Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Qué he hecho mal? por Aidi

[Reviews - 205]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ayyyy pliiiisss...no me mateis por ésto jeje.

 

 CAPÍTULO 4

 

Yuki despertó un par de horas después de que él y Shuichi se durmieran y se dio cuenta de que Shuichi dormía plácidamente sobre su pecho.

Ya se había hecho de noche totalmente. Yuki giró la cabeza y miró sobre Shuichi el despertador de la mesita de noche a ver que hora sería. Las 22:00 horas. Se deshizo, con cuidado de no despertarlo, del abrazo de Shuichi y se levantó despacio hasta quedar sentado en el borde de la cama con los antebrazos apoyados en sus piernas.

Se quedó mirando hacia la ventana del dormitorio, las luces de la ciudad habían llamado su atención logrando dejar su mente totalmente en blanco por unos segundos. Tras unos minutos, Yuki miró hacia atrás y se quedó contemplando a Shuichi dormir.

- “¿Por qué me quieres tanto Shuichi? ¿acaso me lo merezco?”- pensó el escritor mientras se levantaba de la cama y salía del dormitorio dejando a Shuichi durmiendo tranquilamente.

Entró a su estudio y miró la ropa que aun se encontraba esparcida por el suelo, la recogió y fue al baño que se encontraba fuera del dormitorio a darse una ducha para así no despertar al pequeño.

Una vez se hubo duchado se metió en su estudio y siguió escribiendo su novela, donde se quedó hasta altas horas de la madrugada.

 

Shuichi se despertó al notar frío y vio que Yuki no estaba con él. Se levantó y vio que estaba desnudo así que se vistió.

Salió de la habitación cuando sintió hambre, no había cenado debido a que se quedó dormido tras tener sexo con Yuki cuando volvió a casa.

Seguramente Yuki estaría en su estudio, cosa que comprobó al ver la luz del estudio encendida.

Shuichi entró en la cocina y se dispuso a comer algo porque su estómago gruñía pidiéndole algo de alimento. Se preparó un sándwich y cuando le quedaba poco para terminar escuchó la melodía del móvil de Yuki amortiguada por la puerta cerrada del estudio.

- “¿Quién lo llamará a éstas horas?”- pensó Shuichi mientras miraba su reloj. - Son las 3 de la madrugada- dijo en voz baja.

Se levantó y recogió lo que ensució de la cocina. Cuando salió escuchó la voz de Yuki, parecía estar enfadado con su interlocutor. Se quedó escuchando pero no lograba entender lo que su amante decía. Así que se acercó hasta la puerta.

- ¡Estoy harto de esto! ¿me estas escuchando? ¡Harto!-

- ¿Yuki?- Shuichi asomó la cabeza dentro del estudio y vio al escritor sentado en su escritorio, con los codos sobre la mesa, sujetándose la cara con ambas manos.

- ¿Cuánto llevabas ahí?- preguntó muy enfadado levantándose de su silla y mirando a Shuichi parado en la puerta.

- Bueno…no mucho …

- ¿No vuelvas a escuchar a escondidas!

- Yuki… no era mi intención …- Shuichi estaba muy contrariado por la actitud de Yuki.

- ¿Qué escuchaste?- el malhumor de escritor era más que evidente.

- No escuche nada Yuki … te lo juro- afirmó Shuichi algo temeroso.

El escritor volvió a sentarse en su silla y recostándose sobre el respaldo se llevó una mano a la frente apretando sus sienes con los dedos y masajeando la zona.

- Vete de aquí- dijo intentando no sonar enfadado

- Yuki ¿qué es lo que pasa?

- Nada, solo vete

- Yukiii … ¿por qué no confías en mí? Estabas hablando por teléfono muy enfadado ¿qué pasa?

-¡¿No habías dicho que no escuchaste nada?!…¡¡Fuera!!- gritó el escritor totalmente fuera de sus casillas.

Shuichi salió llorando del estudio de Yuki y fue hacia el dormitorio donde se encerró y se tiró en la cama rompiendo a llorar definitivamente. Lloró desconsoladamente hasta que se quedó dormido de nuevo.

 

A la mañana siguiente Shuichi despertó tumbado en la cama bocabajo tal y como estaba cuando se durmió.

Se elevó un poco y comprobó que Yuki no estaba a su lado, no parecía haber dormido en la cama. Se levantó por fin, le dolía la cabeza y le picaban los ojos de haber llorado durante lo que le parecieron horas la noche anterior así que se dirigió a la cocina a tomarse una aspirina. Con el vaso de agua aun en la mano salió de la cocina y miró hacia el estudio, la puerta estaba abierta así que sigiloso se acercó para no incomodar a Yuki. Al asomarse vio que el escritor no se encontraba allí.

- ¿Yuki? … ¿Dónde estás?-

El vocalista lo buscó por todo el apartamento pero no lo encontró. Yuki se había ido.

- “¿Dónde habrá ido?” se preguntó volviendo a entrar en la cocina para preparase el desayuno.

- Yuki, quería pedirte perdón … ¿dónde estás?.

Shuichi terminó de desayunar sin muchas ganas y se sentó en el sofá a ver algún programa. Era sábado y no tenía que ir al estudio de grabación hasta el lunes y había pensado que Yuki y él podrían hacer algo juntos ya que hacía bastante tiempo que no salían por falta de tiempo de ambos.

Shuichi hizo zapping durante un buen rato hasta que encontró un programa musical en el que estaban echando un videoclip de Nittle Grasper y las penas parecieron esfumársele cuando Ryuichi Sakuma comenzó a cantar en la pantalla del televisor.

La mañana fue avanzando y cuando llegó casi la hora de almorzar Shuichi ya estaba aburrido, seguía viendo el mismo programa musical que por la mañana y ya se había cansado de ver a Nittle Grasper, a los Ask, e incluso estaba aburrido de verse a si mismo junto a Hiro y Suguro una y otra vez.

Decidió finalmente apagar el televisor y preguntándose que hora sería se dio cuenta de que era la hora de almorzar.

- ¿Dónde está Yuki?- se preguntó extrañado de que el escritor no hubiera dado señales en toda la mañana así que cogió el teléfono y rápidamente marcó el número de móvil del rubio.

Dio tono una vez y otra y otra … así hasta que saltó el contestador automático.

- Yuki …soy yo, estoy preocupado por ti … siento lo de anoche de verdad no fue mi intención molestarte … yo … te quie …PIII PIII PII.- se acabó el tiempo del contestador y Shuichi terminó la frase en voz baja y volviéndose a llenar de tristeza.

Acababa de colgar el teléfono totalmente abatido cuando éste sonó haciendo que el corazón del muchacho casi se le saliera por la boca. Con una velocidad asombrosa saltó sobre el sofá y descolgó el aparato.

-¡¡¡Yuuuukiiii!!! Lo sientooo, ¿oíste mi mensaje?

- ¿Señor Shindo?

- ¿ Ehh? ¿Quién és?

- Oh disculpe señor Shindo, soy Keiko la editora del señor Uesugi …

- Ahh … !hola Keiko! ¿Qué tal estás?- preguntó alegremente Shuichi

- Bien señor Shindo … ¿podría hablar con el señor Uesugi por favor? No consigo localizarlo por el móvil.

- ¿Qué? ¿No te coge el móvil a ti tampoco?

- No señor, ¿no está en casa? Quedé con él para tratar las fechas de lanzamiento de su nueva novela durante el almuerzo pero no se ha presentado y me preocupa.

- No, no está aquí … se fue muy temprano, ni lo ví salir …- Shuichi tenía un semblante preocupado.

- Oh vaya … bueno seguiré intentándolo, Gracias señor Shindo … adiós.

- Adiós Keiko.

Shuichi se había quedado algo preocupado con la llamada de la editora de Yuki, ¿por qué había faltado a su cita con su editora?, él no solía hacer ese tipo de cosas, era un hombre muy responsable y lo llevaba todo bien organizado como para olvidarse de su reunión.

Shuichi volvió a tomar el teléfono y marcó de nuevo el número de Yuki.

Biiip Biiip Biiip Biiip Biiip y saltó el contestador de nuevo.

- Yuki … soy yo otra vez. ¿Donde estás? Acaba de llamar Keiko, está preocupada por ti … y yo también Yuki … por favor … llámame.

Shuichi apretó con el dedo el botón de colgar y volvió a marcar rápidamente, pero ésta vez el número de la casa de Hiro.

- ¿Diga?

- Hiro, soy Shuichi.

- Ahh, hola Shuichi ¿qué tal?

- Hiro … yo …

- A ver … ¿qué te ha pasado esta vez con Yuki?

- Hiro … no te llamaba para eso … te he llamado por si querías que comiéramos juntos …- dijo rápidamente Shuichi intentando parecer molesto.

- Ahh ¡claro que sí! Vente a mi casa ahora mismo estaba preparando algo de O-sobu* ¿te apetece?

- Mmmhh… ¡¡¡claro que sí!!!- gritó por el auricular Shuichi haciendo que Hiro separara el suyo de su oido para evitar que su tímpano estallase.

- Pues entonces vente … podemos acompañar el O-sobu con sake, ¿¿eh??

- Ay amigo! Que bien me conoces!- dijo emocionado Shuichi

- Venga pues te espero.

- Oook, ya salgo para allá.

Shuichi colgó el teléfono y fue a darse una ducha rápida y a vestirse. En menos de 10 minutos ya estaba, con mochila en mano, saliendo del portal de su edificio dirección a casa de Hiro.

 

 

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

 

- He vuelto a hacerle llorar- susurró Yuki tapándose la cara con ambas manos.

Shuichi acababa de salir del estudio llorando y lo había oído cerrar la puerta del dormitorio.

- ¿Por qué? ¿Por qué tengo que tratarlo así?- decía un Yuki al borde del llanto. Se había enfadado tanto al descubrir que Shuichi le había espiado detrás de la puerta. Bueno sabía que era imposible que hubiera escuchado su conversación completa, pero le había dado miedo que así hubiese sido y ese miedo se había transformado en furia.

Tenía miedo; esa era la palabra que ponía nombre al sentimiento que lo envolvía cuando Shuichi estaba en casa y sonaba el teléfono.

Yuki se levantó de su silla y salió del estudio para dirigirse al dormitorio. Una vez estuvo tras la puerta escuchó a su pequeño llorar desconsoladamente y preguntarse por qué una y otra vez.

El novelista no pudo soportar por más tiempo escuchar el sufrimiento que le había causado a Shuichi sin que éste tuviera la culpa de nada, pero en lugar de entrar en la habitación y consolarlo se alejó de aquella puerta y volvió a encerrarse en su estudio.

Se dirigió al mueble-bar y preparando un vaso con hielo cogió la botella de wisky y se sentó en el pequeño sofá que tenía allí.

Cuando había pasado más o menos un par de horas desde que discutiera con Shuichi, Yuki ya tenía sus sentidos un poco nublados por culpa del alcohol así que se levantó algo mareado y salió del estudio para volver a detenerse frente a la puerta del dormitorio. Ésa vez no escuchó a Shuichi llorar así que abrió lentamente para no hacer ruido y lo vio tumbado bocabajo en la cama profundamente dormido aunque de cuando en cuando un suspiro entrecortado dejaba claro que hacía poco que el sueño había vencido al llanto.

Yuki lo observó un poco más preguntándose por qué Shuichi no lo dejaba, por qué no lo abandonaba si tanto le hacía sufrir.

Tras un suspiro, el rubio se dirigió al armario y saco unos pantalones, una camisa y su chaqueta y salió de la habitación tal y como entró, silenciosamente.

Una vez vestido cogió las llaves de su coche y salió del apartamento dejando tras de él reinar el silencio dentro de su casa, bajó al garaje y aunque estaba algo borracho encendió el motor y salió a toda velocidad con dirección desconocida, aunque él sabía perfectamente a donde iba.

En poco más de diez minutos, debido a la velocidad tan elevada a la que iba, detuvo el motor de su coche frente a un gran edificio negro de apartamentos.

Se bajó del automóvil y se encaminó hacia él, entrando a través de la verja que se encontraba abierta, segundos después se encontraba en el ascensor dándole al botón que correspondía la planta once.

Mientras el ascensor se elevaba Yuki se miró en el espejo que había dentro de la cabina y no se encontró nada atractivo.

Tenía mala cara de no haber pegado ojo en toda la noche y era bastante evidente su, aunque leve, estado de embriaguez.

Cuando el ascensor se detuvo la planta once y se abrieron las puertas Yuki salió y dirigió sus pasos con decisión hasta que se paró frente a la puerta de uno de los apartamentos que había en esa planta. Una vez allí llamó al timbre una sola vez y tras unos segundos se escuchó como alguien se acercaba a la puerta y quitaba el cerrojo desde dentro para a continuación abrirla un poco.

- ¡¡Eiri!! ¿qué haces aquí?

La puerta se abrió completamente. Allí de pie frente al escritor y con una expresión en la cara que oscilaba entre la sorpresa y el sueño, se encontraba un hombre que podría tener la misma edad que Yuki. Era alto como el escritor y tanto su pelo como sus ojos eran negros. Era un hombre muy atractivo a simple vista.

 

- ¿No decías que estabas harto de mí?- el joven cambió la expresión de sorpresa por una media sonrisa muy insinuante mientras se apoyó en la puerta con los brazos cruzados.

- ¿Tu puedes llamarme a cualquier hora pero yo no puedo venir a la que me de la gana?

- Eiri … ¿ estás borracho?-

- Y a ti que más te da- sentenció el rubio antes de abalanzarse contra el joven besándolo con furia.

Ambos hombres entraron en el apartamento enredados en el beso y cerraron la puesta tras de sí.

 

 

Notas finales:

Ahhhhh lo siento lo siento lo sientoooo

se que no os gusta que pasen estas cosas pero así es la vida ahora veremos a ver que es lo que pasa,no?

Besitosss espero que les haya gustado y que no me odien por esssto (pucherito)

* el O-sobu es un plato típico japonés y viene siendo un plato de pasta tipo espaguetis con una salsa rara de soja o algo asi... es típico acompañarlo con sake


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).