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DIE...
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Mis manos se encuentran temblorosas mientras que sostienen mi pertenencia mas preciada...a la cual me abrazo con completa desesperación, sabiendo de antemano que aquello no era una pesadilla como tanto estaba deseando que fuese...
Las finas gotas de rocío se deslizaban por todo mi cuerpo, mojando mis cabellos dorados mientras que varias se deslizaban por mis mejillas camuflajeando las lágrimas que brotaban de éstos con completa angustia, terror y desesperación...una de la cual estaba plagada mi persona por completo...
Mi corazón gritaba deseoso estar en aquel mismo sitio...permaneciendo a su lado así tenga que poner fin a mi vida y mi sufrimiento...aúnque tenga que ignorar los deseos de aquella persona a la que tanto quiso por tantos años...por la que peleó y dió su propio cuerpo para salvarle como fuese...por su joya quien rogaba con aquellos cristalinos ojos pardos el alejar los pensamientos que a mi cabeza habían arribado y que tanto deseo me causaban el querer cumplirlos sin restricción alguna...
Unos pequeños y delgados brazitos rodearon mi figura por la espalda...sintiendo el calor de su cuerpo y sus lágrimas derramándose por mi espalda mientras seguía aferrado a aquella prenda...a aquel objeto que tenía su olor impregnado, tal como la sangre que había corrido por ésta al momento del término de su existencia...
-Nii-san...onegai...-susurraba su voz entrecortada, mas yo no tenía como responderle, pues la mía había muerto en mi garganta, con mis ojos llorosos mirando la lápida tendida ante éstos, el nombre de aquel insoportable y amado hombre de cabellos negros y cortos...uno que me molestaba y protegía a la vez, que me amaba de la manera que yo lo necesitaba...que me consoló cuando me escapaba de los brazitos de mi hermano para contarle las penas que sufría...
Aquella sonrisa altanera que me dirigía en público, una dulce y pasiva que revelaba en nuestra soledad...
Un abrazo cálido y firme cuando arrivaba a su morada, una tibieza que nos arropó a ambos...
Aquel gesto tan tierno...mas dulce y pasivo de lo que comúnmente era...la delicadeza con la cual se dedicó a besarme y despojarme de mis vestiduras...sus besos quemándome cada centímetro de piel, su hombría abriéndose paso a mis entrañas...mas todo con sumo cuidado...sin dejar de escuchar aquellas palabras que yo adoraba escuchar de esos labios
"Te amo"...
Pero no más...no más...
por qué...? tan sólo pude sentir aquello una vez...pues en mi partida todo había ocurrido...su muerte había llegado y nadie podía saberlo...
Tan sólo deseo...dejar todo y volver a estar en tus brazos...no me importa que sea el mismo infierno el único sitio que nos reciba...con gusto entraré si no te separas de mi lado...
Pronto me libraré de esta carga...libraré a mi hermanito del objeto de sus penas...y volveré a sentir tus labios sobre los míos, deborándonos con pasión contenida...mi amado coronel...
-Roy...