano jajajja...me ha hecho gracia cuando me he dado cuenta xD

 

En fin...espero que os haya gustado...la verdad a mi me ha parecido un capítulo tierno y a la vez visceral ^^

Saludos!! nos vemos en los siguients capis

 

Ah! y muchas gracias por todos los comments de verdad que me hacen mucha ilusión ^^ 


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