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¿Qué he hecho mal? por Aidi

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Notas del capitulo:

Bueno quiro agradeceros los comentarios ^^ me ha hecho mucha ilusión recibirlos..mil gracias :D

Aquí os dejo el segundo capítulo...también es cortito pero poco a poco se irán ahcienod más largos.

Yuki había cerrado la puerta del baño tras de si y abierto el grifo de la ducha dejando correr el agua.

Sonreía levemente mientras comprobaba si el agua ya salía caliente. Cuando ésta llegó a la temperatura que agradaba al escritor, se desvistió y se metió en la ducha dejando que el agua cayera sobre su cuerpo perlando su piel.

Una vez enjabonado y limpio, Yuki se quedó bajo la ducha, inclinó su cabeza hacia atrás y dejó que el agua mojara directamente su cara; eso lo relajaba casi lo mismo que el tabaco.

Después de un rato en aquella posición apoyó sus manos sobre las baldosas de la pared y agachó la cabeza para que así el agua incidiera sobre su nuca y hombros.

- ... Shuichi ...- susurró al recordar a su amante y el fugaz momento de arrebato vivido momentos antes.

Realmente no entendía como podía haberse detenido en aquel momento ya que estaba realmente excitado y no era la primera vez que se encontraban ante aquella situación y al final siempre llegaban tarde los dos.

Yuki sonrió al recordar la cara de circunstancias que había puesto Shuichi cuando dejó de besarlo para separarse definitivamente e irse al baño.

Era precisamente en esos momentos, cuando tenía a su amante a su entera merced cuando la alegría parecía volver ha hacerle una visita fugaz.

Sin apenas percatarse de ello, el estar pensando en sus momentos de placer con Shuichi, estaban haciendo despertar por segunda vez su erección en esa mañana.

Yuki abrió los ojos al notar el leve cosquilleo que sentía en su bajo vientre cuando se excitaba y comprobó que efectivamente su miembro se estaba levantando lentamente.

-"...¿Cómo es posible que ese mocoso idiota me consiga excitar de esta manera incluso cuando no esta presente..."- pensaba Yuki que totalmente excitado como estaba su respiración se iba acelerando.

El novelista aun tenía las manos apoyadas en la pared. Lentamente separó su mano izquierda y con los ojos cerrados rozó sus labios con las yemas de los dedos índice y corazón dibujando su forma de manera pausada. La respiración jadeante del escritor se escapaba entre los dedos que seguía pasando por sus propios labios, segundos más tarde los introdujo en su boca de manera lasciva, provocándose a si mismo.

Mientras lamía sus dedos introduciéndolos y sacándolos de su boca con lujuria, su otra mano bajó por su pecho hasta los pezones rozándolos levemente, esto hizo que un largo gemido se escapara de los labios de Yuki; un gemido amortiguado por sus propios dedos que salían y entraban.

Yuki siguió bajando su mano derecha recreándose en sentir el contacto de su piel hasta que llegó a su miembro totalmente erecto y palpitante.

El rubio lo tomo con su mano con suavidad y comenzó a masajear lentamente su pene mientras seguí lamiendo sus dedos los cuales acto seguido recorrieron su cuello hasta llegar a uno de sus pezones que comenzó a pellizcar.

Yuki jadeaba con fuerza siguiendo el ritmo que imponía su mano sobre su pene cada vez más acelerado; jadeaba y gemía sin parar y de escucharse a si mismo más se excitaba imaginando que Shuichi estaba con él.

El novelista empezó a masturbarse cada vez más rápido y con movimientos bruscos; necesitaba correrse ya o se volvería loco.

Si alguien hubiese estado en la habitación detrás de la puerta del baño con total seguridad hubiera podido escuchar al escritor gemir impaciente y sus jadeos descontrolados sabiéndose solo en el apartamento estaba dando rienda suelta a sus emociones, sólo cesaban sus ruidos una fracción de segundo cuando trataba de tragar saliva que se le acumulaba en la boca, ansiosa de besos.

Incrementó un poco más la velocidad de su mano mientras apoyaba la cabeza y el antebrazo izquierdo en la pared.

Yuki tenía los ojos cerrados con fuerza totalmente entregado a su autosatisfacción hasta que notó como si una pequeña descarga eléctrica le recorriera la columna y sin poder resistir ni un segundo más se corrió echando la cabeza hacia atrás emitiendo un profundo y ronco gemido.

Con la respiración agitada y el corazón galopándoles en el pecho, Yuki se volvió a enjuagar y salió de la ducha colocándose la toalla alrededor de su cadera. Justo cuando salía del baño totalmente empapado sonó el timbre de la puerta del apartamento.

- ¿Quién demonios molesta a estas horas?...- dijo el escrito molesto y deseando volver a meter la cabeza bajo la ducha y que no lo molestaran. Yuki miro el despertador...ya eran las 9 de la mañana.

Con paso firme pero lento se dirigió hacia la puerta y la abrió de golpe justo cuando el timbre volvía a sonar de nuevo.

Frente a él, una mujer joven lo miraba algo asustada y sorprendida por la repentina acción del rubio.

- ¿Qué haces aquí?- dijo Yuki dando media vuelta y dirigiéndose a la cocina dejando la puerta abierta para que la joven entrase.

- Señor Uesugi, le he estado llamando desde hace rato...- decía mientras cerraba la puerta.- ...y no habñia forma de contactar con usted... así que he venido a ver si se... encontraba... bien.- esto último fue casi inaudible para el rubio ya que la joven editora del escritor se había quedado casi in habla al girarse y encontrar al novelista apoyado en el marco de la puerta de la cocina con aquella toalla y su torso desnudo dándole un sorbo a su cerveza matutina.

La muchacha se sonrojó notablemente y desvió la mirada incapaz de seguir viendo aquella imagen. Carraspeó y volvió a tomar la palabra.

- Señor Uesugi... me preocupé al ver que no acudió a nuestra reunión... usted nunca se retrasa aunque últimamente lo está haciendo con frecuencia.

- No me des la brasa Keiko, no estoy de humor para sermones.-

Yuki se sentó en el sofá y dejó su lata de cerveza para coger un cigarro del paquete que tenía encima de la mesa. Lo encendió y soltando el humo de la primera calada miró a Keiko que no se había movido de su sitio.

- ¿No piensas sentarte? No tengo todo el día.-

- ... pero ... señor Uesugi... usted está...- Keiko volvió a sonrojarse y Yuki la miró con mala cara - ... está casi desnudo señor...- y su mirado se quedó fija en el suelo totalmente colorada.

Eiri sonrió provocativamente y se levantó acercándose a ella desplegando todo ese sex appel del que era conocedor de poseer y una vez al lado de la joven la sujetó por el mentón y le giró la cara para así mirarla a los ojos.

- ¿Es que te molesta?- susurró el novelista haciendo temblar a la muchacha.

- ... - Keiko no respondió por miedo a que le temblara la voz.

- Ahora vuelvo... siéntate y prepara un resumen de lo que quieras contarme porque no tengo ganas de escuchar algo que no me interesa en lo más mínimo-

Yuki se dirigió al dormitorio y se puso la ropa. Una camiseta básica de color negro y un pantalón de deporte que solía usar cuando se quedaba todo el día en casa escribiendo las novelas. Una vez vestido, llegó al salón encontrándose a Keiko sentada en el sofá ojeando unos cuantos papeles.

El rubio se acercó y se sentó en el sofá dejándose caer sin ganas sobresaltando a su editora.

- ¿Y bien?-

- Bien, tenemos que plantearnos ampliar el mercado señor Uesugi... las ventas de la última novela fueron un éxito sin precedentes y he pensado que ya es hora de saltar al mercado europeo... ¿qué le parece?

Yuki miraba atentamente un punto invisible en la pared de enfrente mientras iba ya por su tercer cigarrillo de la mañana.

- Señor Uesugi... ¿me está escuchando?

- Mira Keiko... estoy muy cansado de ésto... haz lo que te de la gana- decía mientras se levantaba del sofá y se dirigía a la puerta del apartamento.

- Pero... ¿qué ésta intentando decirme?

- Que te largues de aquí, ya!- dijo el escritor abriendo la puerta y haciéndole una señar a Keiko para que se fuera.

- ¿de verdad no le importa ampliar su mercado?- Keiko ya estaba algo molesta.

- No, no me interesa en absoluto... fuera.

- Señor Uesugi se que sería todo un éxito... debería hacerlo.- dijo ya a la altura Yuki.

- Pues hazlo tú si quieres...ese es tu trabajo, ¿no? A mi no me molestes con tonterías.

Yuki se notaba bastante enfadado y su tono hiriente era más hiriente si cabía, más que de costumbre.

- Señor... Uesugi...- Keiko ya estaba fuera del apartamento pero su respuesta fue un sonoro portazo.

- ¿Qué te pasa Eiri?... nunca habías mostrado tal desinterés por tu trabajo...

CONTINUARÁ.

 

 

Notas finales:

Que os pareció? ya se que pedisteis más lemon pero realmente aun no ha pasado nada de nada en la trama...y me pareció original que yuki se autosatisfaciese ya que no he leido ningún fic donde lo haya hecho( que haberlos los habrá por supuesto)

 En fin...mil gracias agracederos el tiempo tomado para leer y espero buestras oponiones y consejos

Besos!!


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